-no llores YiXing…no llores…-
-co…como sabes mi n…nombre??-
-fácil, me siento detrás de ti en el colegio-él se separa un poco para poder ver al “llorón” a los ojos y sonríe-soy JoonMyeon, y desde hoy seré tu mejor amigo...-en ese momento dolor que sentía YiXing desapareció, y todo por ese niño que jamás vio, y decía que era su compañero, y ahora su mejor amigo.
*Semanas después*
y como había dicho Suho, apodo dado por YiXing, se volvieron los mejores amigos, Suho y el siempre estaban juntos, jugando, haciendo tareas del colegio, o simplemente estar los dos juntos para hacer cosas de niños de diez años, siempre buscaban un pretexto para estar juntos. Y cuando algún niño se acercaba a YiXing para molestarlo, aparecía Suho para protegerlo, para darles una paliza a esos niños que lo molestaban, porqué Suho se había vuelto su guardián, y por eso el le había puesto de apodo “Suho”, porque su padre le había contado un cuento donde decía que Suho significaba guardián, desde entonces se dio cuenta que Suho se había vuelto su guardián.
Pero al mayor no le pareció gusto que el solo llevara un apodo, le había prometido que le buscaría un apodo para él. Y como le prometió Suho llego corriendo al colegio gritando “ya encontré un apodo perfecto para ti” y cuando le pregunto cuál era deseo nuca a verlo hecho “tuve un sueño medio raro...estaba con un unicornio morado y cuando le pregunte su nombre, me dijo que Lay, y me acorde de ti” dicho eso Suho saco un pequeño unicornio morado de felfa de su mochila, que regalo al niño ahora apodado “unicornio Lay” que casi inmediatamente sus mejillas se tiñeron de un color rojizo, que a la vista del mayor era lo más adorable que había visto en su corta vida. Después de la penosa escena del unicornio se dirigieron a entrar al colegio.
Cuando todos los niños se encontraron en sus salones y sus maestros habían empezado a darles sus respectivas clases, un auto gris se estaciona frente al colegio, de el baja una mujer muy hermosa de cabello castaño, vestida con unos pantalones negros muy ajustados, una camiseta blanca y una chaqueta de azul eléctrico claro, dándole un toque de sensualidad pero sin llegar a ser vulgar, ella va hacia la puerta trasera de auto y la abre, donde baja un niño con una bolsas de dulces y su mochila de panda.
-¿BoA acá voy a estudiar?-pregunta el niño haciendo puchero-no me gusta…-
Ella deja escapar un pequeño suspira, se pone en cuclillas para quedar a la par de del niño-enano soy tu madre, no me digas así-acaricia la mejilla de su hijito-a mí tampoco me gusta tenerte lejos, pero tendrás que estudia en este lugar-ella hace puchero, el hace puchero, comenzando una guerra “quien resiste mas”, hasta…que-TU GANAS!!! Pero tienes que ir a la escuela igual-pequeñas lagrimas invaden los ojos de su hijo desesperándola-no llores bebé, si lloras no compare el pastel que te prometí-mágicamente las lagrimas desaparecieron, y el niño sujeta la mano de su madre, entrando los dos en la escuela.
En la esquina de la calle, del colegio, una mujer con cabellos rubios ligeramente desordenado, con su pantalón de cuero ajustado y su camisa también de cuero que no llega a tapar su ombligo, se acomoda sus gafas negras, mientras corre un poco preocupada junto a un niño rubio que solo corre porque ella lo tiene agarrado de la mono.
Cuando lo dos llegan al colegio él suelta la mano de ella-como prometí…el cabello rubio te queda genial y el colegio, así que me debes un abrazo-
-tia CL…-
-dime mi vida-dice emocionada.
-eres…rara-
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