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Recuerdos y Realidades por PandoraBoxx

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Notas del capitulo:

Hola a todo@s, aquí pasando a dejarles la continuación de esta historia, espero que les este gustando....recuerden que los personajes usados en está maquiavélica historia son de Oda-sensei, yo solo los tome prestados un ratito (espero que no se moleste por eso), disfruten.

 

TERCER RECUERDO

Law salió de la habitación; analizando su propio comportamiento, percatándose de que estaba actuando completamente fuera de sí, aunque tampoco tenía duda alguna sus pasos seguros lo delataban, mismos con los que dejó el campus detrás suyo, el claustró no se encontraba tan apartado él lo entendía a la perfección ya que brindaba muchos servicios sociales con frecuencia en el hospital.
En el trayecto una fragancia fresca relajante aparte de mostrarle que el cambio de estación estaba próximo, le ayudaba a tranquilizar un poco sus pensamientos; el fuerte chiflido proveniente del tren lo saco de ese laberinto de confusión, su nerviosismo y sorpresa se acentuaron cuando advirtió que ya estaba en el centro de la villa, percibiendo de inmediato el barullo de toda la gente; niños, adultos, ancianos incluso uno que otro perro, después de todo el poblado podría ser pequeño pero no dejaba de ser un pueblo; se desconcertó cuando miró atrás ¿Cuándo había dejado los señalamientos detrás? ¿En verdad ya había recorrido todo el trayecto? Efectivamente, Law había caminado lo más rápido que sus piernas lograban ofrecerle.
Con el firme pensamiento de encontrar a Kid se había aventurado sin analizar, ¿a quien debo preguntarle por ese lugar? ¿Cómo debo buscar ese sitio?
Mirando hacia todas direcciones trataba de ubicarse; pero era inútil. Ni siquiera conocía los nombres de las calles. Esa “visita” era muy distinta a las habituales sin contar que cuando iba al pueblo no lo hacia solo, siempre estaba acompañado por estudiantes, maestros o incluso el mismo Kid. Nunca prestó atención a las calles en sí, no creyó necesitar esa información después, ahora comprendía lo equivocado de ese pensamiento.
Una cuadra mas adelante divisó un pequeño restaurant, destacaba de entre los demás establecimientos era quizás por la “publicidad” que orgullosa se postraba en lo alto; una cabeza de León era su lema, “Sunny” era su nombre.
Se acercó algo arisco observó las instalaciones de reojo, la enorme ventana con el marco en color blanco permitía ver muy bien dentro del lugar; no prestó interés, estaba más atento en tratar de encontrar ese sitio marcado en el papel, estando parado en la puerta por fuera, sin tener resultados decidió entrar; al hacerlo un mesero moreno de sonrisa alegre y cabellera alborotada le dio la bienvenida.
—Buenos días ¡¡Bienvenido!! ¿Qué le puedo traer? — preguntaba con un tono demasiado alegre al grado de contagiarle una sonrisa.
Law miro con atención al chico no parecía ser nada fuera de lo ordinario, pantalones de mezclilla algo desteñidos ya por el uso, camiseta en rojo sin mangas lo cual era un poco extraño ya que el frio comenzaba a sentirse y una bandeja redonda sujeta por ambas manos, pero eso no le incumbía observo el nombre del joven en su gafete de trabajo.
—Luffy ¿cierto? — pregunto mientras se señalaba la identificación.
—Si ese soy yo shishishi, dime ¿Qué te sirvo?— Reafirmaba el chico aun con una gran sonrisa.
—De hecho Luffy-ya necesito saber si conoces este lugar — Con la mirada seria, le mostraba al joven el papel.
—Ammmm — emitía el chico ladeando la cabeza hacia un costado — Yo no, pero mi jefe seguramente debe saber algo, permíteme llamarle. — contestaba el joven.
—¡¡¡Sannnnnjiiiiiii!!! — gritaba muy enérgicamente.
Law se quedó parado esperando a ver a su jefe, el cual seguramente estaría molesto por ese llamado tan descortés; del fondo del restaurant salió un esbelto chico rubio con solo uno de sus ojos visibles, el otro se ocultaba detrás de un mechón de cabello, un largo delantal en blanco cubría sus ropas.
— ¿Qué pasa? Te he dicho que no me grites, no estoy sordo. — Declaraba secándose las manos con el mismo delantal, miro con atención al joven moreno de ojeras marcadas.
—Si, lo siento, pero el chico aquí, pregunta por este lugar, a mi se me hace familiar, pero no recuerdo así que por eso…— mostrándole el pedazo de papel. Sanji vio la dirección y alzo su ceja rizada visible.
—Bueno yo atiendo al joven ve a terminar de lavar los trastes que faltan sin dañar ni uno solo o no habrá recompensa, ¿entendiste? — Agregaba el rubio señalando al fondo del restaurant.
Luffy salió corriendo en dirección del cuarto trasero, Law miró como se perdía al entrar en ese lugar.
—Siéntate, por favor — Pedía mientras acercaba una silla y se la ofrecía, esté acepto; estando ambos sentados, Sanji saco un cigarrillo, lo encendió y dio la primer calada; el semblante del joven sentado en frente no mostraba algún cambio visible y mantenía la mirada en él.
—Entonces ¿para que buscas ese lugar? Ese sitio no es para jóvenes como tu. — Aclaraba mientras señalaba a Law con la mano que sostenía el cigarrillo.
—Busco a una persona. — respondía en tono serio pero seguro el moreno.
— ¿Una persona? Pues si no ha regresado y ese fue el último lugar que visitó, no te garantizo que siga con vida. — contestaba el cocinero mientras daba otra calada a su cigarrillo.
—Aun así, necesito tratar de encontrarlo — La respuesta de Law era clara, Sanji sonrió al momento de que alzaba la ceja rizada, de una ultima calada termino su cigarrillo, lo apago en la suela de su zapato, levantándose de su silla se dirigió a la puerta estancándose en la banqueta miro de nueva cuenta al joven moreno llamándolo con un movimiento de su mano le comenzó a desglosar el camino que debía seguir.
—Ven, presta atención, justo en donde termina la calle empedrada, darás vuelta a la derecha, entraras en un callejón; tres puertas después de entrar; veras una en color negro, sin brillo, magullada, con una rendija en lo alto solo para que te puedan ver el rostro. Tocaras tres veces, verán tu cara... Después de eso… no se que tengas que hacer, pero no me hago responsable por daños a tu salud. — Informaba el chico rubio a Law quien no perdía detalle de la descripción.
—Entiendo, gracias por tu tiempo — agregaba el moreno viendo al final de la calle.
Sanji sonriendo palmeó el hombro de Law, entro al restaurant después de escuchar en estruendo en la cocina: ollas y sartenes estrellándose en el suelo, eso sin contar, los gritos de su ayudante.
—¡¡¡Aaaaa caliente, esta caliente!!! —
Eso fue lo ultimo que Law escuchó; su caminar se tornó más veloz, se concentró solo en llegar al final de la calle, no prestó atención a lo que lo rodeaba en ese momento, solo esquivaba a los transeúntes; de entre ellos paso por en medio un par de chicas una pelirroja y a una morena, entusiasmadas por comprar ropa; logró evadir el a un chico de cabellera verde, que se notaba estaba perdido ya que miraba en todas direcciones buscando algo; en una tienda de refacciones tubo que hacer alto, permitiendo la salida de una persona con un distintivo color azul en su cabello acompañado de un moreno de melena esponjada que salían cargando cajas.
Por fin llegó hasta la esquina, al dar la vuelta se encontró en el callejón justo como lo había dicho el dueño del restaurant.
Ajustando su mochila camino adentrándose en el callejón, ese pasadizo a pesar de que era de día se veía oscuro; demasiado estrecho, solo cabían dos personas al tiempo; agua corriendo, que se perdía dentro del alcantarillado; vapores, provenientes de los distintos negocios aledaños; contenedores y botes para basura, que estorbaban al paso; paredes manchadas, carcomidas por la humedad y bolsas con desechos varios y, efectivamente las puertas mencionadas. Al final encontró la puerta que necesitaba, llegó hasta ella la pateó tres veces solo unos instantes espero para que la rendija de metal se abriera, el portero lo escudriño analizándole su rostro; una vez examinado cerraron la rendija, un rechinar indicó que la puerta estaba por abrirse esto significaba que podía pasar.
Law entro al bar seguro, de vista era común y corriente a esa hora por ser de mañana estaba vacío; el piso alfombrado producía pisadas suaves y silenciosas; los ventiladores en el techo, aspiraban los olores y el humo del tabaco; unos débiles faros propiciaban la atmosfera sombría, placentera que muchos bares mostraban; mesas de billar cada una con una lámpara alargada colgando por en cima, para que la luz solo cubriera a la misma; palos de billar acomodados en ellas, dos por mesa y las bolas de billar esparcidas proporcionaban un toque de color en las mismas. Pero la experiencia y práctica que ya tenía en medicina, lo hicieron notar de inmediato un concentrado aroma de sangre mezclado con agua y demás químicos; sin demostrar nada comenzó a caminar entre las mesas de billar, rodeándolas, su vista estaba fija en la barra y el barman.
Llego hasta la barra, un enorme espejo fue lo que vio por pared, le reflejo lo que había a sus espaldas, dio un vistazo rápido para después observar con detalles al barman de cabello negro largo sujetado en una coleta, barba estilo candado muy bien definida se le quedo viendo fijamente.
— ¿Qué te sirvo?— Pregunto mientras le clavaba la mirada.
Law sabia que ese no era un bar ordinario, así que sin rodeos dijo el porque se encontraba ahí.
—Estoy buscando a una persona, me dijeron que la encontraría aquí, vine para llevarla conmigo, mmm ¿Lucci? Ese es tu nombre ¿cierto? — Declaraba Law mientras se estiraba un poco por encima de la barra, apoyándose con ambas manos, solo para checar más de cerca el bordado en color negro que resaltaba perfectamente de la camisa blanca, mostrando el nombre del tabernero.
Las palabras frías de Law provocaron que Lucci se quedara estático, dejo de limpiar el vaso que sostenía, esa reacción provocó una sonrisa burlona se adueño del rostro de Law.
—Puedo preguntar ¿Quién es esa persona? — Insistía el barman en un tono lleno de arrogancia.
—Un pelirrojo, con el cabello en puntas, sin cejas, ropa oscura, su rostro no es fácil de olvidar; déjate de rodeos y dime ¡¿Dónde esta?!— Exclamo Law aun con las manos apoyadas en la barra.
El barman hiso una seña con su cabeza y el enorme sujeto que resguardaba la puerta se acerco, ese tipo era demasiado alto y más fornido que Law, de tez morena le daba cierto parecido su tono; rapado, labios carnosos, pero ya entrado un poco en edad; él sí tenía identificación con su apodo o nombre: Mr. 1. Sus ropas, bueno al ser un aparente guardia de seguridad vestía jeans en negro y camisa de vestir en blanco.
Aún así representaba ser peligroso; llego hasta detrás de Law y lo sujeto con fuerza por el hombro, esté lo miró por el espejo y la misma sonrisa burlona apareció de nuevo pero esta vez era más amplia.
—No es buena idea que me toques — Alegaba el moreno mientras sacudía un poco su hombro.
— ¡Oh! el pequeño niño tiene agallas, pero será mejor que te largues de inmediato — ordenaba el guardia.
— ¡No me des ordenes!— Fue lo que dijo antes de zafarse del agarre del portero. Las palabras de ese sujeto invadieron con furia a Law. Todo lo que conocía de anatomía le permitieron dar golpes certeros, pateando fuertemente la rodilla por el costado la desarticulo de inmediato ocasionando que Mr1 se encogiera solo un poco para poder tenerlo a su altura, de esa manera seria fácil de alcanzar; Mr1 no tuvo tiempo gritar; con gran ligereza Law consiguió dar un rodillazo en la barbilla curvándolo hacia atrás, en esa posición fue mas fácil para el ojeroso atinar una patada en el estomago obligándolo a enarcarse para tratar de tomar aire. Con toda serenidad y firmeza, Law se acerco y tomó el brazo izquierdo del portero, esté por auto defensa lanzo un golpe que resulto inútil, el dolor ya lo dominaba; para Law fue fácil el esquivarlo, con un puñetazo mas en el rostro logró someterlo; tomo uno de los bancos de madera, engancho el brazo entre las patas del mismo usando el taburete a su favor vasto un giro rápido en contra de la rotación del codo para sacarlo de su lugar, el que se rompiera el antebrazo fue un extra.
El dolor fue demasiado para Mr1, se quedo en shock hincado y sujetándose el brazo que colgaba de él como péndulo en reloj, Law uso el mismo banco y con toda la fuerza capaz de aplicar en ese momento, estrello el taburete en la espalda y cabeza del guardián de ese turno quien cayó al suelo boca abajo en completo estado de inconsciencia.
Law se quedó parado; procesaba lo que acababa de ocurrir, el crujido del hueso roto del guardia le daba satisfacción, ese “crunch” le causo éxtasis que lo cargo de adrenalina; sin cambiar sus facciones miro al barman.
—No quiero tener que usar la fuerza, ¡¿Dónde esta?!— preguntó en tono demasiado macabro, sus palabras infundían temor, pero para Lucci eso ya era costumbre.
—Tendrás que averiguarlo— Contestó burlón el barman; quién saltó por encima de la barra, Lucci era mucho más fuerte no sería nada fácil de derrotar y Law sabía eso.
Él se quedo parado, esperando, un parpadeo basto para que el bien parecido cantinero estuviera en frente, solo con tiempo para tomar aire y contenerlo sintió el puñetazo que se estrelló en su estomago; pero eso fue solo el comienzo, un golpe al rostro lo desoriento mucho, la confusión fue aprovechada al máximo por el cantinero pateándolo en dos ocasiones al área de las costillas, Law se dobló, esto confirmaba lo que él mismo discernió, no tubo mucho tiempo para pensar un golpe en el mentón a modo de gancho lo hacia tocar suelo.
Law cayó de sentón; exhalando se incorporo quedando en cuclillas, sujetándose las costillas con fuerza mostraba lo que el cantinero sabía, su flanco ya estaba magullado a igual que su nariz la cual comenzó a sangrar junto con un corte en el labio inferior.
—Vaya, no eres chico fácil de derrotar…— decía altanero Lucci mientras apoyaba la pierna en el suelo.
Tosiendo un poco, el ojeroso se puso de pie; limpiándose la sangre con el puño, se quedo parado esperando.
Lucci confiado se lanzo al ataque pero esta vez fue distinto, Law poseía casi las mismas características que él, por lo que la velocidad resulto ser un factor en común; esquivando golpes comenzó a contraatacar golpeando en distintas partes del cuerpo al tabernero: estomago y rostro fueron los principales lugares golpeados, mostrándole que no sería fácil de someter; un golpe de izquierda que Law se cubrió marco la diferencia; con el hueco expuesto logró asestar un puñetazo en la mandíbula, dos golpes complementarios al rostro y una patada el estomago lo ralentizaron aun mas, en modo de burla Law imitó el gancho a la barbilla previo que el cantinero le había propiciado y el resultado ahora era lo opuesto, Lucci era quien caía de sentón, pero Law no tenía el tiempo que perder ni mucho menos energía.
Con Lucci sentado solo fue cuestión de tomar impulso para estrellarle todo su pie de frente en el rostro logrando tumbarlo por completo, Law sabía que con eso no era suficiente y Lucci se levantaría de nuevo, optó por neutralizarlo por completo; se acerco hasta Lucci quien rodaba en suelo de izquierda a derecha cubriéndose el rostro y, de un modo sádico comenzó a patearlo en las costillas, cada patada venía acompañada de un sonido muy similar al de un tambor, hasta que se escucho lo que él buscaba el “crunch” que solo unos minutos antes había escuchado del brazo del portero.
Justo en ese momento una sonrisa muy fuera de él se dibujo en su rostro.
Con tantos bancos de madera a lo largo de la barra, era fácil el tomar uno más, y sin remordimiento alguno lo estrello en el tabernero, quien había quedado de espalda a causa del dolor; Law lo volteo sentándose en el estomago del adolorido barman, lo sujeto por el cuello de la camisa y comenzó a golpearle el ya deforme rostro con el puño cerrado.
— ¿Dónde esta?— preguntaba entre cada golpe. Lucci no contestaba nada y eso hacia que Law se enfureciera cada vez mas; harto de no obtener lo que esperaba, se levanto de él y busco una botella, la estrello contra la barra rompiéndola, quedándose con el pico de la misma en la mano.
—Sabía que ese estúpido estaba relacionado con problemas de esta índole, decidí que no me importaría el “cómo” siempre y cuando lo sacará de aquí…
La voz de Law ya no sonaba para nada tranquila, por el contrario ahora se escuchaba demasiado lúgubre; volvió a sentarse en cima del cantinero el cual ya a esas alturas era irreconocible por tanto golpe; uno de sus ojos estaba perdido entre los colores: morado y negro; sus labios rompidos sangraban al igual que la nariz que se encontraba desviada, junto con varios cortes profundos en cejas y pómulos. Esta vez con el pico de botella en mano estaba decidido a sacar respuestas, no importaba el método. Apoyando el afilado cristal en el cuello de Lucci insistió con la misma pregunta.
— ¡¿Dónde esta?!— Preguntó aplicando fuerza.
El vidrio lentamente comenzó a penetrar la piel de Lucci, una gota de sangre comenzó a deslizarse por su cuello.
— ¿Por qué no me preguntas a mi?
Una voz femenina en un tono muy agudo lo distrajo, obligándolo a voltear; una chica demasiado sensual apareció delante suyo; su rostro no era muy visible un fleco largo y abundante cubría mas de la mitad de su cara; ese fleco era parte de una cabellera larga, con tonos castaños mezclados con naranjas; pantalones de cuero negro, un diminuto top que dejaba al descubierto una pequeña cintura, botas altas con cintas para abrocharse, piel blanca; fácilmente podían hacer que cualquier hombre se perdiera en su belleza, su nombre “Sadi” resaltaba a la vista ya que el cinturón a la cadera así lo tenia grabado.
Law la miro sin perder detalle, una punzada se le clavo en el pecho, ese tipo de mujeres lograban conseguir todo lo que ellas querían con el simple hecho de lucir así; y el pelirrojo no era excepción.
Al levantarse un fuerte dolor lo estremeció, las costillas si habían sufrido daño, tocando suavemente examino sintiendo el daño suspiro, no habría nada que por el momento lograra hacer; arrojando lejos el pico de la botella, miro a la chica, se apoyo en una de las mesas de billar y como ella le había sugerido, le hizo la misma pregunta:
— ¿Dónde esta?
—Esta atrás, pero no esta disponible. — contestaba la joven; ese tono de voz chillón que poseía mas las palabras que emitió causaron mas enojo en Law, la tomó fuertemente por la muñeca e insistió con la misma interrogante.
— ¡¡ ¿Dónde está?!!— Ese rostro macabro, ensangrentado, sin mostrar sensaciones le provocaron a la chica una sonrisa un tanto fogosa.
—Huuuu, con el dolor no me harás decirte nada, pero con ese rostro…..bien te diré, es más te lo mostraré. — argumentaba la chica entre suspiros y gemidos con el rostro lleno de satisfacción, Law sabía que no sería tan fácil, sí el simple hecho de entrar le había costado tanto, el salir le costaría lo doble ó más.
El moreno soltó la mano de la chica y comenzó a seguirla, pasando por las mesas que acababa de rodear, tomo uno de los tacos de billar y lo llevo con él; atravesaron por la barra de bebidas y ahí estaba, detrás del vidrio, justo a la vista de todos los clientes regulares se escondía un sitio que caía en la perfecta descripción de “pecado” ya que todos los placeres se podían conseguir ahí; con finta de bar también era burdel y con engaño de burdel también era un matadero; Law estaba a punto de averiguarlo.
Pequeños cuartos con cortinas dejaban a la vista el sitio que era, algunos de esos cuartos eran refugios para quienes buscaban sexo casual, otros más solo resguardaban a los adictos que hay se reabastecían, pero a donde a él lo llevaban no era ni lo primero ni mucho menos lo segundo, una puerta hecha de solo malla ciclónica rechino al abrirse y un club secreto de peleas salvajes sin reglas, ni protecciones, quedo expuesto.
Esa bodega se encontraba en penumbra unas cuantas lámparas propiciaban luz, el destello de la malla ciclónica que rodeaba el cuadrilátero, era uno de los pocos resplandores visibles; dentro de ese cuadrilátero se encontraban peleando en ese momento dos chicas, una de ellas con el cabello verde largo ondulado; pantalones cortos de mezclilla y camisetita corta de tirantes, y la otra morena, de cabello largo negro sujeto en coleta con gafas, pantalones estilo vaqueros en azul claro y camiseta en negro con cuello; ambas peleaban con katanas, Law no presto mas atención continuó caminando detrás de la chica.
Unos minutos mas tardaron en llegar, tiempo en el que se escuchaba el bullicio causado por las porras y silbidos de todos los presentes, miro de reojo pero solo veía una aglomeración de individuos enardecidos que aplaudían a la ganadora del combate.
Sadi abrió la puerta mostrando un cuarto en su mayoría en blanco, con manchas rojas en el suelo y paredes; Kid sobresalía se encontraba sentado en el suelo, parecía estar herido, Law no pensó antes de hacerlo y entro, Sadi cerró la puerta detrás de él, ya era tarde para regresar había caído en la trampa.
Se concentró en Kid, camino llamándolo pero él no respondió, de repente una luz enceguecedora lo obligo a detenerse.
Chiflidos y gritos comenzaron a escucharse, ese lugar era otro cuadrilátero, un cuarto sin techo, para que las personas situadas en lo alto, sentadas disfrutando de bebidas y demás pudieran ver las peleas sin estorbos, Sadi estaba en la planta alta mirando a Law con el rostro lleno de placer. Esté dedico una mirada colmada de resentimiento acompañada con la seña obscena de su dedo medio, a lo que los espectadores les encanto.
Law se acercó a Kid.
—Eustass, Eustass-ya — Le gritaba estando acuclillado en frente de él soltando el palo de billar, estrujándolo por los hombros, Kid estaba muy mal trecho, con cortes en brazos, rostro y piernas, la cantidad de sangre le indicaba que esas heridas no eran las únicas.
Pero las cosas no salieron como él pensaba; de un codazo en el rostro, Law caía al suelo; Kid se levantó para después comenzar a patearlo repetidamente.
Con cada patada, el moreno sentía como su interior se estrujaba; Law sentía toda la fuerza del pelirrojo y sin tener mas opción lo pateó en las costillas logrando que esté se alejara un poco, Law se arrastro hacia atrás.
—Eustass-ya ¿Qué pasa? No quiero pelear. — aclaraba el moreno mientras se incorporaba mostrando claramente que le dolía el hacerlo.
Kid no reaccionaba, ¿estaba enojado? Probablemente era eso pensaba el moreno.
—Eustass-ya…
—¡¡Calla!! — gritaba a todo pulmón el pelirrojo.
—No me llames… no tienes derecho. — Bramaba Kid, Law se quedo pasmado.
—Eusst…
—No….no me llames…. —vociferaba el pelirrojo, quien corrió hacia Law, sin darle tiempo para reaccionar con una patada en el costado tiró a Law al piso, el mismo costado que Lucci ya había magullado; estando tirado se dedico a patearlo una y otra vez; el vientre y costado fueron los puntos que más sufrieron daños dando como resultado que Law comenzara a escupir sangre.
Law con esfuerzo sobre humano logro detener una de las patadas del pelirrojo con ambas manos logrando aventarlo unos pasos atrás, se incorporo hasta quedar semi-hincado, solo una rodilla tocaba el suelo, sujetándose fuertemente el estomago y costado, apenas si lograba respirar. Los presentes extasiados por ese espectáculo pedían por más.
—Tú, no tienes idea…— pronunciaba apenas audible el taheño.
Kid no mostraba dolor, ni cansancio, caminaba en círculos, hablando entrecortado, estirando su cabello, estrellaba el rostro en la pared, se arañaba los brazos, pisaba con demasiada fuerza el piso… actuaba peor que animal enjaulado.
— ¿Qué fue lo que le diste?— Le preguntaba Law a Sadi mirando hacia arriba.
—Huuu así que ¿ya lo descubriste? que listo eres; si, tu amigo se sentía triste cuando llegó así que le ayude un poco a olvidar, eso es bueno ¿No lo crees? Ya no le duele nada no tienes de que preocuparte, no te molestes con él, solo hace lo que le pedí y como no siente el cansancio esto tardara. —El sarcasmo en la voz de la chica acompañado de ademanes desquiciaba a Law, pero tenía problemas más graves que atender, ¿Cómo lidiar con un chico como Kid sin lastimarlo más de lo que ya lo está? Pero sobre todo ¿Cómo detenerlo sin que lo matara a él en el proceso?
—Eustass-ya, debes tratar de…
—¡¡No!! No quiero saber nada de ti, nada…
El pelirrojo corrió de nueva cuenta hacia Law, era aterrorizante el ver a un hombre como Kid enfurecido, Law no debía distraerse, tenía una ventaja a su favor, la misma que le ayudo con Lucci: la velocidad; al ser un hombre más delgado que Kid con eso lograría cuando menos, defenderse de los ataques del pelirrojo.
Law se concentro tanto en las manos de Kid que perdió de vista las piernas, cuando menos acordó una rodilla del pelirrojo se estrellaba en su rostro causándole una hemorragia nasal severa; con semejante golpe fue una gran demostración de fortaleza que Law no cayera al suelo, pero si le hizo deslizarse hacia atrás en cuclillas eso le sirvió para tomar un poco de aire, ahora le era más difícil el respirar, las costillas le punzaban el costado, no podía tomar aire por la nariz la cual estaba quebrada ¿Quién mejor que él que era estudiante de medicina para saberlo?
Los ojos de Kid eran espeluznantes pero Law no podía distraerse con nada más que no fueran sus movimientos, Kid no solo era fuerte también rápido y sobre todo hábil; sin perder de vista el cuerpo de Kid logró ponerse en guardia para amortiguar un poco el golpe venidero, su fuerza era tal que sin importar que usara los dos brazos a modo de escudo lo azoto contra la pared, el golpe fue tan violento que Law reboto, al momento del retorno Kid lo esperaba con la rodilla en alto, el estomago de Law se estrello en ella, el moreno se quedo sin aire hincado a su merced, de reojo vislumbro la enorme y fuerte pierna que se acercaba a gran velocidad, alcanzo a agachar un poco la cabeza para refugiarla en su antebrazo, esa patada se estrello haciéndolo caer y arrastrarse en el piso marcando una distancia favorecedora; Law respirando con mucha dificultad se incorporo, en su mente un solo pensamiento se repetía: si quería salir de ahí el solo cubrirse no le serviría de nada, debía atacar.
Mostrando agallas, Law se abalanzo en contra de Kid, usando toda la velocidad de la que era capaz logro esquivar el primer golpe, viendo un hueco pateó el estomago de Kid tratando de sofocarlo pero, no era suficiente; Kid solo dio un paso atrás, pero antes de que se pudiera incorporar por completo Law atino en darle un golpe en la mandíbula, para después con ambas manos golpear los oídos; si lograba que Kid se desequilibrara tendría una posibilidad y así fue, el equilibrio de Kid vaciló y quedando de rodillas Law lo derribo de un rodillazo.
—Eustass-ya, no te levantes. — susurraba Law mientras observaba caer a Kid. Law sabia de antemano que si Kid se levantaba no lograría defenderse por más tiempo, sus heridas ya no se lo permitirían.
Para desgracia de Law, ese pensamiento se hizo realidad, Kid se irguió; una sonrisa demasiado desalmada se dibujo en su rostro, la sangre que brotaba de su nariz y labios lograron enfurecerlo más.
Law se quedo parado viéndolo ¿Es que acaso no hay modo de detenerlo? Pensaba; esa distracción le costo caro, Kid corrió al ataque en cuanto Law se percato de ello se puso en guardia, pero el solo esperar no era buena idea, cada golpe de Kid poseía una fuerza brutal que movía todo el cuerpo de Law quien no logró resistir tales impactos; desplomándose quedo completamente a manos del pelirrojo; hincándose tomo a Law por el cabello y con toda la fuerza que le quedaba comenzó a golpear el rostro del moreno.
—Tu, tu eres la causa, tu me confundes, tu…— alegaba el pelirrojo entre suspiros, mientras inhumanamente estampaba su puño en el rostro de Law.
— ¿No…entiendo?— apenas lograba emitir el moreno, entre golpes.
—Yo… quería, pero…evitas, ¿por qué? ¿Qué puedo hacer ?— Chillaba el pelirrojo quien no dejaba de golpear el rostro de Law.
—Eust…
—¡¡Te dije que te callaras!!— bramaba el taheño.
Levanto a Law por el cuello y lo arrojo lejos, Law rodo como muñeco de trapo, choco con el muro estirando el brazo sintió el taco de billar, apretándolo fuertemente en su mano lo uso como bastón, jadeando, con mucha dificultad comenzó a levantarse.
Respirando lo mas profundo que podía logró ponerse de pie completamente, ya estaba hecho un harapo, la sangre brotaba sin control por su nariz y boca; las piernas le temblaban causándole un tambaleo, las costillas ya no le permitían el respirar bien, le dolía el solo jalar aire; Kid era un oponente muy fuerte, sacudió un poco la cabeza para que la sangre que brotaba de un corte en la ceja no le entrara al ojo, escupió y miro fijamente a Kid.
—Lo siento… Eustass-ya, pero…. — Law camino hacia Kid, tenia que atacar; un iracundo Kid pensaba lo mismo.
Kid lanzó una patada, Law logro esquivarla, aprovechando el espacio golpeó el hígado del pálido pelirrojo con ayuda del taco de billar que se convirtió en una extensión más de su cuerpo, esperaba que con la dureza extra le ayudara a sofocar a Kid, quien sí se doblo un poco lo suficiente para que Law diera otro golpe con la parte mas ancha del palo de billar a la mandíbula, con un tercero seguramente lo habría controlado, pero cuando pensaba atacarle la nuca, Kid reacciono mucho mas colérico; interpuso su brazo al golpe de Law rompiendo el taco de billar en dos, tomó a Law por el cuello, quien trato de defenderse pateándole las costillas pero ya no había respuesta, Law ya no tenía fuerza y para colmo de males Kid perdía más el control de si mismo.
Estrello a Law contra el suelo el cráneo del mismo tronó ante tal impacto y la sangre comenzó a brotar de un corte en la parte trasera de su cabeza, ahora sí que veía borroso igualmente el cansancio y el dolor lo comenzaron a afectar.
Los presentes sádicos y barbaros se deleitaban aun mas con semejante espectáculo.
—Eu…stas…s— No logro terminar la oración, un colapso momentáneo lo ataco.
—Lo sabía, eres… ¿Crees que me gusta sentirme de esta manera? ¿Por qué no logras quererme?— pronunciaba Kid mientras veía a Law inerte en el suelo.
—Todo es culpa tuya ¡¡¡maldición!!! ¡Te odio!— gritaba el pelirrojo.
El moreno en su letargo lograba escuchar a lo lejos a un Kid desesperado, Law comenzó a darse cuenta de una realidad horrible, si él moría a manos de Kid, esté jamás lograría recuperarse; una ansiedad mortífera se apodero de él, quería regresar el tiempo, regresarlo al momento del reloj, deseaba no haber alejado a Kid, deseaba el haber correspondido a esa caricia, con eso quizás todo ese infierno nunca hubiese pasado, la impotencia se apodero de él y por primera vez desde que comenzó con esa “aventura” sintió la desesperación, quería ayudar a Kid, quería sacarlo de ahí, quería llevárselo con él, pero simplemente ya no podía, todo su cuerpo ya no le respondía, ya era tarde, no había nada que pudiera hacer, solo escuchar y ver a un pelirrojo desesperado y ansioso, solo le quedaba esperar el desenlace.
—Eustass-ya,… quiero…— con un gran esfuerzo logró pronunciar el moreno.
— ¡Mentira! Todo es mentira, todo… todo…— Aullaba Kid.
—Pero si no eres mío... — Aclaraba mientras tomaba una de las mitades del palo de billar partido en dos.
Sujetando fuertemente a Law por el cuello, Kid comenzó a incrustar ese trozo de madera a modo de estaca en el lado derecho del pecho de Law; las facciones de Law por fin mostraban el inmenso dolor que sentía y no era para menos.
Pero lo que más le dolía era el rostro del pelirrojo, sus rasgos mostraban mucha confusión, dolor, desesperación; sus ojos llenos de agua evidenciaban que todo lo que estaba haciendo era lo contrario a lo que quería.
Levanto su mano izquierda lo más que pudo, acaricio el rostro del pelirrojo, no pudo evitar el mancharlo de sangre y con una dulce sonrisa en el rostro logro enunciar:
—Lo siento…Kid…— Esas palabras apenas fueron audibles.
Law comenzó a ser sofocado, su mano cayo hacia un lado. Los gritos y aullidos por parte de los espectadores eran ensordecedores, Kid no dejaba de apretar el cuello del inmóvil moreno.
Los ojos del pelirrojo se estancaron en los de Law; siempre habían lucido algo inexpresivos, pero vivos y brillantes. Ahora se mostraban acuosos y tristes. El intenso color plata que antes resplandeciera como espejo pulido ahora se exhibía opaco, sin brillo; aun así lograron reflejar cual espejo la bestia salvaje en la que estaba convertido en ese preciso momento.
Las pupilas de Kid se dilataron al grado de que se le vieran en completo negro. Miró en todas direcciones tratando de ubicarse; la algarabía lo había sacado del trance o, ¿acaso el efecto de la droga por fin había terminado? No lo sabia, ni siquiera estaba seguro de que estaba haciendo en ese sitio. Sintió apretar algo entre sus manos y miro hacia abajo.
Un escalofrió lo invadió completamente, dentro de su mente algo se rompió no creía lo que estaba ante él ¿cómo era que esto había pasado? ¿Por qué Law se encontraba en esas condiciones? Más aún ¿Por qué era él quien lo martirizaba? ¿Pero que demonios había pasado? Kid sintió la desesperación con todo su rigor, suspiro tragando saliva para no soltar el llanto que se alojo en su garganta, un nudo ahí lo hizo parpadear un par de veces, ahora la incredulidad era su compañera.
Sintió el fino cuello en sus manos eso le demostró que era verdad lo que veía, tragando saliva dejo de apretar el cuello de Law, pero no quito la “estaca” que había incrustado en su pecho. Se levanto y comenzó a moverse de izquierda a derecha, en apariencia seguía drogado, pero la cruel realidad era otra, la aflicción se apodero completamente de él, el dolor se hizo evidente en su rostro; sus ojos lagrimosos evitaban ver el cuerpo de Law, su boca se torcía evitando mostrar el temblor que acompaña al llanto. Estiraba su cabello, pero no por el efecto de la droga sino por el hecho de que él era la causa de que Trafalgar Law yaciera inerte en el suelo, la sangre en sus manos lo delataba, pero que estúpido había sido.
Los recuerdos llegaron como película siendo regresada en cámara rápida. Ahora podía recordar; él y Killer sí habían ido a ese a bar y justamente como Law lo había pensado, Kid fue seducido por Sadi, invitándole un trago fue cuando tomo la ventaja, drogado fue llevado a ese mismo cuarto en donde su primer victima fue un chico del cual no recordaba nada más que sus gritos; estando a punto de asesinarlo Killer entro, pero él tampoco logró pelear en contra de Kid. Killer fue brutalmente golpeado también por él, después de Killer ¿A cuantos más había golpeado? No tenia idea, el tiempo se había detenido; pero la victima que más le dolió estaba tirada en frente suyo.
Se regreso a su esquina y se dejo caer; Sadi con una seña mando a dos tipos para que sacaran el cuerpo inerte del moreno.
El resentimiento hacia él mismo en ese preciso momento le ayudaría mucho, en cuanto entraron y tomaron a Law por las piernas Kid se levanto, dejando salir toda la rabia que sentía en ese instante los molió a golpes; ahora estaba bajo la influencia de una droga peor, la irá. Sadi se desespero de ver que no lograban contenerlo así que envió a mas individuos para lograr someterlo, Kid se vio rodeado y entendió que si quería salir de ahí y llevarse a Law con él tendría que pelear más de lo que ya lo había hecho.
Repentinamente gritos y mucho escandalo nada habitual se dejó escuchar por todo el lugar; Sadi dedujo que ya contaban con visitantes que no eran buenos para su negocio. La joven de cabellera larga negra a modo de coleta que peleaba a la entrada, resulto ser una oficial de policía con un compañero de poca paciencia, canoso, caucásico, alto y fornido, perteneciente al mismo escuadrón ya que portaban casi el mismo atuendo, solo que sus pantalones vaqueros eran en un tono azul mas oscuro, los oficiales le llamaban Capitán Smooker; en cuestión de minutos ese lugar estaba infestado de policías.
Una redada fue la consecuencia que continuo, pero a Kid lo que mas le importaba era Law, se hinco y acomodo la cabeza de él en sus piernas para que quedara en alto, Law se estaba atragantando con la sangre, Kid tuvo que ladearle la cabeza para que la sangre saliera, el chico ojeroso agotando su fuerza finalmente estaba inconsciente; eso lo hacia sentir mucho mas responsable, su mente que no era tan fuerte como su cuerpo comenzó a flaquear, planteándose preguntas acariciaba dulcemente la cabellera de Law ¿Por qué no le había dicho lo que sentía? ¿Por qué había sido tan cobarde? ¿Por qué no había insistido un poco más? Kid sabía que Law sí sentía algo por él y aún así no le insistió ¿Por qué? ¿Tenía miedo? Esa era quizás la respuesta, pero ahora un miedo peor se comenzaba a apoderar del corazón del pelirrojo, y si Law moría ¿Qué es lo que haré? Se preguntaba acariciando la cabeza de Law, sin poder contenerse, una lágrima que rodo por su mejilla se reventó en la frente del moreno, ya todo estaba claro para él, pero en ese momento no importaba.
Los paramédicos entraron y comenzaron con el chequeo de todos los que presentaran heridas, Law fue el primero que revisaran; por el momento querían a todos los heridos en el hospital pero por las circunstancias todos serian vigilados hasta que las identidades fueran aclaradas.

 

Notas finales:

Nos veremos en la siguiente parte, saludos a tod@s y gracias por leer...


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