Estaba tirado en un mueble de la sala con los audífonos puestos mientras comía ramen instantáneo. Eran las diez de la mañana. Me levante para desechar el envase en la cocina y cuando volví a la sala me encontré de frente con la señora Yuri y la mama de Baekhyun. Las mire sorprendido y me quite los audífonos de un tirón.
Se me había olvidado que los sábados la señora Yuri venia temprano, ella tiene llaves del apartamento. Seguía inmóvil ahí, la señora Yuri carraspeó, ambas tenían expresiones entre incomodidad y burla. Fue entonces cuando recordé que estaba en bóxers.
“¡Ay carajo!” Corrí a mi habitación, sus risas se escuchaban en toda la sala. Yo también empecé a reír por la vergüenza. Agarre una sudadera y unos shorts. “Cielos perdón.” Dije cuando regrese.
“Descuida.” Dijo la señora Yuri sonriendo. “Igual no estabas esperando vernos.”
“¿Como estas Chanyeolie?” Preguntó la señora Byun.
“Eh... bien.” Sonreí. “¿Les ofrezco un vaso de agua, jugo, algo? De comer solo tengo ramen de cajita y galletas, así que no.”
Realmente tenía mucha curiosidad por saber que hacia la madre de Baek aquí.
“No te preocupes cariño.” Dijo la señora Yuri acercándose y desordenando mi pelo. Tiempo atrás era más alto que yo y no tenia que esforzarse para hacerlo, pero ahora debía ponerse de puntitas para alcanzar mi cabeza. “Solo vine a revisar como estabas y a llevarme la ropa, ¿está bien?”
“Aigoo... ya le dije que no es necesario que lave mis cosas, es suficiente con que me alimente y no me deje solo.” La abrace.
“Chanyeol busca la ropa.” Se soltó de mi agarre. “Incluida la que llevas ahora.”
La señora Byun se rio. No me quedo de otra que buscar el cesto y dárselo.
“¿Esta todo?” Dijo tomándolo, bufe. “¿Calcetines y bóxers?”
“YAAAAH.” Me sonroje. “No, yo lavare eso.” La mire mal.
“Claro.” Asintió, después desapareció por el pasillo. Ahora estaba solo en la sala con la madre de Baekhyun.
Me dijo que la razón de su visita era pedirme que me quedara con su hijo porque ella tenía que pasar el día fuera y no quería dejarlo solo. Su propuesta me tomo por sorpresa.
“Es un buen chico, aunque a veces le cuesta acostumbrarse a las cosas nuevas. Sé que le hará bien tener alguien cercano como tú.” Dijo.
“Entiendo, me parece bien.” Respondí. “¿El está enfermo?”
“Nah, solo se ve frágil pero no lo es en absoluto.” Rió. “Su vida luego de que su padre se fuera no ha sido fácil, es todo. Por favor cuida de él.” Toco mi hombro.
“Lo haré.”
La verdad no sé como acepte eso si ni siquiera puedo cuidar de mi mismo.
“Bueno, es hora de irnos.” Dijo la señora Yuri apareciendo de nuevo. Llevaba otro cesto con mi ropa interior y mis toallas, me quería morir.
“YAAAAH, ¡DEME ESO!” Se lo quite. “D-dije que yo lo lavo.”
“Todavía estas bajo mi cuidado.” Me arranco el cesto. “Vete a bañar.”
“PER...”
“Y me das la ropa cuando te la quites.”
Cuando me metí a bañar se llevo lo que tenia puesto y luego ella y la señora Byun dejaron el apartamento. Ahora tenía que ir a visitar a Baekhyun, me imagine su cara al verme e inmediatamente sonreí al acordarme de lo que paso cuando estuve en su casa. Sentí que el pecho me ardía. Las otras veces que lo había visto me ignoraba por completo, y si me miraba era solo de forma despectiva. Yo por mi parte sentía ganas de besarle cada vez que lo veía. Lo único que sabía hacer mi cerebro ahora era pensar en el.
Al terminar me puse una camiseta sin mangas, jeans, tenis y una sudadera, agarre mis lentes y estaba listo. Después me devolví a buscar mi celular y me puse un poco de colonia. Cuando estuve frente a la puerta empecé a sentirme nervioso, sabía que no iba a ser bien recibido. Estaba frustrado, desesperado. Toque la puerta.
Estaba terminando de bañarme cuando escuche el timbre. Supuse que era mamá pues había visto sus llaves en la repisa.
“AAH ¡YA VOY!” Grite frustrado. Había sonado el timbre como 15 veces.
Salí de la ducha y me sequé lo más rápido posible, el cabello aun lo llevaba mojado. Me puse una camiseta y unos pantalones de chándal y a tropezones llegue a la sala. El maldito timbre seguía sonando. Abrí la puerta.
“Aquí están tus llav...”
Me había congelado al ver a Chanyeol del otro lado de la puerta.
“Hey.” Sonrió, yo seguía inmóvil. ¿Que buscaba este imbécil aquí? “¿Me dejas pasar?”
“¿Por qué debería?” Me cruce de brazos.
“Porque tu madre me pidió que viniera a hacerte compañía.”
“¿Qué?” Encarne las cejas. “¿Mamá?”
“Estuvo en el apartamento hoy antes de salir y me lo pidió.” Tocó su cabello. “Y me asegurare de estar aquí cuando ella regrese.”
Y sin más me empujó y entro al apartamento cerrando la puerta tras él. Estaba listo para gritarle que se largara pero el habló primero.
“Vine en son de paz, ¿de acuerdo? no armes un escándalo.”
Se sentó en un sofá, yo lo mire y me quede callado. Cuando sus ojos atraparon los míos sentí que su mirada me atravesaba, recordé el sabor de sus labios y tuve que apartar la mirada para no sonrojarme. Había tratado de evitar todo contacto o encuentro con ese tipo. Camine hacia mi habitación, Chanyeol me siguió. Ninguno de los dos decía nada. Me senté en la cama, el se quedo en el marco de la puerta mirándome. Cogí el celular para distraerme.
“Si no te secas el cabello vas a coger una gripe, Baekhyun.” Dijo rompiendo el silencio.
“Hace calor y son plenas 12 del día.” Respondí sin mirarlo, Chanyeol resopló. Lo siguiente fue sentir una toalla sobre mi cabeza, ahora el estaba al lado de mi. “¿Qué...?”
“Entonces lo haré yo.” Empezó a estrujarme de manera suave con la toalla, yo estaba acalorarme de nuevo y lo aleje de un manotazo. Sus ojos se clavaron en mi, su mirada era fría. Se puso en cuclillas, así que podía mirarlo sin partirme el cuello en dos. “Quiero que me des respuestas.” Dijo con un tono bajo, rasposo.
“¿Re-respuestas de qué?”
“¿Por qué paso lo de la cocina? por ejemplo.”
Se veía demasiado apuesto con esos malditos lentes. Me maldije por pensar eso.
“¿Y cómo mierda quieres que te responda eso? Yo no sé a lo que estás jugando.” Empezaba a enfadarme. “Se supone que eres heterosexual, me has repetido muchas veces que no eres gay.”
“Pues nunca en la vida había pensado en ningún hombre. ¿Entonces que me haces para que mi sangre hierva cada vez que te veo?” Su cara estaba seria.
“NO ESTOY PARA BROMAS, CHANYEOL.”
“¿ME VES CARA DE PAYASO?” Me había gritado. “¿Parece que bromeo?” Se acerco a mi rostro. “Responde Baekhyun. Dime porque me siento así.”
“N-no lo sé...” Trague en seco. La manera suave en la que había pronunciado mi nombre, su aliento golpeando mi cara... por Dios yo estaba hecho una gelatina.
“Entonces” Miro mis ojos y mis labios. “Si no puedes responder, quítame las ganas que tengo de besarte.”
No me dio tiempo ni de reaccionar, lo tenía comiéndome la boca. Yo todavía estaba inmóvil. Chanyeol me besaba y mordía mis labios de manera desesperada. Ni siquiera había cerrado los ojos, sentía que mis pulmones se derretían y mi corazón iba a atravesarme y salir disparado de mi pecho.
Chanyeol abrió los ojos encontrándose con los míos. Sin despegarse de mí cara golpeó el colchón con las manos, una a cada lado de mí, y soltó un gruñido. Tenía mi labio inferior atrapado entre sus dientes, lo mordió duro, gemí.
“Maldito seas, Park Chanyeol.” Susurre cerrando los ojos con fuerza, entonces fui yo el que lo besó esta vez, mis brazos rodeando su cuello. Besé sus labios como si el apartamento fuera a derrumbarse si no lo hacía, el no tardo en responder aun más desesperado que antes.
Sin dejar de besarme se paró y puso una rodilla sobre la cama, luego la otra, avanzando hasta quedar montado encima de mí. Con una mano acarició mi mejilla y puso la otra en mi cadera, deslizándola hacia arriba haciendo que mi camiseta se levantara, Cuando el pecho me escocía por falta de aire me separe, jadeando aun sin abrir los ojos.
“Quiero... quiero que me enseñes todo lo que no se.” Logro decir con la respiración acelerada.
“¿De qué?” Lo mire.
“Sobre ti, Baekhyun.” Toco mis labios. “Quiero conocer cada centímetro, cada detalle de ti...” Sonrió. “Y quiero aprender a demostrarte lo que haces que sienta.” Volvió a besarme.