Nací el 9 de enero de 1944 en una gran mansión muy parecido al estilo de la época victoriana, que está situada en Wiltshire es un bello condado al sudoeste de Inglaterra, y ahí toda mi familia ha nacido y crecido, tanto la materna como la paterna. Mi familia es de unos respetados banqueros e inversionistas, no hay persona en Inglaterra que no haya oído hablar de nuestro apellido, por eso voy al instituto más caro, porque soy un Malfoy. Se supone que hoy cumplo mis 16 años, y abra una enorme fiesta en la mansión para celebrar que ya soy todo un hombre, mi padre había insistido, ya que todos los hijos de sus amistades también celebraron a lo grande sus 16.
Me desperté a las 7 de la mañana, tenía que lucir perfecto para la fiesta, dar una buena impresión y escoger a mi futura esposa. Nunca me he enamorado y comienzo a creer que jamás podre amar a nadie, mi madre dice que de seguro con el tiempo amare a mi esposa, pero es imposible, soy gay.
Novias ni novios según padre, los Malfoy no andan de libertinos antes de su boda, y por seguir las reglas de mi padre no he tenido ni un beso, por dios que ni siquiera se masturbarme, pero aunque supiera no tendría a quien usar como estimulante, todos mis conocidos son horribles por fuera y por dentro, por eso mientras siga aquí no podre enamorarme, y por más que insista en mudarnos mis padres se niegan, porque aquí encontrare la "felicidad", pero yo espero no enamorarme de nadie que viva en Wiltshire.
El es un pobre colegial
que jamás salió de su pasión
por doquier y siempre tuvo gala
de ser el dueño de su corazón
Tareas y más tareas, eso era el único trabajo que realmente hago, geografía, historia y matemáticas, estoy harto de esto, odio tener que aprender toda esta mierda, en verdad odio tener que aprender a hacer balances e inversiones, lo malo no es aprender, lo malo es lo que aprendo. Cuando tenía 6 años mi madre me obligo a aprender a tocar violín, porque los hijos de sus amigas tocaban instrumentos y yo tenía que hacerlo, solo porque el resto lo hacía, al principio sufrí y luego me gusto un poco.
Pero me enamore realmente de la música a los 13 años, no me llego como una revelación divina ni nada por el estilo, fue todo por un capricho. Mi vecino y enemigo más odiado Oliver Sykes tenía una guitarra, una Framus Zenith modelo 16, yo siempre he sido mimado, porque soy hijo único, por eso hice el berrinche de mi vida, mi padre me compro la modelo 17 y pago grandes cantidades de dinero para traer a un instructor francés para que me enseñara a usarla, el tipo me enseño todo en francés, y descubrí mucho con él, desde que soy gay hasta que amo cantar.
Estudió la físigeografía
la retórica cursó en un mes
del violín conoce la armonía
y además un poquito de francés
-Draco, baja ahora mismo- grito el jefe de la familia Malfoy, Lucius Malfoy un hombre ambicioso y terco hasta la sangre. Mi padre
Me coloque mis zapatos y baje al salón, al parecer estaba tan entretenido en mis tareas que no me di cuenta de que ya eran las 3 de la tarde, los invitados ya había llegado, entre ellos estaban las hermanas Carrow, Hestia y Flora eran las mujeres más feas y aburridas que he tenido el desagrado de conocer, son mis compañeras en el instituto y según mi padre, una de ellas será mi esposa.
-Draco, querido ¿Cómo estás?
-Hola Flora, tu belleza me enceguece-dije con una sonrisa, tenía que portarme amable, necesitaba portarme amable
-Feliz cumpleaños Draco, espero venir al próximo- contesto Hestia Carrow, la hermana que siempre lleva trenzas
-Y lo harás Hestia, te lo aseguro
Seguimos hablando durante otros 20 minutos acerca de las cosas más idiotas que he oído en mi vida, de las viudas, de las solteras y de las finanzas, estaba comenzando a dormirme parado, hasta que lo vi, el hombre más atractivo que he visto en mi vida, Steve Laughalot es un joven de 18 años, primo de las odiosas hermanas Carrow, tiene una cabellera negra y cada cabello en su lugar, unos ojos pardos y una sonrisa que derrite a cualquiera.
-Ven pequeño, déjame darte tu abrazo
Me lance prácticamente a sus brazos con una sonrisa alegre, verlo siempre me ponía de buen humor, era lo único bueno de este lugar de mierda, pero él se fue hace 2 años, a triunfar en América.
-¿Cuándo llegaste?
-Ayer, y te tengo una sorpresa- me susurro en el oído mientras me enseñaba una botella de whisky
A pesar de que nunca había tomado en mi vida y que mis padre me lo tenían estrictamente prohibido, no pude negarme a esa sonrisa y le dije que si con la cabeza, nos dirigimos al jardín y nos sentamos debajo de un árbol a beber de la botella, como dos pordioseros.
-Puedo hacerte una pregunta Steve
-Claro enano, tu pregunta- si seguía sonriendo así, creo que tendré mi primer orgasmo- ¿Estás bien?
-Aja, ¿Te gusta dirigir empresas?
El se quedo con la botella en la mano y mirando el horizonte, me miro directo a los ojos y me dijo:
-No, yo ni siquiera sé que me hubiera gustado estudiar, pero administración de empresas desde luego que no
-¿Y porque lo hiciste?
-¿Tenía otra opción?- tenía el ceño fruncido y una cara de molestia, por eso decide ponerme de pie, necesitaba pensar
Nunca tuvo amores
ni un amargo sinsabor
pero busca un hombre
que le diga qué es amor
Lo que dijo era verdad, el no tuvo opción más que aceptar dirigir empresas para satisfacer a su familia, pero yo no quería eso, no quería acabar siendo infeliz, yo quería escoger mi trabajo y a mi pareja y desde hoy, ya nadie me va a decir que hacer.
-Siéntate a comer hijo
-De acuerdo papá
Tal vez no desde este momento, pero si pronto
Todos los invitados ya estaban sentados, incluso Steve se veía mejor que hace unos momentos, ya no tenía una expresión molesta, ahora lucia tan fresco como una lechuga. Comimos en silencio durante unos minutos, hasta que mi padre comenzó a hablar.
-Mi hijo pronto será dueño de Industrias Malfoy, será el mejor empresario
Empresario, empresario, era la peor palabra que he escuchado en mis 16 años de vida, ¿Cuándo deje que mi padre tomara mis decisiones?
-Estoy seguro Lucius, además de ser el dueño de una de las mejores industrias del país, también se casara con la mujer más bella- dijo Amycus Carrow, el padre de Flora y Hestia
-No lo dudes amigo, no lo dudes
Deje de comer, ya no tenía hambre y el licor ya me estaba pasando factura, tenía ganas de vomitar y mi padre no cerraba su maldita boca, hablando de mi futuro trabajo, esposa e hijos.
-Cállate maldita sea
Eso basto para que todos en la mesa guardaran silencio, las personas más viejas tenían miradas de furia hacia mi persona, mis padres y sus amigos pura confusión y los más jóvenes, los muy hijos de puta se reían de mí.
-¿Qué dijiste muchachito?
Nunca supe que me dio valentía ese día para enfrentarme a mi padre, tal vez fue el alcohol o que ya estaba harto de su voz, solo sé que desde ahí mi vida cambio.
-Que te calles, no tienes ningún derecho a decidir por mi- le grite con tanta fuerza, que sentí que me rompía
-¿De qué hablas?, esto era lo que tú querías- dijo con voz consternada y levantándose de la mesa, y yo lo seguí
-Claro que no, yo no quiero trabajar en empresas ni me quiero casar
-¿Cómo que no?, es tu deber con la familia
-Pues no lo hare, no me gusta- dije cruzándome de brazos y dirigiéndole una mirada fría
-Draco, tu no saber hacer nada, eres un maldito inútil temeroso, ¿Qué podrías hacer tu?
Era verdad, no sabía hacer nada y un cobarde, solo sabía hacer cuentas, leer, bailar y cantar. Fue como si me llegara una iluminación, yo era un gran cantante, tal vez podría ser otro Elvis o algo así, sería famoso y nadie me diría que hacer.
-Seré cantante- dije con voz firme y segura
No contente con el que se burlara de mi, y con el empezaron a reír todos en la mesa, excepto mi madre que me miraba fijamente desde que esto comenzó.
-Hijo, tú no sabes cantar, ¿Recuerdas lo de hace 2 años?
En mi fiesta de cumpleaños de hace 2 años, mi padre quiso que hiciera un número musical, pero todo se fue a la basura cuando me dio pánico escénico y me dio una canción ridícula, era el himno del país, cante de la forma más horrenda y acabe haciendo el ridículo.
-Te engañe, yo si se cantar
El dejo de reír y me miro fijamente mientras fruncía el ceño, esa era señal de que ya perdió la paciencia y de que todo lo que saldría de su boca serian puros gritos.
-Harás lo que yo te diga, porque soy tu padre, cállate y come
-No me vas a decir que hacer, yo seré cantante y no podrás evitarlo
-No saldrás de esta casa si es necesario- grito caminando hacia mí, ya lo tenía enfrente de mi
-Pues me escapare y no me volverás a ver, soy mayor de edad
Fue la primera vez que vi a mi padre rojo el coraje y perdiendo la compostura frente a invitados, la primera vez que me dio un golpe.
-Lucius, ¿Qué has hecho?- chillo mi madre, tenia lágrimas en los ojos y me trataba de poner de pie
Me había roto el labio el muy maldito, me puse de pie con la ayuda de mi madre, mire a mi padre
-Conseguiré un trabajo y no me veras nunca más
Ignore los sollozos de mi madre y me fui directo hacia las escaleras, tenía que salir de esa casa a como fuera, cuando iba a la mitad de las escaleras escuche la voz de mi padre gritándome:
-Yo me encargare de no consigas un trabajo, te lo juro
Corrí a mi habitación y cerré de un portazo, necesitaba tranquilizarme y no lo podía hacer con lágrimas, me senté en la cama para calmarme, aun se oían gritos en el comedor, eran mis padres discutiendo.
Tome un espejo y me observe detenidamente, aun salía sangre de mi labio y tenía los ojos rojos por aguantar las lágrimas, tengo que buscar empleo en lugar de pensar en mi aspecto. Me dirigí al bote de basura, en la mañana había lanzado el periódico ahí, lo saque y me senté a leerlo.
Había trabajos de todo, obviamente no podía irme a uno muy prestigioso, necesitaba irme a trabajar a un lugar de mala muerte y vulgar, algo de pobres y no de gente rica como mi familia, tal vez de mesero.
Después de 10 minutos, había encontrado un trabajo en el periódico, el problema era el lugar, era lo más vulgar que había escuchado, joder casi tendría que ser el sirviente de otra persona, o mejor dicho de muchas, pero no tenía otra opción. Marco el número
-Hola, ¿Es ahí el establecimiento la Gatita Blanca?
Yo no sé por qué Cupido enseña
la desgracia de una gran pasión
a un niño que inocente sueña
y que tiene miedo de un ratón
Su trabajo comenzaba en 2 días, era lo más denigrante que había tenido que hacer, pero la paga sería bueno y conocería mucha gente.