Al día siguiente…
Son las 1:00 Pm Naruto aun seguía en su cama con la cabeza hundida, estaba muy triste y deprimido ya que el amor de su vida estaba con otra persona y lo peor es que solo jugaba con sus sentimientos…
-¿Por qué aria algo así?...- susurro entre sollozos para sí mismo. – ¿solo jugaba conmigo?...-
-Naruto… hermanito…- le dijo el rubio mayor a la vez que tocaba la puerta.
-¿Qué quieres Deidara? déjame solo…- intentando calmar su llanto.
-Eres mi hermano…- entrando a la habitación –y me importa mucho lo que te pase.- sonriéndole con calidez mientras se sentaba en la cama a un lado de el.
-No tengo nada… ¿ya te puedes ir?...-
-Pero...- mirándolo con angustia.
-¡QUE TE LARGES CARAJO!- levantando su cara de la almohada para luego dejarla caer otra vez.
-…- el mayor se quedo totalmente sorprendido, conociendo bien a su hermano nunca en la vida le había hablado de esa manera y mucho menos gritado.
-Interrumpo…- dijo Gaara desde la puerta entre abierta.
-No… puedes pasar…- mirando a su hermano aun acostado boca abajo –a estado así desde ayer en la noche…-
-Si, ya me imagino porque.- haciendo una ligera mueca.
-Bueno, los dejo solos para que platiquen…- saliendo de la habitación y cerrando la puerta.
-¿Qué te ocurre Naru?-
-No tengo nada…- con un tono de voz molesto.
-Aja claro…-entre cerrando los ojos- No puedes pasar de estar feliz a estar triste de un momento a otro solo por nada-
-¡Que no tengo nada! ¿Que no entienden tu y Deidara?, ¡no tengo nada!- queriendo llorar otra vez.
-¡Yo se que tienes algo! ¡Y es por el imbécil de Sasuke ¿verdad?!- exclamo enojado y con mucha impotencia.
-¡Si!- levantando su cabeza de la almohada -¡Si es por el!- grito enojado comenzando a llorar.
- ¡Te lo dije! ¡Ese estúpido solo estaba jugando contigo! ¡Y tu por baboso caes en su juego!-
-¡Gracias Gaara me haces sentir mucho mejor!- dijo con sarcasmo aun llorando.
-Perdón… no fue mi intención…- bajando la cabeza -¡pero me da coraje ver cómo te uso ese imbécil!... eres mi amigo…- mirándolo a los ojos –tu me ayudaste cuando tenía problemas, ahora yo quiero ayudarte a ti… porque yo te quiero mucho…- posando su mano sobre la del ojiazul.
-…- se quedo sorprendido sin decir palabra alguna al ver sus manos juntas.
-Yo te quiero… como amigo que soy…- sonriéndole –y no quiero que sufras por alguien que no te sabe valorar, tú significas mucho para mí y no me gusta verte triste ni llorando…- acercándosele y limpiando con su mano derecha las lágrimas de este que caían por sus mejilla.
-No sé qué decir…- contesto asombrado mirando al pelirrojo.
-No hace falta decir nada- regalándole una cálida sonrisa con los ojos cerrados.
-¡Gracias amigo!- abalanzándosele para abrazarlo –no sé qué haría sin ti, ¡te quiero mucho!- abrazándolo más fuerte.
-¡Yo… también!- casi no podía hablar el ojiverde por el fuerte apretón que le estaban dando.
-Ahora me siento mucho mejor- separándose de su amigo –gracias por escuchar.-
-No es nada jejeje- viendo su reloj de mano- ahora ya vámonos a la escuela que se nos hace tarde.-
-¡Es verdad! Déjame y me pongo el uniforme y nos vamos.- sonriéndole.
Llegaron a la preparatoria algo y todos los de su salón estaban a fuera de este había varios grupitos de alumnos haciendo algo, ya sea chismeando, copiando la tarea pero siempre hacían algo pero no todos, algunos compañeros les gustaba mejor estar solo.
-¡Hola Sakura!- dijo Naruto con su amigo pelirrojo acercándose su compañera de clases- ¿sabes porque todos están a fuera?-
-Pues nos dijeron que los 3 profesores que nos dan a las primeras horas no van a venir y…- mirando por atrás del rubio al abazache con su nueva novia – ¡tenemos 3 horas libre!- sonriéndole.
-¡Que bien! ¡Gracias!- contesto felizmente el ojiazul.
-De nada…- mirando lela, otra vez por atrás del rubio –que suerte tiene Karin…-
-¿Eh?- volteando a ver asía atrás, para darse cuenta que ahí estaba el ojinegro y que se estaba besando con la pelirroja. –Ja, ni que besara también.- haciendo una leve mueca.
-¡¿Que?!- exclamo la pelirosa mirándolo sorprendida.
-Em… ¡nada!- rascándose la oreja y sonriendo nerviosamente.
-Eh… ¡Ya nos tenemos que ir!- exclamo el pelirrojo, para después jalar rápidamente al rubio del brazo y llevárselo lejos de ahí.
En el patio trasero de la institución, que más bien parecía jardín con tantas flores, arboles y pasto…
-Jajaja, estuvo cerca, amigo…- dijo el ojiazul sonriéndole con las manos en los bolsillos por el pasto.
-Si, Jajaja- caminando a un lado de el.
-Jajaja y a todo esto ¿Por qué me trajiste aquí eh?- sonriéndole.
-No mas, desde hace mucho que no vengo para acá…- mirando para enfrente viendo todos los grandes árboles -¿no te parece maravilloso? Tanta naturaleza en un solo lugar…- suspirando feliz.
-Si… como para… ¡correr!- después de decir esto le quito la mochila a su amigo pelirrojo y salió corriendo.
-¡Oye!- grito -¡espera!- corriendo también tras el rubio.
-Jaja no me alcanzas…- corriendo en dirección del taller de música, el cual estaba totalmente vacío y entrando en el.
-¿Que decías?- entrando al salón corriendo también y atrapándolo con sus brazos.
-Que si me alcanzas, Jajaja- caminando asía la pared para luego hacerse bolita para que no le quitara la mochila.
-Jajaja ya sabía- soltándolo.
-Si me atrapaste, pero aun tengo tu mochila.- sacándole la lengua y sentándose en el piso.
-Bueno te la puedes quedar.- sentándose a un lado del rubio.
-¡Urra gane!- grito sonriéndole.
-Si, pues si… ¡es mía!- tomando con fuerza la mochila, logrando quitársela.
-¡Ey! Estaba distraído- dijo algo molesto el ojiazul, cruzándose de brazos.
-Yo también… estaba distraído por culpa de tus hermosos ojos azules, y aun así te la logre quitar- sonriéndole con los ojos cerrados.
-Gracias…- sonrojándose algo sorprendido.
-De nada, eres muy lindo- mirándolo a los ojos.
-No, tú sí que eres...- mirándolo igual, directamente a los ojos del pelirrojo –lindo…- perdiéndose en su mirada.
Lentamente la cara de los dos se iba acercando mas a la del otro, hasta que Sasuke interrumpe golpeando con el puño cerrado la puerta del salón, haciendo que los dos que estaban adentro voltearan inmediatamente asustados a verlo.
-Interrumpo a los dos tortolitos- sonriendo de lado.
-¿Qué quieres teme?- le contesto al abazache algo molesto.
-Ya puedes ir a la dirección a recoger tus libros, date prisa la encargada ya casi se va-
-Claro…- volteando a ver al ojiverde –vengo pronto, aquí espérame- levantándose del piso y saliendo del taller con rapidez.
-Muy bien…- dijo con burla, volteando a ver cuando el pelirrojo se estaba levantando -¡MIRA MALDITO IMBECIL ALEJATE DE NARUTO!- acercándosele rápidamente para luego sujetarlo del cuello -¡EL ES MIO! ¡MIOOOO!- apretándolo más.
-Su-el-ta-me…- tratando de quitar las manos que lo ahogaban.
-Sabes algo, podría matarte ahora mismo, pero no vales nada- dijo el ojinegro con arrogancia mientras soltaba al pelirrojo y lo dejaba caer al piso.
-¡Eres un estúpido! ¡El no es tuyo!- tosiendo y levantándose del frio piso.
-¡Claro que si él me pertenece!-
-¡No es tuyo maldito reprimido!- acercándosele amenazadoramente -¡tu lo perdiste el día que jugaste con él, con sus sentimiento!-
-Hahaha- echándose para atrás de la risa -¡es lo mas marica que escuchado! Las personas como el no son sentimentales en sus relaciones, solo les importa que les den por atrás-
-¡Mas imbécil no puedes ser!- acercándosele mas hasta quedar cara a cara con el abazache gritándole enojado –…me da asco la gente como tú, la gente de mente cerrada, prejuiciosa, estúpida e ignorante, el te quería mucho y aun lo sigue asiendo, ¡derramo varias lagrimas por ti al verte con otra persona! Y tú solo lo usaste, pero no importa…- calmándose un poco- me tiene a mí que le brindo mi gran amistad… y si él me lo permite algún día, ser algo más que amigos, así que mejor vete que tu noviecita que solo sirve para taparle el ojo al macho y deja a Naruto en paz– saliendo del taller.
-…- el ojinegro se quedo inmóvil en su lugar, con la mirada fija sin expresión alguna, tenia millones de pensamientos azotando en su cabeza, por lo que dijo el pelirrojo, se sentía como una basura en ese momento, sentía una gran tristeza e irá a la vez
Mientras tanto en la casa de los Uchihas se encontraba el abazache mayor en el cuarto de su hermano, acostado en la cama pero no estaba solo, sentado en la cama a un lado de el, platicando de su vida.
-…Por eso ya casi no voy para esos lugares.- dijo el ojiazul sonriendo.
-Oh, hahaha tienes razón, la comida ahí es un asco-
-Así es, jejeje-
-Mmmm… apenas son las 5…- mirando el reloj de la pared –todavía falta para que el dobe de mi ototo llegue… y podíamos aprovechar bien esas dos horas… hahaha- volteando a ver al rubio pervertidamente.
-No… creo que sea conveniente…- respondió sonriendo nervioso – aquí... en el cuarto de tu hermano… podría llegar… ¡y no sé!-
-Veeen, yo se que quiiiereees, además falta mucho para que llegue el cabezón ese- haciéndole cosquillas en la panza para que luego callera a un lado de el, en la cama.
-Vez, no que no venias- subiéndose arriba de él para quedar cara a cara.
-Aiñs es que soy muy cosquilludo, además tú tienes la culpa.- frunciendo el ceño.
-Si, yo siempre…- dijo con voz seductora el pelinegro mientras se acercaba al ojiazul para darle un beso, cuando es interrumpido por los fuertes toquidos de la puerta, era Sasuke quien venía casi llorando se le escuchaba muy triste.
-¡¿QUE QUIERES?!- grito el abazache mayor molesto.
-Ocupo… hablar… contigo Itachi- contesto casi queriendo llorar.
-No puedo estoy ocupado, además tu deberías estar en la prepa.-
-Deberías ir con el Itachi, se ve que te necesita- dijo el ojiazul
-No de seguro es uno de sus berrinches tontos y está llorando por una estupidez, como siempre-
-¡COMO QUIERAS!- grito enojado el menor soltando el llanto – ¡Nunca puedo hablar contigo porque prefieres los encuentros con tus ‘’amiguitos’’ que dedicarme tiempo!
-¡Cállate Sasuke! ¡No se dé que carajos me hablas!- exclamo el mayor sumamente enojado
-¿No te da vergüenza? Cada tres días traes a alguien diferente con quien fornicar a la casa, mientras nuestros padres están en la casa y tú me mandas a jugar.- reprimiendo el llanto aun enojado.
-Así que yo solo soy uno más de tus encuentros ¿no?-
-¡No! eso era antes de conocerte-
-¡Gracias por nada hermano! Mejor me iré de este jodido lugar…- alejándose de la puerta cerrada -por cierto uno de tus ‘’amigos’’ llamo por teléfono y dijo que te estará esperando donde siempre, que iba a llevar a su primo, ya te imaginaras para que-
-¡¿Que?!- mirándolo furioso el ojiazul -¡esto es el colmo!- levantándose de la cama y acomodándose la camiseta.
-No, espera no te vayas, déjame explicarte.-
-No tenemos nada que hablar, ya escuche todo.- saliendo del cuarto sin voltearlo a ver.
-Tu…- susurro a la vez que veía con coraje a su hermano menor -¡ERES UN MALDITO IMBECIL! –acercándosele al menor.
-¡Solo dije la verdad!- volteándolo a ver molesto con lagrimas en los ojos -¿o mentí cuando dije que eras un jodido golfo?- acercándosele hasta quedar cara a cara.
Ya estaba por salir de la casa el rubio, pero cuando abrió la puerta se encontró a fuera de esta, con un joven de pelo negro y piel pálida.
-Hola, ¿está Itachi? es urgente.- dijo Sai sonriente.
-¡¿Qué?! ¿No eres muy joven? Pero que idiota fue… él es capaz de meterse con menores.
-¿Eh?- confundido –yo solo viene para que me hiciera un favorcito, con eso de los chorizos-
-¡¡¡Agh!!! Maldito desgraciado…- abriendo los ojos con fuerza -¡todos son iguales!- saliendo más molesto por la puerta.
-¿Eh? ¿Qué carajos acaba de pasar?- entrando a la casa –el hermano de Naruto sí que es raro… yo solo quería hablar con Itachi para que me hiciera el favor de recomendarme en la fábrica de carnes de su tío…- caminando confundido hacia las escaleras del lugar.
-¡Y a ti ¿que carajos te importa lo que haga con mi vida?!- dijo el ojinegro mayor levantando los brazos.
-¿Qué diablos estará pasando haya arriba?- dijo Sai aun mas confundido, a la vez que subía las escaleras con rapidez.
-¡ME IMPORTA MUCHO! ¡QUIERO HABLAR CONTIGO, DESAOGARME CON ALGUIEN! ¡Y TU SIEMPRE ESTAS OCUPADO, AL IGUAL QUE NUESTROS PADRES!…- rompiendo en llanto otra pero aun enojado- Ahora perdí, lo perdí todo, ahora si ya no me queda nada…- bajando la cabeza. –perdí a alguien que si me quería de verdad…-
-Yo igual…-bajando la mirada -¡Y TODO POR TU CULPA!- volteándolo a ver con furia.
-¡YA TE DIJE! ¡Eres un maldito mentiroso, engañador! ¡Y no es la primera vez que decepcionas a alguien!- levantando la cabeza muy enojado.
- Vaya, los dos hermanos están peleando…- dijo el pelinegro a lo lejos arriba de las escaleras, observando cómo se gritaban y discutían -…y al parecer por la misma razón… el amor- sonriendo tranquilamente cerrando los ojos.