-Que sola se siente la casa sin mi ototo…- dijo el ojiazul menor recién levantado de la cama mientras caminaba por los silenciosos pasillos de la casa hasta que escucho que tocaban con fuerza la puerta.
-¡Naruto! ¡Abremeeee!-
-¡¿Hermano?!- corriendo así la puerta alegremente, para abrirla.
-Hola…- entrando bastante cansado.
-¿Qué pasa? ¡Pensé que ya no volverías!- le dijo con mucha felicidad.
-Solo… quiero dormir y descansar un rato…- recostándose en el sillón café de la casa.
-Si descansa- trayéndole una manta de su cuarto para luego taparlo con esta.
-Gracias…- quedándose dormido a la vez que roncaba.
-¡Vaya si que tenia sueño!- retirándose del lugar. –y a mi ya se me está haciendo tarde- corriendo asía su cuarto.
En la casa del abazache…
- Carajo… cada día estoy peor, comprometido de alguien que ni siquiera quiero- pensó enfrente del espejo del baño mientras se lavaba los dientes, ya con el uniforme puesto listo para irse a la preparatoria y llegar temprano. – y el inútil de mi hermano no ha llegado, que va me tendré que ir en camión como la gente pobre.- saliendo del baño y poniéndose el maletín en el hombro para luego salir de la casa.
En el colegio…
-Creo que llegue muy temprano- entrando a la institución, dándose cuenta que todavía estaban los alumnos de la mañana.
-¡Sasuke!- grito Sai tocándole el hombro a este.
-¡Ah! Me asustas Imbécil- volteándolo a ver molesto.
-Uy perdón, no sabía que venias de malas, pero que va tu siempre vienes así, Jajaja-
-No es gracioso, a veces creo que mi vida va de mal en peor, ahora estoy comprometido con la loca de Karin.-
-Bueno pero tampoco no estás tan jodido por lo menos ya te quitaste al rubio de encima.-
-¿Eh? ¿De qué hablas?- confundido.
-¿No sabes? Así tú no estabas ese día-
-¡Habla carajo!- sacudiéndolo de los hombros.
-Ok, ok- haciéndose para atrás –el jueves que te fuiste, según me dijeron que el pelirrojo que va con nosotros en el grupo se le declaro a este… ¡y así!- juntando sus manos y sonriéndole.
-¡¿QUEEEE?!-
-Cálmate, deberías estar alegre-
-¡Agh! ¡Me lleva!- grito enojado dejando a su amigo solo.
-¿Eh? ¿Ahora a este que le pasa?- mirando confundido al ojinegro mientras se alejaba.
-No puede ser…- susurro enojado mientras caminaba por uno de los pasillos que estaba solo del lugar ya que todos los del turno matutino estaban saliendo de clases. – ¿Eh?- volteando a ver asía su derecha para darse cuenta de que el ojiverde que le había quitado a su amor le pasó por un lado, tarareando alegremente una canción. -¡Maldito Imbécil!- empujándolo por atrás.
-¿Oye que te pasa estúpido?- contesto el pelirrojo desconcertado dándose la vuelta.
-¡¿A quién cree que le dices estúpido?! Pedazo de…- tomándolo de los hombros y metiéndolo a un salón desocupado que estaba al lado de él.
-¡¿Qué te ocurre maldito loco?! Quítate de la puerta- acercándosele.
-¡Claro que no! ¡Esto no se queda así!- dándole un fuerte golpe en el estomago. –no te iras de aquí imbécil- respondió sumamente enojado.
-¡¿Qué mierda haces?!- arrodillado en el piso cubriéndose el estomago por el fuerte golpe.
-Tu te quedaras aquí por el resto del día para que aprendas a no meterte con lo que es mío estupidito- tomando las llaves de la mesa y dándole otro fuerte golpe en la cabeza dejándolo inconsciente -Adiós- sonriendo de lado mientras cerraba la puerta con la llave y guardándola en su pantalón.
En el salón del Uzumaki…
-¿Oigan… alguien ha visto a?- pregunto el rubio asomando su cabeza por la puerta del aula.
-No, creo que no ah llegado- contesto la pelirosa.
-Creo que tu noviecito te dejo solito zorrito, Jajaja- asiendo burla a las marcas que tenía en las mejillas.
-¿Eh?- volteando a verlo sorprendido. -¿Teme que haces aquí? Y es mas… ¡desde cuando me hablas también!-
-¿Qué? Ahora no te puedo hablar con cariño- sonriéndole con burla.
-Bueno es que eso es raro… ¡tu eres raro!-
-Jajajaja mira quien lo dice dobe.-
-¡¿Dobe?! ¡¿Dobe?! ¡Dobe te voy hacer cuando…!- grito enojado.
-Hazme- interrumpió el ojinegro mirándolo con perversión.
-…- mirándolo sorprendido un poco sonroja –mejor me voy…- retirándose de la entrada del salón y dirigiéndose al pasillo principal.
-¡Mierda! No puedo dejar que encuentre- pensó yendo tras el rubio.
-¡!- grito el ojiazul por los pasillos pero nadie le respondía.
-¿A quién buscas dobe?- pregunto el abazache.
-No creo que te importe-
-¡Claro que sí! Si no me importara no te estuviera preguntando.-
-Estoy buscando a alguien muy importante para mí, ¿contento?-
-No del todo, pero te ayudare a buscar para que veas que soy un buen compañero de clases-
-¿Eh? ¿Oí bien? ¿Sasuke Uchiha ayudando a alguien?- con voz de burla.
-Ja-ja-ja que gracioso eres Naruto, ¿ahora no puedo ayudarte?-
-Está bien pues, empecemos a buscar por los salones y talleres-
-Claro como no lo pensé- con sarcasmo- Jajaja-
-Muchas gracias teme. -_-'
-Creo que aquí no está- asomando su cabeza dentro del aula.
-Y aquí tampoco- contesto el rubio asomando su cabeza en la conserjería.
-Mmmm… que raro… creo que la escuela esta mas sola de lo normal…-
-¿Como?- pregunto confundido
-Con la boca, ¡JAJAJA!-
-Ahora tú eres el graciosito, deberías ser comediante- respondió algo molesto.
-Ya pues me calmo, bueno me refería a que ya es hora de entrar para el turno vespertino y el colegio esta… casi vacío-
-Tienes razón- mirando en dirección de la puerta de entrada de la institución- ¡mira ahí un papel pegado en la puerta!- señalando.
-Vamos a ver-
Los dos se dirigieron asía la entrada del lugar para observar el pequeño aviso que estaba en ella.
-Estimados alumnos y personal académico se les informa que el día de hoy se suspenderán las clases debido simulacro de huelga que se estaba llevando- leyó en voz baja el pelinegro para luego darse la vuelta.
-¿Y por qué nadie nos aviso?- dijo enfadado el ojiazul
-Creo que los profesores tenían mucha prisa por irse y se les olvido decirnos a nosotros, ya que por aquí no se ve nadie, solo nuestras dos pobres almas siguen aquí.-
-Wow, por eso odio las huelgas-
-Mejor vámonos-
-No, todavía no hemos buscado bien, el dijo que me esperaría y tengo que encontrarlo aunque recorra este enorme lugar y lo encuentre me iré- dijo decidido.
-Ok, ok te ayudare pues, ¡pero ya buscamos en casi todos los rincones de la prepa! No está.-
-No en todos…- tentándose la barbilla pensativo
-Mmmm vayamos al taller, puede que esté ahí-
-¡Si! Ahí no hemos buscado- sonriente.
-Quien lo diría esto ayudando al teme a buscar al imbécil que me lo quito, pero que mal, nunca lo encontrara…- pensó mientras sonreía con malicia.
-¡Vamos!- jalando del brazo al abazache y dirigiéndose al taller de música el cual estaba completamente vacío pero aun así entraron.
-¡Vez! No hay nadie- haciendo una ligera mueca.
-Bueno tal vez tuvo un inconveniente y no pudo venir…-
-Jajaja y tú le crees, tal vez se fue con otro y tú aquí como el dobe que eres buscándolo-
-¡Cállate teme! Tú que carajos sabes, el… ¡no sería capaz de hacerme algo así!-
-Oh claro- respondió con sarcasmo –eres tan ingenuo- con una leve sonrisa.
-Aunque te burles, el sería incapaz de serme infiel-
-Te creo dobe, no mas ten cuidado de no rayar el techo con tus grandes… ¡cuernos!- llevándose los dos dedos índices a la cabeza –Jajaja... y luego te agarraste a un jodido pobre, ¡Agh!- Exclamo el pelinegro al sentir como el rubio lo empujaba con coraje asía la pared.
-Deja de burlarte te lo advierto, maldito niño de papi – le respondió amenazante.
-¿O si no que?- agarrándolo del cuello de la camiseta escolar y volteándolo con rapidez contra la pared. –Par de nenazas que son ustedes dos- con tono burlón.
-¡Te dicen!- empujándolo con fuerza asía atrás.
-¡Auch!- mientras se sobaba la cabeza, ya tirado en el piso.
-Ahora…- dijo el ojiazul abriendo las piernas para sentarse encima del que estaba en el piso -¡¿Quién es la nenaza?!- dándole un golpe a puño cerrado que le volteo la cara.
-¡TU!- volteando a ver con rapidez bastante eufórico, a la vez que lograba tomar de los hombros al rubio para girar su cuerpo y ahora el que dar encima de este. –Creo que estamos mejor en esta pose ¿no crees?- limpiándose con la camisa blanca la fina línea de sangre que salía de su labio inferior.
-¡Vete a la mierda!- tratando de zafarse del cuerpo de este pero sus intentos eran en vano el abazache pudo más que el. -¡¿Qué demonios quieres?!-
-¡Te quiero a ti Naruto! desde el primer día que te vi quise hablarte pero no sé, no soy una persona que sabe expresar sus sentimientos como quisiera.
-¿Y por qué me lo dices hasta ahora? Se supone que ahora eres feliz con Karin, que son felices juntos y se van a casar-
-¿Eh? ¿Quién te dijo?-
-Sai ¿quien más?-
-Maldito imbécil chismoso…- susurro algo molesto -¡bueno pero eso no importa! yo nunca eh sido feliz ni lo seré ¿acaso me vez sonriendo? Casi nunca lo hago, yo también lloro y me deprimo, no solo porque siempre tenga una actitud seria o arrogante significa que esté bien… no se qué hacer con mi vida, en unos meses me caso con alguien… ¡que ni siquiera quiero! Y todo por los estúpidos consejos de Sai y la enorme presión que tengo en casa de que me case con… una muchacha de buena familia- en tono de burla – ni siquiera piensan en mi felicidad, en lo que yo pienso, en lo que siento, es como si no existiera para ellos, solo viajan y viajan, no se preocupan ni por mi ni por mi hermano… ¡solo les importa el puto dinero! Y aparentar algo que no son, ya que la empresa de la familia se está yendo a la gaver.-
-…- se quedo pensativo el ojiazul después de escuchar todo lo dicho –Perdón… nunca pensé… que estuvieras pasado por todo eso, debe ser muy feo que tus padres no te apoyen, ya me ha pasado…-
-Perdóname a mí, por mi comportamiento, ya sé que soy un idiota- quitándose de encima del rubio y extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse.
-Gracias…-parándose a la vez que lo veía algo sorprendido – ¿estas… bien?- pregunto al ver al abazache con la cabeza baja a punto de romper en llanto-
-No… yo… es…toy… ¡bien!- abalanzándosele sobre su compañero para abrazarlo con fuerza y empezando a llorar amargamente.
-Calma todo estará bien - sonriéndole comprensivamente - aquí estoy yo para lo que ocupes- dándole pequeñas palmadas en el hombro.
-¡La verdad!- separándose - ¡necesitaba desahogarme!- aun llorando pero ahora articulando un sonrisa. –Prometo nunca dejarte solo, si me lograras perdonar me sentiría mejor.-
-Está bien… amigo, a veces se comete errores pero nunca es tarde para rectificar-
-Gracias por escuchar, gracias por… todo- volviéndolo a abrazar.
-No hay de que- sonriéndole con calidez.
Mientras se estaban abrazando el estaba caminando por los pasillos con el brazo en el estomago por los fuertes golpes que sufrió anteriormente, deteniéndose en seco al ver tal escena.
-Naruto…-susurro este con un nudo en la garganta.
-Gaara… ¿Dónde estabas?- separándose del ojinegro.
-Eso no importa…- dejando caer una lagrima por su mejilla –ya veo que estas… ¡con él! ¡Lo siento por no ser lo que esperabas! Desde siempre supe que estabas interesado en él y es mejor que yo me vaya…- yéndose con rapidez del lugar.
-¡Espera no te vayas!- estirando el brazo.
-¡¡¡Sasukeeee!!!- se escucho la voz de Karin desde afuera del taller.
-…- el abazache solo miro asía la puerta sin expresión alguna en su rostro.
-¡Sasuke!, aquí estas, ¡te estaba buscando por todas partes! ¡Es hora de irnos!- entrando al salón y jalándolo del brazo sacándolo del lugar.
-…- el ojiazul solo se quedo en silencio por unos minutos con la mirada ida, salió del taller y se fue directo a su casa.
-Por fin…- abriendo la puerta de la casa y entrando en ella – ¿todavía sigue ahí?- se pregunto el mismo al ver a su ototo aun en el sillón dormido. –¿Que tenemos aquí?- viendo que en el refrigerador estaba pegada una pequeña nota –hijo, despiertas a tu hermano más tarde, ahí comida lista en la cocina, vuelvo hasta mañana, los quiero…- leyendo la nota en voz baja. –Lo último que tengo es hambre…- pensativo dirigiéndose a su recamara. –Ahora si me siento fatal… me quede solo por estúpido…- hundiendo su cabeza en la cama, quedándose dormido.
-¡Psssh…!- se escuchaba por afuera de la ventana. –¡¡¡Psssh…!!!- se escucho aun mas fuerte mientras golpeaban la ventana del cuarto del rubio.
-¿Eh…?- medio dormido dándose cuenta que estaba despertando con una gran erección entre sus pantalones -¿Quién es?- acercándose a la venta para encontrarse con la gran sorpresa por quien se encontraba arriba del árbol de duraznos que estaba pegado a la ventana.
-¿Sasuke? ¡¿Qué haces aquí?!- sorprendido.
-Dije que no te dejaría solo nunca dobe- sonriéndole - ahora déjame entrar que siento que en cualquier momento me caeré de este árbol-
-¡Carajo!- pensó dándole la espalda a la ventana- vaya momento para tener un sueño húmedo.
-Me vas a abrir o quieres que me quede aquí todo el rato-
-Es que me siento mal y…- abriendo la ventana incrédulo.
-Ya no debe ser tan grave- entrando por esta- yo te veo perfecto…- bajando la mirada a la entrepierna del ojiazul –Oh… ya veo que te ocurre- soltando una pequeña sonrisa maliciosa.
-¡Espera!- sonrojándose bastantemente estremecido -¡Nunca me había pasado esto! Déjame y voy al baño, no dura mucho…- sujetando la manija de la puerta.
-No iras a ningún lado- tomándolo del hombro –no hay necesidad de nada…-
-Vendré rápido solo déjame…- dijo con nerviosismo pero no a completó la frase cuando fue interrumpido por el gran beso que le proporciono el pelinegro.