Capitulo 2: Deja Vu
Las cosas estaban extrañas para Luhan. Desde que había tocado al chico se había sentido diferente y no podía sacarlo de su cabeza, cosa que iba a terminar volviéndolo loco. El rubio se revuelve los cabellos fastidiando y deja su comida a un lado. No tenía ánimo ni para comer.
-Ahora ¿qué pasa?- Luhan casi muere de un infarto, cuando encuentra a su único amigo sentado a su lado, hablándole.
-¿De dónde saliste Lay?- dice agarrándose el pecho por la impresión.
-Llegue hace un rato ¿por qué? ¿pasa algo contigo? Te noto más distante de lo normal- pregunta Lay distraído... jugueteando con la hierba debajo de él, una hierba verde y bonita, que crece saludable especialmente en el lugar que frecuentan.
-Hay un chico. Creo que lo conozco de alguna parte pero no se de dónde y eso me vuelve loco. Por alguna razón ahora me lo encuentro con más frecuencia en la calle o por la universidad. Estoy seguro de no haberlo visto antes, pero también estoy seguro de que lo conozco de alguna parte y que algo hay entre nosotros. No entiendo, no me entiendo... me voy a volver loco.
-Amor a primera vista- suelta en un suspiro Lay.
-¿Eh? ¿De qué hablas? No me digas que estabas escuchando música mientras yo te abría mi corazón... otra vez.
-Te estaba escuchando- responde tranquilo Lay, con su mirada perdida y sus ojos adormilados- Te estoy diciendo que sufres de amor a primera vista. Cuando no conoces a alguien pero te da curiosidad o deseo, tus sentidos se alborotan y le mandan mensajes equivocados a tu cerebro, este los interpreta de forma que también podemos considerar errónea, tal vez tu confusión se debe a eso. Deseas tanto a esa persona que simplemente necesitas una excusa para hacer contacto con él.
-Cuando explicas las cosas de esa manera, simplemente no se si amarte y besarte por ser el mejor amigo del mundo... o salir corriendo porque parece como si leyeras mi cerebro y luego me explicaras que me pasa.
-No me gusta que otros hombres me besen.- comenta Lay haciendo énfasis en su disgusto.
-Lo sé- dice Luhan cansado- no pensaba hacerlo de todas formas.
-Yo creo que estas así- continúa Lay el rato menos pensado- porque es la primera vez que estás interesado en una persona sin que esta te corresponda. Has vivido con la gente rodeándote y buscándote, pero no estabas interesado y ahora por primera vez lo estás, esa persona no.
-Acabas de hacer que me deprima.
-Lo siento- responde Lay tranquilo.-¿Quieres que te cante una canción?
-Creo que estoy mejor así, gracias- Luhan sabe lo prejudiciales que son las canciones de Lay para la salud mental de cualquier persona. Su voz es preciosa, pero los acordes de su guitarra y las letras pueden tranquilamente provocar un suicidio.
Las cosas estaban extrañas para Sehun. Conocía a Luhan, más de lo que debería, pero se consuela sabiendo que así no lo hiciera, no era de las personas que pasaban desapercibidas. Sehun tomaba un par de materias en la universidad, solamente para poder dedicarse al baile con Kai. En realidad se pasaba más tiempo en la sala de ensayos que en su propia casa, porque la universidad en sí no le llamaba mucho la atención... hasta que Sehun fue quien llamó la atención de Luhan.
Sehun, además de disfrutar que las personas piensen que no le importaba su propio aspecto físico, también disfrutaba saberse deseado y no corresponder a esos sentimientos, no para lastimar a las personas, sólo para subirse un poquito el ánimo y el amor propio. Pero Luhan era diferente, llamar la atención de el Rey de los rechazos no era algo que cualquiera pudiera permitirse. Además, Sehun ya había desperdiciado la oportunidad una vez, no lo haría de nuevo. Es aquí donde las cosas se ponían extrañas para Sehun. ¿Por qué lo había tocado en primer lugar? ¿Lo habrá recordado? Y más importante ¿Por qué su corazón había saltado de esa forma? Tenía que averiguarlo y qué mejor manera que provocando al rubio. Logró toparse con él como si fuera lo más normal del mundo y le encantaba ignorarlo olímpicamente, para luego dejarlo con esperanzas de que efectivamente estaba interesado y, por último, ignorarlo de nuevo. No era un juego, no lo hacía por malo, tenía que asegurarse de que Luhan estaba realmente interesado o darle una pista de su anterior encuentro. Aunque la verdadera razón era que tenía la NECESIDAD de sentirse deseado, querido y buscado por Luhan, eso era lo extraño.
-Disculpa...- Sehun se giró para encontrarse con los mechones rubios y unos ojos adorables frente a él, tenía en las manos unos papeles y algo con qué escribir. Perfecto, Luhan había dado el primer paso.
-¿Puedo ayudarte?- preguntó con una voz segura y decidida.
-Quería saber si sabías a dónde se pasó la sala de ensayos para los clubs de arte. Estoy buscando el coro y con estas remodelaciones que hacen estoy perdido.
-¿Vas a las audiciones?- pregunta Sehun apenas mirándolo.
-Si- responde tímido el rubio.
-¿El coro, eh? Déjame te acompaño- responde y empieza a caminar sin importarle si Luhan está detrás de él o no.
-Gracias- logra decir el mayor, todavía detrás, siguiendo al más alto por inercia.
-¿Cómo te llamas?- pregunta Sehun despreocupado. Golpe bajo, Luhan está acostumbrado que todos lo conozcan, pensó que sería refrescante que alguien no de por hecho que lo conoce, pero que justo él sea el desinteresado, dolió un poco.
-Luhan... Xi Luhan- dice nervioso el rubio.
-¿Extranjero?
-De China...
-¿Intercambio?
-No,mis padres viven aquí desde que tengo 13.
-Oh... ok- Sehun había dudado por un momento, tenía la esperanza de que sea una coincidencia absurda, pero no. Definitivamente era Luhan,su Luhan.
Caminaron en silencio hasta llegar a su destino, Sehun habló primero.
-Este es el nuevo edificios de los clubs. El coro, si no estoy mal, está en el tercer piso. El de baile está en el cuarto.
-¿Baile?- pregunta Luhan sorprendido.
-Si, es donde estoy yo. Justo... sobre.... ti... - dice suavemente Sehun, casi en un susurro cerca de su oído... sintiendo como sus palabras causan efectos inmediatos en el pobre rubio, que cierra los ojos y se estremece.
Sehun estuvo rondando el coro y logró diferenciar el número que tenía Luhan para las audiciones. El rubio resultó ser el 20 ¡Tendría que esperar! Ni siquiera habían comenzado aún. Salió del lugar y fue a entrenar, pero perdió la noción del tiempo y salió desesperado pensando que se perdería el escucharlo cantar, pero logró llegar para el número 17 y se sintió aliviado. Decidió ver las audiciones para no perderse la del rubio o estar regresando una y otra vez. Pensó que en serio Luhan debía ser muy bueno o muy valiente, porque los chicos que se presentaban cantaban DEMASIADO bien, haciendo especial énfasis en la palabra. Por alguna razón, Sehun no era capaz de recordar su voz.
Luhan se paró en medio del escenario y Sehun se dijo a si mismo que debería ser ilegal verse tan hermoso y sexy al mismo tiempo. Esos pensamientos no significan nada cuando escucha la voz de Luhan resonar en el auditorio, dejándolo pasmado no solo por la belleza del timbre de su voz, sino también por su potencia… y los recuerdos. No puede entender bien la letra de la canción, porque estaba en inglés, pero siente como si Luhan quisiera decirle algo a alguien y siente que ese posible alguien sea él mismo. Los aplausos se escuchan y el rubio se retira satisfecho, Sehun se escapa sin ser visto, no era bueno para los idiomas... pero esas palabras quedarían grabadas en su mente.
“...But now that you’ve come back, turned night into day... I need you to stay...“ (Open Arms)
-Robas cosas, golpeas a la gente y... ¿Ahora me acosas?
-Acosar es una palabra fea. Primero, no golpeé al chico, solo lo empujé suavemente porque se metió en mi camino el rato menos pensado e hizo caer mi chocolate. Segundo, no puedes probar que he robado nada, yo te devolví las cosas que encontré. Tercero, yo no acoso... solo disfruto de tu compañía- el rostro de Kai, su sonrisa y la sinceridad de sus palabras provocó una sensación extraña en su columna vertebral.
-¿Qué compañía?- pregunta Kyungsoo intentado parecer tranquilo- Solo me sigues a todas partes y me miras insistentemente mientras yo hago mis cosas, apenas si hablas.
-Solíamos hacerlo con frecuencia antes y no te quejabas... tanto- le reprocha infantilmente el moreno, dejando perplejo al mayor.
-¿De qué hablas? ¿Antes?- pregunta sorprendido.
-De nada, solo déjame disfrutar de ti, de estar contigo. Me hace sentir... seguro.
-Seguro- repitió Kyungsoo suavemente. Tal vez, Kai se refería a la calidez, esa extraña y familiar calidez que flotaba en el aire cuando estaban juntos.
Kris había aprendido muchas cosas en su vida, pero su ex novia le había dejado una enseñanza muy valiosa. El rubio, definitivamente le quedaba espectacular.
Kris se caracterizaba porque no era de las personas que se echaban a morir cuando algo malo le sucedía, siempre tomaba este tipo de situaciones como señales de que es hora de hacer cambios. Regresar del servicio militar obligatorio, que tu novia te termine y saber que se va a casar con otro definitivamente era una señal para el cambio. Y que mejor, que empezar una nueva vida sintiéndose nuevo. Y hermoso.
Pero, las cosas estaban extrañas para Kris. El tiempo pasaba o demasiado rápido o demasiado lento, como si jugaran con él. Podía pasarse una mañana entera viendo la televisión y cuando veía la hora apenas habían pasado veinte minutos. Empezó a preocuparse de que los relojes conspiraran en su contra o que algo estaba dañando su cerebro, pero lo dejó pasar. Hasta que llegó Tao a su vida.
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