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Notas del fanfic:

La canción solo la acomodé como se me dió la gana (aunque suene feo así fue) la song no esta en orden de cada estrofa, yo la acomodé como me pareció mejor en este fic. Les recomiendo escuchar la canción completa antes de leer el fic y leer la letra correcta. Por cualquier cosa les pongo links de cada una. Aclarando otro punto importante, las personalidades y vidas de los personajes pueden se alteren un poco así que no crean todo lo que leen en este fic. Por lo demás espero disfruten la lectura ya que no le coloqué nada de lemon, lo hice shone-ai para que todas puedan leerlo.

 

Espero sus comentarios, sean buenos o malos.  Siempre se puede mejorar.

 

Letra español romaji: https://haganedixlove.wordpress.com/2011/11/27/sakura-merry-men-aikotoba-letra-romajiespanol/

 

Video con sub: http://www.youtube.com/watch?v=qOzu8oepSJ0&feature=related

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Notas del capitulo:

Aclaraciones: Este fan fic esta escrito y pensado por mí, para Mary discúlpame por la tardanza, la canción solo la acomodé como se me dió la gana (aunque suene feo así fue) la song no esta en orden de cada estrofa, yo la acomodé como me pareció mejor en este fic. Les recomiendo escuchar la canción completa antes de leer el fic y leer la letra correcta. Por cualquier cosa les pongo links de cada una. Aclarando otro punto importante, las personalidades y vidas de los personajes pueden se alteren un poco así que no crean todo lo que leen en este fic. Por lo demás espero disfruten la lectura ya que no le coloqué nada de lemon, lo hice shone-ai para que todas puedan leerlo.

 

Espero sus comentarios, sean buenos o malos.  Siempre se puede mejorar.

 

Letra español romaji: https://haganedixlove.wordpress.com/2011/11/27/sakura-merry-men-aikotoba-letra-romajiespanol/

 

Video con sub: http://www.youtube.com/watch?v=qOzu8oepSJ0&feature=related

 

 

~~SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~

 

Aiba un chico de tez pálida, cabello castaño, de complexión delgada, ojos color café oscuro, a pesar de ser un chico con todas esas cualidades muchos lo confundían con una chica, y era aceptable ya que su rostro era muy bello. A veces eso le causaba problemas, pero normalmente se encontraba bien.

 

Ese día especial de invierno, su temporada preferida ya que solo faltaban 4 días de su cumpleaños número 18, pero aun que fuera su temporada preferida esta vez era triste, ya que sería su primera navidad solo, su padre había tenido un accidente a principios del año nuevo.

Era su única familia con vida y ahora tenía que valerse por sí mismo, no había sido fácil pero tenía muchos amigos y personas que le brindaron su apoyo y aunque muchas personas le brindaron un cálido hogar para pasar en víspera de navidad y su cumpleaños, él lo había rechazado amablemente.

 

Yo, sintiéndome perdido y al borde de colapsar.

Dejó escapar un largo suspiro en mi camino a casa.

Sin embargo, he correctamente almacenado en mi memoria,

Porque todo es muy preciado para mí

 

A cuatro días de navidad se la pasaba rondando los parques de la zona cercana, el regresar a su casa no era lo mejor para él, aun no, simplemente no podía, era fuerte pero no tanto para soportarlo en esa fecha.

Atardecía en la ciudad y el frío se intensificaba, cubierto por su chamarra blanca hasta la cabeza, solo en el parque, sentado en un columpio, meciéndose suavemente y cabizbajo, alguien lo observaba desde hace unos 15 minutos con insistencia.

 

En todo ese tiempo no se había movido de lugar, ni de posición. Para la persona que lo observaba era extraño que una jovencita se encontrara a esa hora en el parque y completamente sola más con ese frío intenso que se sentía. Se decidió acercar para tratar de averiguar si se encontraba bien ya que no podía permitir que pasara más tiempo ahí podría enfermarse, fueron los pensamientos de esa persona.

 

-       Disculpe señorita, no es conveniente que se encuentre en este lugar, puede ser peligroso si obscurece más y la temperatura está bajando súbitamente.- Fueron las amables palabras que le dedicó el joven que se detuvo de frente.- ¿Señorita?- Preguntó nuevamente de forma amable al ver que no le respondía ni levantaba el rostro.

Así que prefirió agacharse a observarla, cuando lo hizo se dio cuenta que estaba completamente dormida, y con las mejillas completamente rojas. El tiempo que estuvo en ese lugar fue suficiente para hacer que su salud decayera tanto pensó.

 

-       Está ardiendo, discúlpeme señorita por el atrevimiento.- Dijo al momento que la quitaba del columpio y la cargaba en brazos, para llevarla de ese lugar a uno más cálido.

 

Aiba se encontraba inconsciente por el efecto de la fiebre, hacia días que se encontraba enfermo pero no había tenido la energía para tratarse el mismo. En ese punto no sentía pasión por nada y se estaba dejando consumir lentamente.

 

~~SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~

 

Se abrió la puerta principal, inesperadamente, haciendo que el joven ingresara a la casa, pero no solo, en sus brazos tenía el cuerpo de un hermoso joven de tez pálida y mejillas muy rojas.

-       Sho, ¿Qué pasó?, ¿Quién es?, ¿Por qué está así?.- Preguntaba una señora algo alterada por la escena que contemplaba.

 

-       Lo siento, ayúdame primero y después te cuento, ¿Bien?.- Decía mientras ingresaba al domicilio y subía por las escaleras rumbo a su habitación.- Podrías subirme un poco de agua caliente ma, Gracias.- Decía mientras su cuerpo se perdía en las escaleras.

 

-       Sí, ahora subo.- Decía la señora mientras corría a la cocina.

 

Ya en la habitación del joven, lo dejó caer en su cama.

-       Ni-chan, sobre el… ni-chan quien es ese joven.- decía una muchacha mientras ingresaba a la alcoba.

 

-       Aquí esta hijo.- Decía la señora entregándole el traste de agua tibia.- Ahora explícame.

 

-       Gracias.-Decía tomando el traste y poniéndolo en el suelo.- Pues... Cuando me fui, acorte camino por el parque, la observé sentada y después cuando regresaba la encontré en la misma posición, se veía peligroso ya estaba oscureciendo y cuando me acerqué... la vi... Estaba en este estado.- Le contaba a su madre y hermana.- No podía dejarla ahí, lo siento madre.

 

-       Descuida hijo, es un gesto muy noble de tu parte pero, solo tengo una duda.

 

-       ¿Cuál?

 

-       No es una chica, es un chico, tonto.- interrumpía la hermana al momento que se agachaba lo suficiente para quitar el abrigo blanco que cubría al cuerpo que se encontraba en la cama recostado.

 

-       ¿QUÉ?.- Decía sorprendido, todo ese tiempo pensó que estaba ayudando a una joven, su rostro, su complexión y hasta su peso le hicieron creerlo.

 

-       Jajajajaja .- se reían ambas mujeres.

 

-       No es gracioso, aun así fuera lo que sea, tenía que ayudarlo. Hay cosas más importantes, como por ejemplo saber sobre sus padres o si se curara pronto.

 

-       Es verdad hijo, lo siento, cuida bien de él.

 

-       Sí, revisa bien sus bolsillos para ver si tiene alguna identificación, y cuando despierte haz que coma y beba cosas calientes. – Decían mientras salían de la habitación.- aunque con ese rostro hermoso, cualquiera se equivoca.- fue lo último que se escuchó decir.

 

El joven se quedó solo, con el cuerpo inconsciente, su rostro a pesar del enrojecimiento de sus mejillas de aquel joven, se podría decir que se veía muy hermoso.

Sho salió de su trance por observarlo, lo primero que tenía que hacer era quitarle las prendas húmedas por el sereno y ahora como sabía que se trataba de un chico no había mucho problema. Así que comenzó a quitar las prendas, las cambio por unas suyas a lo que hacían ver al cuerpo más pequeño y menudo de lo que debería. Sho estuvo cuidando del joven sin nombre, ya que lo único que había encontrado en su chaqueta era una foto muy gastada de él y lo que él pensaba que era su padre.

-       Umm.- se revolvió un poco el joven que se encontraba en la cama antes de abrir sus ojos.

Se encontraba desconcertado, al abrir los ojos se dio cuenta de que estaba con un poco de penumbra a su alrededor,  un techo desconocido, ahora que lo recordaba él estaba en el parque ¿Cuándo regresó a su casa?, o a ése lugar. Se incorporó y de su frente cayo un paño húmedo, Aiba estaba analizando el cuarto mientras su vista se acostumbraba a la poca iluminación. Al analizar la habitación se dio cuenta de la otra presencia que se encontraba no muy lejos de él, un joven dormía en una posición algo incómoda sobre lo que parecía ser una especie de cojín gigante. El joven desconocido roncaba tenuemente, Aiba no sintió ninguna desconfianza al verlo así que prefirió seguir durmiendo.

Al día siguiente Aiba se despertaba mientras se incorporaba en la cama, miró a los lados, observó a un joven de espaldas acabado de salir de la ducha con sólo una toalla cubriendo su parte inferior y una toalla secando su cabello, el otro joven no se percató de  que alguien lo observaba. Aiba miraba la espada musculosa y ancha de aquel joven, nada que ver con la suya, pensó. Pero seguía observando a aquel joven que se paseaba por la habitación, hasta que volteó y sus ojos toparon con los de aiba quien no se había movido.

 

-Oaa! Al fin despertaste.- dijo el joven acercándose rápidamente a la cama donde se encontraba el otro sentado.- ¿Cómo te sientes?, ¿Tienes fiebre?, ¿Descansaste bien?

Aiba sólo pudo atinar a mirarlo fijamente ya que no sabía que responder a tal lluvia de preguntas, pero su estómago respondió por el al momento que se escuchó un fuerte sonido proveniente de él. Aiba lo único que pudo hacer fue cubrirlo con sus manos al momento que dejaba salir una sonrisa.

 

-       Jajajaja, es verdad debes tener mucha hambre, descuida bajaremos a desayunar.- decía el joven mientras tomaba unos pantalones, camisa  y otras prendas e ingresaba al baño. Para terminar de arreglarse.

Aiba no sabía cómo reaccionar a todas las atenciones, además ni sabía el nombre del joven, pensando en eso aún sentado en la cama,  observó como el joven salía del cuarto de baño arreglado.

 

-       Vamos.- decía mientras le daba una cálida sonrisa.

 

-       Aiba Masaki.- dijo al momento que se levantaba de la cama y hacía una reverencia al joven.  A lo que recibió de respuesta una sonrisa por parte del otro joven.

 

-       Sakurai sho.

 

Desde ese momento la relación de amistad que se formó entre ellos fue perfecta. La historia de Aiba fue escuchada por completo por sho, a lo cual le respondió abriéndole la puerta de su casa y su familia lo trataba como un miembro más.

Pasó el tiempo y Aiba aún no olvidaba el dolor de haber perdido a su padre pero no se sentía más solo y no le molestaba para nada el hecho de que en algunos momentos lo confundieran con la novia de Sho. Esto era algo reciente pero algo entendible ya que pasaban gran parte de tiempo junto y más aún, el hecho que su ropa tenía un toque de ternura, no era como la ropa del joven que se encontraba a su lado continuamente.

 

 

Me siento tan indefenso, no me puedo detener.

Ni siquiera se cómo se llama este sentimiento.

No me puedo tranquilizar. En la noche no puedo dormir.

Nada logra entrar en mi cabeza.

 

~~SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~

 

La sonrisa había vuelto al rostro de Aiba, una sonrisa que hacía mucho tiempo no se le veía, era tan hermosa que su rostro siempre lucía radiante. Pero sólo podía hacer que esa sonrisa se transformara en una mueca seria, ya que por algún tiempo sus pensamientos habían estado algo confusos respecto a su amigo.

Desde un tiempo atrás se dio cuenta que los sentimientos que profesaba a Sho no eran los de un simple amigo, cada que él estaba cerca su corazón comenzaba a latir un poco más fuerte, al principio lo debió al hecho de que les había tomado mucho cariño a toda la familia sakurai, su corazón siempre se sentía muy cálido y rebosante de felicidad, pero cuando Sho se le acercaba su corazón latía de otra forma. Le tomó demasiado tiempo aceptarlo pero cuando finalmente lo hizo no sabía qué hacer con todo eso, no podía simplemente decirle que “lo he pensado te amo”  y que aceptara sus sentimientos así como así. Aiba no era de ese tipo de personas, tenía que ver a que se enfrentaba, claro que no sería fácil para él descubrirlo ya que se comportaba más distraído de lo normal con Sho, eso le estaba levantando algunas inquietudes al otro joven.

 

-       Aiba me gustaría hablar contigo- escucho a Sho decirle, en un tono serio.

 

-       Sí… Claro…- Aiba estaba de lo más preocupado que sería eso que le iban a hablar tal vez lo había notado, su repentino cambio de actitud hacia él era muy obvia, debía actuar más normal. Pero cómo hacerlo si aún no sabía controlar todas las emociones que aquel joven le despertaba.

 

 

~~SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~

 

Después de su charla Sho lo había invitado a pasar el fin de semana en su casa, para que Aiba se animara un poco, el joven acepto ya había muchas veces que se quedaba en su casa, era divertido pasar el tiempo con él pero era verdad esa vez era diferente, aunque fuera solo un poco aun así era diferente.

La distancia entre nosotros es lo suficientemente corta como para poderte alcanzar al extender mi mano.

Pero simplemente he es estado mirándote, mientras se altera mi corazón.

 

Sho se encargó de que Aiba solo se divirtiera, viendo películas, documentales, jugando a las cartas, todo absolotumanete todo para que ambos pasaran un rato divertido y que Aiba no regresara a esa triste y pensativa mirada que ponía en ocasiones, para Sho era la única mirada que no le gustaba ver por parte de él, ya que a Sho sólo le gustaba ver su sonrisa. La noche cayo, ambos jóvenes rendidos de cansancio por los juegos, se dispusieron a dormir, como siempre ambos futones se encontraban cerca el uno del otro, pero sólo uno dormía profundamente o eso creía el otro.

Aiba miraba a Sho dormir con total calma entre la penumbra de la habitación, sus ojos sólo observaban la silueta de aquel joven, él sabía que con sólo unos centímetros de distancia podría tocar su rostro, ya que con sólo verlo su corazón se desbocaba violentamente. Después de un rato de enajenamiento decidió que era el momento de dormir, aunque él podría quedarse toda la madrugada observándolo entre la penumbra de esa habitación.

 

~~SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~

 

Hoy me encuentro deseando más recuerdos pasando tiempo contigo.

Simplemente deseo verte. Deseo verte ahora mismo, así que aquí estoy buscándote otra vez.

 

El tiempo, hacía mucho que no se había percatado de lo maldito que podría ser, era bien sabido que el tiempo no pasa en vano, pero para Aiba eso no importaba ya. Se había enterado que al salir de la preparatoria Sho haría examen para ingresar a la universidad de Keio, así que se acercaba el momento en que tendría que alejarse de él. No tenía que ser un genio para darse cuenta de que Sho aprobaría el examen, para él era imposible tan siquiera postularse en una escuela de ese tipo, ya fuera por sus calificaciones o simplemente que no tenía el presupuesto para ello.

La vida que llevaba en ese momento seria cambiada totalmente en un momento a otro, lo que más le dolía era que ya no tendría la oportunidad de verlo y confesarle lo que sentía. No debía de dejar de ser un cobarde, lo iba a hacer... se iba a confesar antes de que sho se fuera, y si su respuesta era negativa... El alejarse sería bueno… pero si respondía afirmativamente sería diferente, aún que las posibilidades de que eso pasara eran muy escasas lo iba a intentar ya que las vacaciones de invierno estaban por llegar.

 

~~SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~ SakurAiba~~SakurAiba~~

 

La tarde estaba llegando tan rápido, que no sabía si su deseo se aria realidad, lo único que deseaba para su cumpleaños era que sus sentimientos se hicieran notar.

Lo único que quiero decir y enviarte es un “te amo”

Y no se lo enviaré a nadie más que a ti.

 

 

Lo único que quiero decir y enviarte es un “te amo”

No es “¿Qué hora es?” o “¿Cómo estás?” o cualquier otra conversación casual.

Siempre he estado gritando “te amo” en mi corazón, sorprendentemente incluso a mi mismo.

Y no se lo enviaré a nadie más que a ti.

 

 

Aiba había estado guardando por tanto tiempo eso que no sabía ya de qué forma seria la mejor para hacérselo saber antes de que fuera tarde.

 

Las palabras que estoy escribiendo sin cesar en esta página completamente en blanco.

Un día serán llevadas por el viento, dándole la vuelta al cielo, y volaran hasta ti.

 

Hacía ya una semana que había evitado a Sho, de la forma más sutil que pudo, esto lo hizo con el fin de prepararse para confesarse de la mejor forma a Sho y también para prepararse a cualquier posible respuesta que pudiera darle, cualquiera que fuera esta. Las acciones que tenía en mente no eran algo romántico ni extravagante, simplemente un encuentro en un lugar algo solitario, ya que él sentía que cuando pasara lo que tenía que pasar se sentiría mejor sabiendo que no hay muchas personas a su alrededor para verlo llorar.

Ese día era 24 de diciembre, su cumpleaños, ese día lo eligió perfectamente ya que sabía que era una fecha especial para pasarla con la persona amada, si Sho iba a la cita que había acordado eso le daría un poco más de valor para revelar sus sentimientos ya que eso demostraba que aunque fuera solo un poco Sho se interesaba en él.

La cita era a las 7 pm de la noche en el parque en donde sho había visto a Aiba por primera vez. Aunque eran apenas las 6:30 pm Aiba se encontraba de camino a aquel lugar, tenía mucha ansiedad, llegar temprano le daría más tiempo de pensar las cosas, pero cuando llegó al lugar sus ojos se posaron en una figura muy familiar, y sus pasos se detuvieron, sus ojos observaban a aquel joven que se encontraba sentado en las escaleras de uno de los juegos, muy bien abrigado y con una mirada algo seria y penetrante, lo miraba de tal forma que sentía que su corazón iba a estallar. Una semana sin verlo era mucho tiempo, sentía que la sangre le subía a la cabeza y también sentía mucho calor al momento de acercarse a Sho.

Aiba sentía desfallecer cuando estuvo a una distancia prudente del joven, el único gesto de este fue hacerse un lado incitando a que Aiba se sentara a su lado, provocando que Aiba en vez de tener la cabeza fría, por haber sido el que dio la invitación, fuera todo lo contrario.

 

- Llegaste temprano. – la voz ronca de Sho, lo sacó de sus pensamientos

 

- Sí... bueno, ahora siento que llegue tarde…- comentaba ya que eso sentía de verdad.- ¿Hace mucho que esperas?

- No, tanto.- y la voz de Sho seguía sonando muy neutral, se sentía triste de alguna forma. Eso era lo que Aiba notaba.

 

De pronto se hizo un silencio algo incómodo. En todo ese tiempo que habían permanecido sentados Sho, en ningún momento había volteado a ver a Aiba a la cara, solo mantenía la mirada al frente, como mirando algo muy interesante a lo lejos. No sabía bien cuanto tiempo había pasado, ni le importaba la verdad, sólo quería acabar con todo eso, de una buena vez.

 

No sé lo que “como siempre”, significa. Cuando llego a mí mismo, ya estás aquí.

Has capturado mi corazón y no lo dejarás ir

Sin duda, tanto los momentos felices y momentos dolorosos son formas de “Te amo”.

Te lo enviaré. Esta será nuestra contraseña de amor.

 

-       Sabes…- comenzó a hablar sho.- cuando me comenzaste a evitar hace unos días, la verdad estaba confundido…- Aiba se quedó sorprendido, el creía que Sho no se había dado cuenta, pero al parecer sí lo hizo. Además seguía sin verlo a la cara.- primero pensé que de alguna forma había hecho algo para que me odiaras… después pensé que simplemente te habías enfadado por algo… pero después pensé que… tal vez… sólo tal vez… tú…- y su mirada se centró solo en los ojos de Aiba.- tú… te habías dado cuenta de estos sentimientos que he llevado todo este tiempo guardado dentro de mí, que habían sido tan fácilmente visibles, que simplemente… te alejaste porque te eran desagradables. Pero cuando estaba a punto de caer en el abismo de la locura... tú llegas y me haces venir a este lugar… y yo la verdad no sé qué pensar ahora… sólo no estoy pensando…

 

Los pensamientos de Aiba iban a mil, su mente era todo un embrollo de ideas, pensamientos y en su mente resonaban esas palabras que Sho acababa de pronunciar “te habías dado cuenta de estos sentimientos que he llevado todo este tiempo guardado dentro de mi” esos sentimientos de los cuales hablaba, serían los mismos que el sentía, acaso estarían sintiendo lo mismo, acaso lo consideraba tan inteligente como para darse cuenta de ese tipo de cosas. Aiba no podía hacer nada, pero antes de que se diera cuenta de lo que planeaba decir su cerebro había mandado la orden a su boca para decir algo, completamente estúpido.

 

-        Yo también… - solo eso salió de su boca, esas palabras que no tenían sentido alguno para Sho. El cual sólo se le quedo mirando.

 

-       ¿Tú también?

 

-       Lo que quiero decir es…- un poco de razón regreso a él.- es que… yo necesitaba tiempo para decirte todo esto que he estado sintiendo, no quería que te fueras antes de que te dijera todo lo que estaba sintiendo.- Sho sintió que su corazón latía fuertemente al momento de escuchar decir eso, además el rostro de Aiba se encontraba tan apenado que lo único que pudo hacer en ese momento fue tomarlo de las mejillas y darle un suave beso en los labios. Un beso tan tierno y suave que no era comparado con todos esos sentimientos que desbordaban de ambos.

 

-       “Te amo”.- fue lo único que se escuchó de los labios de Sho, antes de tomar nuevamente esos labios y reclamarlos como propiedad al momento que  sentía que Aiba cedía ante él.

 

Lo único que quiero decir y enviarte es un “te amo”

No es “¿Qué hora es?” o “¿Cómo estás?” o cualquier otra conversación casual.

Siempre he estado gritando “te amo” en mi corazón.

Y no se lo enviaré a nadie más que a ti.

A nadie más que a ti.

A nadie más que a ti.

A nadie más que a ti.

 

 

Fin

 

 

Notas finales:

Espero les guste 


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