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King Of Blood - BangHim por BangRin

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Notas del capitulo:

Hola!! 

He venido a dejarles el capítulo de esta semana y notificarles que el fic ya esta en rondas finales! Se acerca el final~ y... como ya voy a entrar a clases posiblemente actualice tarde de ahora en adelante, pero si me dejan muchos comentarios trataré de ser lo más eficiente~

Nota: La parte en cursiva son partes narradas por Himchan y los "*" son como cambios de días o de tiempo entre narraciones.

Sin más a LEER

Capítulo 12: Nightmare

 La ciudad, que solía en tiempos de invierno cubrirse de nieve blanca y cielos grises, ahora parecía como si viviera entre las cenizas de una enfurecida primavera, donde el Sol durante la mañana, mientras todos durmieran hubiera mandado bolas de fuego a quemar cada rincón de la villa. Sin embargo, ni ese invierno vendría, ni esa primavera había quemado a Blood, el Otoño y los Lobos, ellos dos eran los causantes de la ciudad que se ceñía entre rumores, cenizas y muerte.

Por las calles se respiraba el olor a muerte, y entre metro y metro el cuerpo de algún ciudadano o quizá un soldado real descansaba degollado, quemado, o con heridas fatales que nadie podía curar. Blood, ahora hacía referencia a su nombre. Era una ciudad de piedra que nadaba entre sangre.

A diferencia de ello, el castillo se erguía casi intacto. Nunca, en ningún ataque fue derrumbado o siquiera dañado, pero al contrario de esas incontables veces que todo terminó a salvo, esta vez sí lo habían penetrado. En las paredes de ladrillos sobre ladrillos las huellas del ataque lobuno desgarraban el polvo rojizo, los cuadros entre pasillos estaban rotos y las grandes puertas de madera tenían ese olor a hierba y dentro de cada cuarto de la inmensa construcción solo había aire, porque todos habían abandonado el único lugar que aún parecía habitable, porque en realidad no lo era, porque el Rey había enloquecido y la reina enfermado. Porque Blood estaba en la ruina y a Mato la fortuna le sonreía.

***

 

Oía las voces a lo lejos, como si una capa externa a mi tacto o la percepción impedirán la audición a la que estaba acostumbrado. Entonces, me atreví a pensar que otra vez las oscuras pesadillas adornarían mis noches como hace años, y a diferencia del miedo que sentía cada que la audición me abandonaba, solo dejé que mi mente quedará en blanco. Me obligué a poder lograrlo porque ciertamente no era fácil. No, cuando ese frío viene y te arrulla. No, cuando el corazón que en mi pecho ya no late comienza de nuevo, a cosquillear, a mandar vibraciones que impulsan la sangre, esa sangre que alguna vez debía recorrer en mi sistema llevando de un lado a otro por medio de venas el líquido que mantenía caliente el costal de carne y huesos que soy. Y no, no es fácil sentirlo, porque en el fondo solo es un estado que te lleva a la locura, te consumé y quieres vivir cuando ya estás muerto. Se vuelve una pesadilla.

Y hoy, como hace tantos años vuelvo a tenerla entre mis ojos. A sentirla en mis dedos y en todo mi cuerpo porque las heridas, las casi veinte cortadas que he contado alrededor de mi piel palpitan, me queman cada que las sabanas negras me tocan con su seda. Entonces yo estoy ahí, entre el hueco entre el colchón y la tela, escondido, sin tocar a uno u otro, manteniendo el equilibrio que me tine  fuera de las punzadas, que ya no me causan gracia, que ya no me excitan como cuando él estaba enfrente de mí. Cuando él me había mirado, ahí entre lluvia de cristales que punzaban entre mi piel y el musculo y, sangre en mis dedos. Su sangre en mi lengua, en mi sistema.

 Y de nuevo, el latido.

Una vibración al fondo a la izquierda, detrás del cubículo de costillas. Un ronroneo que quiere volverme a la vida, pero me mata cuando he creído en su mentira. Como un arma de doble filo que me condena como mi belleza.

Un latido de un corazón que me despierta ya que he caído en lo profundo del sueño. Y dejo de ver sus ojos lobunos brillando entre mis parpados, aun mostrándome su fiereza, y luego se  transforman en sus ojos reales, los que tienden a tener –en el fondo- más emociones que rudeza. Pero ya no veo, sus labios, ni su nariz, ni su cuello o su clavícula. Los he olvidado en el sueño que soñaba, y en el latido que me despertó y ahora se marcha. Dejándome frío, sin sangre que viaja en el circuito que conecta mis fibras, dejándome solo. De nuevo. Sin reflejo….

*

La luz de la luna se cuela por la ventana empañada. Esta noche o madrugada sobre Blood ha caído una tormenta. Ha sido como el agua que apaga el fuego, pues ha conseguido extinguir las llamas que en la parte Sur de la ciudad los soldados no eran capaces de apagar, sin embargo en mí no ha resultado. El Rey Kim Him Chan, sigue encendido y con insomnio. Después de dos noches, aún con heridas y temores.

*

El sol no ha salido. Solo unos suaves rayos, entre las colinas y el horizonte, pintan el cielo rosa y amarillo, pero en medio, en donde se supone los dos colores deben mezclarse hay una nube. Blanca. Dividiendo un cielo y apuntando a un solo infierno.

Sin despegar lo ojos de la ventana, por donde veo todo, he percibido la presencia de un soldado, en la esquina de mi habitación, cubierto entre sombras. Me di cuenta entonces que desde el ataque, me vigilan. Al igual que desde el año pasado, se han dado cuenta, siguen pensando que me he vuelto loco. Ellos son inteligentes.

*

 Estoy con un pie fuera de la cama, allí sentado bajo la oscuridad, ya sin prestar atención a los dos soldados que ahora custodian mi habitación. Parece que las heridas en mi cuerpo desaparecieron hace unos días.

A diferencia de su sanación. En mi mente, aún persiste la enfermedad.

Pero es hora de que vuelva, porque si no vuelvo ahora, no volveré a verlo. Ya he olvidado sus ojos. Y el llanto de Juno, al pie de la puerta me está hartando.

Se me ha ocurrido un plan.

*

--¿Qué vas a hacer? Mi mamá..—La voz de Juno.

--Venganza, voy a cobrar venganza—le dije ignorando el tema de HyoSung. Desde que me levante de cama y retomé mi puesto, él no para de hablar sobre la reina.

--Mi mamá ha estado enferma ¿Cómo pudiste dejar que pase todo esto?—su voz se vuelve más aguda—Ella confiaba en ti…

Me vuelvo al escritorio de madera. Hay cientos de pergaminos que debo checar, no hace menos de una semana que la reconstrucción de la parte Norte de Blood se comenzó y a entonces mi trabajo ha incrementado. A decir verdad, desde la mañana, he despertado con jaqueca y conformé pasan los minutos, la voz escuálida del niño me taladran los sesos.

--Ella estará bien. Ahora vete. Estoy planeando el ataque a Mato—dije tomando una taza del brebaje oscuro que HaNa siempre solía prepararme. Ni siquiera miré al príncipe. Odiaba ver su cabello. Rubio. Su cara.

--Eres un asco. Tan vil como una serpiente. Ella ha hecho todo por ti, mi pobre mamá. ¡SIEMPRE CUIDANDO SOLA A JONGUP Y A MI! SIEMPRE, SIEMPRE—su voz se elevaba más mientras tiraba por primera vez la taza que bebía contra el pergamino en frente mío—SIENDO ELLA MI MADRE Y MI PADRE, PORQUE TÚ ¿DÓNDE ESTABAS CUANDO ME CAÍ EN EL ENTRENAMIENTO?¿DÓNDE ESTABAS CUANDO ELLA TUVO A MI HERMANO?¿DÓNDE…?

Reí con cierto sarcasmo.

--¿Siendo tu madre y tu padre?¿Tú hermano? No me hagas reír. Si ella te odia más o igual que yo.

--¿Qué…?

--¿Siendo tu madre y tu padre? Por favor. Ni siquiera comparten parentesco. NI TU , NI ELLA, NI TU Y YO.

Estaba hecho una furia. La cabeza me palpitaba por los gritos del niño y ahora su frágil rostro lleno de sorpresa me causaba un maldito asco, más de lo que normalmente lo hacía su cara normal, su expresión canina.

--¿Sabes por qué?-- Fui hasta él, tomando su cabello rubio entre mis dedos, obligándolo a hincarse con la cara hacía atrás por el agarre.

--Porque eres un Bastardo. ¿Me oyes? Un maldito Lobo, eso eres. Un perro que críe como Vampiro.

Zelo…

 

Notas finales:

Qué le spareció? Me gusto mucho narrar las partes de Himchan~ espero el capítulo haya sido de su agrado y nos vemos la siguiente semana~

Dejenme un Review si?

Infinitas G R A C I A S


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