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Tell The King por Vanessa Potter

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Notas del capitulo:

¡Hoy es el cumpleaños de mi madre y mañana voy temprano por mi calificacion final! Mañana mismo en mi perfil de aqui (si es que se como escribir en el) hare un organigrama, porque soy una loca de la organizacion y es lo que todos necesitamos, un día para cada historia, o semana.

Además, quiero publicar otra historia: El Callejón Diagon.

 

El Big Bang

 

Ginny Potter a pesar de estar casada y con la responsabilidad de mantener un hogar aun jugaba al Quidditch, para lo que nació dicen muchos, llevaba ya varios años jugando para las Arpías de Holyhead,  era la buscadora del equipo, a veces jugaba como cazadora, pero la gente e incluso su capitana del equipo Gwendolyn Morgan decían que la preferían como la buscadora y no solo por sus habilidades a la hora de atrapar la snitch, sino porque era la misma posición que jugaba su marido en el colegio y eso llamaba más la atención de los patrocinadores, se preguntaran ¿Por qué?, pues la respuesta es muy sencilla ¿Qué era mejor que saber que la pareja del siglo jugaba en la misma posición?

 

 

 

Pareja del siglo, cada vez que Ginny escuchaba que a ella y a Harry los mencionaban así en el Callejón Diagon, El Profeta y en todos los lugares mágicos del país sentía un dolor en el estómago, y no era por la emoción de saberse conocida y admirada por todos, hace mucho que dejo de sentir eso, ahora era por el fastidio que le causaba saber que todo el mundo estaba al pendiente de su relación con Harry, la cual no estaba en su mejor momento.

 

 

 

De hecho, hace años que no hay un buen momento.

 

 

 

Mientras se quitaba su chamarra y bufanda iba pensando en su relación con Harry, se supone que él es su hombre ideal, el amor de su vida, su héroe, la persona que hace que su mundo gire y todas esas cosas que soñó cuando era niña. No pudo evitar sonreír al pensar que su yo de 10 años estaría realmente feliz por ser la esposa de Harry Potter, la mujer del héroe, por ser Ginny Potter. La sonrisa desapareció de inmediato al darse cuenta que su yo de 23 años no estaba feliz con ser la mujer de Harry Potter, no era feliz al vivir con Harry.

 

 

 

Hace mucho tiempo el dejo de ser su hombre ideal, el amor de su vida, su héroe, Harry ya no era la persona que hacía a su mundo girar y sus mejillas sonrojarse mientras da suspiros largos. Ahora era un extraño al que veía como 20 veces al año y solo cruzaba 5 palabras acompañadas de vez en cuando con 2 besos insípidos. ¿Dónde quedo la pasión?

 

 

 

Una vez ya con su uniforme de Quidditch puesto se dedica a hacer el ritual que hace antes de cada entrenamiento y partido, quitarse su anillo de matrimonio.  El primer año de matrimonio con Harry le costaba horrores sacarse su amado anillo, el que con tanto esmero había escogido Harry para ella, sin ayuda, ya que él decía que era algo que tenía que hacer solo y así sería más especial. Hace 4 años cuando vio por primera vez aquel anillo de plata pura con un rubí como incrustación había llorado de alegría y pensó que nunca se lo quitaría, antes muerta que sacárselo.

 

 

 

Pero como no todas las promesas se pueden cumplir, en su primer partido de Quidditch con las Arpías de Holyhead, la capitana Morgan le había exigido que tenía que sacarse su anillo, que era contra las reglas y que si no se lo sacaba no jugaba. Ella al no tener otra opción se quitó su anillo, pero antes beso el rubí mientras le dedicaba un pensamiento a Harry y finalmente ponerlo dentro de una cajita. Durante ese primer año hacia el mismo ritual para cada entrenamiento y partido, sus compañeras de equipo la llamaban cursi y se reían de ella, pero a Ginny nunca le importo ser la burla de ellas, era feliz al pensar en Harry.

 

 

 

Todo cambio como al segundo año y medio de matrimonio, y a la vez lo era con las Arpías, ya no besaba su anillo, ahora solo se limitaba a observarlo y sonreír antes de guardarlo en una cajita de terciopelo negro, la misma en la que Harry puso el anillo antes de pedirle matrimonio en "La Madriguera" frente a toda su familia.

 

 

 

Ese mismo año, Harry tenía más misiones en el extranjero y ella partidos, a pesar de que algunas veces viajaban al mismo tiempo, nunca lo hacían al mismo lugar, Harry dejo de ir a sus partidos, ya no le rogaba al Jefe de Aurores por dejarlo ir, ahora Harry se limitaba a ir si tenía un día libre o eran vacaciones.

 

 

 

Cuando llego su tercer año con el equipo y con Harry, las cosas empeoraron en su matrimonio, ahora Harry asistía a menos partidos que antes, daba igual si era su día libre o si tenía vacaciones, Harry decía estar cansado y si iba, solo se quedaba sentado mirando al cielo, incluso una vez se llegó a dormir. Es por eso que ella ya no lo obligo a ir ni le preguntaba si iría a verla a un partido, y así como a Ginny ya no le importo, a Harry igual.

 

 

 

Aquel tercer año ya ni siquiera besaba su anillo, ahora solo lo miraba unos segundos mientras lo dejaba sobre la caja de terciopelo, ya no se tomaba la molestia de al menos ponerlo dentro. Le daba igual si se perdía o no. Harry ya no iba a sus partidos, iba a misiones o a casa de Ron y Hermione, algunas veces revisaba documentos en su despacho en el Número 12 de Gimmauld Place o descansaba, pero siempre le preguntaba por el resultado del partido, eso aún no cambiaba.

 

 

 

Al menos hasta que llego su cuarto año, ahora si  Ginny podía decir sin temor a equivocarse que su matrimonio estaba más que hundido, ¿Por qué no se divorcia se preguntan?, pues ella siempre considero que Harry era y es el amor de su vida, no importa que él haya estado con Cho y ella con Dean, ella siempre tuvo la esperanza en que Harry por fin se diera cuenta de que eran almas gemelas y debían estar juntos, y cuando por fin se dio cuenta era muy feliz.

 

 

 

Sin embargo, aunque haya estado la guerra ella aún tenía la esperanza en ese entonces de casarse con Harry, cuando todo termino y la guerra comenzó a olvidarse, ella poseía la esperanza de que Harry decidiera unirse a su lado y vivir juntos por siempre y felices, cuando sus esperanzas comenzaron a volverse realidad fue feliz, pero todo se derrumbó, como si de un castillo de cartas cayendo por el viento se tratara, Harry ya no era el mismo joven impulsivo y lleno de vida del que se enamoró, ¿Será que la guerra lo convirtió en ese hombre con el que se casó? ¿O fue el matrimonio el que arruino su complicidad?

 

 

 

Ginny no solo se caracterizó por haber sido una joven fuerte y valiente en momentos de guerra, sino por ser una mujer llena de esperanza y fe, en las personas tanto como en el mundo, y Ginny con el tiempo había aprendido a ver a su matrimonio no como la mejor etapa de su vida, sino como una guerra que nunca tendría fin. Hizo miles de esfuerzos por recuperar lo suyo con Harry, pero él nunca ayudaba y cuando él estaba lista para cooperar, ella simplemente se alejaba.

 

 

 

"Ah, como a veces llega a importar más el orgullo"- pensó Ginny mientras observaba su anillo de matrimonio, no pudo evitar sentir rabia al ver ese estúpido rubí, todavía recuerda como hace 4 años le pregunto a Harry por qué escogió un rubí y el solo le sonrió de esa manera que hacía que te enamoraras de él, de esa forma en la que ella no lo veía hacerlo.

 

 

 

-¿Por qué un rubí? Creí que siempre se escogía un diamante-pregunto una versión  más joven de Ginny Potter, en ese instante Weasley, aun con los ojos rojos por el llanto.

 

 

 

Antes de contestar, Harry le sonrió mientras veía esos ojos que le robaron el aliento, esa mirada que lo hace desear permanecer para siempre a su lado- Veras, el vendedor de la tienda me dijo que el rubí simbolizaba muchas cosas- Tomo la suave mano de la pelirroja mientras la besaba.

 

 

 

-¿Cómo cuáles?- Respondió esbozando una sonrisa coqueta al mismo tiempo que se acercaba más a su prometido.

 

 

 

-Pues el amor, la amistad- Con cada palabra que decía Harry le daba besos a Ginny, primero fue en ambas mejillas- Pero sobre todo, la pasión

 

 

 

Se fundieron en un beso apasionado, sus lenguas jugando traviesas y sonriendo dentro del beso, pues nada los hacia más felices a ambos que compartir un simple beso. Se separaron mirándose a los ojos y con los ojos brillantes, rebozando de alegría.

 

 

 

Lástima que no durara mucho tiempo.- Susurro Ginny mientrasse quitaba el anillo y lo observaba una vez más, para luego depositarlo en su casillero, detrás de su varita. Hace mucho que había tirado esa cajita de terciopelo negro, al igual que hace mucho había tirado sus esperanzas y fe en que Harry cambiara y su matrimonio funcionaria. Las tiro en el preciso instante en el que Harry ya no preguntaba por sus partidos de Quidditch ni recordaba su cumpleaños.

 

 

 

Cerro de un portazo la puerta de su casillero, una vez más sintiendo rabia por lo que ahora era su vida, vio por el rabillo del ojo como su compañera Gwenog la miraba sorprendida por su exabrupto, ella fue una de las primeras que se dio cuenta que ya no hacia su ritual con el anillo, cada vez que le preguntaban el porqué, ella solo se limitaba a responder lo mismo:

 

 

 

-No quiero perder el tiempo en cursiladas, no tengo 10 años

 

 

 

Gwenog se acercó a ella y le sonrió como dándole ánimos, ya todo el equipo sospechaba que su matrimonio se había ido a la mierda hace mucho tiempo, y ya estaban listas para ayudarla cuando decidiera dar el siguiente paso. El divorcio.

 

 

 

Pero eso nunca pasaría, estaba segura de que Harry es su verdadero amor, ella no podía tener a nadie más, eso era imposible. Nadie puede tener dos almas gemelas.

 

 

 

Tomo su escoba, la nueva "Estrella dorada 3000"  y salió al campo dispuesta a sacar toda la rabia de su interior, la tribuna estaba llena y gritaban llenos de entusiasmo, el lugar estaba lleno de carteles con el nombre de ambos equipos, "Las Arpías de Holyhead" y "Los Wigtown Wanderers", incluso había varios posters de jugadores del equipo flotando y saludando. Ginny reconoció al menos 5 carteles suyos, dio una vuelta por el campo tratando de ver a su madre, ella era la única que nunca falta a sus partidos, desde Fred era aún más cariñosa y protectora, especialmente con ella y George.

 

 

 

Vio a su madre tejiendo en la primera fila, a su lado tenía unos onmiculares, sabía que su madre dejaba de tejer para verla jugar, a pesar de que no entendía nada del juego, su madre decía que se veía bellísima cuando jugaba y que nunca se perdería un partido. Mientras se alejaba de ahí e iba a posicionarse, distinguió una peculiar cabellera rubia platinada al otro lado de las gradas, no podría tratarse de otra persona, ese cabello tenía que ser de un Malfoy, esperaba que fue de Draco, después de lo que le conto Harry del hurón tenía tantas ganas de verlo.

 

 

 

Pasó cerca de donde estaba sentado, al parecer con unos amigos o sirvientes, para gente como Malfoy son lo mismo, lo vio con una túnica gris y sin el pelo echado hacia atrás. Le sonrió con burla y se fue feliz de ahí al ver la furia reflejada en los ojos del otro.

 

 

 

El partido comenzó y Ginny salió volando a toda velocidad al igual que el otro buscador, por los primeros 20 minutos ninguno tuvo señales de la snitch la cual parecía haberse esfumado, hasta que el buscador de los Wigtown Wanderers se elevó hacia los postes de su equipo y fue ahí cuando Ginny vio la snitch también y acelero todo lo que la escoba podía, iba detrás de el por unos centímetros, si él tomaba la snitch su equipo ganaba por 50 puntos, ya que hasta ahorita las Arpías tenían 200 puntos, mientras los Wigtown Wanderers apenas llevaban 95, pero eso no duro mucho, pues uno de sus cazadores tiro de inmediato y así llegaron a los 100.

 

 

 

Ginny ya pensaba que iba a perder, pero no conto con que la snitch decidiera hacerla una jugarreta a ese imbécil que no dejaba de mirarla con burla, la snitch se fue hacia abajo dando vueltas en espiral, y ella bajo tras ella junto con el otro buscador, ambos estaban tan enfrascados en tratar de tirarse de la escoba que no se dieron cuenta de que la snitch había vuelto a desaparecer.

 

 

 

Ya había pasado media hora y el juego ahora estaba empatado, no se había vuelto a ver a la snitch y Ginny ya se estaba hartando de que el idiota comentarista no dejara de insultar sus capacidades.

 

 

 

-¿Qué pasa con Potter?, hoy parece más distraída que de costumbre

 

 

 

-¡Vamos, Potter!, ¡Mueve el culo y busca la snitch!

 

 

 

-Al parecer el apellido de casada le queda un poco grande, ¿No lo creen?

 

 

 

Potter, Potter, Potter, ella era una Weasley, puede que llevara el apellido Potter, pero aun pertenecía a los  Weasley y eso nunca lo olvidaría, ojala ese comentarista se vaya al infierno, Ginny dejo de insultar mentalmente al comentarista cuando vio como Malfoy le hacía señas hacia la derecha, por donde estaban los golpeadores del equipo contrario, pensando que se trataba de una trampa vio a su alrededor tratando de ver si la snitch estaba cerca y al no ver nada decidió voltear, ¡Ahí estaba! Justo arriba de las cabezas de ambos golpeadores, miro una vez más a Malfoy antes de dirigirse hacia ellos, en cuanto los golpeadores la vieron avanzar hacia ellos empezaron a buscar una bludger que lanzarle, pero siendo Ginny más veloz que ellos llego rápidamente hacia la snitch, pero antes de tomarla por fin le lanzaron la bludger, la cual evito dando un giro hacia atrás para luego por fin tomar la escurridiza snitch.

 

 

 

Sus compañeras de equipo se acercaron a ella a celebrar la nueva victoria, este año tal vez podrían ir a la Copa Mundial de Quidditch, la cual se celebra cada 4 años, si seguían como siempre, puede que los hombres dejen de ser tan sexistas con que una mujer juegue Quidditch. Cuando decidieron salir a celebrar Ginny de inmediato se unió, lo más seguro es que Harry no estuviera en casa y si esta, de seguro estará encerrado en su despacho con mil hechizos.

 

 

 

Bajo junto con sus compañeras caminando a la vez que se reían, Ginny iba tan ensimismada en ese ambiente tan relajado que no se dio cuenta que un par de ojos grises la miraban, los cuales resplandecían de furia contenida, quería acercarse y hablar con Weasley, pero no podía hacerlo con sus compañeras ahí metida. Debía esperar.

 

 

 

Sus compañeras ya estaban arregladas, solo faltaba Ginny la cual disfrutaba de quedarse al final, pues nunca tenía prisa por ir a algún lugar como sus otras compañeras. Mientras se ponía sus pantalones y se abrochaba su camisa vio su anillo, deseaba no ponérselo, dejarlo ahí tirado, pues ese anillo ya no significaba un amor eterno, ahora solo significaba opresión e indiferencia. Ya una vez vestida, estaba dispuesta a dejar el anillo ahí, pero Gwenog le hablo:

 

 

 

-Ginny, olvidas tu anillo- Le sonrió la bruja de ojos ambarinos mientras le extendía aquella cadena de color rojizo.

 

 

 

-Vaya, gracias Gwenog- Trato de sonreírle y al parecer Gwenog se lo trago, porque le sonrió de forma alegre.

 

 

 

-De nada, imagínate que hubiera pasado si luego lo pierdes- Le puso un brazo sobre los hombros de la pelirroja a la vez que decía.- Te hubieras puesto histérica querida

 

 

 

-Tienes tanta razón- Murmuro mientras veía el anillo que estaba en su mano, se giró hacia sus compañeras que iban hacia la salida y les grito.- Tengo que ir con mi madre a "La Madriguera", celebraremos luego, ¿De acuerdo?

 

 

 

-Pero Weasley, ya habíamos quedado- Esa fue Glynnis, una de las cazadoras más fieras del mundo.- Dile a tu madre que luego iras

 

 

 

-No puedo, ella me espera haya y es importante para ella.- Al ver que no estaban convencidas del todo, Ginny bajo su mirada pensando en algo, hasta que se le ocurrió algo.- No quiero herirla, es muy sensible

 

 

 

Sus compañeras asintieron a regañadientes mientras tomaban sus cosas y se iban, cuando por fin todas se fueron Ginny se sentó en uno de los bancos y volvió a mirar el anillo, cada vez que se lo quitaba ya no se sentía como Ginny Potter, la mujer que tenía que ser perfecta por ser esposa del "Salvador del Mundo Mágico Ingles", se volvía a sentir como Ginny Weasley una joven que amaba la vida y solo quería amar con pasión y entrega, recibir el mismo trato y vivir feliz junto a alguien formando una familia, pero al parecer eso no pasaría mientras continuara siendo Ginny Potter.

 

 

 

Aun no era capaz de dejar a Harry, necesitaba algo que la alejara por completo de él.

 

 

 

O tal vez alguien.

 

 

 

-¿Problemas en el paraíso, Weasley?

 

 

 

Draco Malfoy al ver que no salía "La chica Weasley" (para el nunca seria Potter), se animó a entrar a los vestuarios para ver si seguía ahí y cuando la vio sentada y con esa cara de resignación y su anillo de bodas en una mano, no evitó hablar, las palabras salieron solas.

 

 

 

-¿Qué haces aquí Malfoy?, este vestuario es para jugadores y además mujeres. No me digas que eres travesti, y yo que pensaba que no me podía decepcionar más de ti- Ginny se levantó del banco y tomo su varita preparada para cualquier ataque.

 

 

 

Draco apretó los puños hasta que los nudillos se le pusieran blancos, no podía ser tan imprudente, tenía que lograr su plan costara lo que costara- No Weasley, ya sé que te encantaría que fuera travesti para que trataras de imitar mi estilo, pero temo decirte que soy muy hombre

 

 

 

-No lo parece, y te doy exactamente 5 segundos para salir de aquí, antes de que te lance un mocomurcielago- Levanto la varita mientras apuntaba al rubio- Y bien sabes que son mi especialidad.

 

 

 

-Típico de ti, nunca dejaras de ser una vulgar salvaje.- Draco sabía que el mismo estaba arruinando su plan, pero no podía evitarlo, odiaba a todos los Weasley.- No me extraña que Potter se casara contigo, son iguales

 

 

 

Ginny soltó una fuerte carcajada a la par que apretaba fuertemente la varita, Malfoy cada vez era más idiota.

 

 

 

-Si Malfoy, Harry y yo somos unos salvajes, pero tu.- Volvió a reír de forma más fuerte.- Tu eres un debilucho, ¿O tengo que recordarte lo que paso en la fiesta del Ministerio la semana pasada?

 

 

 

Ginny vio a Malfoy enrojecer hasta límites insospechados, sino fuera por el cabello rubio, Ginny pensaría que se trata de un primo lejano, pues ese rojo de su rostro era tan Weasley.

 

 

 

-Potter es un idiota, yo solo daba mi opinión respecto al Departamento de Aurores y él se mete- Draco tomo su varita discretamente y desarmo a Ginny, la cual dejo de reír de inmediato.- ¿Qué pasa Weasley, la comadreja te comió la lengua?

 

 

 

-Es asqueroso que digas eso, pues Ron es mi hermano y no me va el incesto.- Ginny sonrió con burla mientras se acercaba a Draco, este solo abrió los ojos como platos, pues nunca pensó que la chica Weasley se burlara de su hermano.- Dame mi varita Malfoy

 

 

 

-¿Qué te hace pensar que lo hare Weasley?, ¿Qué tal si me das unas grajeas y tal vez acepte el cambio? Es lo mínimo que vale tu varita.- Dejo de hablar cuando se dio cuenta de que la Weasley lo veía de forma extraña, cuando iba a preguntar ella hablo.

 

 

 

-¿Por qué me llamas Weasley?, ¿Olvidas que estoy casada?- Por un instante Draco creyó percibir un tono de amargura, pero fue tan veloz que creyó imaginarlo y la miro por un rato antes de responder serio.

 

 

 

-Para mí siempre serás la chica Weasley, la jugadora de Quidditch. - Se acercó más a Ginny mientras le extendía su varita.- Nunca serás una Potter, no importa nada.

 

 

 

Estaban tan cerca que cada uno podía oler el perfume del otro, Draco percibió un olor a flores y madera, mientras Ginny percibía un olor a menta y hierbabuena fresca, tan distinto al de Harry, tan extraño, tan nuevo.

 

 

 

Tan atrayente.

 

 

 

Al ver a donde iba el rumbo de sus pensamientos Ginny empujo con todas sus fuerzas al rubio, el cual cayó sobre su trasero, la pelirroja tomo su varita y salió corriendo de ahí. Mientras ella trataba de controlar su corazón desbocada y su nariz traicionera, Draco sonreía de una manera confusa, pensando en la conversación que acaba de tener con la esposa de Harry Potter.

 

 

 

Entonces sonrió con malicia y supo que su plan no sería tan difícil como pensó en un principio.

 

 

 

Oh, Theo se había equivocado, se iba a divertir mucho.- pensó Draco mientras se levantaba del suelo y se lanzaba un hechizo para limpiar su túnica.

Notas finales:

Bueno, preparense para el super moderno mega genial organigrama, amo los horarios o como se les diga, la primera en actualizar sera la de más comentarios, así que comenten en su favorita para que sea de las primeras.

 

Luego continuare con mis poemas y canciones.


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