Invierno:
''Al principio solo luchaba porque sí. Por solo notar algo de adrenalina en mi podrido cuerpo ya que no siento nada. Quien iba a decir,que el primer día de invierno,en donde solo nevaba y yo me encontraba inerte frente al gran árbol que solía visitar siempre,como si buscara respuestas a preguntas que nunca fueron formuladas; apareciste tú. Yo apenas con ropa,deshilachada y rota. Tú tan delicada con tu kimono blanco... Creía que estaba viendo una ilusión después de tanto tiempo sin alimentarme bien. Pero no,estaba equivocada. Podrías confundirte con la nieve misma si no fuera por tu cabello negro que se esparcía por parte de tu pecho y espalda; por tus labios que eran rojos como la sangre misma. Normalmente ni siquiera me habría molestado en mirarte y te habría matado... Pero tu mirada y pequeña sonrisa queda,llamaron mi atención como ninguna otra. —¿Acaso estaba viendo a un ángel?— Me pregunté a mis adentros. Mi postura no cambiaba, tú te acercabas más y más a pesar de que yo estaba armada y en cualquier momento podía acabar contigo,¿acaso no tenías miedo? Tu cabello azabache iba recogiendo pequeños copos de nieve,en ti se veían como pequeños adornos... Seguía embobada con tu belleza; con tu mirada. Y al fin estábamos una cerca de la otra. Parecía no importarte el hecho del frío,del que yo estuviese sucia,impura; manchada impura. No lo vi venir. Mas no dijiste palabra,solo... Me abrazaste. A pesar de yo creer no sentir nada,a pesar de que no te conocía,a pesar de que... Creía haber olvidado que era aquello. Me apegaste a tu pecho y tus brazos me rodearon más,parecían las bellas alas de un cisne. Me sentía tan... Cálida. Tan... Cómoda. Parecía que ya conocía esa sensación... Pero no,en mi memoria ese recuerdo no se cernía,por lo cual no lo tuve nunca pero tú,me devolviste el sentimiento. Sin darme cuenta me embriagué en tu aroma,mis ocelos cansados al fin se cerraron y sin pedirlo; te correspondí el abrazo. Nunca dijiste nada... Jamás nos dijimos nada... Pero lo que me dijiste con ese abrazo,nunca nadie me lo podrá decir como tú hiciste. Al separarnos de aquella unión,me sonreíste; suave,sincera. Hiciste que aunque el frío casi me quemara la piel,hiciera calor,al menos en mi pecho. Aún te observaba,no quería que te fueras. Iba a preguntar tu nombre mas las palabras se atascaban en mi garganta. Te diste la vuelta para marcharte,agarré tu manga y tú tan solo te giraste con sutileza y me dijiste:
— Cada 1º día de cada estación,espérame en este árbol.— Solté tu manga o eso me pareció ya que al escuchar aquello y salir de mi trance... Tú,ya no estabas.''
Primavera:
'' Los días pasaron... El invierno desapareció junto a ti. Es el primer día de primavera y como me dijiste fui al árbol donde ambas nos conocimos. Sentía que desde el momento en que te vi,algo cambió en mí. Ya no buscaba aquellas luchas sin sentido que tan solo me llenaban de más cicatrices,de más vacío... Aún recuerdo tus cálidos brazos rodeándome... Tu suave sonrisa que ilumina mi mundo. Para mí ese árbol en donde nos encontramos,plasmó todo el momento para ambas. Me apoyé en el árbol,pues,estaba cansada. A pesar de que ya no peleaba tanto,me vestía mejor e incluso tenía un trabajo. De hombre,haciéndome pasar por uno,mas seguía siendo un trabajo... Seguía con muchos enemigos que jamás desaparecerían. Estaba intentando enmendar mi camino,intentar no descarrilar de nuevo... Pero parece que mi pasado me persigue como mi sombra. Acabé sentada bajo aquel árbol,esperando con la esperanza de volver a encontrarte y preguntarte ese preciado nombre que jamás olvidaría. No sé cuanto tiempo pasó... Mas cuando desperté por el aroma de las flores de cerezo,no había nadie más que yo. Estaba decepcionada,¿quién me mandaba a creer en chiquilladas? Nadie,tan solo yo. Porque creía que al fin,encontré mi luz. Estaba a punto de mandarlo todo al garete,pues ya no iba a confiar. Ya no. Pero al levantarme y coger mi espada por la funda,había una cinta rosa; atada con un suave nudo y al extremo de esta,un pequeño cascabel. Era tuyo,algo me lo decía... Desaté la cinta,mas luego pensé en no hacerlo,si tú la habías puesto ahí,ahí debía permanecer al igual que el abrazo que me diste aquel día. No pude verte,pero esa cinta significaba más que cualquier cosa. Desde ese día lo guardo como a mi vida. Espero poder verte en Verano... Bella mujer. Grabé en el gran árbol un Kanji que recién aprendí a escribir... Aquel Kanji era... ''Amor''.