Continuando el anterior relato:
Siguió su caminata, solo cinco cuadras y llegaba a su casa, pero a mitad de la cuarta cuadra no sintió la lluvia caer sobre él, levantó el rostro y vio un objeto negro cubriéndolo, miró a el dueño de ese objeto y se sorprendió, nada más ni nada menos que…. Goku, quien tenía un paraguas negro en mano y caminaba a su lado “protegiéndolo de la lluvia”
-Si caminas bajo la lluvia y te mojas podrás enfermar – Dijo tiernamente Goku embozando una ligera sonrisa
Vegeta abrió la boca para decir algo, pero fue incapaz de articular palabra.
-¿Q-q-qué haces aquí? – Preguntó confundido Vegeta deteniendo su paso
-Vine a acompañarte ^^
-Pero tu, em, yo no necesito que me acompañes
- No importa, yo quiero acompañarte, además tu casa me queda de camino, debo ir a comprar cosas para em, para mi padre – Dijo esa última palabra en un bufido
-Pero no es necesario
-Yo te acompañaré igual
-Am, bu-bueno –Dijo indeciso
-Bueno vamos – Empezó a caminar
-… –Caminó a su lado
Ambos caminaban bajo la lluvia, claro que con el paraguas. Transitaban ellos solos las calles
-¿Puedo, puedo preguntarte algo? –Cuestionó Vegeta
-Claro, lo que tú quieras
Ambos se detuvieron en frente de la casa de Vegeta
-Am, si, em. Quería saber ¿Por qué…
De repente Goku dirigió su vista a la casa de Vegeta. Vegeta hizo lo mismo, se sorprendió al ver salir de su casa a su tío quien parecía enfadado.
-¿QUÉ HACES ALLÍ MOCOSO? ENTRAS A LA CASA AHORA MISMO- Se acercó a Vegeta
-Si ya voy
-AHORA!!!!!- Gritó ignorando y ni enterándose de la presencia de Goku. Se dio la media vuelta e ingresó a la casa
-Adiós – Se despidió con una mano saludando al joven pelinegro y alejándose
-Em adiós – Saludó confuso viendo como el joven con cabellos de flama ingresaba a su casa
Goku se quedó por unos segundos más observando la puerta de la casa, como si de ella llegara a salir una persona, Vegeta para especificar. Finalmente siguió su camino
Dentro de la casa
-Bien maldito mocoso, ahora te cambias porque nos vamos
-¿A dónde?
-Bueno, yo me voy! Tú solo me llevarás el equipaje hasta el aeropuerto! – Tomó su abrigo
-Am, está bien ¿A dónde vas?
-Me voy a México con el equipo, vamos a Traficar Droga, Dólares, Especies de animales exóticas ,Personas, nada fuera de lo normal – Se puso un gorro – Ahora Ve a cambiarte, en dos minutos te quiero aquí! ¡Y TE APURAS PORQUE SINO TE CAMBIO YO!- Gritó señalando las escaleras, dándole a entender a Vegeta que debía irse
-Si- Se encaminó a las escaleras
-APURATE MOCOSO! – Gritó prendiendo una pipa
El joven subió rápidamente las escaleras.
-¿México dijo acaso? –Se preguntó cerrando la puerta para cambiarse
Muy rápidamente comenzó a desvestirse para poder ponerse otra ropa, no importaba que esté mojado, cuando su tío decía dos minutos, eran dos minutos de cronómetro exactos
Como ya estaba acostumbrado a vestirse tan rápido tardó minuto y medio en cambiarse
Bajó las escaleras
-Bien mocoso nos vamos – Dijo abriendo la puerta de calle –Lleva eso!
-¿Eso qué? – Miró para los costados
-Eso… -Dijo lentamente y señalando hacia atrás de Vegeta
El joven pelinegro volteó y vio millones de maletas. Además algunas jaulas con pericos y pájaros que seguramente su tío traficaría
-¿Pe-pero cómo quieres que lleve eso? –
-Pues lo llevas mocoso porque si no te ato una soga al cuello y lo llevas como caballo!!!!!! –Gritó abriendo un paraguas y saliendo de la casa
-Uf, bien – Empezó a tomar maleta tras maleta resignado, acumuló una arriba de la otra, ya que sabía que su tío era capaz de hacerle eso. Finalmente cargó todas las maletas y salió a la vereda
-Bien mocoso vamos camina! El aeropuerto de la ciudad está a veinte cuadras!!! –Gritó comenzando a caminar
-¿Iremos caminando?-Preguntó manteniendo el equilibrio
-Pues que pensabas! Camina!!!!!!
-Bien
Empezó a caminar resignado bajo la lluvia, aunque no le importara mojarse, lo que le importaba era como llevar esas maletas. Vegeta hacía un esfuerzo por tratar de llevar todas esas maletas. Podía verse un “muro” de maletas moviéndose por las calles.
-“¿Acaso lleva ladrillos en estas cosas?”- Pensó mientras se tambaleaba.
Luego de haber caminado las veinte cuadras infernales y casi interminables:
-Bueno mocoso deja las cosas allí y vete!
-Si- Estaba a punto de dejar todo en el suelo cuando tropezó con sus pies, cayéndose al suelo y dejando caer cosas sobre él
-AH! MOCOSO NO PUEDES HACER NADA BIEN! – Grito acercándose y cargando las maletas en un pequeño automóvil para llevarlas luego hacia el avión.
Luego de haber levantado y guardado las maletas se acercó al joven quien se encontraba en el suelo aún.
-Chiquillo, regresa a la casa, volveré en un mes, más vale que cuando vuelva esté todo tal cual lo dejé sino no podrás ir a la escuela durante un año de la paliza que te voy a dar .-Se agachó hasta quedar a la altura de Vegeta Adiós mocoso! ! -Lo golpeó, Se levantó, se dio la media vuelta y se alejó
-Buaf – Bufó levantándose del suelo – Adiós, ojalá no vuelvas nunca – Dijo resignado observando a su tío alejarse
Vegeta volvió a la casa. En su camino compró algunos víveres para la cena.
Ingresó a su casa
Acomodó algunas cosas en la nevera y como moría de hambre se preparó la cena.
-Qué suerte, la casa para mí solo. Territorio libre por un mes – Dijo tomando un poco de gaseosa
En un acto de angustia se preparó tres sándwiches gigantescos con: jamón, tomate, huevo, lechuga, queso, pollo, mayonesa, kétchup, mostaza, palmitos y pepino.
Fue una cena aburrida, pero mejor que cualquier otra.
Terminó de comer; pero aún no podía dejar de pensar.
Como ya era tarde y mañana tendría que ir a la escuela decidió irse a acostar.
Subió las escaleras y se dirigió a el baño donde se sacó la ropa y se secó con una toalla, luego fue a su habitación, una vez en ella comenzó a cambiarse. Se dejó caer en su cama, totalmente cansado.
Pasó sus brazos por detrás de su cabeza. Antes de dormirse se puso a pensar en todos los sucesos extraños de ese día.
Sin lugar a dudas, aquel había sido un día terrible o por lo menos extraño, uno de esos malditos días en que uno no termina de entender lo que pasó.
Finalmente cerró los ojos, quedando dormido en esa oscura habitación en la cual ni siquiera una pequeña luz había, una habitación que se hallaba enterrada en la profundidad de la noche.
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Al día siguiente a las 8:30
Vegeta miró su reloj de muñeca, parecía increíble, solo había pasado media hora desde que comenzó la clase con la profesora de historia.
Recargó su cabeza sobre su brazo y miró de reojo a su compañero
Mientras la profesora escribía y explicaba la clase de espaldas los jóvenes aprovechaban eso para dormirse o para no hacer nada, algunos ni siquiera copiaban.
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Por fin el receso tan esperado llegó. Vegeta salió del salón y se dirigió a su casillero, en el guardó unos libros.
Se dirigió a los pasillos, mientras caminaba un joven retomó el paso a su lado
-Hola Vegeta – Dijo Goku sonriendo y mirándolo
-Ug – Giró la cabeza – Am, hola
-Olle Vegeta - Detuvo su paso
- … - Se detuvo también
-¿Quieres hacer conmigo la presentación de Biología?
-¿Yo? – Preguntó intrigado
-Si –Rió por lo bajo
-Em… ¿Tú hacerlo conmigo? – Lo miró un tanto confundido, ¿Por qué ese joven querría hacer el trabajo con él cuando tenía otros jóvenes para hacerlo?
-Sí. Vamos ¿Quieres hacerlo o no? Respeto tu decisión
- Am bueno ¿Estás seguro que quieres hacerlo conmigo?
-Sí, ¿Por qué no? Después de todo somos compañeros ¿No? –Lo tocó con un codo
-Jeje – Rió nervioso
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El timbre de fin de clases tocó. Vegeta salió de la escuela con la mochila colgando en un hombro.
Caminó media cuadra y se dio cuenta de la presencia de cierto joven que caminaba a su lado, se trataba de Goku, quien empezó a caminar a su lado. ¿Acaso ese joven lo “perseguía” siempre?
-Hola Vegeta,
-Hola
- ¿Te molesta que camine junto a ti? –Preguntó
-No
-Bien, ¿A dónde vas tú?
-A mi casa
-Yo también voy para mi casa
-Hum… ¿Vives por aquí? –Se animó a preguntar
-A siete cuadras por aquí derecho
-Ah…
En ese pequeño trayecto ninguno de los dos habló, reinaba entre ellos el silencio.
Vegeta pensaba en ese joven que parecía extraño, miles de interrogantes se hacían en su cabeza. Ese joven lo trataba muy bien, demasiado, pero ¿Por qué? . Finalmente Vegeta se decidió a preguntarle algo.
-Puedo…puedo preguntarte algo – Dijo sin dejar de caminar y mirando de reojo a Goku
-Adelante, dime – Se detuvo
-Bueno, estem, quería preguntarte ¿Por qué me tratas así? – Detuvo su paso también
-¿Así cómo? – Preguntó escuchando atentamente
-Así como lo haces, tú me tratas bien, eres amable conmigo, no me tratas mal ni me tratas como los demás – Vegeta bajó la cabeza-¿Por qué estás conmigo?
-¿Por qué? – Lo miró y Vegeta asintió aún cabizbajo –Bien, pues yo estoy contigo y te trato así como lo hago porque me pareces una buena persona, además no me interesa eso de lo de la mafia, son tonterías, los demás chicos son muy, muy estúpidos, no porque tu familia sea mafiosa tú deberías serlo.
-“Como me gustaría que fueras mi amigo” –Pensó-“Pero eso no sucederá”
De repente, como si las nubes se desplazaran y desaparecieran del todo dejando solo un celeste cielo y un radiante sol, fue en ese preciso momento en el cual Goku dijo:
-Yo creo que tu eres buena persona, y por eso quiero ser tu amigo
-¿Qué? – Vegeta levantó la cabeza
-¿Quieres ser mi amigo?, ¿Qué dices, somos amigos? –Preguntó sonriendo y mirándolo a los ojos
-¿Yo tu amigo? –Preguntó incrédulo -
-Si, ¿Quieres que te lo repita de nuevo? –Dijo divertido – Jajá, ¿Y bien?
-…. Nunca nadie había sido mi amigo -
-Pues seré el primero en serlo –Sonrió
-¿Lo dices en serio?
-Claro, ¿Tu crees que no?
Vegeta levantó la cabeza, mostrando una alegre sonrisa en su rostro – Claro que quiero ser tu amigo – Dijo feliz
-¡Qué bien! –Sonrió alegremente
-“Genial, tengo un amigo, y yo pensé que nunca tendría uno” – Pensó. Una lágrima cayó por su mejilla derecha
-¿Eh?¿ Vegeta qué te pasa? ¿Por qué lloras? –Preguntó un poco preocupado
--No…no estoy llorando
-Ug, ¿Qué te pasa?
-Es que, pensé que nunca tendría un amigo y pensé que nunca nadie se acercaría a mí
-Oh… -Lo miró –Entonces pensaste mal Vegeta –Sonrió y Con su pulgar secó la lagrima de Vegeta - Yo soy tu amigo, y puedes contar conmigo para lo que sea
-Gracias Goku – Sonrió alegre
-Wow, es la primera vez que te escucho decir mi nombre – Rió –Bueno y creo que no será la última
Ambos caminaron juntos hasta llegar a la casa de Goku.
-Bueno adiós Vegeta – Se despidió saludando con una mano
-Adiós Goku – Saludó mirando entrar a la casa a Goku
Vegeta siguió su camino hasta su casa.
Una vez que llegó a su casa se sentó en el sofá y se limitó a pensar
A partir de ese día tendría buenos motivos para estar alegre, más que alegre. Ya no estaría solo, , tendría a alguien con quien contar , alguien que lo escuche, que le haga compañía, que lo ayude, que lo entienda y que lo quiera. Tal y como él quería había conseguido un amigo al fin; esa vocecita chillona que escuchaba frecuentemente tenía razón.
Vegeta luego se acordó de que debía hacer tarea así que comenzó a hacerla.
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Al día siguiente, en el receso de las 11:00 a 12:00
Goku y Vegeta se encontraban los dos juntos en la cafetería sentados en una mesa.
-Am puedo preguntarte algo – Dijo Vegeta
-Claro, ¿Qué pasa?
-Bueno, em, ¿Qué es eso de la Academia Western? ¿Y por qué Raditz te dijo Kakarotto? –Preguntó curioso
-¿Academia Western dices? – Lo miró
-Bueno si, es lo que dijiste tú la otra vez en gimnasia, se lo dijiste a Raditz
-Ah si!, bueno, estem la Academia Western es una academia de chicos para, para guardaespaldas y agentes en cubierto -Tomó un sorbo de su gaseosa
-“Con razón me sonaba conocido ese nombre” Y bien ¿Tú como sabes?
-Porque yo fui, fui durante tres años pero lo dejé.
-Ah, y ¿Por qué Raditz te dijo Kakarotto?
-Porque él fue conmigo a esa academia durante un año y mi nombre clave era Kakarotto
-¿Ya te conocías con Raditz?
-En realidad no, si bien fue un año conmigo nunca me saludó ni se me cruzó por enfrente
-Bueno-
-¿Qué-qué te pasó ahí? – Dijo preocupado Goku mirando la muñeca derecha de Vegeta
-¿Dónde?
-Aquí – Goku Tomó la muñeca de Vegeta, la miró y pudo observar algunos cortes. Eran los cortes que Vegeta se hacía cuando estaba muy deprimido y deseaba acabar con su vida. -¿Qué te hiciste? – Frunció el ceño y lo miró
-¿Eh?
-No me digas que tú…. –Lo soltó
-¿Qué? –Se tapó la muñeca con su mano izquierda “Tonto!, tendría que haberme puesto una muñequera, ahora pensará que eres anormal! Más de lo que lo soy! “ -Pensó- Am, no yo…
-¿Acaso tú te cortabas? ¿Intentabas suicidarte’ – Preguntó muy preocupado -¿Intentaste matarte?
-Am, si pero, pero eso fue antes yo no…
-¿Por qué?
-...-
-Prométeme que no volverás a hacerlo –Dijo más en una orden que en una propuesta
-Em –Lo miró a los ojos – No, no volveré a hacerlo, te lo prometo. Además ya no tengo motivos para hacerlo.
-Bien, -Sonrió, y como si Vegeta un chiquillo fuera le revolvió los cabellos
Continuará........