PROV. LUHAN
Una semana, había pasado una semana desde el momento en que me dieron de alta del hospital.
Todo había resultado bastante agradable –si quitamos el hecho de que mi “mamá” básicamente no dejaba que hiciera nada por mi cuenta- conocer a Baekhyun, mi mejor amigo, fue mi boleto de salida de la casa.
A pesar de tener aun la férula de yeso en mi brazo y el cuello ortopédico eso no impidió que riera con cada ocurrencia que salía de la boca de Baekhyun, aparte de él, también conocí a Kyungsoo que resulto ser el más calmado de los tres pero aun así seguía siendo bastante divertido salir con él.
Para la segundo semana de estar en casa, el yeso que días antes era blanco ahora se encontraba lleno de dibujos y palabras de Baekhyun y Kyungsoo, y uno que otro mío. Mi “mamá” se había alterado bastante cuando supo que mi papá me concedió el permiso para salir todo un día y recorrer la ciudad que meses antes conocía a la perfección, según ella, el que yo hubiera salido en mi condición –que ahora era mucho mejor- en compañía de dos “mocosos” había sido un gran riesgo para mi salud a lo que mi papá le respondió que debía dejarme ser un poco más libre ya que debía que empezar una vida de nuevo.
“Vamos Luhan, llegaremos tarde y no quiero a la señora Xiao revoloteando de un lado a otro como una pelota de ping pong” comento Baekhyun desde la puerta de mi cuarto.
Hoy tenia control médico, aunque era más control para saber en cuanto tiempo me quitarían el yeso y el cuello ortopédico, había decidido que quería la compañía de mis amigos –ya que mi papá se encontraba en el trabajo- que la de mi mamá.
“¿podrías esperar un poco? ¿O quieres que llame a Soo y le diga que no me estas ayudando con los cordones de los zapatos?”
“Eres severa nena, esos zapatos ni tienen cordones”
“Nena tu, que te frustras cada que no puedes comprar un delineador de ojos”
“No te metas con mis delineadores, además solo fue una vez y fue cuando la tienda estaba cerrada”
Aunque Baekhyun no lo pareciera –muy pocas veces- era una diva completa, en ocasiones me preguntaba si tal vez el había nacido en el cuerpo equivocado, si en realidad el debería ser una mujer y no un hombre, pero entonces aparecía el Baekhyun con sus sabios consejos sobre cómo debería continuar mi vida y comprendía que eso solo era un desliz de el – un desliz que lo hacía único y me agradaba-.
Esa misma tarde, después de la revisión médica pude deshacerme del cuello ortopédico teniendo un poco mas de movimiento, aunque claro está que no podía hacer aun movimientos muy bruscos o me vería sometido a cargar otra vez con eso en mi cuello, ahora mismo me encontraba en uno de los tantos centros comerciales que tenia la ciudad -era el tercero que visitaba- aunque yo quería dejar de visitar centros comerciales pero según mis amigos era el lugar más seguro donde no tendría que hacer mucho esfuerzo, puesto que al verme muchos de los trabajadores me ofrecían la silla de ruedas para estar mas cómodo cosa que Baekhyun “aceptaba” por mí para luego jugar en el aparcamiento.
Era divertido no lo negaba, sentir el aire golpear mi cara mientras Baekhyun o Kyungsoo se impulsaban agarrados del respaldar de la silla y salíamos los dos en plena carrera por todo el aparcamiento tratando de no chocar con algún carro o poste y que yo no terminara mas herido de lo que estaba.
Esa tarde no permití que nos diera la silla, hoy quería caminar y recorrer en verdad todo el centro comercial, observando cada tienda de ropa, accesorios, electrodomésticos y gastarnos las monedas en maquinas dispensadoras de dulces.
“Soo Soo mira un peluche de Pororó”
“¿Pororó? ¿Qué es eso?” Pregunte dudoso.
“Pororó es el dibujo animado favorito de Soo, ¿además dime si no se parecen?” Pregunto al tiempo que señalaba el muñeco al otro lado de la vitrina.
Una pequeña risa salió de mis labios, la verdad y es que si tenían parecido mas en sus ojos, todos grandes y sorprendidos, Kyungsoo al oír mi risa me miro mal tanto a Baek como a mi mientras trataba de alejarnos de la tienda, pero en un movimiento rápido me separe.
“¿A dónde vas Luhan? “
“A comprar a Pororó”
“¡Sii! Ese es mi Luhan” Exclamo Baek mientras se separaba de Soo y me acompañaba en la tienda.
De lejos pude ver como a Kyungsoo se le coloreaba la cara de un suave rojo y tratando de mirar a otro lado, reí por su actitud, ¿Qué malo podría ser que le comprara un peluche? Ni que le estuviera regalando, no sé, una joya con un diamante de 10kitales o yo que sé.
Una sonora carcajada me salió cuando vi como Baek peleaba con una niña por el pequeño peluche.
“Niña yo lo vi primero, es mío”
“¿No eres muy viejo como para querer a Pororó?”
“Es para un amigo… momento ¿te parece que soy viejo?”
“Si eres viejo y arrugado” Contesto la niña sacándole la lengua.
“¡Luhan! Esa niña dijo que estoy viejo y arrugado” Dijo haciendo pucheros demasiados tiernos incluso para la niña que lo agarro de la pierna y comenzó a hablar más tiernamente.
“No eres feíto, oppa es muy bonito, oppa no está viejito ni arrugadito”
“¿Si oppa no es viejito dejaras que conserve a Pororó?”
“¡Si si! Pero si oppa deja de estar triste”
Después de esa pequeña escena yo seguía riéndome hasta que el estomago me dolió, la mamá de la pequeña niña se había disculpado cosa que nosotros le dijimos que no era necesario pues nos había agradado la forma en cómo había hecho una cantidad de pucheros para que Baek estuviera feliz y en recompensa de eso le habíamos regalado los muchos stickers de pororó y sus amigos que venía con el peluche.
Por otro lado Kyungsoo no pudo ocultar su emoción cuando le entregue el peluche, esos grandes ojos le brillaban de emoción con solo acariciar la cabeza del peluche, era agradable ver a mi amigo así.
Esta noche me quedaría en casa de Kyungsoo, junto con Baek, junto a otro amigo que querían presentarme –nuevamente-. Mientras caminábamos saltando de una acera a otra fijándonos que no viniera ningún carro, el parque por el que pasábamos me llamo la atención, era como si yo ya hubiese estado en ese lugar, como si tuviera recuerdos en ese lugar.
Camine hasta llegar a una pequeña, muy pequeña, fuente donde algunos pajaritos tomaban agua o se bañaban, me sentía cómodo en el lugar, sentía todo muy familiar -sabia que en algún momento de mi vida me podría pasar esto, tener familiaridad con algunos sitios o personas según lo que habían dicho los doctores, pero jamás creí que pasara tan rápido- sentí de igual forma pequeñas picadas en la cabeza obligándome a cerrar los ojos para que no fueran tan fuertes.
“Bonito ¿no te parece?” La voz que me hablaba era suave, era agradable y… familiar.
“Si lo es” Conteste aun con los ojos cerrados.
Sentí como la persona que se encontraba a mi lado soltaba un profundo suspiro “A veces vengo aquí a pensar o a relajarme”
“Bueno supongo que en compañía de los pequeños pajaritos catando te relajaras mucho, ellos son muy buena compañía”
Al abrir los ojos mirando a una mariposa que se posaba sobre lo alto de la fuente, era pequeña y amarilla, demasiado bonita para ser de verdad. Al lado mío aun se encontraba el chico que me había hablado, tenia también los ojos cerrados con la cabeza inclinada hacia atrás.
Mirándolo fijamente, quede con la boca abierta, nunca había visto algo tan fascinante como lo era el chico, abrió lentamente los ojos y me sonrió, una sonrisa que no le llego a los ojos cosa que me dolió. Tenía la cara muy serie pero con facciones muy finas que lo hacían ver completamente hermoso, sabía que lo había visto en algún lugar, incluso el verlo la sensación de familiaridad aumento aun más.
El dolor de cabeza aumento con solo quedarme viéndolo, las manos que trataba de ocultar en los bolsillos de su chaqueta temblaban al igual que su labio inferior, era como si estuviera nervioso cosa que realmente no entendí, si éramos desconocidos pero ni que yo le fuera a hacer nada, además ¿Cómo alguien con un brazo enyesado puede hacer daño?
Vi que iba a hablar hasta que escuche como a lo lejos me llamaban, voltee para indicarles donde me encontraba y cuando volví a mirar donde estaba el chico esta ya se había ido, mire a todos lados tratando de ver si lo veía, pero así como había aparecido se había ido.
“Aquí estas Luhan, nos tenias preocupados” Hablo Kyungsoo palpado todo mi cuerpo mirando que estuviera bien.
“¿Qué haces aquí?” Pregunto esta vez Baekhyun.
“¿Yo?... nada solo me distraje un poco recorriendo el parque”
“No lo vuelvas a hacer, en serio Luhan, si vuelves a desaparecer otra vez de esa forma te compro una correa para niños”
“No seas exagerado Soo”
“No es ser exagerado es solo que nos tenias muy preocupados en especial a Soo, sabes cómo es su protección maternal con nosotros”
Reí por lo que había dicho Baek, para luego prometerles que no lo volvería a hacer, deje que Soo y Baek fueran adelante mío mientras dejaba una última mirada a la fuente viendo como la pequeña mariposa se iba alejando.
Quería en definitiva recordar mi vida.
Saber porque una simple fuente en medio de un parque me traía tanto sentimiento de familiaridad.
Quería recuperar mis recuerdos.