-Muy bien chicos saquen su libro de matemáticas en la página...
Todos sacaban sus libros de inmediato mientras el abazache Uchiha no le quitaba la vista al rubio, se mantenía recargando su hermosa cara de piel blanca con delicados rasgos en su mano mientras suspiraba y pensaba.
-Nunca había visto tanta perfección desde que me mire en el espejo esta mañana... ese lindo cabello... esos ojos impresionantes azules...-
-Sasuke... ¿estas bien?- dijo su amigo mientras movía su mano extendida rápidamente frente a su cara ya que parecía que estaba en la luna además que tenía una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Que?- volteando a verlo- si estoy bien...- volteando asía el frente.
-Mmmm... Pues no te creo, ¿tu sonriendo? ¡Nunca loo haces! algo tienes y me lo tienes que decir ¡A-HO-RA!-
-Claro que no tengo nada Sai-volteando a ver otra vez- y ya deja de joderme ¿si?- girando su cabeza a la dirección del rubio.
-Mmmm está bien teme- dijo el ojinegro haciendo una mueca y volteando para otro lado, el ya sabía lo que le ocurría a su amigo solo quería confírmalo y le enojaba que este no le digiera nada.-
-Terminen estas cuentas y podrán salir-
Al decir esto el ojiazul se levanto de su silla y pregunto:
-Sensei-Mei, yo no tengo libro ¿me podría dar uno? por favor.- rascándose la oreja mientras sonreía.
-Lo siento Naru, hasta mañana llegan los nuevos libros pero puedes juntarte con...- apuntando en dirección del Uchiha.
-Que suerte tengo...-susurro el pelinegro sonriendo de lado.
-¡Yo le puedo prestar mi libro sensei!- exclamo Sai rápidamente levantándose de su asiento poniéndose enfrente del abazache.
-¡Mierda Sai! ¡Eres un estúpido!- grito levantándose bruscamente.
-¿Que ocurre Sasuke? ¿Acaso te gusta el rubio como para ponerte así?- respondió cínicamente.
Después de estas palabras el ojiazul sorprendido voltio a ver a este con un leve sonrojo sin decir nada. Cabe decir que el abazache también estaba sonrojado
-¡CLARO QUE NO! Osea ¿a mí? ¿Gustarme semejante cosa?-sonriendo levemente con aires de grandeza- ¡YO SOY TODO UN HOMBRE SAI, SOY TODO UN UCHIHA!- grito con mucha arrogancia.
Todos lo veían con sorpresa, miedo, admiración por parte de las chicas y con respeto por parte de los chicos que querían ser como él, todo un macho alfa que se asía respetar, serio y sin sentimientos.
-¡¿Cosa?! ¡¿Cosa?!-pensó el rubio enojado- quien se cree que este para hablarme así estará muy guapo y todo lo que quiera pero no tiene derecho a decirme así.-
-¡Oye tu dobe!- señalando al ojinegro- ¿Quien carajos eres para hablarme así? ¡No me importa que tengas intimidada a media escuela pero a mí me respetas! ¿Entendiste dobe?-
-¿Dobe yo? ¡Mira quien lo dice!- se acerco mas a él hasta quedar cara a cara.
-Chicos... ¡chicos!- separando con las manos a cada uno.- tranquilos, cada quien a sus lugares, Sai compartirás libro con Naruto- volteándolo a ver- muy bien pónganse a trabajar-
-Si, enseguida Mei-sensei- dirigiéndose al lado de su nuevo compañero pelinegro.
-¡Hola mucho gusto!- extendiendo su mano- creo que mi nombre ya te lo sabes, pero por si no te acuerdas me llamo Sai y me encanta dibujar- mostrándole su libreta en la cual tenía dibujado a dos hombres tipo junjou romántica en sus escenas más ''interesantes''.
-Oh- con un leve sonrojo en sus mejillas- dibujas muy bien, tienes talento aunque estuviera mejor si sombrearas estas partes- señalando el dibujo- y que no le dieras tanta censura a tu arte- devolviéndole una gran sonrisa.
-Me alegro que te guste- sorprendido- por fin alguien que aprecie mi arte, Jajaja-
Mientras tanto el abazache no les quitaba la vista de odio y rabia asía ellos dos y mas a Sai por que le arrebato la oportunidad de hablar con su precioso ángel y por culpa de él se peleó con este.
-Maldito seas Sai... pero... ¡que diablos hago pensando en un hombre y luego de esta forma!, ¿no será que te estás enamorando Sasuke?- pensó para sí mismo- ¡NO! ¡NO! ¡NO!- grito el pelinegro.
Todos lo voltearon a verlo algo sorprendidos.
-Sasuke ¿te pasa algo?- pregunto la pelirroja algo desconcertada
-No... Estoy bien...- agachando su cabeza pensativo
-Vaya ese tipo sí que es raro, pero debo admitir que es lindo, su cabello negro tan bien cuidado y sus ojos negros son tan profundos y hermosos, no se tiene algo que me llama la atención me pregunto cómo le estará yendo a Deidara en su nuevo empleo...-pensó el rubio mientras miraba fijamente a su nuevo compañero Sasuke.
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¡Rayos! ¡Rayos! ¡Rayos!... ¡me recargo en la pared!- grito exaltado bajando del autobús que lo había dejado una cuadra mas lejos del edificio donde iba a trabajar. -Si corro tal vez llegue a tiempo-
El ojiazul mayor apuro el paso hasta empezar a correr ya que el siempre ha sido muy puntual y nunca llegaba tarde a la escuela, citas u otros eventos importantes.
Después de tanto tiempo buscando trabajo en algo que le gustara y apasionara, encontró una vacante en una importante empresa que distribuía y creaba pinturas de artes y las vendía por todo el país a cada ciudad aunque su puesto era pequeño el se sentía satisfecho con el ya que por algo tenía que empezar.
-¡Llegue!- abriendo las puertas de la entrada principal con fuerza.
-Llego 5 minutos tarde Uzumaki...- dijo una voz seca
-¿Que está pasando contigo Deidara? tu nunca llegas tarde- pensó mientras la observaba nervioso.
-Bueno has llegado antes que tus compañeros- sonriéndole
El joven miro a su alrededor y estaba vacío, solo estaban ella y el.
-Jejeje por un momento pensé que me iba a reprender a algo peor y a todo esto ¿como sabe mi nombre?- pregunto extrañado
-Ah sí, no me eh presentado lo siento, soy Konan la gerente general de este lugar de explotación laboral que diga de este lugar de creación y repartición cultural Hahaha-
-Mucho gusto- extendiendo su mano- mi nombre es... bueno usted ya sabe cuál es-
-Si, yo lo sé todo aquí, TODO, pero háblame de tu ya que no veo la necesidad de tanta formalidad.-
-Claro como us... tú digas Srta. - asiendo reverencia.
-Hahaha calla, me haces sonrojar jejeje-
-¡Hola! ¡Hola!- interrumpió Itachi entrando escandalosamente a la escena dirigiéndose a la peliazul- ¿Que te carajos te paso en el cabello?- tentándolo levemente con la mano.
-Me exploto un pitufo querido Itachi-
-Se nota hahaha- dándose media vuelta- Y ¿no has visto a Pei...?- no termino de a completar la palabra cuando miro al joven nuevo que estaba parado a un lado del.
-Oye Konan,- volteándola a ver- preséntame a tu guapo amigo- mirándolo de pies a cabeza lentamente con cara de pervertido disimulado.
-¡¿Que?!- pensó sorprendido echándose para atrás con los ojos abiertos.
-Mira te explico, Deidara es el nuevo encargado de la bodega de cuadros, el trabajara aquí junto con nosotros, llévate bien con él y trata de no acosarlo mucho- después de esto camino para dirigirse a otro cuarto
-¡¿Acosarme?!- exclamo este con aun mas sorpresa- ¡Ey espera! Cuando dices eso del acoso a ¿que tipo de acoso te refieres?- tomando del brazo a la ojimiel con una sonrisa nerviosa.
-Hahaha lo sabrás más tarde pero una cosa yo te digo...- con la expresión facial completamente seria- NO ES LABORAL... ¡Hahaha!- soltó una fuerte carcajada mientras se dirigía a su oficina.
-Mierda... mierda... mierda...- pensó mientras volteaba lentamente el cuello para poder ver atrás con los ojos totalmente abiertos y blancos estaba totalmente sorprendido, ese era su primer día en ese lugar y le pasa esto.
Al terminar de girar un cuarto de su cuello se dio cuenta de que el pelinegro tenia posados sus profundos ojos negros en su trasero.
-¡EY!- grito el rubio sonrojado y disgustado a la vez volteándose completamente para quedar cara a cara con el- ¡¿Que demonios te pasa?! ¡Eres un depravado!
-Entonces si soy un depravado, tú eres el motivo de mi depravación- respondió cínicamente
-¡¿Que Queeeee?!- aun mas sorprendido- ¿Que carajos le pasa a este tipo? ¿Todos serán así en este lugar?- pensó
-Tienes un bonito cuerpo como para meterle todo mí... amor- sonriéndole pervertidamente
-¡Itachi!- interrumpió Pain, socio mayoritario y director general de la empresa -ve y entrégale estos reportes financieros a tu padre- extendiéndole los papeles al pelinegro.
-Gracias a Dios por fin llego alguien con cordura...- suspiro
-Enseguida voy- mirándolo extrañamente
-Y usted... ¿¿¿es...????- dijo el pelirrojo mirando al rubio
-¡Ah sí!- saliendo de su transe- ¡soy el nuevo encargado de la bodega!- con una gran sonrisa
-Oh sí, ya recuerdo... muy bien pues póngase a trabajar, la bodega queda a mano izquierda por allá, un lado de la enfermería- explicándole secamente.
-¡Si! como usted ordene-
-Y tu Itachi ¿todavía sigues ahí? ve y entrega lo que te pedí-
-Si ya voy...-
Deidara se dirigía así la derecha y el pelinegro a la izquierda sus miradas se cruzaron y el abazache soltó un pequeño susurro.
-Tú serás mío...- quitando la vista de este y sonriendo soberbiamente
-...- lo miro desconcertado
Pobre rubio al oír esto se dio cuenta que esto apenas era el comienzo.