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[KrAy] Amnesia: The Dark Unicornio por ZomBel

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Notas del fanfic:

Este one-shot está inspirando en el juego "Amnesia: The Dark Decent"... 
Espero que les guste! 3:)

Notas del capitulo:

"La oscuridad a veces hace que la mente olvide hasta lo más importante que tenemos en el mundo, pero vease que el corazón tambien tiene memoria, y una que nunca olvida."

Aquel joven de cabellos rubio caramelo corría sin parar, cada tanto miraba hacia atrás para ver si lo seguían, podía sentir que había algo detrás de él, pero nada veía al voltearse. Su respiración era agitada, ya ni recordaba hacia cuanto corría sin descanso. Gritos, gruñidos, lamentos solo oía en todo su alrededor, las paredes parecían intentar tragarlo, pero él sabia que debía seguir sin importar nada.

 

“Eres Zhang Yixing, pero tus amigos te dicen Lay; naciste en Changsha, Hunan, China. Perteneces al famoso grupo pop, EXO. No estás loco, ni debes estarlo. Cálmate, debemos salvarle… debemos salvarle… cálmate y se valiente… recuerda… Eres Zhang Yixing, pero tus amigos te dicen Lay; naciste en Changsha, Hunan, China. Perteneces al famoso grupo pop, EXO. Nos estas loco… no estas loco… ni debe estarlo… Eres… Eres Lay… Eres lay y… y…”

 

Se repitió aquellas palabras una y otra vez hasta que cayó desmayo dentro de un ropero en que se había metido para esconderse de las cosas que lo estaba siguiendo.

 

 

Pasaron unas cuantas horas desde que cayó inconsciente, la claridad del día se escabullía dentro del ropero gracias a que estas no estaban totalmente cerradas. Lay comenzó a despertar al sentir la luz en su rostro, le tardo un poco entender donde se encontraba.

 

Abrió con cuidado las puertas del ropero, él no entendía que sucedía, ni porque había llegado ahí dentro, pero al menos algo en él le decía que tuviera mucho cuidado.

 

-¿Dónde estoy? –se pregunto a si mismo ya un tanto nervioso.

 

Al parecer se encontraba en una sala, al menos eso le parecía. Las paredes tenia recubrimientos de rocas, las ventanas era largas y de vidrios de todo colores. El techo estaba demasiado alto, hasta se podría decir que era un tanto exagerada su distancia del piso. Había un gran candelabro en el centro del lugar, su diseño era bastante común, pero a la vez tenía un toque bastante personal, como si el mismo dueño hubiera decidido esas extrañas marcas que formaban un unicornio algo deforme. También había armaduras antiguas que adornaban el lugar, además de los sillones rojos de estilo victoriano.

 

Bajo su mirada y sobre la alfombra roja había manchas de sangre, rápidamente y con desesperación Lay se buscaba la herida por donde estuviera saliendo aquel líquido rojo. Él era hemofílico así que debía tener cuidado con las cortaduras, ya que estas no cicatrizaban rápido y podría terminar teniendo una hemorragia; pero al parecer solo tenia un pequeño tajo en su brazo izquierdo, que para su suerte había cicatrizado antes de que se pudiera volver algo serio.

 

-No recuerdo nada, mi nombre es… mi nombre es… mi nombre es…

 

A Lay le estaba comenzando a doler la cabeza de tan solo intentar recordar algo, pero no se iba rendir, al menos debía saber como le llamaban. Respiro hondo, y trato de controlar sus nervios. Sus manos temblaban a más no poder, sus labios de igual manera lo hacían. Su cuerpo lo sentía frió, como si la mismísima muerte lo estuviera abrazando por la espalda.

 

-Mi nombre es… es… es… soy Zhang Yixing, pero me dicen Lay… y… y… yo… ¿De donde vengo?... ¿Qué hago aquí?… yo… estoy aquí… yo… no puedo…

 

Le era imposible saber algo más que su nombre, su cabeza parecía que le iba a estallar. Después de unos minutos más intentándolo se rindió, solo sabia que debía conseguir la forma de salir de la extraña mansión en la que se encontraba.

 

-¿Pero a donde voy?

 

Se preguntaba mirando los tres arcos del lugar, podía divisar que uno –el de su derecha –llevaba a una puerta grande, exageradamente inmensa. “Debe ser la salida” pensó dirigiéndose a ella; pero al intentar tocarla una extraña fuerza lo golpeo, devolviéndolo al centro de la sala en la que anteriormente se había encontrado. No volvió a intentar acercarse por miedo hacerse alguna herida, nunca en su vida había odiado tanto tener aquella enfermedad.

 

-Bueno Lay lo haremos a la suerte, así que vamos por este camino.

 

Se dijo así mismo y se metió en el arco que tenía justo en frente y agradeció al cielo que lo hizo, porque se escucho como algo se derrumbaba, habían caído un sin fin de rocas gigantes por el camino que descarto. Se calmo y comenzó a caminar por el oscuro pasillo, apenas si veía algo por la escasa luz que se metía por entre los huecos de las maderas clavadas en las pequeñas ventanas.

 

Camino un rato hasta que una extraña ventisca lo golpeo y un grito de dolor pudo oírse. Lay se tiro al piso del miedo y metió su rostro entre sus rodillas, algunas lágrimas se escaparon de sus ojos. Trato de respirar con normalidad, pero le era imposible con tanto temor y angustia que sentía. Una vez que por fin algo de valor entro en su cuerpo, se levanto y continúo caminado.

 

Ya comenzaba a no poder ver ni por donde pisaba, parecía que cuanto más se adentrara al lugar, menos claridad había. Encontró por suerte una antorcha clavada a la pared, busco en sus bolsillos y nuevamente la suerte estaba de su lado y tenia un encendedor de bolsillo; con el prendió la antorcha, al menos ahora veía algo de lo que estaba a su alrededor. Para su sorpresa justo a su derecha había una puerta, dudo un poco, pero decidió abrirla.

 

Al entrar se trataba de un estudio, había una pequeña biblioteca y unos tantos cuadros; a lo lejos contra el ventanal se encontraba un escritorio de madera antiguo. Se acerco hasta ese mueble y allí había un par de papeles sin importancia desparramados por encima, abrió uno de los cajones y encontró otro encendedor, le tomo porque más tarde sabría que le haría falta. Estaba por salir de la habitación cuando tropezó con algo, se agacho y le recogió; se trataba de un pequeño farol que tenía algo de aceite.

 

-Al menos podré iluminar algo con esto.

 

Giro la perilla y se hizo la luz, gracias a ella pudo observar que en una pequeña mesa de rincón en una de las esquinas de la habitación había un frasco de aceite, le tomo y lo vertió en el farol. Salio del lugar y siguió caminando por el oscuro pasillo hasta que llego a una sala muy grande; en ella había muchas sillas de terciopelo rojo. En las paredes había colgado grandes escudos, todos tenían la imagen de un unicornio negro, y nuevamente había armaduras como decoración, además uno que otro ropero como del que salio al principio.

 

-Este lugar es horrendo…

 

Susurro para sus adentros mientras tomaba una silla entre sus manos. Se acerco a la puerta que había en lugar con cuidado; si algo le llegaba a salir le daría con la silla, no era una gran arma, pero serviría como distracción para escapar en cualquiera de los casos.

 

-Tranquilo Lay… Tranquilo… -Se convencía a si mismo.

 

Se iba acercando poco a poco a la puerta, la abrió con cuidado y tiro la silla con todas sus fuerzas contra la nada. Soltó un suspiro y comenzó a caminar por el pasillo; este a diferencia del otro, estaba alfombrado y las paredes eran color crema; había varias puertas, decidió ir entrado una por una, encontró más aceite para su farol, varios encendedores y una cuantas llaves que capaz le sirvan más adelante.

 

Llego al final de pasillo y se encontró con otra sala, pero mucho más grande que la anterior, además estaba mucho mejor decorada, tenia una gran chimenea, una pequeña biblioteca, repisa con trofeos –de vaya saber que –, unos sillones grandes y rojos sangre, unas cuantas sillas de terciopelos como las que antes vio en la otra sala y por ultimo dos escritorios de roble.

 

Lay miraba todo a su alrededor como tratando de que algo se le viniese a la cabeza, porque el lugar se le hacia raramente conocido, como si ya antes estuvo en ese lugar, en especial los escritorio de roble y el florero con un ramo de amapolas marchitas. Pero de pronto escucho un gruñido en su oído, rápidamente salio corriendo hacia el siguiente pasillo que había en el lugar.

 

-¡¿Qué fue eso?!

 

Se pregunto agitado de tanto correr, no se había dado cuenta que llego a la puerta de una gran biblioteca. Cuando se percato de ello no dudo en entrar, capaz allí encontrara algo de información.

 

Reviso un par de libros, pero no había nada importante, encontró otra llave y un encendedor. Ya estaba perdiendo las esperanzas de encontrar algo que le dijera al menos como llego a la casa, cuando de pronto en uno de los escritorios del lugar vio una nota, se acerco, la tomo y la empezó a leer. Podía reconocer que era su letra, él había escrito la nota, al menos podía saber eso.

 

 

“…Estoy muy preocupado, Kris no ah dormido bien estas ultima noches, siempre tiene pesadillas muy fuertes. Encima por la mañana camina de un lado a otro en la habitación repitiendo una y otra vez: “Estoy tan cerca de saber la verdad, pero a la vez tan lejos del secreto que ese viejo se llevo a la tumba.” No comprendo a que se refiere con eso, pero aquello lo tiene muy alterado.

  Se que cosas raras han estado ocurriendo en esta casa exageradamente grande, pero el saber que Kris esta conmigo hace que nada me interese. Desearía que él se tranquilizara con mis caricias, como yo me tranquilizo con las suyas…”

 

 

-¿Kris? ¿Quién es él? ¿Dónde estará?

 

Se hizo varias preguntas con respecto a la nota, pero obviamente del cielo no iban a caerle las repuestas, así que se guardo la nota y salio de la biblioteca; llego al final del pasillo, al pasar por el arco se encontró con unas inmensas escaleras en ruinas.

 

-Este lugar… mmm… mi cabeza… me duele… no lo soporto…

 

Empezó a ver borroso y a oír voces en su mente. Era como un recuerdo auditivo de una conversación que tuvo con alguien, no comprendía bien de que estaban hablando, su cabeza que tanto dolía le impedía pensar racionalmente.

 

 

“Ese infeliz no solo quería el dinero, también quería el poder. Debemos irnos de aquí antes de que algo malo suceda, pero no se como, ese es el problema. Pero te aseguro mi amor que no dejare que nade te pase mientras este vivo, ¿comprendes? Ahora iré echar un vistazo afuera, tu te quedas tra…”

 

 

-¿Qué significa eso? ¿Y quien me dijo aquello? ¡Oh por favor! No entiendo…

 

Lay callo de rodillas al suelo, sus lagrimas caían sin consuelo alguno, por alguna razón más allá de no recordar nada y estar en un lugar tenebroso; sentía su corazón oprimido, como si lo ultimo que dijo aquella voz hubiera sido una daga en su espalda. Solo podía deducir que algo salio muy mal.

 

Cuando sintió que se descargo lo suficiente, se levanto y subió las escaleras con cuidado. Se encontró con otro pasillo con muchas puertas, nuevamente fue una por una y encontró varias cosas que le podían llegar a servir. La última puerta del pasillo era diferente a las demás, era un tanto más grande e intimidante. Lay quiso abrirla, pero esta se encontraba cerrada, así que saco todas las llaves que había recogido anteriormente y empezó a probar una a una.

 

Al fin una de todas era la correcta, tuvo que hacer algo de fuerza para poder mover la puerta, la habitación era otro estudio. Sin perder tiempo fue directamente al escritorio que se encontraba junto al ventanal, allí encontró tres notas esparcidas, también escritas por él.

 

 

“…Hoy Kris me ah recitado un hermoso poema, luego me regalo un precioso ramo de rosas de todo colores, además me canto una bella serenata, aunque sonaba más como un rap, pero igual encantador; y para cerrar con broche de oro la cita, hizo una exquisita cena romantica para los dos a la luz de las velas. Debo tener mucha suerte para haberme topado con tal caballero…”

 

 

-¿Pero que…? ¡¿Kris es mi novio?!

 

Pregunto a los gritos abriendo los ojos como plato, tomo la siguiente nota con manos temblorosas.

 

 

“…Me puse algo triste al ver un pequeño ramo de amapolas en el florero que Kris me regalo en el estudio principal; mientras estaba al calor de la chimenea esas flores me hicieron recordar a ChanYeol y a todos mis amigos. ¿Me pregunto si están comiendo bien?...”

 

 

-¿Amigos? ¿Qué esta pasando aquí?

 

Tomo la última nota que había sobre el escritorio, y al terminar de leer corrió escaleras bajo.

 

 

“…Kris creo una formula para cicatrizar mis heridas, ahora que no sabemos que pasara necesito estar protegido, tan solo una cortada podría traerme la muerte y lo que sobrara serán heridas… En el pequeño laboratorio que esta abajo me kris me ah dejado dos botellas de la formula…”

 

 

Al estar nuevamente abajo busco desesperadamente con la mirada alguna otra puerta, pero solo vio otras escaleras, al parecer llevaban al sótano de la casona. Bajo sin vacilar rápidamente por ellas, abajo había varias puertas, el lugar era demasiado oscuro por suerte tenia el pequeño farol.

 

-La… la… ¡Laboratorio!

 

Se emociono al fin encontrar el lugar indicado, entro a toda velocidad dentro, con el farol iluminaba cada rincón que contenía pequeñas botellitas. El lugar parecía caerse solo, cuesta creer que hacia poco alguien haya estado trabajando allí sin problemas; había ratas y cucarachas por donde quiera que mirara.

 

-“Cicatrizador de heridas de rápida acción”…. “Ayuda a hemofílicos como tu mi amor, a no irse en sangre por una simple cortada…”

 

Leyó Lay en una de los tantos frascos que había en una estaría que estaba a punto de caerse, porque la madera ya estaba podrida de la humedad del lugar.

 

-Que gracioso que es mi novio… ¡ja!

 

Se llevo rápidamente las manos a la boca al darse cuenta de lo que había dicho, no podía comprender que ya se este tomando enserio lo de “novio”; por que tal vez ese tal Kris, lo abandono en el horrible lugar en el que se encontraba, o tal vez fuera un cretino con disfraz de caballero.

 

-Debo dejar hacerme novelas en mi cabeza, ¿y que con que sea mi novio de verdad? No me voy morir porque soy gay. Que loco no recuerdo nada, pero me entero que tiro para el otro lado. ¿Irónico? Bastante publico roedor… y cucarachiento.

 

Se reía de sus propias palabras, al menos eso le sacaba un poco de tensión. Se guardo los dos frascos y salio nuevamente al pasillo. Le llamo la atención una puerta grande de extravagante diseño, se acerco hasta ella e intento abrirla, pero se encontraba cerrada. Saco todas las llave que tenia y probo nuevamente una a una, para su suerte una de ellas logro abrirla.

 

-Archivos…

 

Leyó lo que decía un cartel sucio apenas entraba a la habitación, parecía otro estudio de los que vio antes, pero como decía su nombre, el lugar se encontraba llenos de archivos; todos eran papeles viejos y algunos estaban sucios. Todo estaba en una idioma que no entendía, al parecer era ingles y encima algunos estaban escritos en cursiva, para él eran solo gusanos revolcándose.

 

Uno de los tantos papeles llamo su atención, al tenerlo en las manos noto que era una de esas notas que él escribió, estaba algo sucia, pero todavía era legible.

 

 

“…Kris ah descubierto algo muy oscuro de su padre al parecer, pero aún no quiere decírmelo. Me pregunto: ¿Qué será? Solo espero no sea algo demasiado malo…”

 

 

No entiendo demasiado que podía significar aquella nota, le parecía como una idea inconclusa, pero al mirar nuevamente la vitrina de donde la saco se percato de que había otra, solo que estaba más arrugada. La tomo, la aliso un poco y esforzándose la pudo leer.

 

 

“…Las manos de Kris estaban temblando como una hoja contra el viento, me miraba con terror y se mordía el labio inferior, como no estando seguro de hablar.

 

  Me acerque y lo abrace con fuerza, su cuerpo estaba demasiado frió. Me alejo un poco y me miro con ojos vidriosos, abrió la boca y la volvió a cerrar, miro hacia abajo y movía la cabeza como teniendo una lucha consigo mismo. Sus actitudes me estaban empezando asustar, me tomo las manos con suavidad para que no lo hiciera.

 

  -Mi Lay –susurro volviéndome a mirar, pero un poco más relajado. –Ahora se que estaba ocultando mi padre. Tu eres…”

 

 

-¡Maldita sea! ¡La nota esta cortada! –grito exaltado.

 

La doblo con cuidado y se puso a buscar la otra parte del papel por el lugar, pero era inútil, nada había allí; pero encontró un pequeño mapa hecho por él tal vez, que indicaba que pasando el depósito había otras escaleras. Le llamo la atención que al dorso del papel estaba escrito en grande “no te metas en el agua”.

 

Salio de la habitación de archivos y busco la habitación que dijera “deposito”; no tardo en hallarla, estaba a unos pocos metros de la habitación en la que estuvo. Entro con cuidado, el lugar tenía paredes con revestimiento de roca como la sala del principio, había varias cajas flotando en el agua.

 

“No debes tocar el agua” pensó Lay, salto de la entrada a un escritorio, de allí salto a una de las cajas de madera que flotaba, luego pasó a otro escritorio. Pero cuando subió a lo que parecía una estantería, sintió que algo empujo hacia al agua, miro con detenimiento el sitio donde había caído; cuando lo que tiro floto, su rostro empalideció, se trataba del torso de un niño.

 

-No puede ser…

 

Dijo con voz quebrada aún mirando esa parte del cuerpo humano flotar, pero se horrorizado más cuando vio como algo que no veía se devoraba aquella carne humana. Ahora entendía porque no debía tocar el agua, respiro hondo para tranquilizarse y seguir con cuidado sobre las cosas.

 

Al terminar de cruzar todo el depósito, sintió que el alma le volvió al cuerpo. “¿Qué era aquella cosa?” se pregunto mentalmente mientras camina por el oscuro pasillo, encontró al final de este las escaleras del mapa. Subió con cuidado por ellas y nuevamente llego a un largo pasillo con un sin fin de puertas, empezaba a cansarse de la repetida escena.

 

Iba entrar en la primera puerta cuando de no sabe donde, salio un cerdo carneado colgando de una soga. Cayó al suelo de la sorpresa, tanta que olvido hasta gritar. Se levanto e igualmente entro a la primera habitación a mano izquierda del pasillo.

 

Otro estudio, “otro maldito estudio” dijo mentalmente Lay. Llego hasta el escritorio para ver si había otra nota, o la mitad de la que llevaba encima. Pero solo había en el mueble una foto, era él y un chico rubio de rasgo bien definidos. “Parece un modelo” pensó Yixing mirando la foto. La dio vuelta y sus ojos se abrieron como plato al leer: “Kris y yo, los más lindos… kekeke”

 

-¿Kris?... Kris… Kris… Kris y yo… Kris…

 

Una lagrima se escapo de su ojo derecho de solo repetir el nombre de aquella persona prácticamente descocida para él, pero no para su corazón al parecer. Su vista se volvió borrosa, sus oídos se apunaron y cayó inconciente en el suelo.

 

 

-Dime cuando pare, no quiero hacerte daño –le dijo el chico de cabellos rubios acercándose a su rostro.

 

-Esta bien empieza a moverte, no hay dolor si eres tú –le respondió Yixing dedicándole esa sonrisa con sus hoyuelos que tanto le gustaba ver al rubio.

 

El de arriba comenzó a embestirle, primero con mucha delicadeza, pero después lo hizo mucho más rápido y profundo. Lay se aferraba fuertemente a la espalda de su amante, soltaba un gran gemido cada vez que sentía como le daba justo en su próstata.

 

-Te amo… -susurro en su oído el rubio antes de correrse dentro de él.

 

-Yo también Kris… -le respondio después de que soltó una gran gemido al correrse en la mano del rubio.

 

Después de que Kris saliera de dentro de él, se echo a su lado tratando de calmar su respiración. Lay abrazo el torso desnudo del rubio, y apoyando su cabeza en su pecho se quedo profundamente dormido con una sonrisa en el rostro.

 

 

Lay se toco la parte trasera de su cabeza, tremendo golpe se había dado contra al piso al desmayar, tuvo miedo de estar sangrando, pero no tenia más que un importante chichón.

 

-¿Acaso fue un recuerdo?

 

Se preguntaba mientras se levantaba con cuidado agarrándose del escritorio. “Espero haya sido un recuerdo” pensó e inconcientemente se mordió el labio inferior lujuriosamente, cuando se dio cuenta se puso más rojo que los sillones del lugar.

 

-Debo dejar de pensar en cosas tan… indecentes… ese Kris me las vas pagar cuando lo vuelva a ver…

 

De pronto nuevamente en su pecho sentía una opresión, como si algo muy dentro de él le dijera que algo no muy bueno había pasado con su amante, pero trato de ignorarlo, quería creer que se volvería encontrar con el rubio pronto y que los dos saldrían de la horrible casona.

 

Continúo revisando las habitaciones y encontrando nada importante hasta que escucho un par de gruñidos, quejidos y sonidos indescriptibles. Se agacho y se metió debajo de un escritorio para no ser visto, se quedo esperando a lo que fuera que estuviera produciendo esos sonidos se acercara hasta pasarlo.

 

No paso mucho tiempo cuando diviso tres cosas horrendas, eran como rejunte de pedazos de carnes cocidos hasta forma una clase de cuerpo, sus bocas eran grande y tenían por dientes afilados clavos; por ojos tenían tachadas. Lay trataba de no hacer ruido para no ser descubierto, mentalmente le pedía su cuerpo que temblara lo menos posible, se sentía dentro de una verdadera película de terror.

 

Cuando al fin esas cosas desaparecieron, Lay salio con cuidado aún temblando a más no poder, sus ojos estaba vidriosos y su respiración agitada. Salio de la habitación con cuidado y se metió a la habitación siguiente que al parecer era como una pequeña sala de té. Cerro la puerta para que aquellos seres no lo vayan a tomar por sorpresa entrado a la habitación mientras revisa las cosas.

 

Se acerco a la mesa de en medio del lugar y allí vio lo que parecía una nota cortada, la miro cuidadosamente y se dio cuenta que era la siguiente parte de la nota que llevaba consigo.

 

 

“…el verdadero heredero. Eres Darklez Yixing, heredero XV de la familia.

 

No podía creer lo que me acaba de decir, sentí mi cuerpo flaquear y caí arrodillado frente a él; rápido me tomo entre sus brazos y se dispuso a continuar contándome su hallazgo.

 

-Mi padre quería la fortuna de familia Darklez a toda costa. Se asocio con tu padre, como primera parte de su plan; una vez tuvo la confianza de él tanto con la de tu madre, los mató a sangre fría, total quien sospecharía de la mano derecha del heredero. Pero cuando entro a tu habitación dispuesto a matarte, tú no encontrabas ahí.

 

Mi padre no sabia que una de las muchachas de la servidumbre era bruja, ella presintió el peligro y decidió llevarse al bebe Yixing, antes de la noche de la masacre.

 

Luego él dejando eso de lado, se caso con la única heredera que quedo. Estuvo solo un año casado con ella, cuando ella murió en un extraño accidente. Después se caso con una de las prostitutas del burdel del pueblo, en otras palabras mi madre.

 

No sabia que responder, estaba congelado entre sus brazos, solo pude largarme a llorar, tanto por mi desdichada suerte, como la de él…”

 

 

-No puede ser… Kris… Kris… ¿Dónde estas?

 

Repitiendo la escena de ese día inexistente en las memorias de Yixing, cayó al suelo de rodillas sollozando a más no poder, pero tratando no hacer demasiado ruido. Era demasiado para él saber todo golpe, como en aquel momento. 

Notas finales:

-Les siver café para que continue con la segunda parte-


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