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A Veces Las Apariencias engañan. por Artista Desconocida

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Notas del capitulo:

¡Holaaaaaaaaaaaaaaaaa amigas y amigos lectores! *u*/

 

Ya es Viernes/Sábado de actualización ^o^, que tengan bonito fin de semana. n.n

Muchas gracias a todos los que leen mi Fic y que también dejan sus hermosísimos Reviews. :') Sin ustedes no soy nada. c:

 

 

Sin más interrupciones aquí está el capítulo No. 9:

 

 

Llego el día esperado por los dos abazaches, ya era domingo y se veía al menor arreglándose en su cuarto, acomodándose la corbata negra que combinaba perfectamente con su traje formalmente casual para una comida con los suegros.

 

 

-Mierda…- susurro a la vez que le asía un nudo a la corbata –todo lo que se tiene que hacer para mantener contenta a la familia- soltando la corbata y viéndose al espejo.

-¡Sasuke!- grito la progenitora de este desde debajo de las escaleras- ya llegaron los padres de Karin, busca a tu hermano y bajen a la sala-

-¡Voy, mama!- saliendo de su habitación y dirigiéndose al cuarto de su ototo –ya es hora de que bajemos-

-Querrás decir que tú debes bajar no yo- poniéndose un elegante saco café oscuro –además tengo un asunto más importante que ir a solo aparentar que somos la familia perfecta solo para quedar bien con los demás- saliendo por la ventana- así que dile a nuestros padres que no podre acompañarlos-

-¡Itachi no puedes irte!- acercándose a la ventana con furia mientras veía al mayor alejarse.

-¡Claro que puedo hermanitooo!-

-¡Agh! Imbécil…- retirándose de la ventana y saliendo del cuarto.

 

 

Después el menor estaba bajando las escaleras y observo que los padres de Karin y sus padres estaban ya sentados en la mesa listos para comer.

 

 

-¡Hijo!- exclamo el pelinegro –ven y siéntate a comer, que hoy es domingo de langosta- sonriéndole.

-Claro madre- tomando asiento en la mesa a un lado de la pelirroja.

-Me parece muy bien que nuestro muchacho tenga una relación con su hija siempre se han llevado bien desde la primaria era lógico que terminarían así- dijo el Uchiha mayor.

-Si, yo también pienso lo mismo, bueno mientras mi hija sea feliz está bien lo que decida- contesto seriamente el pelirrojo.

-Y bueno no creen que deberían formalizar la relación, digo yo sé que es muy pronto pero llevan tiempo conociéndose, tal vez deberían comprometerse.- sonriéndoles la ojinegro.

-¡¿Que?!- replico el menor casi escupiendo lo que estaba comiendo.

-¡Si! Sería maravilloso, comprometernos- recargándose la pelirroja en la cabeza de este.

-Claro…-  contesto este tragando saliva.

 

 

En frente de la puerta del departamento se encontraba el abazache con una bandeja cubierta de aluminio en la mano.

 

 

 -Esto se está enfriando…-susurro viendo la bandeja mientras tocando la puerta

-¡Hola! ¿Cómo estás?- dijo pelinegro de lentes.

-Bien, ¡mira te trague un poco de guiso! Lo hice yo mismo- sonriéndole con malicia.

-¡Oh gracias! No te hubieras molestado- sonriéndole y recibiendo la bandeja –pasa, pasa-

-No hay de que, amigo- sonriéndole forzosamente.

-Mmmm… huele delicioso- acercándose el guiso un poco a la nariz -¡Deidara!- volteando asía el cuarto principal del cual salió este.

-Pensé que no ibas a venir- dijo el rubio con sorpresa.

-Yo siempre cumplo con mis compromisos-

-¡Eso es bueno!- extendiendo el brazo al ojiazul con el guiso -¿puedes poner la bandeja en la mesa? mientras me lavo las manos para servirles la cena, por favor.

-Claro- caminando hacia la cocina y destapando un poco la bandeja –que raro…- mirando que el platillo pareciera que le hubieran echado un polvo por los lados.

-Yo que tu no comería eso…- dijo el abazache atrás de este.

 -¿Qué le echaste?-

-Digamos que se me paso la sal- sonriéndole de lado

-¿Veneno?- oliendo la bandeja -¡¿quieres matarlo?!- mirándolo desconcertado.

-Hahaha claro que no- recargándose en la mesa –no soy tan tonto para eso, solo le puse un poco de laxante-

-¡¿Que?!- echando el platillo a la basura –si que eres un maldito dañista- molesto

 -¡Chicos! Ya vine- dijo Obito sonriente entrando a la cocina.

-Si no me dices no me doy cuenta…- susurro el pelinegro.

-Que bueno ya me está dando hambre –dirigiéndose a la mesa el ojiazul.

 

 

El Uchiha solo le dedico una mirada de profundo odio al anfitrión mientras se iba a sentar a la mesa.

 

 

-¿Así que pronto serás el sucesor de las grandes empresas de tu padre?- pregunto con interés el pelinegro de lente dirigiéndose al ojinegro.

-Algo así-

-¡Que bien! Aunque es una gran responsabilidad estar a cargo de una enorme empresa como es la distribuidora en la que ahora estas trabajando en un cargo menor- sonriéndole.

-Bueno tal vez no sea yo, si no mí hermano menor-

-Si, eso también es bueno, osea para que tanta carga para ti que ya trabajaste mucho y muy duro en ella.-

-Así es-

-Y pues te preguntaras por que entre a laborar con ustedes… - soltando el tenedor de su mano.

-No, no me pregunto ni madres…- pensó a la vez que decía ‘’si’’ con la cabeza.

-Bueno creo que solo será temporal hasta que termine la carrera de diseñador grafico renunciare, es que esa es mi verdadera pasión el diseño de web y todo eso, naci para eso-

-Oooooh que bien- dijo a la vez que pensaba -¿Diseñador grafico? mas marica no puede ser…

-¡Vengo! iré por tu guiso Itachi, aun me quede con hambre- levantándose de la silla.

-¡No!- interrumpió el rubio –mejor tráenos un poco del caldo de queso que hiciste de ayer, te quedo muy bueno y quiero que nuestro invitado lo pruebe- sonriéndole con nerviosismo.

-¡Si! ¡Que buena idea!- dirigiéndose a la cocina y dejándolos solos.

-Hahaha, ahí va tu títere personal- dijo el ojinegro con tono de burla.

-¿Envidia?- sonriéndole.

-Hahaha ¿de el? ¿De ese marica? ¡Claro que no! La verdad no se qué carajos haces con un baboso como el…-

-Por lo menos el no se echa a todo lo que se mueve-

-¡Pero así me amas!- respondió sonriéndole con soberbia.

-Shhhh… baja la voz- respondió enojado.

-Ya te explique, eso era antes- bajando su tono de voz –yo sé que me extrañas…- bajando su mano hasta la pierna del rubio para luego tocarla con delicadeza lentamente.

-¡Ya volví! Pero al parecer el queso esta caduco y tuve que tirar el caldo, lo siento -  

-No te preocupes de todos modos ya me iba– retirando su mano con rapidez -gracias por la comida estuvo muy buena, pero no más que…-

-Bueno- interrumpió el ojiazul – ¿si quieres te acompaño a la salida? –parándose de la mesa

-Que amable eres- sonriéndole -vamos- contesto el abazache dirigiéndose a la puerta.

-Que te vaya bien- abriéndole la puerta.

-Insisto deberías dejar a ese imbécil-

-¡Que no! con el encontré una tranquilidad que al estar contigo Itachi-

-Bueno está bien como quieras, como mi casa queda  al otro lado de la ciudad me quedare esta noche en el motel que está aquí a la vuelta, que tengas buenas noches…- saliendo del departamento.

 

 

 A los pocos pasos el ojinegro deja caer las llaves de su cuarto y sigue caminando como si nada.

 

 

-Oye…-dijo en voz baja mientras se acercaba a recoger las llaves del piso y miraba como el abazache ya estaba lejos de su alcance. –Mmmm…- se quedo pensativo para luego guardar las llaves en el bolsillo de su pantalón y regresar al departamento.

-Creo que tu amigo estaba un poco raro ¿le pasa algo?- sentándose en el sillón.

-No, no creo…- respondió el ojiazul bajando la cabeza.

-Mmmm… ¿y tú tienes algo? Te veo algo raro a ti también-  con preocupación.

-Está bien, si vamos a hacer una vida juntos, te diré lo que pasa…  fue mi ex y todo eso-

-¿En serio? Bueno pero eso ya es pasado, ahora soy tu presente y espero hacerte muy feliz- sonriéndole.

-Gracias siempre has sido muy bueno y hemos pasado bonitos momentos juntos, pero no se…

-¿No sabes que…?- angustiado.

-Que volvamos a romper, que se vuelva a repetir lo que hizo que termináramos hace tiempo…-

-Si… creo que todo es mi culpa ¿verdad?-

-¡No!-

-¿Y estás seguro que no mas es por eso? ¿Itachi no tiene que ver nada en esto? ¿El como era contigo?

-No… ¡bueno Si tiene algo que ver! en parte, no se nunca tuvimos una relación muy sentimental la mayor parte solo era por sexo, la mayoría del tiempo era un depravado pero debo admitir que eso era lo emocionante de estar con él, pero eso ya no importa ahora estoy contigo y eso es lo único que importa-

-Oh nunca me lo imagine así- pensativo – ¿pero qué tan depravado era? ¿Que te hacia?

-Muchas cosas- con la mirada perdida.

 

 

Y así el ojiazul duro media hora contando todos los momentos pervertidos que paso con el abazache.

 

 

 -…Pero como ya te dije solo me importas tu- levantándose del sillón -mejor vamos a dormir ¿si?-

- ¡Claro! yo también tengo algo de sueño- bostezando

-¿Quieres ver algo en la tele?- dijo el ojiazul acostado en la cama a un lado de su compañero, con el control de la televisión en la mano.

-Mejor apágala, hoy podemos hacer…. algo más que ver la televisión ¿no crees?- repagándosele al rubio.

-Bueno si tú quieres- apagándola y dejando el control en la mesita de noche. -¿Qué... haces?- pregunto sorprendido al ver que el pelinegro le estaba besando el cuello.

-Quiero ser igual de pervertido que tu-

-Está bien…-

-Mmmm…- tocándole el pecho -no, ¡no puedo!- alejándose de este.

-Tranquilo, está bien, no tienes por qué hacerlo-

-Perdón- respondió este apenado.

-No te preocupes, mejor vamos a dormir- dándole la espalda al pelinegro.

-Si, es lo mejor…- dándole igual la espalda.

-Buenas noches… Itachi - dijeron al unisonó y los dos abrieron los ojos con fuerza al mismo tiempo.

 

 

Ya era noche, el reloj dio las 10:00 P.M y el rubio no podía dormir así que se levanto dirigiéndose a la cocina por un vaso de agua, se paro enfrente del refrigerador, sacando la llave que tenía guardada en su bolsillo.

 

 

-No puedo hacerlo…- susurro viendo las llaves e inmediatamente salió del departamento y camino una cuadra hasta el motel donde se hospedaba Itachi.

 

 

 

-¿Hola?- dijo el ojiazul mientras abría la puerta del cuarto con la llave y entraba a este cerrando la puerta.

-¡Hola! Me alegra que vinieras....- con voz seductora –pasa, pasa a lo barrido- le respondió el abazache quien traía puesto solo un bata de color guinda muy elegante. -¿Quieres algo de tomar?-

-No vine a eso, solo quiero devolverte tus llaves que… accidentalmente… dejaste caer al piso.-

-Hahaha si claro,  los dos sabemos que no solo viniste por eso- sonriéndole con arrogancia –Mmmm… esta película es tan excitante- dirigiendo su mirada a la televisión.

-¿Eh?- volteo confundido para darse cuenta que lo que estaba saliendo en la pantalla era más ni menos que una película de porno gay en sus más interesantes momentos. – ¡Ha!- abriendo los ojos como platos para que de su nariz saliera un gran chorro de sangre.

-Toma- extendiendo su brazo con una copa de whisky en la mano –para que te relajes y hablemos con tranquilidad- sonriéndole con malicia. –te vez muy tenso-

-Bueno…- recibiendo la bebida –un poquito no me hará daño- dándole un sorbo.

-¡Así es! – Sirviéndose un poco de la bebida – es el mejor y más caro whisky ya que es importado –dándole un gran sorbo.

-Mmmm… tiene un sabor exquisito- bebiéndose todo la bebida de la copa.

-¿Quieres más?- acercándosele y sirviéndole más.

-Es lo mejor que eh probado- dijo el ojiazul sentándose en la cama.

-Hahaha yo no creo lo mismo…- mirándolo con perversión.

 

 

 

A la mañana siguiente…

 

 

-Hay…- dijo el rubio bostezando a la vez que abría los ojos despertando -¡¿Qué paso?!- grito sobre exaltado al ver que estaba totalmente desnudo en el cuarto de un motel barato, pero su sorpresa fue mayor al ver que en el cuarto en el que estaba, se encontraban tirados por todos lados varios juguetes sexuales así como consoladores de varios tipos, un látigo, su ropa, muchas botellas de lubricante y hasta un muñeco inflable estaba atrás de la cama.

-¿Cómo amaneciste?- contesto con cinismo Itachi estirando los brazos.

-¡¿QUE CARAJOS?!- lanzándose asía atrás aun mas sorprendido al ver que el pelinegro traía solo puesto un traje de cuero negro de esos que usan los sadomasoquistas para sus perversiones.

 

Notas finales:

¡Gracias por pasar a leer! ¡Vuelve pronto! ñ.ñ


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