Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cobardía. por DelPacifico

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

De nuevo por aquí trayendo algo que se me ocurrió un día viendo un drama, espero que os guste.

No se si alguien leyó, "El arte de las Musas", pero en breve actualizo. 

 

Autor/a: DelPacifico.

Disclaimer: Kuroko no Basket no me pertenece, es obra de Tadatoshi Fujimaki.

 

 

 

" Cobardía "

Capítulo único

AkaFuri.

 

 

 

 

 

.

 

 

 

 

 

 

.

 

 

 

 

 

 

.

 

 

 

 

 

 

 

 

Akashi sonrió prepotente.

 

Lo tenía donde quería, acorralado, asustado.

 

Tan adorable.

 

A paso lento, medido, sosegado, se encaminó hasta donde yacía el objeto de sus más sórdidos deseos, espantado de su presencia y lo que significaba está en su departamento.

 

– Kōki. – su voz, tan sedosa, tan falsa. – Mírame.

 

Y allí abrazando patéticamente, hermoso si se lo preguntaban al ex-capitán del Kiseki, sus piernas, se hallaba Furihata.

 

Dudoso, por sobretodo atemorizado, elevó la mirada.

 

Akashi era absoluto, cuestionarlo a esas alturas, donde había demostrado ser absolutamente peligroso era una locura, por ello le observó, inquieto.

 

La mano aún manchada de Seijūrō acarició su mejilla.

 

Retrocedió un poco, aquel aroma metálico que desprendía Akashi le desagradaba hasta lo más profundo de su alma.

 

– No te preocupes, no pasa nada.

 

Kōki se perturbó.

 

¿No era nada? ¿Para Seijūrō sus acciones no significaban nada?

 

La sola idea lo hizo estremecerse y temer nuevamente.

 

– Es solo un mal sueño. – aseguró con tanta confianza que por un momento el castaño estuvo tentado a creerle realmente. – Se pasará.

 

Furihata desvió la vista al suelo, viendo por primera vez, desde hace quince minutos, el cadáver que estaba a los pies de Akashi.

 

Ahí yacía su novia, su prometida y futura esposa.

 

– Es hora de irnos, Kōki.

 

– Sí.

 

Y solo respondió eso, por cobardía quizá.

 

Cogió la mano ofrecida y se puso de pie con dificultad; dificultad que fue superada gracias a los brazos de Seijūrō, quién le sostenía con firmeza y seguridad.

 

Una última mirada a quien fuera su antigua pareja y salió de ese sitio, no planeaba volver nunca.

 

No podría.

 

Había sido un cobarde.

 

¡Koki-san! ¡Ayuda!

 

¿Por qué no reaccionó?

 

¡Por favor detente!

 

¿Por qué le seguía temiendo a esa persona aún con los años?

 

¡Por favor!

 

¿Cuál era el motivo?

 

¡Kōki..!

 

El hilo rojo que unía a Kōki con esa desconocida, completa extraña para Akashi al menos, era incluso visible para Seijūrō.

 

Por suerte al capitán le gustaban las tijeras y, aún más cortar con ellas. Fuese el rostro de aquella perfecta extraña o el hilo que los unía. 

 

 

 

 

 

 

 

 

Akashi sonrió prepotente.

 

Lo tenía donde quería, acorralado, asustado.

 

Tan adorable.

 

A paso lento, medido, sosegado, se encaminó hasta donde yacía el objeto de sus más sórdidos deseos, espantado de su presencia y lo que significaba está en su departamento.

 

– Kōki. – su voz, tan sedosa, tan falsa. – Mírame.

 

Y allí abrazando patéticamente, hermoso si se lo preguntaban al ex-capitán del Kiseki, sus piernas, se hallaba Furihata.

 

Dudoso, por sobretodo atemorizado, elevó la mirada.

 

Akashi era absoluto, cuestionarlo a esas alturas, donde había demostrado ser absolutamente peligroso era una locura, por ello le observó, inquieto.

 

La mano aún manchada de Seijūrō acarició su mejilla.

 

Retrocedió un poco, aquel aroma metálico que desprendía Akashi le desagradaba hasta lo más profundo de su alma.

 

– No te preocupes, no pasa nada.

 

Kōki se perturbó.

 

¿No era nada? ¿Para Seijūrō sus acciones no significaban nada?

 

La sola idea lo hizo estremecerse y temer nuevamente.

 

– Es solo un mal sueño. – aseguró con tanta confianza que por un momento el castaño estuvo tentado a creerle realmente. – Se pasará.

 

Furihata desvió la vista al suelo, viendo por primera vez, desde hace quince minutos, el cadáver que estaba a los pies de Akashi.

 

Ahí yacía su novia, su prometida y futura esposa.

 

– Es hora de irnos, Kōki.

 

– Sí.

 

Y solo respondió eso, por cobardía quizá.

 

Cogió la mano ofrecida y se puso de pie con dificultad; dificultad que fue superada gracias a los brazos de Seijūrō, quién le sostenía con firmeza y seguridad.

 

Una última mirada a quien fuera su antigua pareja y salió de ese sitio, no planeaba volver nunca.

 

No podría.

 

Había sido un cobarde.

 

¡Koki-san! ¡Ayuda!

 

¿Por qué no reaccionó?

 

¡Por favor detente!

 

¿Por qué le seguía temiendo a esa persona aún con los años?

 

¡Por favor!

 

¿Cuál era el motivo?

 

¡Kōki..!

 

El hilo rojo que unía a Kōki con esa desconocida, completa extraña para Akashi al menos, era incluso visible para Seijūrō.

 

Por suerte al capitán le gustaban las tijeras y, aún más cortar con ellas. Fuese el rostro de aquella perfecta extraña o el hilo que los unía. 

Notas finales:

Si no quedó claro o algo Akashi mata a la prometida de Furihata, ppr motivos "amorosos", eso. 

Si tienen alguna sugerencia, comentario o duda, dejen un review. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).