Danza de los pétalos
La guerra contra el señor tenebroso ya ha terminado y el niño que sobrevivió y venció se ha convertido en un alumno “normal”, a pesar de eso tiene relevancia su testimonio para ver quienes son llevados a Askaban, y este se preocupa de cómo sacar a los Malfoy de esto.
El extraña a Dombuldor que en situaciones como esta sabría que hacer, y por eso va a su despacho, aun no han quitado sus cosas y eso le alegra, ve todo con tanta nostalgia en sus ojos, ve todo tan maravilloso como la primera vez y de sus labios logra salir un -ojala fueras como un fénix- para luego soltar un suspiro. Le acaba de llegar un recuerdo a su cabeza de ciertas vitrinas y de las palabras -“estos son mis recuerdo, es lo que creo que pueda ser relevantes”-, al terminar su recuerdo se dirige hacia las vitrinas y ve que en una de ella dice “Malfoy” la toma y va directo al pensador, vacía y se adentra en aquel recuerdo.
Dombuldor esta en su despacho mirando por la ventana, su vista fija en algún lugar del cielo, mientras yace distraído se escucha el ruido de la puerta y un
–Hare cualquier cosa por eso…- Dombuldor se da vuelta y lo mira
– señor Malfoy, dígame a que se debe esta visita- lo dice mientras lo mira como si fuera normal que el se rebajara a aquel tono
–por…por favor cuide a Draco- dice titubeante
-señor Malfoy no se ha que se refiere- dice aun calmado
–usted sabe lo que somos… sabe como nos hemos metido en este lio- dijo un casi cabreado señor
–se refiere a que es un mortifago, pues si lo se- se acerca y le mira directo a los ojos –lo que no se es porque y de que quiere que lo proteja-
-de el señor tenebroso- dice con miedo en sus ojos
–pero sabe que esto no lo hace así como así-
-si… que es lo que desea- dice interrogante
-información- le responde seguro y confiado, a lo que el señor Malfoy responde con un asentimiento – Lucius-
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Por otra parte un rubio de Slitherin se encontraba en la entrada del bosque prohibido mirando hacia el cielo con un poco de rubor en sus mejillas, se encontraba solo ya que no quería que lo vieran en aquel estado, con sus ojos luminosos y una margarita en su mano
–¿que estará haciendo mi león ahora?- se pregunto mientras empezaba a sacar los pétalos de la flor con el típico “me quiere, no me quiere” cuando termino se puso aun mas feliz ya que su respuesta había sido un –me quiere-, cuan embobado estaba en ese simple jueguecito que el tirón a la realidad le dolió mucho
-Ron apúrate, que Harry nos espera- gritaba una niña a lo lejos. Esa voz fue la que despertó a Draco de su sueño
-aun que me quisiera no podríamos estar juntos, el juicio se acerca- y miro por ultima vez los pétalos que soltó con la brisa y se fueron en danza a través del bosque
Se levanto y empezó a caminar por donde los pétalos se habían ido, llego al centro del bosque y vio a su derecha un árbol bastante grande al igual que su sombra, y que acogedor seria dormir hay con el calor que hacia, sin pensarlo dos veces se recostó y se dejo llevar por el cansancio, y la idea de despejar su mente.
Era oscuridad, todo a su alrededor negro hasta que apareció una pequeña luz, Draco fue corriendo tras ella al llegar a el espacio blanco vio a Harry, el se froto los ojos para ver si no estaba alucinando, y cuando los abrió el fondo cambio era una vista del cielo y delante suyo el mismísimo niño que vivió ofreciéndole una mano, a su alrededor un aroma dulce y muchos pétalos de rosas volando alrededor de Harry, por fin se decidió a aceptar su mano, pero empezó a caer y lo ultimo que alcanzo a ver era que alguien lo abrazaba por detrás, y lo único que se pregunto al despertar fue
-¿Como tuvo la osadía de tocar a mi león?- para luego salir de allí y buscar a la persona de su sueño
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-lo tengo al fin- dijo un emocionado Harry
-¿que tienes?- pregunto la chica con un brillo curioso en sus ojos
-la última pieza para salvarlos- respondió para luego salir de allí tan rápido como alma que se lleva el diablo seguido por sus dos amigos, llegaron a la sala común de Grifindor que justo ahora estaba vacía gracias a las reparaciones que deberían efectuar en aquel lugar, hay se pusieron a revisar los informes y evidencias que llevarían para poder salvar a los Malfoy de Askaban.
Ya en una de las salas de espera del consejo mágico, donde estaban dos chicos impacientes por dar a conocer lo que sabían y una chica algo risueña viendo a Harry ir de aquí hacia allá por la sala nervioso
-relájate que tu preciado Draco se salvara – dijo la bruja con una risilla
-yo…. Yo no… no es mío- dijo sonrojado y a la vez susurro –ojala lo fuera-
-si, si – dijo el pelirrojo –claro que es tuyo, mas pareces acosador con todas esas fotos que le sacas-
-no… no es verdad- dijo Harry haciendo un leve puchero, ron le iba a responder cuando llego un paquete a las manos de Harry vía lechuza, Harry acaricio la cabeza del ave y luego esta se fue
-ábrelo Harry- dijo la rubia, Harry desenvolvió el paquete era una cajita dorada con verde que luego abrió y vio una pequeña esfera la cual tomo en sus manos e inmediatamente comenzó a brillar y de hay salió una pequeña mariposa de un color violáceo y a su alrededor bailaba unos pétalos de color azul, empezó a revolotear por toda la sala, era hermoso y mas aun cuando la mariposa comenzó a brillar y se poso en los cabellos de Harry para luego convertirse en un polvillo dorado y a mientras llegaba a el cuello de Harry un hermoso dije que por detrás en hermosa caligrafía decía “te amo Harry”