La respiración se le detuvo al sentir los fuertes brazos del más alto rodearle por completo, se sentía tan cálido y puro. Escondiendo el rostro en su pecho comenzó a aspirar su embriagante aroma mientras el menor de los dos susurraba palabras igual de cálidas…
-Hannie… me gustas…
Era cierto… Siwon añoraba estrechar ese varonil cuerpo, pero que a sus ojos se observaba frágil y endeble, la necesidad de estar a su lado se volvía más y más fuerte. Lo que más le gustaba era corregirlo amablemente cuando se equivocaba en la pronunciación del coreano… el tenerlo a su lado lo hacía feliz.
Y ahora lo tenía ahí entre sus brazos, tal y como alguna vez lo había soñado…el momento y la atmósfera perfectos, no había nadie alrededor solo eran ellos dos.
-Siwon… tú también me gustas
El mayor lo soltó en un solo aliento, todo era sentimientos correspondidos… ¿para qué mentirle? si ese hombre es en lo único que piensa en todo el día.
Se sentía morir al sentir su cuerpo pegado al suyo, el aspirar esa loción que lo volvía loco y el culpable de que no pudiera dormir bien todas las noches por tratar de imaginar una vida perfecta a su lado de vez en cuando. Siwon…. Ahí… confesando que todo lo que siente es lo mismo.
-E...¿ en serio?.. ¿Es verdad?- lo miraba ansioso y con la mirada radiante
Como ama esos ojos…como ama ese rostro perfecto que solo le sonreía con tranquilidad
-Es verdad… me gustas mucho- se separó un poco buscando ver directamente sus ojos y así demostrarle que no hay mentira en sus palabras.
Al verlo, el menor sonrió amplio y sin pensarlo lo tomó de la cintura apegándolo. El mayor no perdía detalle de sus movimientos, pero más bien lo miraba embelesado… hasta que unos tibios labios rozaron los suyos en un sentimiento cálido. Correspondió de la misma manera… subiendo lentamente los brazos hasta rodear su cuello, buscaba abrirse paso entre la boca ajena, encendiendo más y más aquel beso.
Pronto sus lenguas jugaban la eterna lucha, el más alto le sostenía las mejillas acariciándolas con profundo amor.
-Siwon… anda… hazme tuyo… rápido
Esas sorpresivas palabras, llenas de deseo y amo. Se separó para verlo durante unos segundos, de nuevo esa mirada decisiva que ama del mismo modo que todo en él.
Sonríe tomando su barbilla –lo que quieras
El menor vuelve a tomarlo de la cintura besándolo con pasión y deseo mientras el chino comienza a desabrochar su camisa, despojándolo de ella comienza a acariciar todo su pecho haciendo al más alto temblar al sentir la celestial sensación de esas manos sobre su piel.
Desesperado por el tacto no tardó en deshacerse del resto de la ropa del mayor, que no perdía de vista ni un segundo los movimientos de Siwon, que se veían tan perfectos. Estaba a punto de hacerlo suyo y eso lo ponía emocionado pero a la vez muy nervioso
Por su parte el más alto miraba a detalle el cuerpo moreno del Chino, se veía delgado de la parte del pecho y los brazos pero con piernas fuertes y sólidas, acompañando aquella armonía con el dulce rostro del pelinegro, aun así y sin perder el tiempo volvió a lanzarse a los brazos del más bajo, rodeando su cuerpo con sus fuertes brazos.
-Mhh~…. –El gemido provino de Siwon pues al estampar el cuerpo del chino contra el suyo, se produjo un choque de ambos miembros intenso, pudo sentir rápidamente que el del menor estaba tan erecto y palpitante que el suyo, pues debido al roce crecieron poderosamente, cosa que no pasó tan desapercibida por Hangeng que con un gesto de completa picardía comenzó a restregarse de arriba hacia abajo sobre la virilidad ajena.
Los gemidos no se hicieron esperar, algunos suaves y otros no lo eran, dependiendo la intensidad del roce y el choque. Las manos viajaban fugaces por sobre toda la piel y Siwon aprovechando aquella situación comenzó a lamer con parsimonia el cuello del menor.
Pero pronto Hangeng sintió que aquello no era suficiente, ya no hay vuelta atrás, ya se ha confesado, ahora desea que el más alto lo poseyera, así que se separó para la sorpresa del contrario que sólo se incrementó cuando el chino lo lanzó contra la cama, poniéndose encima suyo. La mirada inocente del pelinegro fue reemplazada por una de completo deseo y pronto Siwon se dio cuenta que el haber provocado al mayor fue un error, pero no se arrepentía.
Hangeng acercó tres de sus dedos a la boca del menor, cosa que sin dudar abrió la boca permitiendo el paso, comenzando a lamerlos provocativamente, sin perder de vista el rostro ajeno que se deleitaba con la imagen y que por impulso y necesidad lo llevó a mover las caderas, frotando su pene contra las nalgas de Siwon.
Después de haber dejado sus dedos completamente lubricados los saca de la boca donde estaban siendo resguardados, acercándolos a su propia entrada. Siwon jadeó al saber qué es lo que iba a pasar y mientras tanto Hangeng aguantaba la respiración mientras comenzaba a penetrarse con el primer dedo, demostrando de inmediato la molestia plasmada en su rostro
-¿Hannie?... – Siwon lo miraba con gesto preocupado
-No… no pasa nada, sólo dame un minuto –apretando fuertemente los ojos respira profundamente para después introducir el segundo dedo. Su cavidad era estrecha y eso lo desesperaba, ya no soportaría mucho estar sin fundirse con el menor y con ése pensamiento introdujo el tercer dedo, apretando más fuerte los ojos y la mandíbula por el dolor y la molestia.
Pasaron segundos e incluso minutos para que el chino se fuera acostumbrando y al pasar de otro par de minutos se encontraba saltando suavemente sobre el vientre del menor intentando penetrarse y dilatarse más, cosa que no tenía muy contento a Siwon que si seguía viendo aquello se iba a venir sin siquiera haberlo penetrado.
Cansado de ésa situación Siwon apartó bruscamente la mano que se encontraba dándole placer a su dueño mirándolo con profunda lascivia e inminente deseo
-Basta… haz lo que sigue – le espeta desafiante
El pelinegro sólo asintió y tomó el miembro del menor, haciéndolo suspirar y gemir al toque, para después comenzar a dirigirlo a su propia entrada. Calculando el espacio y el grosor fue ensartándose lentamente, dejándose caer hasta que nuevamente quedó sentado sobre el vientre del más alto. Ya no dolía, claro que no, ahora sólo sentía placer, mucho placer.
-Siwon… estás tan grande – Menciona el chino cuando comenzó a moverse de un lado a otro, experimentando desde dentro la verdad de su afirmación y después de escucharlo, el menor sólo rió levemente
El mayor tuvo el control y la libertad de establecer su propio ritmo, el esfuerzo era demasiado y por suerte tiene las piernas fuertes para ayudarlo en el impulso de cada embestida. Por su parte Siwon miraba con atención las perlas de sudor descendiendo de las sienes del chino hasta su ombligo, no pudo acallar su pensamiento de tratar de incorporarse para comenzar a lamer el salado líquido y aprovechando estar cerca para atrapar uno de sus preciados botoncitos rosa para abusar de él, succionando y mordisqueándolo.
Las cabalgadas iban siendo más rápidas, los gemidos incontrolables que invaden toda la habitación. Hangeng tuvo que empujar a Siwon a la cama nuevamente para poder sostenerse de su pecho y poder disfrutar más de la unión de ambos cuerpos pero al darse cuenta del estado de sus dos pezones lo mira con los ojos entrecerrados pero sin dejar de gemir en ningún momento
El menor por su parte sentía estar envuelto en la mayor calidez que jamás haya sentido, las paredes internas del pelinegro se amoldaban a la perfección alrededor de su miembro, si seguía golpeando de ése modo no tardaría en llegar al clímax.
Pero cualquier visión fue nublada paraambos cuando en uno de sus movimientos Hangeng pudo ser capaz de clavar el pene de Siwon justo en su próstata, aquella delicada y sensible estructura interna, Hangeng era enviado al cielo y el menor justo a su lado
Las embestidas, los movimientos de vaivén fueron cada vez más brutales, los gemidos y los nombres de ambos, el sonido de piel chocar contra piel y la cama golpeando el suelo era lo único que se podía escuchar. Siwon completamente fuera de sí tomó con fuerza el pene del chino comenzando a bombear con fuerza, la mano subía y bajaba al mismo tiempo que todo el cuerpo del pelinegro.
Ninguno de los dos soportó la estimulación, el placer y los sonidos que inundaban sus sentidos. El primero en venirse fue Hangeng, sobre la mano del más alto, abriendo los ojos sólo para ver como su pene escupía la caliente esencia, salpicando incluso su vientre. Durante el orgasmo el cuerpo del mayor se contrajo poderosamente, ahogando en su interior el miembro de Siwon que como si estuviera siendo exprimido, fue obligado a terminar eyaculando dentro del cuerpo de Hangeng, gimiendo su nombre y arqueando la espalda con brusquedad.
El recuperar la respiración y el compás de los latidos del corazón no fue fácil. El chino cayó rendido sobre el cuerpo del menor, derramando su sudor sobre su piel, mezclándolo con el de Siwon y ambos con una sonrisa radiante en el rostro. Hangeng se las arregló para sacar de si el miembro del menor.
Ya ninguno tenía fuerzas ni siquiera para jalar las mantas, sólo se quedaron viendo el uno al otro, sonriendo y otras veces simplemente acariciando el rostro ajeno. El chino fue el primero en caer en estado de ensoñación y posteriormente se queda dormido.
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-¿Y bien?...
-Nada mal, aunque me perturba ver al Chino siendo follado y más por ti, el debería de follarme a mi…
-Hey, no seas egoísta… ya lo tuviste la última vez, era mi turno de declararme también
-Lento, yo te gané por mucho antes
En ése momento una conocida figura se abre paso en la estancia, entrando con un par de bolsas repletas de las cosas que había ido a comprar al supermercado. Ambos hombres detuvieron su charla al verlo y antes de que se paren como resortes el dirección al recién llegado se dedicaron una mirada mutua de complicidad.
-Hannie… permíteme, te ayudo con las bolsas – Menciona Siwon casi arrebatándole las bolsas y comenzando a acomodar las cosas sus respectivos estantes
-¡Chino! – Chilla Heechul cuando corre y se cuelga en su cuello – Eres mío mío
El pobre extranjero mira a ambos con cara de confusión y miedo, pero todo mal sentimiento desaparece cuando vio que los dos le guiñan el ojo coquetamente.