PROV. SEHUN
Para mi sorpresa cuando salía de clases Luhan se encontraba ahora esperándome fuera de la universidad, al igual que conmigo, todo aquel que entraba y salía se le quedaba viendo, era claro que no se podía negar –y yo tampoco podía negar- lo tan caliente y atractivo que se veía.
“¿Ese no es tu ciervo?” pregunto Jongin “Déjame decirte que esos pantalones ajustados provocan… Bueno Sehun no te olvides de hacer las tareas” termino diciendo cuando Luhan llego a donde estábamos.
“¿Qué haces aquí?” pregunte mientras veía como Jongin se alejaba sonriéndome y con los pulgares hacia arriba.
“¿Recuerdas que te dije que si me llegaba a quedar alguna marca en el brazo por tu culpa no me quedaría de brazos cruzados?” pregunto mientras me mostraba una tenue mancha morada un poco más arriba de su codo.
“Yo no veo nada Luhan” dije haciéndome el loco y recibiendo un golpe en el hombro.
“No me importa si ves o no nada, pero serás mi esclavo por esta semana” dijo mientras me llevaba a su carro.
“¿Ser tu esclavo?” reí mientras me sentaba en el asiento de copiloto.
Me hubiera gustado decir que eso solo se quedo en palabras, pero en lo que corrió de la semana realmente me había convertido en el esclavo de Luhan, claro que no era mucho lo que tenía que hacer pero lo poco en lo que me veía obligado a cumplir me estaba agobiando.
Aunque está el hecho que al estar tan cerca a Luhan por largos lapsos de tiempos me había ayudado a conocerlo un poco, realmente su personalidad no resulto siendo la de un mocoso de 16 años -aunque hubieron días en los que realmente parecía alguien de 16- me fije que podría llegar a ser bastante maduro.
“Así que lo volviste tu esclavo, eso me gusta Lulú”
“Bueno, pues tenía que pagármela de alguna forma Baekhyun” dijo Luhan mientras me miraba “A demás ya no tengo que soportar el que mi mamá me ande preguntando cuando estaré viendo a Sehun”
“No hablen de mi como si yo no estuviera aquí” comente ya irritado
“¿Quién te dijo que podrías hablar?” pregunto Luhan “¿Te dije acaso que podías hablar?”
“Eres realmente un… mejor me voy igual y ya se acabo la semana, dejo de ser tu “esclavo””
“No, no aun queda el sábado y domingo” dijo riéndose “Baek, hagamos planes tu, Soo y yo”
“¿planes como de ir a disfrutar de un centro comercial y comprar mucho?” grito emocionado.
“Los mismos de siempre y claro no tendremos que cargar con todo lo que llevemos porque Sehun lo llevara ¿cierto?”
Controlarme, si eso hice, controlarme y dejar que Luhan siguiera con todo lo inmaduro que se le pudiera ocurrir.
“Si, claro” conteste.
El sábado realmente se convirtió en un infierno para mí, fueron alrededor de 6 horas las que tuve que pasar caminando por cuanta tienda a ellos les diera por entrar y si fuera poco tenía que soportar con bolsas y bolsas llenas de cosas que no sabía que existían.
Agradecía que en cierto momento Jongin apareciera y me ayudara por media hora porque creía era mejor comer y dormir que estar de compras –dejándome con mas carga de la que ya tenía-.
Sabia en el fondo que Baekhyun disfrutaba de verme así, se le notaba al darme esa sonrisa malévola y llenarme una y otra vez de mas bolsas de compras, pequeñas, grandes, medianas, incluso cajas, pero todo lo que él pudiera entregarme y hacerme cargar lo hacía dándome esa malvada mirada y sonrisa, no entendía como alguien como Kyungsoo podía convivir tan sanamente con esos dos pares de diablos, porque si, Luhan aunque no lo aparentaba era todo un diablito disfrazado en un nene de cara linda y sonrisa hermosa.
“Mañana te espero en mi casa a las ocho de la mañana” dijo Luhan mientras guardaba todo en el maletero del carro.
“Es domingo, estás loco si crees que madrugare”
“No importa, pero mañana te quiero en mi casa a las ocho en punto y ni se te ocurra llegar tarde porque te conviene”
“¿me conviene? Me conviene es llegar a mi casa y tomar una ducha caliente y dormir hasta el lunes” conteste.
“Si lo que digas” dijo entrando al carro “si no llegas voy a tu casa y te hago salir así estés en pijama… ahora shu, vete, y toma ese baño caliente del que hablaste”
Realmente Luhan, ese mocoso, me sacaba de quicio algún día. Gruñendo cerré la puerta y vi como otra vez del vidrio Luhan me sacaba la lengua y se reí junto a sus amigos.
Ya en mi casa pude descansar como debía, mis papas no se encontraban y los dos estaban realmente felices de que yo compartiera mis tiempos libres con Luhan –aunque estos no supieran la verdadera razón de porque lo hacía-. Con un refrescante baño me deje llevar por mis pensamientos y hay vino lo que me había dicho Luhan antes de irse, había dicho que me convenía ir a su casa, pero siendo sinceros ¿Cómo me podría ver yo beneficiado con algo un domingo a las ocho de la mañana? Amaba los domingos, los domingos eran preciados por mi amado sueño y Luhan simplemente me quería hacer madrugar.
El domingo me arrepentía completamente de haberle hecho caso a Luhan y encontrarme esa mañana medio dormido justo en la entrada de su casa –pero esta que prefería eso una y mil veces al que llegara a mi casa y me quisiera sacar en pijama de ella-.
“¡Llegaste!” chillo emocionado “¡Sehun llego, ya me voy!” grito dirigiéndose a alguien dentro de la casa “vamos entra al carro que yo conduzco”
“Seria el colmo que me hicieras conducir cuando estoy a punto de quedarme dormido”
“Si, si lo que digas mas bien y abróchate el cinturón y si quieres puedes hasta dormir” dijo mientras comenzaba a conducir “el camino es medianamente largo”
“¿Me estas secuestrando?” bromee recibiendo un puño en el brazo “Hey si me sale morado serás mi esclavo”
“Cállate Sehun”
El camino era largo y como había dicho Luhan había decidido dormir un buen rato, incomodo, pero había logrado dormir un poco más.
“Sehun despierta, Sehun estas baboseando mi auto”
“Yo no babosea” conteste despertando
“Oh, sí que lo haces eh incluso roncas más que un borracho” dijo riendo
“Si ronco es porque dormir en tu auto es extremadamente incomodo” me queje “creo que terminare con tortícolis”
“Bah, no seas llorón, después de hoy me lo agradecerás” contesto bajando del auto.
Cuando baje, me sorprendí al encontrarme con una gran casa y solo esa casa, no había nada más alrededor, solo carretera, y más carretera.
“¿A dónde me has traído Luhan?” pregunte dudoso.
“A la casa de un traficante de órganos, supongo que tendrás un gran valor” dijo serio, mucho más serio de lo que había sido a lo largo de la semana –incluyendo las cenas que teníamos con sus padres-.
“¡¿A la casa de qué?! ¿Estás loco Luhan?” comencé a retroceder.
“No soportas ni una” dijo riendo “es broma Sehun, una broma ¿okey?”
“Si es broma entonces dime donde estamos”
“Estamos en un club” contesto sonriéndome y haciéndome entrar “especializado en la relajación, ya sabes, spa, meditación y así”
“¿spa? ¿Me trajiste aquí para ver cómo te relajas?” pregunte poniéndome bravo
“No, al contrario, yo veré como tú te relajas”
Paren el tren. Mire dudoso a Luhan mientras él me seguía sonriendo, me había tenido esclavizado toda la semana y casi matado ayer ¿para luego traerme a un lugar como este? Realmente no llegaba a entender a Luhan.
“Hey no me mires así” dijo haciendo un puchero “No soy tan malo como lo fui en toda la semana y se que debes estar lleno de estrés y cansancio y por eso he decidió darte el domingo para que te relajes”
Bien, si había cosas que me dejaban sorprendido y desconcertado, el Luhan que tenia justo al frente era una de esa, encontrándose en primer lugar. No creí que él pudiera llegar y después de comportarse como el diablo en persona conmigo durante la semana hoy se convirtiera simplemente en una especie de ángel que solo quería verme relajado.
“¿Desde cuándo planeaste eso? Porque lo planeaste ¿no?”
“Pues planeado no lo tenía, solo estaba la idea” contesto “La verdad es que me lo pensé mucho pero ayer con todas esas comprar, decidí que no estaría mal darte un respiro”
Antes de que Sehun pudiera responder algo o si quiera reaccionar, me encontraba siendo jalado por un grupo de señoras que me decían que básicamente la rutina que tendría a lo largo del día mientras que a lo lejos escuchaba un “¡Disfruta Sehun!” de parte de Luhan.
Arrancándole una sonrisa sin el quererlo.