No sabe cuantas horas pasaron, pero solo con ver a través del ventanal podía saber que ya era de madrugada. Respiro hondo y dejo de llorar, estaba muy casando, su cuerpo le pedía que descanse, pero sentía que esa sala no era segura. Se levanto y abrió con cuidado la puerta, pero rápidamente la volvió a cerrar. Otra vez andaban deambulando aquellas cosas.
-Debo llegar a esa habitación…
Susurro Yixing para sus adentros. Antes de entrar a la sala de té había visto una puerta negra, debía ser de acero, un lugar con esa puerta era perfecto para descansar al menos un par de horas.
Tomo una de las sillas del lugar, abrió la puerta y golpeo con toda la silla hacia el lado contrario de donde estaba la habitación a la que quería ir; las cosas automáticamente se dirigió hacia la silla, rápidamente Lay salio y entro en la puerta negra. La aseguro bien, tanto con los cerrojos que tenia la puerta, como con un par de muebles del lugar.
Miro a su alrededor y se dio cuenta que ahora estaba en un dormitorio. La cama era inmensa, “cinco personas cabrían en ella” pensó Lay. La decoración era muy rustica, todo los muebles eran de roble, y lo detalles en plata refinada.
Se tiro en la cama con todas su fuerzas, al hacerlo varios papeles salieron volando y cayeron dispersados por el suelo. Yixing se levanto con pesar y recogió cada hoja, al verlas de cerca se dio cuenta que eran más notas escritas por él. “¿Acaso en algún momento habré dormido aquí?” se pregunto mentalmente. Sin más empezó a leer.
“…No solo soy el verdadero heredero de toda la fortuna de los Darklez, sino también el único heredero de la maldición de la que cargan. Tengo mucho miedo…”
“…El padre Kris ah intentado invocar al demonio de mi familia un sin fin de veces, pero fracaso una y otra vez; lo único que hacia aparecer era eso horribles Agripa, que son rejuntes de carne podridos, cocidos hasta forma una especia de deforme cuerpo, y en sus bocas tiene por dientes afilados clavos. Son realmente asquerosos…”
“…El padre de Kris no esta muerto como se creía, sobrevivió al incendio en el deposito, pero prefirió que todos lo crean muerto; además él ah sido quien ah planeado todo desde el principio. Que de pronto tengo que ir a ver a una tía al otro lado de China, que mi auto se rompiera misteriosamente a mitad de camino, que los teléfonos no anden, pero al menos no planeo que me enamoraría de su único hijo… aunque tampoco es que este tan seguro… ”
“…Kris ah desaparecido, estoy desesperado, no se que hacer sin él. Solo estoy seguro que su padre debe estar metido en esto, ya que al parecer siempre ah estado por la casa sin que Kris supiera…”
“…No puedo con el miedo, esta noche tratare de salir, buscare ayuda y volveré, volveré por mi amado… Kris no te dejare, aquí ni en ningún otro lugar…”
-Kris… ¿Por qué nos paso esto? Mi amor…
Dijo Lay entre sollozos, su corazón dolía a más no poder, al menos empezaba a recordar cuanto amaba a ese rubio alto de cejas pobladas. Nuevamente todo a su alrededor empezó a girar y cayó inconciente sobre la cama.
-Hijo, tu tía quiere verte, pero se ah mudado al otro lado de China, me aviso esta mañana –dijo una señora de apariencia joven.
-¿Al otro lado? Bueno estoy de vacaciones, pensaba pasarla con los chicos, pero no puedo negarme a mi tía –respondio con una sonrisa, Lay.
-Perdona hijo, se que querrás estar con ellos…
-No te preocupes mamá, al fin y al cabo paso todo el año con ellos –dijo gracioso.
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-¡¿Ahora te vas detener?! –pregunto con cólera Lay al auto.
Se bajo y reviso el motor, pero no entendía absolutamente nada. El auto no se movía, ni siquiera arrancaba. Se encontraba en medio de la nada, no conseguiría ayuda fácilmente, y si es que llegaba a encontrar algún ser humano en esa abandonada carretera.
Camino por unas horas bosque adentro, no creyó que encontraría algo allí, pero se equivoco al toparse con una inmensa casona de estilo occidental. Le pareció lo más increíble que había visto, tenía dudas de que si alguien viviese en la mansión, porque se veía un tanto abandona.
Se acerco y golpeo sin esperanzas de recibir repuesta alguna, pero antes de lo que creía un joven rubio alto de cejas pobladas y rasgos bien definidos abrió una de las enormes hojas de la puerta.
-Hola, disculpe por molestar, pero mi auto se ah quedado en la carretera y quería saber si tendría teléfono para llamar a una grúa; yo olvide mi teléfono, soy algo distraído.
-Claro, pasa por favor esta por llover –Lay no había notado el negro cielo que se alzaba sobre él, hizo una pequeña reverencia y entro a la casona.
-Habrás caminado mucho, ¿no? –Yixing asintió con la cabeza y se dedico a mirar los extravagantes cuadros de la sala. –Estamos en medio de la nada al fin y al cabo.
-Este lugar es increíble –dijo admirado, Lay.
-Gracias. Acompáñeme, el teléfono esta por aquí; pero por favor quédese esta noche, se largara una peligrosa tormenta, no seria bueno que esté en su auto.
-Oh tiene razón, muchas gracias por su amabilidad.
-No hay de que, trato de ser buen cristiano.
Después de caminar unos minutos por un largo pasillo de alfombras rojas y decoradas de carísimos cuadros, llegaron a un enorme estudio.
-Aquí esta el teléfono –informo el rubio. Levanto el tubo y para su sorpresa no tenia tono –Esto es raro, esta muerto –dijo muy extrañado.
-Oh no puede ser, ¿hay otro lugar del que pueda llamar? –pregunto Lay con un ligero puchero en sus labios.
-No lo hay, como dije antes, estamos en medio de la nada, solo a 255km más de aquí hay un pueblo.
-¡Eso es demasiado!
-Ya lo creo, pero no se preocupe capaz más tarde vuelva andar, mandare a un sirviente a ver que sucedió en la instalaciones del teléfono. Se quedara, ¿no?
-Si, gracias. Por cierto mi nombre es Zhang Yixing, pero me dicen Lay, suena más lindo –le dedico una sonrisa con sus irresistibles hoyuelos.
-¿Lay? Es verdad suena bien. Soy Wu Fan, pero en Estados Unidos me decía Kris –estrecharon manos.
-Increíble… -dijo admirado Lay.
-No tanto, vamos a comer algo, es lindo tener un invitado…
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-¿Por qué hay un unicornio negro en los escudos? –pregunto Lay sentándose en uno de los tantos sillones rojo estilo victorianos.
-Es el símbolo de la familia Darklez, ello eran los antiguos dueños de esta casa. Según dice la leyenda el unicornio negro es el demonio de la familia, algo así como una maldición que cargan, porque su antepaso más antiguo hizo un trato con Satanás. Solo el heredero puede controlarlo, según ellos hay una manera de romper el pacto, pero nunca la averiguaron. Ahora no hay heredero, todos fueron extrañamente asesinados.
-Que tenebroso…
-Solo es una leyenda…
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-No lo entiendo, los teléfonos están muerto, mis sirvientes han desaparecido, no entiendo absolutamente nada –decía Kris abrazado a la espalda de Lay.
-No me importa mucho por ahora, sino hubiera sido por los teléfono no hubiera tenido la oportunidad de conocerte –dijo tranquilamente Yixing aforrándose a la manos del rubio.
-Tiene razón, solo dos semanas bastaron para que caiga rendido a tus pies, esos hoyuelos tuyos me vuelve loco, esa forma en la que te mueves me enloquece –le dijo mordiendo el lóbulo de su oreja derecha.
-Basta sabes lo que eso me provoca –dijo en tono lujurioso.
-Eso me gusta…
Lay se dio la vuelta y pasó sus brazos por la nuca del alto, este poso sus manos en la cintura de él. Se besaron al principio delicadamente, pero luego empezaron a subir el tono del beso hasta que sentían cierto cosquilleo en su zona más intima…
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-¿Extrañas a tus amigos? –pregunto Kris un tanto triste.
-Un poco, son mis amigos al fin –respondio Lay abrazando a su amado.
-¿Qué es exactamente EXO?
-Un grupo de pop, cantamos y bailamos, ya te dije, somos muy famosos…
-¿Pero que significa “EXO”?
-Agradece que recuerdo mi nombre, no recuerdo toda la historia que invento Baekhyun…
Kris se comenzó a reír, para luego abrazar con más cariño al menor. Se quedaron los dos sentados en el sillón frente a la chimenea de aquel exageradamente gran estudio.
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-Ese infeliz no solo quería el dinero, también quería el poder. Debemos irnos de aquí antes de que algo malo suceda, pero no se como, ese es el problema. Pero te aseguro mi amor que no dejare que nade te pase mientras este vivo, ¿comprendes? Ahora iré echar un vistazo afuera, tu te quedas tranquilo aquí a esperarme, ¿ok?
-¡¿Qué cosas me pides Kris?! Estoy muy asustado, no quiero que te alejes de mi lado –pidió entre sollozos Lay
-Por favor, tienes que esperarme –pido casi rogando.
-Esta bien pero vuelva rápido, por favor.
-Te lo prometo…
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-No puedo dejar que me atrapen, debo salvar a Kris, debo hacerlo –se decía Lay mientras corría sin parar por los pasillos de la casa, un sin fin de agripas y otras cosas iguales de deformes le seguían.
A medida que más tiempo pasaba, sentía que él miedo estaba haciéndole perder cosas de su memoria, ya no recordaba el rostro de sus amigos o si quiera el de su madre; más adelante ya había olvidado su edad y otras cosas.
-Eres Zhang Yixing, pero tus amigos te dicen Lay; naciste en Changsha, Hunan, China. Perteneces al famoso grupo pop, EXO. No estás loco, ni debes estarlo. Cálmate, debemos salvarle… debemos salvarle… cálmate y se valiente… recuerda… Eres Zhang Yixing, pero tus amigos te dicen Lay; naciste en Changsha, Hunan, China. Perteneces al famoso grupo pop, EXO. Nos estas loco… no estas loco… ni debe estarlo… Eres… Eres Lay… Eres lay y… y…
Se repetía una y otra vez hasta que desmayo dentro del armario que encontró para esconderse de los seres que querían devorarlo, antes de totalmente perder la conciencia recordó que él mismo había dejado notas por toda la casa, y solo esperaba luego poder hallarlas.
Lay se tomaba la cabeza con sus dos manos, le dolía demasiado. Sus lágrimas comenzaron a salir al tener nuevamente todo dentro su cabeza, podía recordar a su madre, bueno la persona que lo crió; a sus amigos, la gente que respetaba y apreciaba; pero por sobre todas las cosas recordaba a su amado, a Kris, ese chico alto rubio de cejas pobladas y de definidos rasgos.
Se levanto de la cama con pesar, seco sus lagrimas y miro a su alrededor. Era increíble lo que veía, todo estaba cubierto de nieve, pero no había ninguna ventana abierta, todas estaba selladas y él no sentía frió como para creer que era invierno.
Vio junto a la puerta una rosa negra tirada, la levanto por instinto y de pronto todo se puso negro a su alrededor. Podía oír un murmullo a lo lejos, pero cada vez ese murmullo se hacia más y más fuerte, hasta que pudo oír perfectamente una voz, una bastante aterradora.
-Yixing Darklez –llamo la voz -¿Por qué no me utilizas? ¿Acaso no sientes odio?
-Claro que lo siento, pero no tengo ni idea de que eres, además soy Zhang Yixing –respondio Lay.
-Yixing Darklez… -repitió la voz.
-Dale con ese nombre… que soy…
-¡Cállate! –exclamo molesta la voz. -Tienes el poder, eres el heredero. Esquiva los agripas que están afuera, dobla a la derecha y encontraras unas escaleras, sube rápido por ellas y camina hasta encontrar un puente; crúzalo con mucho cuidado y luego me llamas, en el momento sabrás como hacerlo.
-Está bien… –respondio si mucha confianza Lay –Ok… sea lo que seas, ya nada me sorprende en este lugar…
Volvió a estar en la habitación, la rosa en su mano había desaparecido junto con la blanca nieve. Sin pensar nada más, abrió la puerta con cuidado, afuera había varios agripas, pero ninguno prestando atención a la habitación en la que se encontraba.
-Es ahora o nunca –se dijo a si mismo.
Salio sin hacer ruido alguno de la habitación, llego hasta el final del pasillo, doblo a su derecha y corrió todo lo que podía; encontró las escaleras, las subió con cuidado ya que estaban en ruinas. Llego al mencionado puente, “¿Por qué alguien tiene un puente dentro de una casa?” se pregunto Lay. Miro hacia abajo y pudo notar la exagerada altura en la que se alzaba el puente, trago saliva y se preparo para cruzarlo.
El puente no se sentía para nada seguro, parecía que en cualquier momento caería al vació. Encima dos por tres se tiraba al suelo de golpe por los malditos murciélagos que salían volando, y tenia que mirar muy bien donde se tiraba, porque había alacranes y tarántulas por donde quiera que mirara.
Cuando al fin termino de pasar aquel aterrador puente se encontró en la entrada de un gran salón, entro con cuidado. El lugar parecía una capilla, tenía bancos de roble, ventanales largos de vidrios de colores y una gran cruz de madera en altar.
-No lo puedo creer, sobreviviste –dijo un hombre vestido de negro.
-¿Tu, quien eres? –le pregunto Lay con tono molesto.
-tu suegro, querido.
Yixing abrió los ojos de par en par al oír eso, pero rápido reaccionó y se fue contra él, pero se detuvo en seco al ver como la cruz gigantesca de madera se empezaba a dar vuelta. Se horrorizo al ver a su rubio crucificado en ella, tenía manos y pies atados a la cruz, tenía múltiples heridas en su cuerpo y se encontraba inconciente.
-¡Kris! –Grito con todo su aliento, Lay – ¡Kris! –Volvió a intentarlo, pero seguía sin obtener respuesta – ¡Kris!
El nombrado al tercer llamado por fin reacciono, poco a poco y con mucho dolor levanto su cabeza y abrió sus ojos. Al ver quien le llamaba, una pequeña sonrisa de lado se le escapo, pero rápidamente se le borro al ver a su padre con él.
-Debes escapar, ¿por qué has venido? –pregunto Kris con dolor, dejando escapar algunas lagrimas.
-Te dije que no me iría sin ti, no te preocupes acabare con tu padre –el rubio le miro extrañado a tal confianza que Lay mostraba.
-¿Crees que me mataras? –pregunto en tono de burla el hombre mayor.
-Usted –Lay miro con determinación y odio al padre de Kris –Mato a mis padres, tomo mi herencia, trata de tomar mi poder y también me quiere arrebatar a mi amado.
-Corrección, él es mi hijo; pienso hacerlo un sacrificio para obtener tu poder, así que aún no te lo he quitado niño.
-Tampoco lo hará –Lay sonrió de costado. Ni el mismo entendía como de pronto tenia tanta confianza.
-Eso lo veremos –rió cínicamente y llamo un ejército de agripas.
Lay titubeo un poco al ver tantas cosas horrendas acercarse lentamente a él, pero de pronto sintió como algo dentro suyo le decía que tuviera confianza. Sin él notarlo sus ojos se habían puesto rojos, y una espesa neblina negra se alzo alrededor de él. Se empezó a oír un trote de caballo, que cada vez se oía más cerca, hasta que se oyó un relincho espectral.
-Al fin conozco a mi nuevo amo –dijo una voz gruesa y demoníaca.
Lay se giro para ver quien le hablaba, al hacerlo diviso un gran unicornio totalmente negro rodeado de neblina de igual color, era un ser increíble a los ojos de Lay.
-Supongo que si… -dijo con una sonrisa maliciosa.
-Bien, entonces, ¿cuál es su orden? –pregunto inclinado ligeramente la cabeza para ver fijo a los ojos rojos brillantes de su amo.
-Mata a todos estos agripas –señalo al hombre mayor –y haz que ese arrogante se arrodille ante mí –ordeno con voz autoritaria al unicornio.
-Lo que usted diga, se hará.
El unicornio negro se lanzo hacia los agripas, con su cuerno destrozaba a cada agripa que se le acercaba, Lay miraba con una sonrisa siniestra la carnicería que se estaba montado en lugar, algo dentro suyo le decía que debería tener asco, pero él solo sentía placer.
El animal se dirigió hasta el hombre de negro que pretendía escapar, lo golpeo con su cabeza haciendo que quede de rodillas frente Yixing, este se acerco tomo su barbilla y esbozo una sonrisa macabra.
-¿Quién tiene el poder ahora? -pregunto divertido.
-Yo –respondio el hombre apretando un botón de un pequeño control que se encontraba en su abrigo. –Mira atrás tuyo…
Lay se dio la vuela con miedo, y sus ojos parecía que se le iban a salir del rostro al ver a Kris con el estomagó perforado por una cuchilla gigantesca. Iba a llorar, quería volverse loco, quería matarse en es mismo momento; pero agacho su mirada y esbozo una sonrisa cínica, volvió su mirada a su “suegrito”.
-Tomaste la vida de un joven, pues tu remedio ya no tienes, por tanto eh aquí que eh decidió dar sangre por sangre. Y no seré yo el sacrificio, si no el autor de esta masacre –Yixing comenzó a reír maniáticamente, y le dio una señal al unicornio para que trajera a Kris.
-¿Qué has dicho? ¿Qué harás? –pregunto un tanto asustado por los intimidantes ojos rojos de Lay.
Empezó a retroceder, pero Lay automáticamente le propicio un patada en el estomago haciéndole quedarse arrodillado una vez más. El unicornio acomodo el cadáver de Kris junto a su padre, Yixing le dio una señal y el animal con su cuerno atravesó la cabeza del hombre.
-Sangre por sangre eh de dar, eh aquí os perdonar la vida de está joven alma –pronuncio Lay con ojos cerrados.
Poco a poco la sangre que salía de la cabeza del hombre se reunía e iba hacia el otro cadáver, increíblemente la sangre parecía comenzar a meterse dentro del cuerpo de Kris. Este de pronto milagrosamente volvió a respirar, con pesadez abrió sus ojos y lo primero que vieron fue la sonrisa maliciosa de su inocente novio.
-Ya estas con nosotros nuevamente –dijo Lay con una sonrisa oscura.
-¿Dónde esta Yixing? –pregunto Kris con miedo.
-Soy yo mi amor –se acerco hasta el rubio.
-No lo eres.
Kris poso su mano en la frente de Lay y comenzó a recitar una oración de represión de demonios, el unicornio trataba de quitarlo, pero una barrera se había alzado alrededor de ellos dos. Lay gritaba de dolor al seguir escuchando aquellas palabras, sus ojos rojos parecían quemarse vivos. El unicornio negro de pronto desapareció.
-¡Quema!
Fue lo último que grito Kris antes de que Yixing cayeran en sus brazos inconciente, pero con los ojos abiertos, cual ya no eran rojos. Kris lo cargo en sus brazos a pesar de no tener fuerzas, y lo recostó en uno de los bancos de la capilla en la que se encontraban.
-Descansa, saldremos de aquí, conozco una salida desde este capilla, a diferencia de ti puedo retener demasiada cosas en mi cerebro.
Se rió mientras acariciaba el bello rostro de su amado durmiente, “como no amarlo si es tan tentador” pensó Kris. “Hasta con esos ojos demoníacos se veía bien, podría acostumbrarme a una sonrisa cínica de él” continuo diciendo cosas mentalmente para él.
Observo que Lay estaba sangrando, “joder debí fijarme en eso primero” se regaño mentalmente por no asegurarse que no tuviera ninguna herida. Busco en el saco de Lay y encontró los frascos con la formula que el mismo creo, abrió una de las botellitas, rompió un pedazo de su sucia camisa y vertió en esa tela la formula; paso el trapo húmedo por cada una de sus heridas y estás increíblemente se cicatrizaban al instante, “hasta serviría para gente que no padezca de hemofilia, quien sabe, a lo mejor hice un producto revolucionario” pensó Kris y luego se rió de sus ocurrencias.
Pasaron un par de horas y Lay fue despertando poco a poco, observo todo a su alrededor y recordó rápidamente todo lo que había sucedido. “¡Oh Dios! Estaba poseído” pensó Yixing, “con que esa era la maldición de la familia”. Miro a su derecha y diviso durmiendo al hombre que amaba con todo su ser, acaricio suavemente la mejilla del mismo y luego robo un beso de sus labios.
-Ya estás despierto –dijo aún adormilado Kris, mirando con ternura a su novio. –Creo que rompí la maldición.
-¿Qué? –Yixing lo miro extrañado, que el recordara no podía hacerse eso.
-Una de las razones por las que quería matarme mi padre, era porque sabia como matar al unicornio negro. El error de tus antepasados todo este tiempo era ir tras el demonio, en vez de liberarse a ellos mismo.
-¿Por eso me dijiste esas extrañas palabras? –pregunto refiriéndose a cuando hizo que sus ojos rojos desaparecieran.
-Exacto. Dije las oraciones en un idioma que no entendías, pero estaba liberándote, haciéndole entender al demonio que no eras como tus antepasados, que tú llevabas demasiada luz encima como para servir al oscuro. Lo entendió y se fue, la verdad parece fácil, pero las oraciones y pedidos solo servían en alguien puro de corazón.
-Ya veo. Gracias entonces… No puedo creer que mi familia haya tenido siempre tantos problemas por un unicornio negro, ahora ya no queda nada de sus raíces, porque yo no soy Darklez –Kris le dedico una sonrisa débil.
Los dos amantes se besaron con pasión y necesidad, a pesar de que querían continuar, no aguantaba un minutos más en aquella horrenda casa de extraña arquitectura. Kris se levanto y llevo a Lay por un pasadizo secreto que tenia la capilla, y llegaron afuera.
-¡Al fin! –Exclamo Lay respirando hondo.
El día no estaba soleado, el cielo estaba completamente gris, pero al menos veía un cielo y no el tenebroso techo de la casona.
Tomados de la mano se encaminaron al auto del menor, cuando lo hallaron se sorprendieron que se encontrara en perfecto estado, porque si no estaba mal, hacia más de un mes que estaba allí abandonado. Subieron en el y milagrosamente comenzó andar, al parecer la falla técnica que al principio pareció tener, no era más que un truco del padre de Kris.
-¿Ahora estaremos juntos por siempre? –pregunto Yixing a Kris deteniéndose en el primer pueblo que encontraron, uno muy lindo a propósito.
-Si un final feliz quieres, pues eso te voy dar, además de que te quiero dar, tu me entiendes –rió el rubio atrapando los labios de su amante.
Mientras tanto en la casa que quedo abandona, una extraña neblina negra y roja se alzo hacia todas las direcciones de la sala principal, se escucho un relincho espectral y el unicornio negro salio de entre la niebla, varios agripas lo rodearon como reunidos a la espera de alguien, ¿pero de quien?
FIN