Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Open Mind por yaonita

[Reviews - 439]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ^^


Vengo con un nuevo capítulo, ahora conoceremos un poco mejor a Kiel, y creo que nos sorprenderá un poquito XD


También conoceremos un poco mejor el Open Mind, el pub donde trabajan los chicos ^^


Espero que os guste.


Un beso


Yaonita

2. Visita al Open Mind.

(kiel)

No paraba de cambiarme de ropa y mirarme en el espejo continuamente, nada de lo que me ponía me parecía lo suficientemente sexy para esta noche, tenía que estar perfecto y completamente apetecible.

Por fin, y después de una semana de no perderle de vista y casi perseguirle de manera acosadora, aunque él ni siquiera me notara, me había decidido a hablar con él. Fue por pura casualidad o suerte como se quiera llamar, pero a fin de cuentas lo que importaba era que había hablado con él y no solo eso, sino que además, había conseguido captar un poco su atención aunque solo fuera como amigos.

Desde aquél día en que lo vi en los pasillos del conservatorio besándose con otro chico, no había podido quitármelo de la cabeza. Una sensación muy rara inundó todo mi cuerpo, una corriente de placer lo recorrió de abajo a arriba y de arriba a abajo, a punto estuve de tener que salir corriendo para ir al primer lavabo y masturbarme con desesperación. Ese beso, completamente descarado, en medio del pasillo me puso malo, deseé con todas mis fuerzas ser yo el chico afortunado que era besado por ese morenazo de cuerpo estilizado y pasión abrumadora.

En ese momento no sabía quién era, no conocía de su reputación, pero no tardé en investigar discretamente y enterarme de todo lo relacionado con él. Las malas lenguas decían que era un chico fácil, bueno no, fácil no era la palabra pues muchos habían querido acostarse con él pero no lo habían conseguido, quizás le definía mejor libertino. Según decían no se acostaba dos veces con el mismo chico, o solo muy pocos gozaban de ese placer.

No me costó conocer muchas cosas sobre él, tan solo llevaba dos meses en el conservatorio ya que era de primer año pero ya todo el mundo lo conocía, era muy popular y deseado por hombres y mujeres por igual. Estaba en el departamento de danza, especializado en baile contemporáneo, y por lo que decían era bastante bueno, incluso había participado ya en un par de exhibiciones y había estado a punto de ganar una de ellas. Yo aún no lo había visto bailar, pero estaba dispuesto a remediar eso cuanto antes, y por eso había estado muy pendiente de la preselección deseando que se clasificara para verlo en la exhibición, desgraciadamente no fue clasificado y tendré que esperar un poco más para verlo en acción.

Lo había admirado de lejos durante toda una semana, pero no fue hasta que estuvimos conversando en la cafetería que pude observarlo de cerca. Quedé completamente cautivado por sus hermosos ojos azules, los ojos azules solían parecerme fríos, pero los suyos eran tan cálidos que desentonaban por completo con su actitud fría y despreocupada, a veces incluso altiva.

Pude ver que llevaba un piercing en forma de pequeño aro en el labio, justo en el centro, era igual al que yo llevaba en la ceja, me gustaba porque era elegante y no quedaba exagerado en su rostro. También llevaba una de sus orejas con varios piercings, eran pequeñas bolitas repartidas por toda la oreja de forma estudiada y calculada a la perfección para verse perfecto. Aunque no podía apreciarlo como me hubiera gustado, pues llevaba bastante ropa cubriendo su cuerpo, pude imaginar lo que se escondía bajo esta y no parecía estar nada mal, también pude imaginar al ver sus piercings que posiblemente algún que otro tatuaje adornaba su piel aunque en ese momento no estaban a la vista.

Su pelo era moreno y lo llevaba corto, piel también morena que hacía destacar todavía más sus claros ojos, sus labios estaban perfectamente perfilados, carnosos y apetecibles. Me costó controlarme durante la conversación, a mis diecinueve años jamás me había pasado algo así, siempre había tenido bastante autocontrol pero algo me pasaba con él que rompía todos mis esquemas.

En un principio mi única intención había sido ligar con él y con un poco de suerte conseguir una noche loca, en ningún momento se me pasó nada más que eso, lo veía prácticamente imposible con un chico como ese. Pero después de haber hablado con él, y a pesar de su carácter que por momentos consiguió sacarme de quicio, sentí algo que me hizo cambiar de opinión. Sentí que muy en el fondo ese chico no era como aparentaba, y yo, como que me llamo Ezequiel, tengo que conseguir destruir su coraza y conocer al autentico Tristán.

La verdad es que pensarlo me da risa, después de cómo habíamos comenzado y ahora tenía en mente conquistarlo, me iba a costar eso era evidente pero con perseverancia podía conseguirlo, o eso esperaba. No me iba a resultar fácil, en primer lugar ni siquiera sabía si yo era su tipo ya que no intentó ligar conmigo en ningún momento, cosa que me dañó bastante el ego todo hay que decirlo, y en segundo lugar, atrapar a un chico que lleva como bandera la libertad y que pregona con orgullo no acostarse dos veces con el mismo chico, era casi una misión imposible.

De momento iba a comenzar por lo más factible, intentaría meterme en su círculo de amigos y así estar cerca de él, quizás de esa manera conseguiría al menos que se fijara en mí. Si no, al menos conseguiría hacer amigos cosa que necesitaba, en mis dos semanas en la ciudad a penas había llegado a conocer a nadie, y en el conservatorio existía tanta competitividad que era difícil entablar relaciones sinceras.

Me miré por última vez al espejo, dándole por fin el visto bueno a mi vestimenta. Finalmente me había puesto unos pantalones negros, súper ajustados, junto a una camiseta de manga corta y cuello de pico gris, todo esto acompañado de un cinturón llamativo y unas botas negras.

Acabé de colocarme cuatro pelos que se habían escapado de su sitio, me eché perfume en abundancia pero sin exagerar, cogí la cartera y el móvil y salí de la residencia en la que vivía dispuesto a triunfar.

No era que tuviera muchas esperanzas de que pasara nada definitivo esta noche, Tristán ya había quedado con el camarero guapo, pero me conformaba con, al menos, conseguir llamar un poco su atención.

No me costó encontrar el pub donde trabajaba, el Open Mind, aunque no sabía con certeza la dirección, él me había indicado por donde estaba, y solo hacía falta seguir a los grupitos de chicos guapos y visiblemente gay para llegar hasta allí, sin duda era uno de los locales de moda en el ambiente eso estaba claro.

En la entrada se reunían varios grupitos formando coros, pasé entre estos grupos obteniendo alguna que otra mirada descarada, perfecto, eso significaba que había cumplido con mi cometido de estar sexy a la perfección.

Nada más entrar comprendí porque estaba tan de moda el local, el ambiente estaba cargado de un aura sensual y erótica pero que no llegaba a ser obscena o burda, la luz tenue invitaba al anonimato, la barra central era enorme, de punta a punta del local. Allí pude distinguir a tres camareros, dos de ellos Alex y Toni, al otro chico no lo conocía pero evidentemente cumplía con uno de los requisitos para trabajar allí, ser guapo. De Tristán no había ni rastro, comencé a escrutar el local aprovechando la altura, ya que la entrada estaba en el primer piso y había que bajar unas escaleras para llegar a la pista.

Enormes murales bastante sensuales de chicos con chicos adornaban las paredes, y una pantalla enorme en la que podían verse imagines igual de sensuales estaba justo en frente de la entrada. En el primer piso que era donde estaba la entrada había una especie de pasarela que rodeaba todo el local, se notaba que había sido restaurado hacía poco posiblemente por el éxito que había conseguido. En la pasarela se desperdigaban por diversos rincones una serie de mesas con sofás, para poder obtener algo más de privacidad, había dos escaleras que bajaban a la pista, una que era la que estaba justo en frente de la puerta y en la que me encontraba y otra que podía ver justo al otro lado.

En la zona de abajo se encontraba la enorme y llamativa barra con taburetes a lo largo de ella y la pista central que ocupaba todo el local. No era un local excesivamente grande pero el espacio estaba bien aprovechado, no era una discoteca pero si había pista de baile, la cual estaba a rebosar. No cabía duda aquél local había ido evolucionando, quizás de un pequeño pub a lo que era ahora.

No había forma de localizar a Tristán por ninguna parte, así que decidí ir a la barra y preguntarles a sus amigos por él. Tuve que abrirme paso entre la gente, ya estaba la noche avanzada y el local estaba a rebosar, cuando por fin llegué a la barra y pude hacerme un hueco en ella, llamé la atención de Alex que era al que tenía más cerca.

- ¡Alex, Alex! – Hice gestos con la mano para que me viera, en cuanto me vio me sonrió y se acerco hacia mí.

- Hola Kiel, pensaba que ya no vendrías – La verdad es que era bastante tarde, entré que había ido a cenar y luego lo que tarde en decidirme sobre que ponerme se me habían pasado las horas sin darme cuenta.

- Se me hizo tarde – Dije sin más – Me encanta el local, es estupendo.

- La verdad es que si, ha ido creciendo poco a poco y ahora se ha puesto de moda – Comentó orgulloso – En noches como esta, que encima es viernes, estamos hasta arriba de trabajo.

- Ya lo veo – La verdad es que los tres camareros no paraban de ir arriba y debajo de la barra sirviendo copas, incluso Alex seguía sirviendo al tiempo que hablaba conmigo – ¿Dónde está Tristán? No lo he visto por ningún lado.

- Ohhh – Puso una expresión que me extraño un poco – Se ha tomado un descanso, pero por ahí viene – Con su cabeza señalo hacia una puerta que había a un lado de la barra, parecía ser el almacén. De allí salía Tristán junto con otro chico que se estaba acomodando la ropa, no había que ser muy listo para saber lo que allí había pasado.

- Ya veo – Expresé casi sin ganas.

- ¿Te sirvo algo? Invita la casa – Ofreció con una sonrisa.

- Un vodka con limón gracias – Estaba algo desilusionado, no es que no supiera cómo era Tristán pero verlo con mis propios ojos me había dolido, era un estúpido por guardar esperanzas.

- Ey Kiel, que bien que hayas venido – Tristán se acercó por mi espalma abrazándome por la cintura – Estás muy sexy vas a romper esta noche – Me susurró en el oído.

- A eso he venido – Le seguí el juego, no podía dejar que se diera cuenta de que con quien quería ligar era con él.

- Pues estas de enhorabuena, hoy hay mucho bombón suelto por aquí – Saltó por encima de la barra para volver a su puesto de trabajo. Fue entonces cuando pude verle a la perfección, estaba impresionantemente guapo. Llevaba unos pantalones tejanos completamente ceñidos al cuerpo marcándolo absolutamente todo, y una camiseta negra sin mangas con el nombre del pub en la espalda. Ahora se le podía apreciar un tatuaje que llevaba en la parte derecha de la espalda que parecía ser la silueta de un gato negro aunque no se le veía en su totalidad, y en el hombro del otro brazo por la parte delantera llevaba un trébol de la suerte, sin duda le gustaban los contrastes – Además has llegado justo a tiempo para nuestro show – Sonrió.

Y antes de que pudiera preguntarle a que show se refería comenzó a sonar una canción, y los cuatro camareros se subieron a la barra bajo silbidos y vítores de los clientes. Los cuatro llevaban la misma ropa y comenzaron a bailar de manera sexy sobre la barra, en el centro Alex y Toni que se magreaban y ponían cachondos al personal, al otro lado más alejado de mí el otro chico al que aún no conocía y justo en frente mío Tristán completamente descarado, insinuándose y mandando besos por doquier. Me estaba volviendo completamente loco, y tuve que aguantarme las ganas de subir y ponerme a bailar con él.

Se movía con una soltura que hacía evidente su experiencia, lo disfrutaba y vivía con pasión. Le gustaba sentirse observado y deseado, y muy a mi pesar debía admitir que era normal que todos le desearan. Tenía un cuerpo perfecto y sabía cómo moverlo de eso no había ninguna duda.

En un momento dado de la canción Tristán se dirigió hacia donde estaban montando su propio show Alex y Toni, y sin que ellos se lo esperaran se les unió abrazando a Toni por la cintura y comenzando a bailar de manera sexy los tres, haciendo una especie de bocadillo con Toni en medio. Los silbidos y vítores se incrementaron de manera brutal, y por todos lados se oían palabras soeces o de deseo. Ellos, sobre todos Tristán, parecían encantados con lo que estaban consiguiendo y seguían a lo suyo con una sonrisa en la cara.

Cuando la canción estaba a punto de finalizar, comenzaron a quitarse las camisetas mutuamente sin dejar el baile sensual de lado, juraría haber visto algún que otro desmayo, yo reconozco que tuve que echar mano a mi paquete disimuladamente para controlar mis impulsos.

Cuando ya estaba en mi limite y estaba a punto de salir corriendo a encerrarme en un aseo, por fin acabo la tortura, y los cuatro camareros bajaron de la barra como si nada, eso sí, sin camiseta y luciendo torso desnudo.

- ¿Qué te ha parecido el show? – Preguntó Tristán inclinándose en la barra y acercándose demasiado a mí para que pudiera oírle.

- No está mal – Me hice el duro – ¿Lo hacéis todas las noche?

- No el mismo – Aseguró – Todas las noches improvisamos algo distinto para animar a los clientes y obtener más propinas – Sonrió.

- Seguro que funciona – Viendo las caras babeantes que no habían dejado de mirarle desde que había bajado de la barra, podía estar seguro de que obtendría muchas propinas y alguna que otra propuesta.

- ¡Mierda Tristán! Te he dicho mil veces que no me gusta que hagas eso – Intervino furioso Toni – No me gusta que me sobes, eso solo puede hacerlo Alex.

- Pues a tu chico no parece importarle mucho, quizás deberías hablar con él – Le soltó con malicia.

- Esta vez te has pasado – Apareció el susodicho por la espalda de Toni, abrazándole de la cintura – Es mi chico y solo yo puedo tocarle – Le beso el cuello – A la próxima te corto las manos – Y sin más se marcharon para seguir sirviendo.

- Vahhhhhh, siempre dicen lo mismo pero les encanta – Se burló Tristán.

- Parecen muy enamorados ¿Hace mucho que están juntos? – No quería pasarme de cotilla pero debía sacar temas de conversación.

- Llevan casi toda la vida juntos – Aseguró – Les llaman los inseparables, son tan empalagosos que aburren.

- ¿Los inseparables? – Alcé una ceja interrogante.

- Siempre están juntos, y aunque más de una vez, han intentado ligar con ellos no hay manera, se son absolutamente fieles – Comentó casi con asco – Así que si te ha gustado alguno, olvídate no tienes ninguna posibilidad.

- Son muy guapos – Reconocí – Pero no me gusta meterme en medio de una pareja así que tampoco lo intentaría.

- Unas calabazas que te ahorras – Comenzó a reírse.

- Me gustan tus tatoos – Interrumpí de golpe. Ahora sin camiseta no solo podía apreciar mejor los dos que ya había intuido sino que además podía ver uno que tenía alrededor del ombligo completado con un piercing en el centro de este, más otro que recorría toda su columna vertebral. Obvio que también podía contemplar y admirar su bien formado torso, se notaba que era bailarín pues su cuerpo estaba completamente fibroso, se le marcaban todos los músculos de una manera abrumadora pero no excesiva, musculoso pero sin perder flexibilidad como todo buen bailarín.

- Gracias, tengo dos más pero no se ven y son chiquititos – Tardó en responderme ya que no paraba de servir al tiempo que hablaba conmigo – ¿Tú tienes alguno?

- Tengo uno en el centro de la espalda, de momento solo ese aunque me quiero hacer más – Comenté.

- Algún día me lo tienes que enseñar – Me guiñó un ojo, parecía ser un gesto muy habitual en él.

- Tristán debes servir esto a la zona vip, han pedido específicamente que se lo sirvas tú – Interrumpió nuestra conversación un hombre de unos treinta y cinco o treinta y seis años más o menos, con el pelo castaño y largo, no estaba nada mal se le veía bastante sexy a pesar de la edad.

- Ok ahora voy cielo, mis fans no pueden vivir sin mí – Contestó Tristán – Roberto te presento a mi nuevo amigo Kiel, estudia en el mismo conservatorio que yo. Kiel te presento a Roberto el dueño de todo este paraíso – Nos presentó Tristán con una sonrisa.

- Así que eres amigo de este loco – Comentó con una sonrisa el hombre – ¿También eres bailarín?

- No, en realidad soy músico – Contesté. Pude ver como Tristán preparaba una bandeja para servir, mientras nosotros conversábamos – Y al loco de Tristán lo acabo de conocer – Me reí.

- Ya verás que a pesar de lo loco que está es un buen tío – Sonrió – ¿Y que hace un chico tan guapo como tú aquí solo en la barra? Deberías salir a bailar y divertirte.

- La verdad es que acabo de llegar y apenas he entrado en el ambiente – Le volví a sonreír – Me estoy habituando.

- Pues espero que te lo pases bien, te dejo tengo que irme y seguir controlando el ambiente – Y se despidió de mí.

Volví a quedarme solo pues Tristán se había ido a la zona VIP, zona que no sabía dónde estaba pero intuía que estaba en la parte superior, en algún lugar de la pasarela. Me apoye a la barra y miré a mi alrededor, había muchos chicos guapos, incluso tuve que quitarme a un par de ellos de encima, no quería ser borde pero no me apetecía ligar con nadie, a no ser que fuera él. Tras más o menos una hora en la barra sin saber nada de Tristán, y aunque de vez en cuando me daban algo de conversación Alex o Toni, empecé a aburrirme, incluso me planteé el marcharme, pero cuando ya estaba decidido a irme apareció él de nuevo.

- ¿Aún sigues en la barra? – Me preguntó sonriente al tiempo que saltaba de nuevo al otro lado y avisaba a los demás de que estaba de vuelta – Ya deberías estar enrollándote con algún tío, seguro que candidatos no te faltan.

- No, no me faltan candidatos pero me faltan ganas – Le contesté completamente desganado – De hecho estaba planteándome el marcharme.

- Siento haber desaparecido durante tanto rato, pero un cliente importante quería conversación y no podía dejarle – Se disculpó.

- No te preocupes lo entiendo, es tu trabajo – Le sonreí – ¿A qué hora sales? – Con un poco de suerte conseguiría tomarme unas copas con él con tranquilidad.

- Hoy cerramos a las cuatro – Miró el reloj para ver qué hora era como acto reflejo – Y después me espera un camarero de cara bonita para acabar bien la noche – Mis planes se iban al garete al tiempo que mis pocas esperanzas.

- ¿Ya te ha llamado? – Alcé una ceja incrédulo.

- Al poco rato de irnos de la cafetería – Se rió – Lo tengo deseando disfrutar de mi cuerpecito.

- Mira que eres creído – No pude evitar reírme yo también.

- Si no me lo digo yo mismo, quien me lo va a decir – Se inclinó sobre la barra, y pillándome completamente por sorpresa me dio un ligero pico en la boca. Puse tal cara de sorpresa que hasta él se puso serio – Lo siento si te ha molestado pero es que suelo darles picos a mis amigos y quizás me he tomado muchas confianzas contigo – Se rascó la nuca dudoso.

- No es eso, es que me has pillado por sorpresa – No me lo había esperado para nada, y me había sabido a demasiado poco, quería más pero eso no se lo podía decir.

- Es una mala costumbre que tengo, cuando me siento a gusto con alguien lo hago sin pensar. Si supieras la de ostias que me he llevado de Toni por besar a Alex, y bueno Alex no me pega cuando beso a Toni porque ya me conoce pero me echa unas miradas asesinas – Se rió.

- ¿Son muy amigos tuyos no? – Se notaba que había mucha complicidad entre ellos, eso era evidente.

- Son de mis mejores amigos, pero no se lo digas – Sonrió – Además vivimos juntos hace algo más de un año.

- Vaya – Ahora lo entendía mejor.

- ¿Te quedarás un rato más? Hoy esta esto muy animado – Veía a Tristán bastante apurado intentando servir y hablar conmigo al mismo tiempo, así que creí más conveniente marcharme por hoy y dejarle tranquilo.

- Creo que será mejor que me vaya ya, hoy no tengo mucho ánimo de fiesta – Comenté – ¿Pero antes de irme puedo pedirte tú teléfono?

- Por supuesto, apunta – Saqué mi móvil para guardarme su número – Luego mándame un mensaje para tener yo el tuyo.

- Ok, así lo haré – Estaba satisfecho, al menos había conseguido su teléfono y la seguridad de que como mínimo seriamos amigos – Ahora, será mejor que me vaya.

- Te llamo mañana y quedamos para hacer algo – Se despidió con otro piquito, me iba a costar mucho controlarme si seguía así.

- Ok, nos vemos – Me despedí de él.

La noche no había salido todo lo redonda que a mí me hubiera gustado, pero no me podía quejar en absoluto. Al menos había conseguido acercarme a él y ganarme un poco de su confianza.

Ahora pensándolo bien, quizás había cometido un error al decirle en nuestro primer encuentro que no quería follar con él, pero es que me pareció tan creído que reaccioné así. Bueno tampoco era del todo mentira, no solo quería follar con él, quería algo más, mucho más.

Lo que me había quedado claro es que al chico le gustaba follar con desconocidos, y no se escondía sino todo lo contrario presumía de ello, sin duda era valiente o muy descarado según se mire.

Le mandé un mensaje para que tuviera mi número, y me dirigí de vuelta a la residencia donde dormía, mañana sería otro día y seguramente tendría más posibilidades para conseguir que ese chico se enamorara de mí, o al menos comenzar porque me mirara de otra manera. Me gustaba, y cuanto más lo conocía más me gustaba a pesar de su locura, quería conocerlo mejor y a ser posible conseguir lo que nadie antes, que quisiera estar solo conmigo, conmigo y con nadie más.

***
Notas finales:

Kiel va a ir a por Tristán XD Creo que va a ser un hueso duro de roer XD


¿Qué os parecido Kiel?


Yo creo que es el chico perfecto para hacer cambiar a Tristán, aunque no se lo va a poner fácil ^^


Como siempre agradecer sus reviews a Orenjiyuu, Yuko, maraleja, Insonio, Valentina y ZioneSqualle ^^


Un beso


Yaonita


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).