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Coffee Scent. por chenunot

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Notas del fanfic:

Creditos:  Este fic no me pertenece, la autora es mi mejor amiga. Ella me pidio que la subiera por ella. 

Notas del capitulo:

¡Holaaa! esta tambien es su primera vez escribiendo fics de este tipo, asi que espero que les guste mucho y que dejen sus reviews n.n la verdad es que la considero como una persona que escribe cosas hermosas y espero que ustedes lo aprecien tambien.

Me levantaba todos los días muy temprano en la mañana. Ningun motivo en especial, solo me gustaban las mañanas. El sol saliendo, la brisa matutina, eran cosas que no me perdía.


Me dirigí a la cocina, y preparé café. Tomé mi teléfono celular y le deje un mensaje de ‘buenos días' a mi novia.


Quería por fin estar en buenos terminos con ella, aunque quien debería de querer arreglar las cosas sería ella, no quiero sonar egoísta, pero la mayoría de los problemas que tuvimos fue porque ella siempre se quejaba de algo; apenas tres meses y sentía que la relación no daba para más. Siempre he tenido esta suerte con las mujeres, y ninguna de mis relaciones se han mantenido por más de cuatro meses, al final, soy yo quien las termino.


Unos minutos más tarde recibí un mensaje, inmediatamente revisé de quien provenía: So Young. Era extraño que ella estuviese despierta a estas horas. Todavía no eran siquiera las nueve. Abrí el mensaje: ‘Jimin, quisiera hablar contigo. ¿Podemos encontrarnos en algún lugar?' Necesitamos hablar. Respiré profundo y le respondí dejandole saber la hora y el lugar. Ya me imaginaba lo que iba a pasar.

Al salir de mi departamento, me encontré con mi vecina, la señora Yun Hee venía subiendo en la escalera, con una maceta de tulipanes de distintos colores. Esas flores son bastante bonitas en verdad.


“Buenos días Jimin" dijo la señora poniendo un pie en el último escalón, sonriéndome.


“Buenos días." Hice una pequeña reverencia.


“Si no es mucha molestia, y disculpa, ¿te importaría ayudarme a subir unas macetas?"
Odiaba ser impuntual, pero todavía tenía tiempo.


“Si, pero…"


“Sabía que no te rehusarías. Hay una camioneta abajo, solo quedan tres. Muchas gracias."


“No hay de que…" le sonreí y bajé las escaleras del edificio.


En la parte trasera de una camioneta roja estaban las macetas. Los tulipanes eran de distintos colores… rojos, rosas, naranja, violetas e incluso había una azul entre ellas. Parecía irreal.


Al terminar de subir las flores, la señora me pidió acompañarla a tomar el té. Realmente no sabía si quedarme o no, pero no quería quedar mal ante la señora, asi que acepté.
Su casa estaba casi repleta de flores y plantas. Tulipanes por aqui y por alla. Sospechaba que eran sus flores favoritas.


“Permiso." Me quité los zapatos antes de entrar y me senté donde la señora me ordenó.
Esperamos unos minutos hasta que el té estuviera listo y lo sirvió.


“Gracias." Dije tomando la taza y bebiendo un poco. Estaba delicioso.


Por el momento hablabamos sobre nada, solo bebiamos el té en silencio. Entonces comenzó a hablarme de su trabajo como jardinera y porqué los tulipanes eran sus flores favoritas.


“El día en que mi esposo me propuso matrimonio, me había regalado un ramo de tulipanes rojas. Me explicó que el significado de estas: los tulipanes rojos significan amor verdadero, y son escensiales para regalarselo a la persona que amas..."

Amor verdadero. Me pregunté si algún día sería capaz de encontrarlo. Sería lindo regalar un ramo de tulipanes rojos también. 

Ya casi serían las diez de la mañana. No quería llegar tarde a donde So Young y yo nos hemos citado. Ha sido en un restaurante no muy lejos de mi casa. En auto se llegaba en cinco minutos. Cuando llegué, ella aún no estaba allí, menos mal. Solía frecuentar ese restaurante con mis hyungs. Dejamos de venir desde que cada uno consiguió trabajo y empezamos a tener vidas propias. Solo unos minutos después llegó So Young.


Nadie podía negar que era una chica hermosa y elegante. Nunca andaba desaliñada y era carismática.


“Hola." Me sonrió al sentarse. “Antes de que digas alguna palabra quisiera que me escucharas…" Asentí.


“Estoy muy arrepentida de todo lo que he hecho, no quisiera estar sin ti. Mis padres preguntan por ti, mis amigas, todos. Han sido duros los dias sin ti…"


Se supone que cuando una persona te está hablando desde el corazón, sus sentimientos los sientes en tu propio pecho, pero con sus palabras no sentí nada. Ya no la veía igual.


“L-lo siento So Young." Negué con la cabeza, cruzando los brazos. “Ya tomé una desición..."


“¿Qué clase de desición?" Su tono de voz se elevó un poco. “No me puedes estar dejando, Park Jimin." Me encongí de hombros en respuesta. Su cara poco a poco se fue tornando roja.


“Tú sin mi no eres nada. Termina de madurar Jimin."


Podía sentir la sangre hirviendo en mis venas, involuntariamente apreté los puños. “¿Podrías hablar menos tonterías? ¿Crees que no me di cuenta que todo este tiempo me has usado a tu antojo? Yo he sido quien ha sufrido de los dos, yo solo he estado de lujo en la ‘relación'. Adiós So Young." Me levanté de la silla y caminé hacia la salida, dejando aquel lugar detrás.


Manejaba mi auto sin rumbo. No quería ir a mi casa tampoco, sabía bien que si iba para allá no saldría siquiera a trabajar. 


“¿Por que siempre me tocan este tipo de experiencias? ¿No habrá alguien allá afuera para mi?" Pensé. Estaba harto de que mis relaciones no perduraran. ¿Qué dira mi familia de mi? ¿Qué diran mis amigos de mi?

Después de manejar por algunos minutos, detuve el auto en el estacionamiento del edificio de la empresa para la que trabajaba. No podía manejar más; vagué por unas cuantas cuadras hasta encontrarme una calle en la que nunca había estado. Quizá ya había pasado por aquí, pero sinceramente no me acuerdo.


Recordé que no había desayunado al ver un puesto de /Hotteok/ en la acera. Era una delicia, pero no tenía ganas de eso. Entonces, el aroma de café me acarició suavemente la cara. ¿Por qué nunca me había detenido allí? ¡Esa calle era como el paraíso!
Caminé hasta encontrar la cafetería de donde venia el recomfortante olor. El lugar era pequeño pero lucía bien, bastante. Unas cuantas mesas a lo largo de la ventana, y unas cuantas sillas en la barra. Ya que estaba solo decidí sentarme en la barra. Me despojé de mi chaqueta, la colgué en la silla y me senté. Un chico vestido con una camisa blanca y un delantal negro, estaba detrás de la barra, sonriente, esperando pacientemente mi pedido.


“Buenos días." Le dije, sonriendo con mis ojos.


“Buenos días."


“¿Tienen algún menú?"


“Si, justo allí." El chico señaló un espacio en la barra junto a mi. Reí por mi torpeza.


“Lo siento no lo vi…" Tomé uno y comencé a ver. “Un Latte Macchiato, y… ¡oh! ¿Ustedes también venden Hotteok?" El chico asintió. 


“Excelente. Pues… el Latte Macchiato y un servicio de panqueques. Por favor."


Dejé el menú hacia un lado. El lugar daba buena vibra. El chico se agachó un momento y cuando se volvió a levantar, ya estaba preparando mi café. Era un barista. Lo reconocía por la forma hábil en que sus manos preparaban el café. La delicadeza que ponía al vertir el café en la taza y al hacer la decoración. Era asombroso.


“¿Cuántos años tienes en esto?" Le pregunté cuando dejaba la taza con mi pedido frente a mi. Se lavó las manos en un lavabo que tenía integrado la barra y secó sus manos con una toalla. Sus dedos eran largos y sus uñas perfectamente cuidadas.


“Desde los 18, señor." Wow.


“No, no, señor no, por favor. Me llamo Park Jimin. Probablemente venga por aquí a menudo, me agradó el lugar." Cuando lo miré, me pareció que sus mejillas tomaron un poco de color.


“Jung Ho Seok." Hizo una pequeña reverencia, sonriendome.

No hablamos mucho después de eso, mi pedido de panqueques estaba listo y estaba tan hambriento que comí lo más rápido que pude. Como si la comida fuese a cobrar vida de repente y salir corriendo. Todo estaba delicioso. Especialmente el café. Era el mejor que había probado.


Después de desayunar, y probar una vez más el Latte Macchiato. Ya había bebido tres tazas de café en el día, probablemente no dormiría hasta muy tarde en la noche. Pero de repente el efecto de la cafeína pasó, y me sentí cansado. Pagué mi pedido, me levanté de la silla y me puse mi chaqueta.


“Bueno… ya es hora de que me vaya. Gracias."


“Vuelva pronto." Le sonreí antes de salir del lugar a buscar mi auto. Estaba claro que volvería pronto.

Notas finales:

¿Que les parecio? :3 ¡por favor no dejen de dar su opinion!


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