Había muchas cosas en pensar hoy en día, había muchos planes que hacer con solo 16 años, siendo una chica estarías más que dispuesta a encontrar tu verdadero amor ¿no? El amor es algo pasajero “dicen algunos”. El amor es algo ciego “reclaman otros”. Pero lo cierto es que el amor es diferente a para cada persona, ¡Claro si eres afortunado de encontrarlo!
Capítulo 1: Primer paso
Sus ojos observaban con fuerza todo lo que pesaban, esos enormes ojos cafés, mientras su cabello rojizo caía por su frente dándole un aspecto de poder una chica ruda podría decir o quizás alguien a quien temer.
Era de día y las clases habían comenzado, un nuevo año, un nuevo comienzo o un nuevo tropiezo como quieran verlo todos, la chica de fuego caminaba entre los pasillos realmente no miro la lista de los salones pues bien sabia en el que se encontraba desde hace ya un año en la preparatoria “2ª” era la puerta la cual toco con gran fuerza.
— Llegas tarde Kate— Resoplo el maestro al ver aquella chica la cual siempre llegaba tarde.
— ¿Me dejas pasar? — Pregunto sin darle mucha importancia a lo que este le decía
Un suspiro fue lo único que se escuchó de aquel maestro el cual después de un rato dejo pasar a Kate quien sin decir nada más entro con una sonrisa triunfal hasta el salón, miro por un momento a su alrededor y observo aquellos rostros que le habían acompañado desde hace ya mucho tiempo atrás, aunque por un momento vio aquella chica de piel pálida sentada en la esquina del salón la cual le llamo bastante la atención debido a que se encontraba sola “La chica nueva” pensó sin más que hacer pues realmente no le interesaba entablar platica con ella.
— Siempre tarde…— Dijo de manera burlona un chico de cabello lacio sumamente largo quien ya le había apartado un lugar pues la conocía de sobre manera y no dudaba en que llegaría.
— Ya sabes el por qué, no jodas — Contesto algo molesta pues aquella razones parecían estarle fastidiando desde hace un buen rato.
— Vale no te enojes…— Dijo una chica de piel morena y ojos claros quien estaba sentada detrás de ambos — Mejor ponte a escribir y pon atención.
— Jesica…ahora no — Dijo Kate quien seguía peleando con aquel chico
— Si ahora no
— Tú cállate Angel…— Contesto Jesica quien callo de golpe el comentario del chico.
La mañana había transcurrido mientras que las clases avanzaban de una manera sumamente interesante pues nadie en aquel salón prestaba atención, excepto por unos cuantos y uno de esos tantos era aquella chica nueva quien seguía escribiendo y anotando lo que los profesores decían, se había presentado mas de tres veces en un solo dia su nombre…”Magda” una nueva chica transferida de una escuela militar y con un promedio de excelencia.
— Que aburrido…— Suspiro Kate quien con un cuaderno entre las manos se estiraba en su asiento, había estado escuchando como los otros chicos de su salón abucheaban a la chica nueva durante un buen rato pues les pareció un buen objeto de burlas — Son unos imbéciles todos…— Dijo en voz baja mientras seguía con la mirada perdida en el pizarrón estaban en clase de matemáticas y realmente que le jodia todo eso.
— Pobre chica…— Susurro Jesica quien escuchaba como se reían a “escondidas” de ella.
— No es mi problema…— Contesto Kate al sentir que su amiga trataba de decirle que fuera ayudarle
La hora avanzaba y Kate simplemente miraba de vez en cuando aquella chica que parecía estar tratando de pedir ayuda de alguna manera comenzó a joderle la idea de verla tan sola pues le recordó cuando ella lo estuvo “Porque eres así” pensaba casi maldiciendo la idea de que esta no se defendiera “Di algo defiéndete” seguía pensando tratando de que esta le diera razones para pararse e ir detrás de ella, suspiro un poco hasta que en un momento casi incontable la mirada de ambas de encontraron, aquellos ojos cafés miraron por primera vez la tristeza en aquella chica recordándolo lo que había sido y seguirá siendo a ver estado sola. Por lo que se puso de pie sin pensarlo dos veces y camino por en medio del salón sin importarle una mierda que los demás le miraran si bien era ya conocida como una chica problemas no les sorprendería a nadie que este les llevara la contraria, una mano tomo con fuerza una butaca la cual jalo junto con ella hasta ponerla alado del de Magda quien solo se sorprendió al escuchar el golpe de esta cayendo. —Me llamo Katia…pero puedes decirme Kate un gusto Magda…