Día 2
Un pájaro se ha posado en la ventana. He escuchado su trino. Me habla. Río de nuevo. Las formas de pájaros volando se graban con fuego en el techo y luego desaparecen.
- ¿Estoy muerto?
La muerte es una opción para mí. Quizás mi destrozada imaginación haya creado esto. Es mejor que la nada. ¿Es posible morir cuando ya estás muerto? ¿O aquella muerte es igual de tortuosa? Pensamientos como éstos me acechaban. Pensar en Crosse me reconfortaba. Crosse.
Horas después
He encontrado mi casa. En mi cuarto yacía una cámara vieja. La he prendido mientras pasaba las fotos. Era demasiado.
"- Te amo, Haruka
- Y-yo tambien - me sonrojo al decir aquello, cuando siento unos labios tiernos sobre los míos"
Los recuerdos empiezan a bombardear mi mente.
"- Sólo fue una aventura de una noche... - lágrimas caían del rostro del pelirrojo que fue mi novio alguna vez - Perdóname
- El perdón existe - me giro y me alejo lentamente - La oportunidad de restaurar lo que has roto, ya no más"
Lanzo la cámara al otro lado de la habitación, mientras veo cómo se rompe la pantalla. Me pongo las manos a cada lado de la cabeza, y grito. Grito de todo. Canto, busco canciones en mi interior y las saco. Libero lágrimas mientras sigo gritando. Río. Mi mente reproduce sonidos, mi boca los imita. Locura, diría la gente. Libertad definitiva, digo yo.
Restaurante
Recuerdo mi ruptura con aquel pelirrojo. Éramos una pareja feliz, sin problemas. Te has llenado de agua salada, al igual que mi mente se llena de una negrura indescriptible. He comido, mas el silencio sigue ahí, me persigue, me envuelve en sus brazos y me taladra el cerebro. Mi mente empieza a escuchar pasos de alguien que no está ahí, risas de fantasmas y conversaciones de las paredes. Crosse. Si mi mente piensa aquello...¿habré inventado a Crosse? Habrá sido el pájaro en mi ventana, o quizás unas hojas, quizás lo que yo llamo Crosse sea solo un objeto, un pensamiento. No quiero creer aquello.
Más tarde
Soy demasiado miserable. Amar a algo que no existe es horrible. Mas tirarse de un edificio sería olvidar que existe. Escucho un teléfono, y tardo algo en darme cuenta que es real.
- Crosse
- Haruka
- Te amo
- Y yo a ti...aún dudas que existo.
- No existes. Yo quiero que existas.
- Soy yo. Existo por tu deseo. Te extraño. Que pena que no me recuerdes.
Crosse lo sabe. Yo no. Si no lo recuerdo ¿Nos conocíamos antes de esto? ¿O mi mente quiere que crea eso?
- Pájaro, eres un pájaro que canta.
- Si tu lo dices, eso soy.
Él sonríe, lo sé.
Tiempo.
He colgado. Sigo sin saber nada. Hablar tanto con alguien, para luego no saber respuestas a tus preguntas. He cogido un periódico, pero los ojos me arden como para leerlo. Lo amo. Lo necesito. La luz en el tunel de la soledad. La veo. La siento en la punta de mis dedos. Siento sus labios dulces en los míos. Su cabello largo...ahora noto el color de sus ojos...
Son morados.
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Crosse: Está ahi. No lo sabe. No puede leer nada. Sus ojos se abren, rie, grita y suplica a lo que sea. Demencia. Locura. Libertad. Libre, como un pájaro que casualmente se posa en tu ventana y te canta.