Ya varios días habían pasado desde que la compañía abandono las tierras de Rivendel, en estos momentos viajaban por los peligrosos barrancos de las montañas nubladas, tierras infestadas por orcos, trasgos y criaturas horrendas y viles. Parecía haber una tormenta, el cielo relampagueaba y las montañas temblaban como si Ilúvatar en persona intentara destruirlas.
La compañía siguió su camino con cautela hasta que los vieron erguirse
-¡Las leyendas eran ciertas!- grito Bofur- GIGANTES DE PIEDRA!
De entre las montañas enormes seres rocosos se pusieron de pie y se arrojaron rocas monumentales, destruyendo todo en el valle
-¡Cuidado!- grito Dwalin y todos se replegaron cuando la roca estaba a punto de aplastarlos, entonces uno de los gigantes cayó hacia ellos
-¡No!- grito Thorin apresurándose pues Bilbo se encontraba en ese lugar. Suspiro con fuerza al ver a sus compañeros, sin embargo su sangre se helo de inmediato- Bilbo! BILBO!
El hobbit colgaba por la pendiente, sosteniéndose apenas pues la lluvia le hacía resbalar
-Ayuda- susurro apenas mientras intentaba aferrarse a la roca con todas sus fuerzas
-Bilbo!- Thorin se lanzó a la pendiente sosteniéndose con una sola mano mientras con la otra aferraba a su pareja para subirle. En el justo momento que el hobbit era jalado por los enanos, Thorin resbalo y quedo colgado de una sola mano
-Tho… Thorin…- susurro acercándose a la orilla y trato de subirle
-¡Thorin aguanta!- grito Dwalin tomándole de la cota de malla y le subió de inmediato
-Thorin- susurraba Bilbo pálido como la cera
-¿Estas bien?- pregunto el enano tomándole del rostro
-Si… si…- le contesto el pequeño aun en shock
-Hey Bilbo! ¿De verdad estas bien?
-Tu…. Tú casi… casi caes…
-¿Eso no importa, estas bien? ¿Estas herido?
-Casi… mu… m-mueres- sollozo conteniendo apenas sus lagrimas
-Estoy bien- susurro abrazándole y se pusieron de pie- Dwalin! ¡Busquemos una cueva, debemos descansar!
Unos minutos después de la compañía se había instalado en una cueva grande con algunos túneles que conectaban con otras cavernas, creando una especie de red. Todos se preparaban para dormir sin embargo el pobre Bilbo aun temblaba de pies a cabeza, al notarlo Thorin le tomo de la mano y lo guio por uno de los túneles hasta llegar a una cámara luminosa, aquella caverna era hermosa, la piedra erosionada era suave al tacto y en sus paredes había piedras preciosas que resplandecían ante la tenue luz de la luna que se filtraba por las grietas en el techo
-Que sucede Taerin?- pregunto el mayor tomándolo de ambas manos
-Estuviste a punto de caer- contesto el otro con un nudo en la garganta
-No fue nada…
-¡Nada!- estallo- ¡Casi mueres!- sollozo dejando correr sus lágrimas- ¡Casi mueres por mi culpa!
-Hey, no fue tu culpa- susurro tomándole del rostro- Haría lo que fuera por ti Bilbo. Si con mi vida o mi muerte puedo protegerte, así lo hare (ya lo sé esa frase es de Aragorn pero la tome prestada)
-¡No! No quiero que mueras por mí- susurro quedamente antes de que el otro le besara con ternura.
Las manos del enano recorrieron su espalda mientras el beso subía de intensidad y sus respiraciones se fusionaban en una sola, poco a poco sus manos se deslizaron entre las prendas
-Espera... Ahhh. Thorin- gimió
-Te amo Bilbo- susurro contra sus labios y los mordió suavemente mientras sus cuerpos se friccionaban el uno contra el otro
Estaban ambos tan absortos que no notaron el cambio alrededor, la luz se intensifico volviéndose roja como el fuego y el fulgor de los tambores aumentaba, las paredes parecieron abrirse y entonces las espadas Dardo (o Aguijón) y Orcrist brillaron en todo su esplendor bañando la estancia en color azul.
La compañía entera grito al verse sorprendida por los trasgos que los golpearon y amarraron, en ese momento la pareja se separó sobresaltada y arreglándose la ropa salieron de inmediato en auxilio de sus amigos, pero ambos fueron prisioneros de inmediato.
Al enfrentarse al Rey Trasgo se vieron en grandes aprietos y salieron huyendo en la oscuridad
-Bilbo!- grito Thorin buscando al joven saqueador
-Aquí voy- grito apenas siguiendo el ritmo
-¡Corre! ¡Ven!...
-No… ya no puedo…
-Maldición- gruño el mayor
-No te detengas- siseo Dwalin tras él-¡Bofur!
-Yo me encargo- grito el aludido y tomo al hobbit colgándolo de su espalda y así seguir el ritmo. Al no ver su camino tropezaron varias veces hasta caer en una especie de foso donde se desorientaron golpeándose los unos con los otros. Se pusieron de pie como pudieron y siguieron a Gandalf hasta la salida donde corrieron por el bosque lo más lejos que pudieron, una vez en los lindes se detuvieron a respirar
-Bilbo?- Thorin volteo buscándolo y se helo al no verle- Donde esta Bilbo?
-Yo…
-BOFUR!- estallo el mayor- Donde esta Bilbo?!
-Creo que le perdí… pensé que venía tras de mi
-Tu… lo… perdiste- siseo con la cabeza baja y un instante después se arrojó contra el- ¡TE MATARE! ¡COMO ES POSIBLE! Yo…. ¡BILBO!- grito intentando volver a los túneles
-Detente Thorin- dijo Gandalf pero el enano no escuchaba
-TAERIN!- grito corriendo hacia las montañas- TAERIN!
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Lo que sucedió con el pobre Bilbo ya lo sabemos, al verse perdido en las tinieblas se dejó guiar por la tenue luz de su fiel espada hasta dar con la morada del despreciable y lastimero Gollum con quien jugo a las adivinanzas para poder salir. Fue ahí donde encontró el anillo único (aunque en ese momento lo ignoraba). Así fue como Bilbo logro salir de las montañas nubladas con la ayuda del anillo y se encontró con los enanos peleando
-TAERIN!- gritaba Thorin con lágrimas en los ojos mientras que los demás intentaban detenerle
-Puede que esté muerto- susurro Bifur a sus hermanos por lo bajo
-O puede que no- dijo Bilbo saliendo a la luz
-Querido Bilbo, que alegría verte- dijo Gandalf
-Bilbo… Taerin!- grito Thorin y salió a su encuentro estrujándolo contra su cuerpo
-Estoy bien- dijo el hobbit con una ligera risita, pero el júbilo se vio interrumpido por una hueste de trasgos que les seguía a toda velocidad, ellos corrieron con todas sus fuerzas y treparon a la punta de fuertes y altos pinos, sin embargo eso no fue suficiente, llegaron wargos y aunque loe enanos intentaron protegerse con fuego al final fueron alcanzados
Estaban a punto de caer cuando Thorin decidió atacar a Bolgo quien lo dejo brutalmente herido y cuando estaba por dar el golpe final Bilbo salto frente al wargo y lo cegó con su espada
Muchos habrían admirado aquello pero hubo algo que llamo la atención de Dwalin, el hobbit parecía sereno, no notaba aquella desesperación como la que Thorin había demostrado o la que el mismo sentiría al ver a Ori en aquella situación, más que proteger al amor de su vida, el hobbit estaba defendiendo un amigo.
Llegó el señor de las águilas con sus fieles seguidores y ayudaron a la compañía a huir de ahí. Una vez en aquellos enormes nidos Bilbo y Oin se encargaron de curar todas las heridas del heredero al trono de Erebor
-Taerin…- susurro el enano
-Eres un tonto Thorin- contesto el hobbit- No debiste hacer eso
-Tenía que protegerlos…
-Pues ahora nosotros te cuidaremos a ti…- contesto- ahora recuéstate y duerme. Gandalf está hablando con el señor de las águilas y ellos tal vez nos ayuden
-¿Tú me cuidaras?- cuestiono acariciando la mejilla del menor
-Solo si me obedeces- susurro bajando su brazo y sonriéndole ampliamente
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-Oin…- susurro el hobbit mirando el horizonte con su compañero mientras Thorin dormía- Podrías contarme más sobre Smaug?
-¿Qué es lo que deseas saber?
-¿Cómo es?
-Es la mayor calamidad de nuestra era- contesto el otro- es enorme y sus escamas rojas y doradas son como una armadura, sus garras son lanzas y su dentadura son espadas, sus ojos de oro líquido y su pecho resplandecen cual volcán antes de lanzar enormes llamaradas
-Por qué ataco Erebor?
-Los dragones ambicionan el oro, no hay cosa que amen más que el preciado metal. Smaug es muy inteligente, él espero el momento perfecto para atacarnos y parecía conocer todo lo que Thror planeaba para defendernos- termino en un susurro
-Wow… eso es….
-¿Magnifico?- interrumpió Oin con mirada severa
-Bueno… yo…
-No te preocupes Bilbo, admito que es cierto, los dragones son magníficas criaturas… malévolas, pero al final magnificas y dignas de admirar
-Supongo que lo son- dijo el hobbit poniéndose de pie y sonrojado mientras internamente se reprochaba, pues pensaba que solo a él se le ocurría que sería interesante conocer a un dragón en persona, o siquiera considerar en cruzar una sola palabra con Smaug el magnífico, quien desde hacía tiempo le parecía una criatura sorprendente y admirable