POV’S Akihito
Ya han pasado dos semanas desde que Asami me prohibió salir del departamento. Como era de esperarse me aburrí al poco tiempo. Nunca me he considerado alguien a quien le guste la rutina, así que cada día que pasa lo siento como una eternidad, por más que intento no encuentro otra cosa más que hacer aparte de limpiar y cocinar lo que hace que me sienta como un ama de casa. También últimamente me he estado sintiendo un poco extraño, no soporto algunas de las cosas que solía comer frecuentemente además, de que estoy yendo mucho más seguido al baño. Asimismo estoy notando que la parte baja de mi abdomen empieza a estar un poco más grande de lo normal, supongo que es debido a que como estoy faltando a mi trabajo y no salgo para nada del departamento, mi cuerpo lo está resintiendo, o como comúnmente se le dice: estoy engordando. Solo puedo culpar a Asami, yo nunca me había preocupado por mantener mi figura, por alguna razón yo siempre he sido delgado; no es como si tuviera los músculos marcados, pero tampoco es que no tenga un poco de condición física.
En todo caso, volveré a bajar de peso una vez que regrese a mi trabajo, así que espero que a Asami se le pase lo más pronto posible su berrinche. Yo no pienso quedarme en la casa esperando su regreso como una obediente esposa, al diablo con él, es mi vida y puedo hacer lo que se me de mi gana, suficiente tuve con estar aquí dos semanas.
-He soportado dos semanas sin salir y ya me estoy volviendo loco aquí encerrado. Mínimo voy a dar una vuelta al parque que está muy cerca de aquí no me pasará nada, claro siempre y cuando Asami no se entere.
Ya lo había decidido. En este mismo instante iba a salir, ya me hacía falta un poco de aire fresco. Con esa determinación me dirigí a mi habitación y me cambie de ropa, ya que la que la que traía eran solo unos bermudas y una camisa de tirantes. Cuando termine de cambiarme me miré en el espejo; había decidido dejarme la camisa de tirantes y ponerme una sudadera encima y me había puesto unos pantalones de mezclilla azul oscuro. Cuando me termine de arreglar, inconscientemente mi mano se dirigió hasta donde tenía mi cámara, pero antes de sostenerla me detuve.
–Solo voy a dar un pequeño paseo, no necesito llevar mi cámara.
En cuanto estuve afuera del edificio, salí corriendo con dirección hasta el parque. No estoy seguro de que Asami hubiera dejado a alguien vigilándome, pero pensé que era mejor no quedarse a verificar, si me hubiera encontrado con alguno de los hombres de Asami hasta ahí hubiera llegado. Pero aun así no me quedaría mucho tiempo afuera, solo un poco después de dos semanas en cautiverio creo que merezco un poco de aire libre al menos.
Luego de caminar un poco me senté en una banca cerca de una fuente en el parque. No había mucha gente así que todo estaba muy tranquilo. Me tuve que sentar porque mis piernas empezaron a doler un poco. Yo sabía que estaba perdiendo mi condición, pero nunca imaginé que fuera tanto como para cansarme con lo poco que había corrido.
Cuando ya había descansado lo suficiente me levanté y me encaminé al departamento, pero no pude caminar mucho porque unos hombres altos y vestidos de traje me impidieron el paso, y al poco tiempo mi mente reaccionó e inmediatamente los asocié con Asami.
-¿Asami los mando? Si es así díganle que solo salí a caminar un rato, no creo que haya muchos problemas porque quisiera tomar algo de aire fresco-
-Takaba-kun-
En cuando escuché esa voz, empecé a buscar a su dueño con mi mirada. A ese hombre que es la razón de que Asami esté tan raro últimamente. Pero, ¿qué es lo que está haciendo aquí? Será que vino hasta este lugar porque aquí me encuentro yo… No, no puede ser eso, de seguro mis pensamientos son así de extraños por las dos semanas que pase “esperando” en casa.
-Alberto-
-Vaya me alegro de que recuerdes mi nombre-
-¿Qué es lo quieres?- Le pregunté molesto, ya que por su culpa yo llevaba dos semanas sin salir… Además de que ese presentimiento que tenía de él, cada vez se intensificaba.
-Tranquilo, no sé qué te habrá dicho Asami, pero yo solo quiero hablar contigo-
-¿Y para “hablar” necesitas a tantos hombres? Porque si es así eres más inútil de lo que pensaba-
-¿Te refieres a ellos? No te preocupes son pura precaución contra… Bueno, ya sabes ese tipo que hace que nadie se pueda acercar a ti-
-No me interesan tus excusas, si quieres hablar ve directo al punto Alberto, que no tengo todo el día- Debía apresurarme, no quería que Asami se diera cuenta de que me fui sin avisarle y mucho menos que supiera que me encontré “casualmente” con Alberto.
-Vaya, así que el lindo gatito tiene garras. Bueno no importa, iré al grano como quieres, yo vengo a proponerte algo-
-¿A qué te refieres?-
-Deja a Asami y ven conmigo-
Esas palabras me dejaron helado, ni yo mismo me lo creía. No sé a dónde se fueron todo esos sentimientos cuando lo único que quería era apartarme de Asami. Cuando en un principio lo odiaba y quería matarlo. Pero ahora, algo en mi interior me decía que mi lugar es con Asami y presiento que me dolería abandonarlo y por alguna extraña razón, le haré caso a esa parte de mí; además, si Asami me advirtió de él debió ser por algo. Si él no representara una amenaza, no le prestaría la menor atención.
-Estás demente si pensaste que botaría a Asami para irme contigo, ¿qué te hizo pensar que lo dejaría por alguien a quien acabo de conocer?-
-Mm… Yo suponía que tú estabas resentido con él. Porque hasta donde tengo entendido sus primer encuentro no fue nada espectacular, yo sé que él te secuestro y te violó. Además, gracias a que él está encaprichado contigo fuiste arrastrado a dilemas mucho más grandes en los que no tenías nada que ver, pero todo fue a consecuencia de estar con Asami-
No sé si debería estar molesto o sorprendido, ya que por una parte me molesta que piense que yo aceptaré la mano de quien sea que me ofrezca separarme de Asami. Y me sorprende que él conozca esos detalles lo que hace probable que él tenga conocimiento de casi toda la historia, y yo me pregunto, ¿quién le dio esa información? Lo más seguro es que fueron cabrones que no saben que no deben meterse donde no les llaman. Joder qué difícil es mantener algo en secreto hoy en día.
-Eso no puedo negarlo, es verdad, al principio yo solo lo quería fuera de mi vida, pero tú solo me has dicho las cosas malas que me han pasado, no estas tomando en cuenta las veces que me ha salvado y todo lo que ha hecho por mí. Así que gracias por la oferta, pero para tu pesar tengo que rechazarla, yo no tengo planeado separarme de Asami hasta que él me lo diga-
-Además de que ni siquiera tengo un lugar en donde vivir y tampoco es como que pueda esconderme de Asami…
-Takaba-kun esa no es la respuesta correcta, lo que debiste decir era algo como: ¡Claro que si Alberto, me encantaría irme contigo y abandonar al maldito de Asami!-
-Y Asami que se la pasa quejándose de que apenas soy un niño, creo que tendré que decirle que hay alguien mucho más infantil que yo-
-No te lo tomes a mal, pero enserio deberías aprovechar; ya que oportunidades como estas solo se presentan pocas veces en la vida-
-¿Oportunidades cómo cuales, Alberto?-
Me giro inmediatamente en cuanto lo escucho, y lo veo acercándose cada vez más hasta que se detiene exactamente en frente de mí. Asami viene como siempre, vestido con sus trajes costosos y acompañado de algunos de sus hombres. Cuando voltea hacía atrás nuestras miradas se cruzan y puedo ver que molesto esta… pero también puedo percibir un poco de alivio lo que me deja completamente fuera de lugar… Asami… él… ¿dejó su trabajo para venir aquí? No me lo creo… pero todo parece indicar que sí, incluso veo que el secretario de Asami no se bajó del auto porque está tomando llamadas.
-Justo a tiempo Asami-
-Creí que te había advertido sobre estar cerca de Takaba-
-Que seriedad, si solo estaba hablando con Takaba, ¿no es así?-
-Lárgate, no quiero volver a verte cerca de Akihito-
-De acuerdo, ya que estas aquí no es divertido, nos veremos pronto Takaba-kun- Dice mientras se aleja junto con sus hombres y se despide de mí con su mano. Asami se queda de pie junto a mí hasta que ve como Alberto se sube a su automóvil y se aleja.
-Asami…yo… lo siento, yo solo quería tomar un poco de aire fresco, jamás imaginé que me podría encontrar con él y…-
-Ese es el problema, tú nunca piensas en las consecuencias y actúas imprudentemente-
-¡Claro que no! Yo si pienso en las consecuencias… o bueno… más bien, a veces… casi nunca- De acuerdo yo no pienso en las consecuencias, pero aun así no era necesario restregármelo en la cara.
-Es por eso que sigues siendo un mocoso-
-¡ASAMI BASTAR…!-
No supe que paso, lo único que sé es que de pronto mi cuerpo empezó a pesar demasiado y mi vista se fue nublando, lo último que alcance a ver fue a Asami mientras me sostenía y gritaba mi nombre.
POV’S Asami
-… Entiendo, no hagan nada ya voy para allá-
Ese mocoso me las va a pagar como se atreve a desobedecer mi orden de no salir y por si fuera poco se encontró con Alberto y en estos precisos instantes están charlando tranquilamente en un parque cerca de mi departamento… Esto me da muy mala espina, pero tengo que conservar la calma. Para ser honesto ni yo mismo me entiendo, cuando se trata de Takaba me apresuro a salvarlo, a ese mocoso impulsivo y testarudo que a cualquier provocación explota y que de alguna manera se las arregló para tenerme cautivado, a mí que nunca había sentido lo mismo por alguien y lo más irónico es que lo hizo sin siquiera darse cuenta.
Pareciera un mal chiste, el que yo me preocupe por primera vez de una persona y que esta no se dé cuenta de lo que ha logrado.
Cuando llego parece que lo hice en un momento oportuno, porque en cuanto miré a Alberto fui capaz de notar que les estaba dando órdenes mediante señales a sus subordinados, es tal como lo pensé, él muy maldito va tras Takaba.
Esperé a que Alberto se alejara para confirmar que no tenían ningún otro plan, cuando lo vi lo suficientemente lejos empecé a regañar o más bien a fastidiar a Takaba, pero me tomó desprevenido que este cayera inconsciente. Fue gracias a mis reflejos que pude alcanzar a sostenerlo antes de que cayera directo al piso, rápidamente lo cargué y lo subí al coche para llevarlo directamente a un hospital.
Cuando llegamos inmediatamente se llevaron a Takaba en una camilla para que lo revisara un doctor, que al no poder encontrar algo malo en él mando a hacer varios análisis. Mientras lo hacían yo estaba muy estresado y nervioso, y aunque trataba de tranquilizarme no lo conseguía porque simplemente no podía olvidar como cayo inconsciente de la nada y en cuanto pensaba en que era lo que podía tener me desesperaba cada vez más. Caminaba de un lado a otro esperando los resultados, cuando al fin vi venir al doctor que revisó a Takaba.
-Familiares de Takaba Akihito-
Inmediatamente me encaminé directo hacia él y pude notar que me analizaba con la mirada, pero no le di importancia, en estos momentos mi preocupación era Takaba.
-¿Cómo se encuentra?-
-Ya está bien, solo fue un simple desmayo por falta de alimento, sobreesfuerzo y estrés, en su estado es muy importante que se alimente bien y que no haga mucho fuerza, además deben evitar que se altere mucho-
-¿Qué quiere decir? ¿A qué se refiere con en su estado?-
-¿Es que acaso no lo sabe?-
No comprendo que es lo que me quiere decir el doctor, ¿falta de alimento? ¿Sobreesfuerzo? ¿En su estado? Que yo sepa Takaba no tiene ninguna enfermedad ni nada que sea grave para su salud y yo no soy idiota para que me quiera ver la cara, ¿qué demonios es lo que tiene Takaba?
-Si lo supiera no estaría preguntando-
-Lo que pasa es que el joven esta embarazado-