Mello/Near
Capítulo 1: No tengo arrepentimiento.
Pov Mello
Le conocí bailando, era un bailarín. Llamó automáticamente mi atención cuando puse un pie dentro de aquel burdel disfrazado de discoteca de mala muerte. El ambiente era tóxico, le observe mover su diminuto cuerpo de lado a lado a través de la pista ocasionalmente vacía.
Su mirada sin vida, carente de emociones me atraía a su campo gravitatorio, acercándose a mi con movimientos tan gráciles. Incitandome a cometer un pecado por el mero pensamiento de poseer sólo para mi toda su anatomía, ¿Podría llegar a cometer un pecado bíblico sólo por tenerle a mi lado? ¿Para que sus ojos brillaran para mi? Podría hacerlo. No es fácil decidir, pero la respuesta la tuve al primer toque de su pueril mano tocando el rosario que adorna orgullosamente mi pecho y que llevo grabado a fuego en mi conciencia.
Coge mi mano e intenta llevarme a alguna habitación de ese asqueroso lugar, declino su oferta. Estoy a favor de olvidar mis creencias y el hecho de que estoy en una misión, pero estoy en desacuerdo con posarme sobre esos anti-higiénicos colchones.
No es por esto a lo que haz venido, ¿O me equivoco?- Una vez que la música a parado escucho su voz es como un seseo, infantil. Aún así asiento con la cabeza, deseaba más que nada sentir su tersa y blanca piel, casi como porcelana, fácilmente podría quebrarse- ¿Donde le parece mejor?- Su gélido tono de voz no me hace ni ápice, no retrocedo en esa guerra de mirada, analizandonos el uno al otro-
Mi casa...- Mi respuesta tan corta y sin ninguna rareza hace que un brillo de esperanza se acumule en los grandes orbes grises, que a los pocos segundos vuelven a estar vacíos, carentes de cualquier atisbo de felicidad-
No puede sacarme de aquí...- susurra contra mi pecho, al que se ha aferrado como si fuese su chaleco salvavidas en medio del océano- Ellos son mis dueños... Y no hay nada que pueda hacer...- Para de hablar y su pequeño ser busca refugio en el mío-
Te voy a sacar de aquí, te lo prometo- Le susurro al oído, dándome la vuelta con su cuerpo entre mis brazos, observando cada paso de los guardias que se aseguran de que estos pobres objetos no escapen de este asqueroso lugar- Tranquilo, esto no es nada...-
¿Se puede saber a donde se supone que se lo lleva? - Aunque estoy rodeado de personas que sólo buscan placer vano y carnal, esa persona que está erguida delante de mi parece muy culta, hasta me atrevería a decir más que yo mismo- ¿No pensará llevarse a Ryota* a algún sitio?-
Cansado de estupideces muevo una de mis manos a mi chaqueta, saco la placa policial que me distingue, mostrándosela, se mueve del camino, dejándome pasar sin necesidad de hacer otra pregunta. Me remuevo la prenda que roza mis brazos al quitarmela de encima, cubriendo con ella a ese niño que intenta no alejarse mucho de mi, manteniendo siempre un contacto prudente. Cubro el menudo cuerpo que se encuentra sólo cubierto por un boxer diminuto, simplemente por atraer la atención de nuevos clientes a ese sórdido lugar.
Voy a hacer todo lo que este a mi alcance para no ser una carga para usted...- Su voz se escucha como un quejido lastimoso, pero aún así quiere que sepa que está dispuesto a lo que sea- Te amaré y daré lo único que tengo, mi...- Pose mis dedos sobre esos labios rosas-
Tú no me debes nada... Todo lo que quiero de ti es tu amor, el brillo de tus ojos...- Observar lagrimas cristalinas bajar por las mejillas tan blancas como la nieve más pura que pudieras ver- Y que estés junto a mi el resto de mi vida-
Para siempre...- Un beso- Junto a ti...- Otro beso- Tú que me amas...- Otro beso aún más profundo- Que me quieres y no me conoces... Mi pureza, lo único que tengo en este mundo...- Suspiro abrazandosé a mi cuerpo- Es completamente tuya-
Puedo morir de felicidad en este momento, saberme dueño de algo que ansío más que cualquier conmemoración que pudiesen otorgarme es un sentimiento un poco difícil de expresar.
Ya en casa, libre de toda mirada curiosa, mostró todo su cuerpo que para mi vista ya era conocido por la escasez de ropa que en un principio traía, era pequeño como el de un preadolescente o aún más pequeño. Entonces la duda se extendió por mi cerebro, ¿Como había llegado tan frágil e indefenso niño a un lugar tan impropio para un ser humano que tenga respeto por su propia vida.
¿Que hacías en ese tugurio? Sabemos que tienen "Bailarinas y Bailarines" contra su voluntad, el único problema es que no tenemos pruebas suficientes y ese es el porque de mi infiltración- Había detenido cualquier movimiento que tenía planeado, su semblante cambió a uno triste-
Ya comprendo, t-tu sólo me has sacado de ahí para que testifique en un juicio- Sus blanquecinas piernas temblaron, dejando caer el resto de su cuerpo sobre el suelo alfombrado de mi habitación. Su rostro aún incapaz de mostrar emociones era surcado por lágrimas traicioneras- Creí que por una vez sería importante en la vida de alguien. Lamento haber pensado algo tan estúpido-
Ver esas lágrimas me hicieron sentir el ser más pusilánime y repugnante de este planeta. Era mi culpa.
Escucha Ryota, eres para mi mas que un simple testigo- le asegure, robandolé un casto beso- Entre allí pensando en cumplir con mi trabajo, pero al verte ahí de pie sólo pensé en abandonar todo y llevarte lejos conmigo-
Mi nombre es Nate River- Brazos y piernas a mi alrededor, apegado a mi como un Koala- Tengo 11 años y estaré a tu lado pase lo que pase-
Yo soy Mihael Keehl. Y te protegeré y amaré sobre todas las cosas-