Cansado, estaba completamente cansado, no había podido reconciliar el sueño en toda la noche.
-Apresúrate Sin - le llamaba Ja'Far desde el barco, el cual había abordado hace unos minutos.
Sinbad solo le dedicó una sonrisa a Ja'Far mientras subía lentamente al barco.
-¿Tiene algo? -Preguntó Alibaba viendo al rey y su esfuerzo por subir al barco.
-Quien sabe - intervino Sharkan.
Todos miraron a Sinbad cuando logró abordar completamente el barco, pidiendo una explicación a su actitud.
Pero él solo sonrió.
-Bueno... Vamonos.
-No te ves motivado, Tío Sinbad.
- Solo no dormí bien, no es nada.
Sinbad sonrió tratando de tranquilizar a todos, pero no fue suficiente, todos le miraban preocupados, pero ninguno quiso seguir con el tema y él realmente agradeció que así fuera. Al igual que agradeció que el viaje a Reim haya sido por muy extraño que parezca, muy tranquilo, no hubo contra tiempos ni peleas, por lo cual aprovecho para al menos tratar de dormir un poco.
Una vez en sus sueños de nuevo se encontraba Judal allí, le sonreía, no con el afán de burlarse de él. Al contrario, era una sonrisa hermosa, que mandaba corrientes eléctricas a lo largo de su cuerpo. Sinbad se acercaba a él, y una vez que estuvo lo suficientemente cerca de él tomo su rostro entre sus manos, admirándolo, Judal era realmente bello, acerco sus labios lentamente a los del pelinegro esperando ese toque deseado. Lo haría, lo que deseaba desde hace mucho tiempo. Sintió la respiración de Judal juntarse con la suya...
-Sin... Sin... - lo despertó el llamado y movimiento que obviamente Ja'Far le daba. Gruño sin abrir los ojos.
-¿Sí? - respondió de mal humor.
-Llegaremos al Imperio Reim en cinco minutos - respondió Ja'Far de la misma manera.
Sinbad suspiró frustrado y se levantó lentamente, miro a Ja'Far, aquel chico lo miraba con el ceño fruncido ¿Y cómo no hacerlo? Si había estado actuando extraño últimamente, el mismo Sinbad lo entendía.
-Siento haberte hablado así- dijo cuando ya había caminado hasta la puerta.
- No has estado bien Sin. Y me preocupa más el que no quieras decirme el por qué.
- ... Solo son pesadillas - fue lo único que pudo decir después de un tiempo en silencio.
-Me parece que es algo más que eso - La voz de Ja'Far mostraba apoyo hacia su rey.
- No, solo es eso, por eso no he podido dormir bien - En bien la expresión de Ja'Far se veía un poco más aliviada, fue entonces cuando Sinbad noto lo preocupado que había estado el albino. Salieron de la habitación sin volver a tocar el tema, una vez en que salieron pudieron ver al Imperio Reim, realmente ya habían llegado.
- ¡ Titus!- gritó Aladdin cuando vio a su amigo esperando a que desembarcara.
- ¿Amigo tuyo? - intervino Sinbad con su energía de siempre.
-¿Ya estas mejor Tío Sinbad?
-Solo necesitaba dormir un poco- decía amable mientras le sonreía al pequeño, el magi le sonrió de igual manera.
-Conocí a Titus en Magnostadt, él ahora también es un Magi. - respondió Aladdin a su pregunta.
-¿Otro Magi?- Sinbad estaba sorprendido.
-Bueno, está en lugar de Scheherazade.
-Ya veo.
Bajaron del barco cuando este por fin llego a su destino.
-Bienvenidos - dijo Titus con una voz amable.
-¡Aladdin!- se escuchó a lo lejos, Aladdin volteo hacia donde venía la voz que le había llamado. Sphintus iba a su encuentro con el peli azul, llevando también a una niña castaña en brazos.
-¡Te he dicho que no corras cuando estés cargando a Marga! - regaño Titus.
-¡Cállate, trastero enorme!- se defendió Sphintus - Hola Aladdin, cuanto tiempo. Antes de que Aladdin pudiera contestarle el saludo se vio interrumpido por Titus.
-Bueno, vallamos a comer algo. De seguro están hambrientos.
Ahora que lo pensaban no habían comido nada desde Que habían abordado el barco.
Comenzaron a caminar por el Imperio Viendo como los habitantes de este saludaban al Magi.
-Papá Sphintus, quiero una fruta de allí- decía Marga mientras empujaba al albino hacía el puesto.
-¿Papá? - cuestionó Alibaba.
-A Marga se le metió la idea de que somos una familia en la cual Sphintus es el padre... y yo, bueno, ya sabes...
El Magi comenzó a tornar un color rojizo en sus mejillas cuando estaba dando la explicación del porqué la actitud de Marga. Y en seguida todos comenzaron a cuestionarlo con preguntas como: "¿ Y también hacen cosas de papás? ¿Cómo besarse y esas cosas?"
Sinbad sólo veía la escena divertida e igual que los otros reía de las expresiones que hacía Titus.
Hubiese deseado que aquélla agradable escena durará más, pero se vio interrumpida por un agitado Hakuryuu junto con Kouha y Kougyoku siguiéndole el paso. –
¿Hakuryuu? - Alibaba y los demás chicos estaban igual de sorprendidos al verlos allí.
-Joven Alibaba- Hakuryuu trataba de recuperar el aliento mientras trataba de responderle al chico.
-Debemos de volver, Judal-Chan, él se quedó atrás.
Todos se quedaron en silencio cuando escucharon el nombre del Magi, todos ellos con un pensamiento en mente: destrucción. Si aquél Magi se encontraba ahí significaba guerra absoluta.
La princesa se quedó en silencio mientras veía como los demás hacían lo mismo, sin importancia de saber que le había pasado al Magi.
-Si nadie me ayuda yo iré sola- Kougyoku comenzaba a entrar en pánico, ella misma podía notarlo. Pero ¿ Cómo iba a quedarse sin hacer nada cuando alguien tan cercano a ella necesitaba de su ayuda ?.
Cuando menos se dio cuenta ya había caminado de regreso por el camino por donde vino, siendo seguida por sus primos y por la gente de Sindria.
-Princesa. ¿Por qué no mejor se tranquiliza un poco antes que nada?- Trataba de convencerla Sinbad.
-¿Cómo voy quedarme aquí cuando Judal-chan necesita mi ayuda?
-Lo entiendo, ¿Puedes decirnos que pasó?, tal vez podamos ayudar.
-Bueno... nosotros
-Nosotros vinimos a investigar al Imperio Reim - contestó Kouha- Pero justo cuando andábamos en media investigación unos tipos nos acorralaron queriendo atraparnos, Judal los distrajo mientras nosotros escapabamos.
Todos estaban asombrados Judal no era del tipo que protegía a los demás, si no que era de los que solo veían por sí mismos.
-¿Y eso qué? - rompió el silencio Ja'Far, haciendo notorio su odio por el Magi.
-Ja'Far... - le llamó la atención Sinbad.
-¡ Por dios Sin! , es un Magi él se las puede arreglar sólo.
-Se equivocan- Interrumpió Hakuryuu- Es cierto que es un Magi y que podría usar magia. Eso era lo que él iba a hacer desde un principio, pero aquéllas personas tenían algún tipo de piedras que evitaban que usáramos cualquier tipo de magia. Cuando Judal se dio cuenta de eso fue cuando los distrajo para que nosotros pudiéramos escapar.
-Judal-chan no es tan malo como parece- defendió la princesa- Por favor rey Sinbad ayudelo.
Sinbad se quedó en silencio bajo las miradas de los demás. ¿Judal una persona amable? ¿Que sería lo siguiente? ¿Un Ja'Far sin regañar?, no se iba a dejar engañar tan fácilmente.
-Lo siento pero... - " Sinbad" . La voz de Judal resonó en su cabeza, tan amable como en sus sueños " En un sueño podemos hacer lo que más deseamos". Llevó sus manos a la su cabeza tratando de callar aquella voz que tanto amaba. “Bienvenido Sinbad". Y en poco tiempo no era sólo su voz, sino también su rostro, aquella cara amable que le dedicaba cada noche en sueños " Te quiero, Sinbad" . Totalmente era más que suficiente. -Está bien, voy a ayudarles- dijo con voz clara y precisa. Miró a Kougyoku que estaba en frente de él mirándolo fijamente- no te preocupes, traeré a Judal sano y salvo para ti.
-Gracias- decía Kougyoku sonrojada, mientras sentia la mano del rey Acariciando su cabello.
-¡Sin!, piensa bien lo que dices.
-No le veo ningún problema...
-¿Estás bromeando?, ¡Es Judal de quién hablamos!. Es lo más estúpido de tu parte ir a ayudarlo cuando él se quedaría sentado en primera fila si algo te pasara a ti.
Sinbad lo miro fijamente, y no solo a él, sino a todos sus demás compañeros, no necesitaba preguntar cuando era tan obvia la respuesta. Todos estaban de acuerdo con Ja'Far.
-Tks,si tanto es una carga para ustedes no se muevan siquiera. Nosotros veremos cómo lo resolvemos- Kouha realmente se había molestado por el comportamiento del albino, ¿tanto era su odio hacia Judal?. Realmente a sus ojos era algo tan estúpido e inmaduro. Kouha comenzó a caminar por donde había llegado, siendo seguido por una triste Kougyoku.
-Que decepción - dijo Hakuryuu antes de darse la vuelta y seguir igualmente a Kouha.
Los demás solo veían como los tres se alejaban cada vez más de ellos.
- Iré con ellos- fue la respuesta de Sinbad despues de un momento de silencio.
-¡Sin!
-Escucha Ja'Far. Puede que sea cierto lo que dices, pero simplemente yo no puedo quedarme sin hacer nada. Sé que esto es lo correcto y por eso voy a hacerlo.
Sin esperar una respuesta de sus compañeros corrió hasta el lugar donde estaban los príncipes y la princesa de Kou.
-¿No tendrá problemas? - pregunto Hakuryuu ya cuando el rey estaba a su lado.
-No se preocupen, ya se les pasara.
El resto del camino fue en silencio en el cual sólo se limitaban a seguir a Kougyoku quien iba casi corriendo hacia el lugar donde habían dejado a Judal. Vieron a Kougyoku detenerse en una parte del camino, justo cuando estaban cerca de llegar a su destino.
-¿Qué pasa? -preguntó Kouha.
La princesa se agachó a recoger algo, se los enseño cuando lo tuvo en la mano, era la varita de Judal, aquella que siempre usaba, que siempre estaba con él.
El miedo comenzó a hacerse presente entre ellos ¿Dónde estaba el Magi? , es más ¿Iban a poder encontrarlo?. Los peores escenarios pasaban una y otra vez por sus mentes, incluso por la de Sinbad.
-Sin... - volteo directamente hacia la voz que le había llamado.
-Pensé que esperarías con los demás, Ja'Far.
-No puedo dejarte sólo. -Sinbad le sonrió a Ja'Far, el chico realmente nunca le había faltado, siempre estaba con él, apoyándolo en sus decisiones sin importar que tan estúpidas sean estas. Por eso confiaba en él y por eso lo quería -¿ Y lograron encontrarlo?.
-No, sólo encontramos su varita.
-¿¡Qué, enserio!? -
La sorpresa podía notarse en la voz del albino. Nunca pudo haberse imaginado una situación así, siempre vio y aunque le molestara admitirlo a Judal como una existencia superior con tan solo el simple hecho de ser un Magi, uno que nunca aceptaba la derrota, que siempre salía victorioso aunque fuera a la mala manera, una que él jamás aceptaría.
Se mantuvieron en silencio volviendo a su búsqueda. Prácticamente buscando de los lugares más grandes a los más pequeños, pero siempre sin ningún resultado positivo.
-Le hemos buscado en todos lados- Hakuryuu parecía realmente desesperado, más bien estaba desesperado.
-Nos falta un par de cuadras - animaba Sinbad, metido en la esperanza de que lograrían encontrarlo allí.
Buscaron en la primera cuadra, metiéndose por los callejones que había entre ella, separándose por parejas para poder buscar más rápido.
Sinbad y Ja’Far, Kouha y Kougyoku . Lo que le preocupo a Sinbad fue Hakuryuu que insistió en ir solo, obviamente todos se habían negado, pero el príncipe parecía demasiado decidido, que al final, termino ganando, yéndose por su parte.
-No puedo creer que no podamos encontrarlo- decía Ja´Far mientras pasaba de largo por la calle.
En cambio Sinbad paro a la entrada de un callejón. No tuvo que pensarlo dos veces para adentrarse en este, caminando a una pequeña casa escondida que deba al final del callejón
-¿Sin?
-Busquemos allí Ja´Far
Entraron a la casa que estaba totalmente oscura.
-No creo que este aquí, ni siquiera se puede ver algo- Ja´Far tenía razón, no se podía ver completamente nada, pero sus piernas se negaban a regresar. Siguió caminando con cuidado, hasta que sintió algo debajo de su pie, retrocedió un poco y trato de divisar que era aquello blando que había pisado, Abrió los ojos cuando vio un pequeño destello en oro, entonces su misma mente le dijo “Judal” . Cargo a aquel cuerpo desmayado, saliendo de aquella casa a toda prisa ante la mirada impactada de Ja´Far. Realmente había podido encontrar a Judal.