-Itachi…
-En verdad Naruto, nunca había visto las cosas tan mal. Estoy a punto de mandarlo al internado… de hecho ya hablé con mis padres esta tarde. Dicen que no pueden regresar hasta dentro de tres días…
-Yo… -el rubio no tenía idea de que más decir o hacer-
-Naruto, sé que no tendría que decirte esto, pero eres la única persona que le puede ayudar a Sasuke
-Pero yo no… -su cara no pudo verse más sorprendida ante lo que dijo Itachi-
-Ya sé, ya lo sé, créeme que todos en la familia estamos conscientes de lo que pasó entre ustedes, y nuca dejaremos de estar muy apenados contigo y tus padres pero, no sé a quién más pedirle ayuda
-Ay Itachi –suspiraba- ¿qué quieres que haga?
-Habla con él, por favor hazlo entender –En ese momento se escuchó un ruido de la planta de arriba. Ambos se voltearon a ver, pues llegaron a la misma conclusión. Algo había pasado con él. Cuando Itachi llegó a la habitación encontró a Sasuke en el piso con la caja de píldoras antidepresivas vacía-
-Naruto, toma mi celular, llama a emergencias, ¡ya¡ Sasuke tomó una sobredosis –el chico no sabía qué hacer, en ese momento su corazón se detuvo, por primera vez en frente de él, pudo notar la gravedad del asunto, y lo que de verdad pasaba detrás de esa mirada de odio y pose de chico malo que tenía. Por fin se daba cuenta de los alcances de la enfermedad que tenía, cómo pudo llamó a emergencias, dio los datos y ayudó a Itachi a acostar a Sasuke. Al fin cayó en cuenta de lo triste que era que Itachi ya hasta estuviera acostumbrado y supiera perfectamente bien que papeles tomar, que cosas buscar y hasta tener ya un maletín con las cosas que Sasuke pudiera necesitar en el hospital.
De repente, de un momento a otro, Naruto comenzó a sentir esa ansiedad que le preocupaba, lo peor era que no tenía comida a la mano, sólo estaba con los hermanos Uchiha, y uno de ellos había intentado suicidarse. Se preguntó en repetidas ocasiones por qué pasaba eso, en ese preciso instante. Poco a poco, el sudor le estaba cubriendo la frente, las manos comenzaron a temblarle, se sentía asfixiado, un hueco enorme en el estómago lo inundaba. Tenía que irse, y tenía que hacerlo ya antes de que no pudiera controlarse, ¿pero cómo hacerlo en una situación como esa?
-¿Itachi? –hablaba bajo-
-¡Está arriba¡ -Todo sucedía muy rápido, los paramédicos entraron y de un momento a otro ya tenían a Sasuke en la ambulancia-
-Naruto, después te veo –fue lo último que Itachi dijo antes de entrar en la ambulancia y partir al hospital-
-¿Qué fue… todo esto? –El rubio se quedó unos segundos pensando en todo lo que acaba de ver, sin dar crédito de la situación- ¿qué debo hacer?
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-¿De verdad no vas a hacer nada? –El chico le preguntó al pelirrojo-
-Llegaron a tiempo al hospital, no hay nada que debamos a hacer. Va a salvarse
-Ha estado tentando a la muerte muchas veces, en tan poco tiempo –decía Gaara-
-Podría decirse que es un poco temerario –contestó Sasori sin dar mucha importancia al asunto-
-Sí claro –decía con un deje de sarcasmo-
-Es hora de irnos, el show acabó Gaara
-¿Cuándo regresamos?
-Cuando sea tiempo… ya lo sabes, aún faltan muchas cosas que deben de pasar
-Cómo digas
Y así, sin más, se escabulleron entre la multitud del pasillo central del hospital mientras Itachi se quedaba a un paso de la sala de quirófanos donde le harían un lavado de estómago a Sasuke.
Le dio la impresión de que momentos antes, alguien lo observaba, pero cuando se dio la vuelta, no había nada… Sólo enfermeras pasando de un lado a otro. No le prestó más interés, y de nuevo con un gran suspiro en los labios, debió de llamar a sus padres. Al diablo el congreso o lo que fuera. Irónicamente eras los mejores médicos cirujanos de la ciudad, podían hacer lo que les viniera en gana; y si tenían que regresar porque su hijo se estaba muriendo, pues tenían que hacerlo, así todo el congreso se fuera muy al carajo.
-Ya no sé qué hacer madre… -Estaba al borde del llanto-
-¿Está adentro con los médicos? –Su mamá parecía sonar calmada, aunque en el fondo estaba peor que el mayor de sus hijos-
-Acabamos de llegar, aun así me parece que podrán salvarlo, pero madre, no podemos seguir así…
-Tu padre y yo estamos de acuerdo contigo, ahora mismo tomamos nuestras cosas y vamos de regreso Itachi…
-Por favor… estoy llegando a mi límite –se frotaba la cien-
-Perdona hijo… ya vamos por ustedes –Fue lo último que Itachi escuchó antes de colgar-
Lo que no tenía previsto, era que ese día, justamente ese día, iba a ser aquél imposible de olvidar. Y no justamente por las cosas buenas que de hecho, ni siquiera tendría….
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-Tiempo sin verlos… mis estimados, Mikoto, y Fugaku Uchiha –en un momento, dentro de su habitación de hotel, mientras preparaban sus cosas y equipaje para salir en el primer vuelo de regreso, ese hombre irrumpió, entrando como si siempre hubiera estado ahí-
-¿Cómo llegaste hasta aquí? –Fugaku hablaba con sorpresa. Lucía visiblemente nervioso-
-¿Esta es una forma en la que reciben a sus antiguas amistades? –El sujeto realizaba una amplia sonrisa, que no podría provocar más que miedo-
-¿Qué es lo que quieres Orochimaru? –Interrumpía la esposa de Fugaku-
-Bueno, yo quiero muchas cosas ya saben…
-No queremos más problemas de los que ya tenemos –Reclamaba de nuevo Mikoto-
-Sé… que Sasuke está muy grave en el hospital. Me pregunto que habrán hecho como padres, para recibir un castigo cómo este –se cruzaba de brazos a la par que se recargaba en la puerta-
-Sólo vete… -Fugaku realizaba la seña para que se marchara, a lo que hizo caso omiso-
-Lo siento Mikoto y Fukagu, pero saben que eso es imposible… y ¿saben qué? Lo siento también por sus hijos, y por no contarles la verdad, en especial a Sasuke
-¿Cuáles son tus planes?
-Fugaku, vamos… dejémonos de tonterías… tú sabes muy bien a que me refiero
-La sangre de Sasuke… -la mujer se llevaba una mano a la boca-
-Exactamente Mikoto, me ha sorprendido siempre esta inteligencia tan grande que te caracteriza –sonaba burlón-
-Orochimaru… -se colocaba delante de su esposa-
-¿Dime?
-En verdad, ¿Qué quieres con Sasuke?
-Fugaku… si te lo digo… naturalmente, tendría que matarte a ti… y a tu esposa…
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-Llegas tarde… -permanecía con los ojos cerrados-
-Sasuke tuvo un accidente –Naruto llegaba acelerado y con ansiedad desmesurada-
-Querrás decir intento de suicidio. Pero igual no importa. Tienes que salir del país –abría los ojos y lo miraba con seriedad-
-¿Pero qué… - Naruto quedó atónito con lo que escuchó-
-Ya todo está listo, boletos de avión, unas maletas con tus cosas, la dirección a dónde deberás llegar…
-¡¿Cuándo decidieron esto?¡ Tenían que haber dicho que…
-Sólo necesitas atender órdenes, tú no estás aquí para pensar, sino para actuar –el segundo pelirrojo interfería en la conversación-
-¡Gaara¡
-Estoy de acuerdo con Sasori, sólo haz lo que te decimos
-Pero esto no puede ser… es muy rápido, ni siquiera han dicho a dónde ni para qué o…
-Todo lo que necesitas saber está dentro de un sobre. Irás a Londres, es una misión –Sasori seguía hablándole con tranquilidad, tanta que hacía rabiar al rubio-
-¡Misión¡ ¿qué carajo?
-Será algo larga, puede que te tomes unos años haciéndola
-¡Ustedes están locos si piensan que lo haré, toda mi vida está aquí, yo no puedo simplemente desaparecer un día para no regresar en… no sé cuánto tiempo¡ ¡De verdad están mal de la cabeza¡ Además Sasuke… no puedo dejarlo…
-No es que quieras, tienes que hacerlo…
-No pedimos tu opinión, simplemente hazlo y ya. No entiendo realmente porque tienes tantos problemas… todos nosotros no tuvimos nada de los síntomas que tú presentas… -hablaba Gaara-
-¡No lo haré¡
-Hazlo por las buenas Naruto…
-¿Qué harán si me niego?
-Lo matamos… –sentenció Gaara-
-¡Ustedes¡
-O te matamos a ti, ¿Qué prefieres? Te estamos dando tres opciones
-Sólo los miró un momento, de verdad no sabía que pensar, todo fue tan rápido y extraño, que no podía articular palabra- Yo…
-El vuelo sale en la noche, llegarás a Londres cerca del mediodía, horario local…
-¿Tienes alguna duda? –Preguntó Sasori con algo de delicadeza-
-¿Es enserio? –Dijo con sarcasmo-
-Cómo te dije, ya todo está listo…
-¿Cuánto tiempo?
-Depende de ti… puede ser un año… o hasta cinco
-¿Por qué lo hacen?
-No hay otra forma… –hablaba el menor de los pelirrojos-
-¿Por qué? –Naruto seguía en una especie de shock-
-Es lo que todos nos preguntamos…
-Yo no quería ser esto… -agachaba la mirada con un deje de tristeza-
-Nosotros tampoco –respondió Sasori de nuevo-
-¿Es lo único que sabes decir?
-Sólo contesto a tus preguntas –sonaba con frialdad-
-Eso no es verdad…
-Entonces formúlalas de otra forma
-Sí que eres…
-Por cierto, ¿sabes inglés verdad? –Le preguntó Gaara-
-Aunque no lo supiera igual me mandarían…
-Al fin comprendes las reglas…
-Sólo supongo las estupideces que piensan…
-Y de las cuales tú eres partícipe… -De un momento a otro, Gaara se quedó en un estado parecido al de meditación, sólo se mantuvo así por diez segundos, después enmarcó la mirada en un vacío profundo y…-
-¡Sasori¡ -gritó con fuerza-
-¿Qué pasa? –Lo miró extrañado; no era normal que actuara de esa manera-
-Es Orochimaru… -bajo de inmediato la voz, al recordar que no estaban solos-
-Ahora que hizo ese mentecato
-Tienes que sacarlo del país ya… –le susurró- los mató…
-¿Mató? ¿De qué hablas Gaara?
De repente todo se calló
-¿Sasori?
-Va a venir por él –le hablaba al otro pelirrojo por lo bajo, para sacar a Naruto de todo ese asunto- Necesito que mandes a gente a proteger a Sasuke
-¿Sasuke? ¿Qué tiene que ver él, en todo esto? –Notablemente Naruto estaba confundido, además de que por cómo se veían las cosas, comenzaba a darle miedo lo que estaba sucediendo-
-¡Dije que te callarás inútil¡ Además de todo ni siquiera escuchas bien lo que decimos… no te metas en esto
-Lo más probable es que venga por Naruto después
-¿Qué hacemos con Sasuke entonces? ¿No se iría primero con él? –Sasori debatía con Gaara que sería mejor hacer en ese momento-
-No… si primero nosotros llegamos a él
-Te escucho entonces…
-Manda a los muchachos, deben de cuidar a Sasuke a partir de aquí las veinticuatro horas al día, de verdad tienen que estar cerca por sí Orochimaru manda a alguien más. Ahora mismo estos dos son los que están en peligro. Hay que sacar a Naruto de aquí lo más rápido posible, en el aeropuerto no podemos llamar la atención, yo me mantendré a su lado hasta que aborde el avión… tenemos que borrar todas sus huellas.
Además debemos de moverlo con cierta frecuencia para que no lo sigan
-Gaara si esto sale mal…
-Lo sé… si esto sale mal, nos van a matar a todos. Orochimaru tiene la suficiente fuerza para hacerlo, pero necesita ese “algo” que no se lo vamos a dar…
-Salimos de inmediato
-Manda a los vigilantes de una vez, las noticias no tardan en anunciarlo
-¿Cómo crees que responda a eso?
-No estoy seguro… maldito Orochimaru…
-Ya sé…
-Supongo que… también deberán ponerle protección a Itachi. De ahora en adelante es lo único que Sasuke va a tener
-Es una lástima que tanto potencial se desperdicie así –Sasori jugaba con su cabello-
-Y esperemos que cuando se entere, lo poco que queda de él tampoco se desperdicie –suspiraba- ¡Naruto, vámonos¡
-No entiendo nada, ¿Quieres decirme que pasa? ¿Cuáles noticias? ¿De qué hablan, quién murió?
-Lo sabrás después… tenemos que irnos
-Pero…
-Si te quedas aquí van a venir a matarte… necesitamos que salgas del país ya… es la única forma
-Yo…
-Ya sé que no entiendes nada, ni en qué momento pasó esto, pero deja de hacernos las cosas tan difíciles. Sabrás todo, pero después… ahora vámonos –Gaara había llegado a su límite, pues más que molesto ahora se notaba su preocupación e incluso miedo al respecto de lo que podría llegar a pasar.-
Tomaron camino al aeropuerto, llegaron ahí en cuestión de minutos, Naruto seguía sin poder hablar; a pesar de que el avión salía entrada la noche, tuvieron que esperar un par de horas en las salas, observando el despegue y aterrizajes de los aviones.
Al fin llegó la hora, Naruto siguió sin mencionar palabra, todo le daba vueltas en la mente, ¿En qué momento se tuvo que meter en eso? ¿Qué líos tan grandes eran cómo para que trataran de matarlo? Sasuke… ¿Qué pasaría con él? ¿Volvería a verlo? Todo eso caminaba en su mente a velocidad luz, todo se opacaba, se hundía… sentía dolor, un dolor muy grande, no entendía nada. Y cuando estaba a punto de abordar, se dio cuenta de lo que pasaba…
Los papás de Sasuke estaban muertos. La noticia al fin había llegado como de última hora… lo único que alcanzó a ver antes de entrar al avión fue a un Gaara preocupado, en la parte inferior de las enormes televisiones… debajo del noticiario se podían leer las letras de tragedia y asesinato aunado a las fotografías de quiénes fueron papás de su amigo, que en ese momento se encontraba entre la vida y la muerte… quiso regresar pero ya no se le permitió.
Todo dio vueltas de nuevo, hace apenas unas horas había hablado con los hermanos Uchihas, y ahora… ¿están huérfanos? ¿Cómo pudo ser posible eso? ¿Así, sin más? No podía ser… quería volver, no podía marcharse sin más, pero era el único que faltaba por abordar, ya había entregado su boleto, simplemente no existía marcha atrás.
Gaara lo miró… Naruto pudo jurar que parecía… devastado por la noticia, pero, ¿por qué? No existía ningún tipo de conexión con esa familia… entonces… ¿por qué? Todo fue como en cámara lenta… el pelirrojo se quedó a que las aeromozas se llevaran al rubio… sólo esperó, con las manos metidas en las bolsas del pantalón café que llevaba, ocultando la mitad de su rostro bajo la pañoleta crema que cubría su cuello… su mirada helada y preocupada… simplemente no sabía que esperar, todos a partir de ahí se encontrarían a la expectativa…
Ya dentro del avión, tomó su asiento y comenzó a atar cabos… ¿Orochimaru? –se dijo así mismo antes de que despegaran; empezó a sentirse lo suficientemente cansado y desorientado que sólo quería dormir, el cuerpo se le adormecía y recordó cuando Gaara una hora antes le ofreció algo de tomar… seguramente le puso algo a la bebida para que no derribara la aeronave, y pudiera regresar.
-¿Por qué tiene que pasar esto? No entiendo nada… todos son… Itachi…Sasuke…Orochimaru es… ¿Acaso nosotros somos los malos? ¿Por qué quieren…hacer…lo… - Y el sueño lo mató lo suficiente como para no despertar en muchas horas de vuelo…. Mientras más se alejaba y se iba al otro lado del mundo; en Japón se quedaba un Sasuke abatido, casi muerto, dónde los médicos hacían todo lo posible por retirar toda la cantidad industrial de antidepresivos que tomó ese día, a la par que lo hacían, Itachi se iba enterando acerca de lo que había sucedido con sus padres… no podía creerlo, era imposible… se llevó ambas manos a la boca y cayó al frío piso del hospital… aun intentaba llamarlos a sus móviles, sin recibir respuesta alguna… ¿qué le diría a Sasuke cuando despertara?
Es así que en lo que ellos sufrían, Sasori y su equipo, se encontraban cerca y dentro del hospital para protegerlos, al final, los personajes de Orochimaru también estaban cerca…
Lo que ni Naruto ni Sasuke sabían era que mientras uno, viajaba a Londres a saber Dios que hacer y correr por su vida y el otro se mantenía entre la vida y la muerte… era que la pesadilla apenas comenzaba… y que cuando los dos despertaran, sus vidas cambiarían y tomarían un rumbo que a ninguno de ellos les gustaría…
Peor aún, era el hecho de que vivirían así por un periodo de cinco años. Cinco largos años donde la palabra infierno les quedó al fin clara. Y dónde la palabra amor, quedó totalmente olvidada al menos durante esos enormes cinco años, dónde de una forma u otra, trataron de sobrevivir….
Pero cuando la vida se encapricha con algo, siempre hace hasta cosas imposibles, para que todo salga, como debe de salir.