Sin lugar a dudas aquel era un día terrible, uno de esos días fríos, húmedos, lluviosos, ventosos, uno de esos malditos días en lo que lo mejor sería no levantarse de la cama.
Sin más opciones, Vegeta se levantó e hizo lo típico: Se cambió, tomó su mochila, bajó las escaleras y se encaminó hacia la puerta atravesando el Living.
Salió de su casa y se dispuso a ir a la escuela.
En su camino, levantó la cabeza hacia el cielo, y vio como se aproximaba una tormenta que aparentaba ser fuerte. Pero él no llevaba paraguas. ¿Qué tal si se mojaba? Nah! No pasaría nada, una “ducha” no estaría mal, y mucho menos hoy que tenía gimnasia.
Llegó a su escuela, cansado y somnoliento.
Todo parecía normal, hasta que…
-Hola Vegeta – Saludó un joven caminando al lado de Vegeta
-. . . – Siguió su camino
-¿Todo bien?
- Negó con la cabeza
-¿Por qué?
-… -
-¿Qué te pasa?
-…-
-Fuera del tema, ¿Había tarea para hoy?
-Negó con la cabeza
-¿En respuesta a lo que te pregunte no dirás nada?
-….-
-Bueno, no le veo el sentido. Yo no soy como los demás… -
Dijo el joven dando la media vuelta y yéndose, dejando a un pensativo Vegeta ¿Qué era eso de Yo no soy cómo los demás?
Sin entender se sentó en el pasillo a que el timbre de comienzo de clases suene.
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Luego de 6 aburridas horas de clase, llegaba la última y más extra-híper-mega-dúper-súper- ABURRIDA, nada más ni nada menos que las clases de historia de la profesora Oriente, quien siempre empezaba hablando del típico tema del Imperio Carolingio y terminaba hablando de su Jubilación, que por arte de magia nunca se la dan.
El timbre del fin del receso sonó. Todos entraron a sus respectivos salones y se ubicaron en sus bancos.
Luego de cinco minutos llegó la profesora.
-Buenos días alumnos! – Dejó su maletín en la mesa
-Buenos días … - Saludaron todos desganados ya sabiendo cómo acabaría todo.
Vegeta recargó su brazo sobre su cabeza. Él , en estos momentos solamente tenía ganas de volver a su casa en vez de aguantar esa interminable hora hablando de pavadas, casi ya se sabía la vida de la profesora , aunque eso no significaba que tenía ganas de ver a su tío, No! Claro que no, era lo último en su lista negra que quería ver pero prefería irse a casa en vez de morir del aburrimiento allí.
Goku quien se encontraba a su lado, se hallaba muy interesado por saber “la vida” de la profesora.
-“¿Cómo le puede gustar escuchar esas estupideces sobre la maldita vida de la vieja?” – Se cuestionó mentalmente –“Bah, sabía que ese chico era extraño”
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Al fin, al fin esa tortuosa hora había pasado, Vegeta Salió con una débil sonrisa estampada en su cara, pues tenía ganas de ir a su casa y pensar, “Pensar cosas que no cualquier típico adolescente pensaba” . Salió de la escuela
Su sonrisa desapareció rápidamente
-Lo olvidaba, tengo gimnasia – Dijo volviendo a entrar a la escuela
El joven pelinegro se dirigió hacia los casilleros, puso la clave de su casillero, dejó la mochila y sacó su pantalón. Se dirigió a los vestidores, a punto de entrar se detuvo al escuchar unas sonoras risitas. Sin más, se dio la media vuelta y se alejó, por si acaso.
Mientras tanto en los cambiadores.
-Olle, Raditz, me estoy cansando de Vegeta – Se puso el pantalón – No lo sé, ya me aburre hacerle todo el tiempo lo mismo ¿No te parece?
-Si, siempre lo mismo con el enano vela – Reprochó Raditz
-No lo sé, ¿Qué tal si hacemos algo nuevo? No sé, como… como llevarlo a mi casa… y…. – Turles Meneó la cabeza de un lado al otro
-Turles – Broly puso una mano en su hombro – No hables sin pensar antes las cosas.
-Es que ya lo pensé
-¿Y?
- Y le hacemos una broma, que tal si lo llevamos a la “habitación oscura” de mi padre y…
-Ñah, muy riesgoso, si tu padre lo ve lo matará, recuerda que no se llevaba para nadis con el Rey Vegeta, ni Javier, ni creo que con Vegeta.
-Bah, tenemos que buscar más ideas. – Se tocó la barbilla – Sino Vegeta ya no nos servirá como “saco de boxeo”, estoy empezando a aburrirme de él.
-Yo no me aburro – Se entrometió Nappa –Me divierte golpear al enano, y mucho más escuchar sus gemidos de dolor – Dijo sádicamente
-A mi también. – Dijo Raditz – Es divertido, después de todo, todos nuestros padres odian a la familia “Vegeta” y creo, que deberíamos seguir y pasar la tradición –
Todos empezaron a reír sádicamente…
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En gimnasia:
-Bien todos se organizan en los grupos que les di, entrenaremos para el Torneo. – Dijo el Profesor caminando de un lado a otro.
Genial, no había peor tortura que estar con Raditz, Nappa, Turles y Broly en un grupo de gimnasia.
Todos se ubicaron en sus grupos. Vegeta se ubicó en el suyo y se alejó a unos metros atrás de sus compañeros, había que mantener distancia.
-Olle Vegeta, amigo mío! - Raditz se acercó a Vegeta y pasó su brazo por detrás de su nuca, atrayéndolo hacia él. - Genial, los cinco mejores amigos en un grupo de gimnasia, ¿No es fantástico? Estaremos en mejor contacto! – Se burló
Vegeta incomodado por la presencia de los jóvenes sacó el brazo de Raditz y se alejó más de lo que ya estaba.
-No te alejes Vegeta! – Se acercó – Recuerda, Perro que no ladra muerde! Y Mucho! - Le lanzó una pelota en la cara. -
-Bien jóvenes – Dijo hasta ahora un desconcentrado profesor – Bueno, estem… Aquí tenemos a Goku, un nuevo alumno en Gimnasia
-Ya lo conocemos >.> - Contestaron los jóvenes
-Bueno, por si acaso. Estem ahora Goku, dime, sabes jugar Hándbol
-Si
-Estarías listo para participar en un torneo contra otra escuela?
-Claro!; siempre hacíamos eso!
-Bien, ubícate en el grupo de…. – Buscó un grupo con su mirada – En el grupo que quiera, todos son cinco, un grupo será de a seis…
-Bueno – El joven buscó con la mirada a un grupo, el cual ya tenía seleccionado Se encaminó hacia Cuatro jóvenes molestando a uno Quinto. Nada más ni nada menos que el grupo dónde estaba Vegeta - Hola
-Oh! – Se dio vuelta Raditz - Miren, aquí está Kakarotto – Se acercó-
- . Buf, Raditz
-“¿Kakarotto, qué es eso? “-Pensaba Vegeta
- ¿Por qué eliges este grupo?
-Por él – Señaló a Vegeta
-Ah!¿Acaso tu también odias a Vegeta? – Miró a sus otros compañeros recibiendo una miraba aprobatoria – Bueno, estem, Kakarotto , como eres nuevo, y me caes bien, te daremos el gusto de ingresar a nuestro grupo. Así tendrás el gusto de golpear a Vegeta cuando se te cante. – Tomó a Vegeta del cuello de la remera
Vegeta miró a Goku decepcionado. “Sabía que era cómo los demás” – Pensó –“Después de todo, todos me odian e ignoran, y no me extraña que este chico forme parte del grupo de estúpidos de siempre me golpean” – Bajó la cabeza, pensando en la maldita vida que le tocó.
-NO! Yo no hago ni haré eso! Yo solo vine para estar con Vegeta, no con unos… unos abusivos como ustedes, simplemente vine para estar con él – Señaló a Vegeta - Y ni piensen que formaré parte de su estúpido grupo para golpear a los demás, eso me parece muy fanfarrón de su parte – Frunció el ceño –
-Que…
-¿Además qué sentido le ven golpearlo todo el tiempo? –Prosiguió Goku – Pues si así se “divierten” , pobre de ustedes
Todos quedaron perplejos, no se esperaban ese tipo de respuesta de ese joven, todo aquel que le hablara así a ellos, pasaba a la historia.
Vegeta tenía los ojos abiertos hasta el tope, no se esperaba esa respuesta del joven, y mucho menos a su favor.
-Qué dices gusano!!! – Raditz soltó bruscamente a Vegeta , tirándolo hacia atrás – TU NO ERES NADIE PARA DECIR ESO!!!!! NO VIVIRÁS PARA ESTA MISMA TARDE!!!!! NO YIRNRD DERECHO A DECIR NADA! HOY MISMO MORIRÁS GUSANO!!!!! – Lo tomó del cuello de la remera
-Adelante, inténtalo, golpéame, has como le haces a todos los jóvenes por creerte superior a ellos. – Desafió
-Si SERAS!! – Levantó un puño dispuesto a golpearlo
Nappa, Turles , Broly y Vegeta observaban la escena, mientras que el profesor se hallaba del otro lado entrenando.
-No pienses que tres años en la academia Western no me sirvió para nada – Detuvo el brazo de Raditz con una mano –
Vegeta se quedó pensativo, Academia Western, ese lugar le resultaba conocido, de algún lado lo había escuchado.
-Así que Raditz, púdrete - Dijo empujándolo hacia atrás.
Goku se alejó de ellos y se acercó a Vegeta quien todavía se encontraba en el suelo sentado, incapaz de reaccionar
-¿Estás bien? –
Vegeta levantó la mirada hacia él
-Déjame ayudarte – Le extendió una mano ofreciéndole su ayuda.
Vegeta aceptó la ayuda del joven, recordando aquella vez, su primer encuentro con Goku.
-Bien, temo que tendremos que trabajar con ellos – Dijo Goku
Vegeta tenía tantas preguntas en su cabeza como: ¿Por qué haces eso? ¿Qué acaso no vas a golpearme? ¿Por qué me ayudas? ¿Por qué eres amable conmigo? Fuste amable desde el primer momento en que nos vimos pero ¿Por qué? Esas preguntas saldrían de la boca de Vegeta si se atreviera de decirlas, pero estaba confundido como para decirlas.
Por otro lado
-Olle Raditz ese chico se la jugó contigo – Dijo Broly
-Si, no pensé que lo dejarías zafar
-No, no pensé eso, pensé que lo golpearías- Prosiguió Turles
-CÁLLENSE!- Gritó enfadado
Esa clase de gimnasia fue extraña, esa hora pareció una eternidad. Por suerte Raditz, Nappa, Turles ni Broly los molestaron, trabajaron juntos pero no lo molestaron.
Vegeta salió de el gimnasio, se dirigió a su casillero y se cambió en el vestidor, lo mismo de siempre, con la diferencia de que no lo golpearon en el baño
Salió de la escuela y empezó su viaje hacia su casa.
Unos estruendosos truenos se hacían presentes en la solitaria calle.
Levantó su rostro al cielo y vio unos relámpagos.
Sin ninguna duda, la tormenta se desataría en cualquier momento. El cielo, ya nublado, se nublaba más, tornándose de un color negro oscuro ewe
Vegeta no se molestó en apurar su paso, si se mojaba o no daba igual.
Sin molestarse para nada en que la lluvia se desatara en cualquier momento puso sus manos en los bolsillos de su buzo y comenzó a caminar, tranquilamente hacia su casa.
Luego de caminar tres cuadras, la lluvia comenzó a caer.
Las calles se encontraban solas, sin ningún persona que pase, sin ningún auto que la transite, simplemente estaban solas.
Sigió caminando escuchando la dulce “sinfonía” de las gotitas cayendo sobre las hojas de los árboles.
Dos cuadras después la lluvia se tornó poderosa, volviéndose hací una verdadera tormenta.
Un brazo cubría su cara por el fuerte viento. Realmente era algo extraño, Vegeta solo, caminando en medio de la tormenta.
Podía escuchar los susurros de las hojas secas meneándose rápidamente por el viento.
Un auto dobló una esquina rápidamente, empapando con agua a Vegeta, mojándolo más de lo que estaba.
Sigió su caminata, solo cinco cuadras y llegaba a su casa, pero a mitad de la cuarta cuadra no sintió la lluvia caer sobre él, levantó el rostro y vio un objeto negro cubriéndolo, miró a el dueño de ese objeto y se sorprendió, nada más ni nada menos que….
CONTINUARÁ…………….
SUSPENSO!!