Capítulo 2: El camino después de la borrachera.
Luhan y sus compañeros de habitación están teniendo una fiesta, y Jongdae no está realmente emocionado al ver lo llena de gente que está dentro.
Él suspira y deja que Minseok le guíe alrededor hasta de que ven una familiar cabeza de pelo rubio de pie junto a… otra cabeza de pelo rubio. Pero más alta.
“¡Ahí está Kris!”, gorjea Minseok, arrastrando a Jongdae a dónde el chico supersupersuper alto y Luhan estaban. “¡Kris, este es Jongdae!”.
Kris mira a Jongdae y viceversa.
“Eres alto.” Jongdae asiente para sí mismo lentamente. “Podría tener algún uso de tu altura”.
Él estira la mano y Kris la estrecha cautelosamente.
“Bueno, tú eres…” Kris entorna los ojos a la vez que intenta encontrar las palabras adecuadas, “guapo”.
“Lo sé”, dice Jongdae con aires de suficiencia.
Minseok rueda los ojos desde la posición en la que está, enrollándose a sí mismo alrededor de Luhan como un koala, el rubio riendo a lo que fuera que Minseok le estuviera susurrando en su oreja.
Jongdae no lo quiere saber.
“¡Okay! Ahora ir a hablar a cualquier sitio mientras yo tengo sexo con mi Luhan.” Minseok hace ondas con sus manos despectivamente mientras entra en la habitación de Luhan.
“Bruto.”
Kris y Jongdae lo dicen al mismo tiempo, riendo cuando se miran el uno al otro sorprendidos. La torpeza se desvanece un poco.
“Así, tengo que ser completamente sincero contigo, Kris.” Jongdae suspira, frotando su nuca tímidamente. “A mi como que ya me gusta otra persona.”
“Oh.” Kris pestañea mirándolo antes de romper en una amplia sonrisa. “¡Eso es un alivio!”
Jongdae está ligeramente ofendido y Kris debe de haber jugado otra vez con sus palabras porque sus ojos se abren al instante.
“¡Nonono, no lo decía de esa forma! ¡Lo juro!”, él exclama. “¡Iba a decir que es un alivio porque a mi también me gusta otra persona!”
Jongdae se ríe con fuerza al ver la expresión frenética de Kris.
“’Bueno, ¡esto ha resultado mejor de lo que me esperaba!”. Él sonríe. Kris se relaja y asiente.
“Si, nos podemos salvar el uno al otro de ser miserables con Minseok y Luhan”, él resopla.
“Bueno, desde que esto se ha convertido en un obvio error, y ahora somos amigos, ¿qué hacemos?”, pregunta Jongdae. Kris se encoje de hombros y camina hacia la cocina, desplazándose a través de una pequeña multitud. Jongdae frunce el ceño al haber sido, aparentemente, abandonado, pero ríe cuándo Kris vuelve a aparecer unos minutos más tarde con bebidas en sus manos, viéndose muy agotado.
“Te han agarrado el culo cuándo has ido ahí, ¿verdad?” Él ríe.
“¡Dos veces!”, exclama Kris. Él sacude y azota su cabeza alrededor para mirar a una persona que pasa, quien le guiña el ojo.
“Tres veces.” Jongdae ríe.
“De todas maneras, dejando el acoso sexual a un lado, ¿quién es tu ‘otro’?”, pregunta Kris cuándo encuentran un espacio vacío cerca de la pared.
“¿Hm? Oh. Bueno. Es algo así como mi mejor amigo”, admite Jongdae. “Nos llevamos conociendo desde hace mucho tiempo pero él exactamente… no sabe que me gusta de esa manera.”
“Ese tipo apesta, para ser honesto”, dice Kris. “Pero lo entiendo. No quieres arruinar vuestra amistad así que no dices nada pero al mismo tiempo, si él lo mismo hacia ti, no lo sabrás nunca a menos qué él diga algo.”
“¿Qué hay de ti?”, pregunta Jongdae, tomando un sorbo de su bebida (el cuál está seguro que matará su hígado ya que él no puede ni siquiera decir qué tipo de alcohol está bebiendo, pero el hombre puede sentir después que tres cuartas partes de la copa se ha ido).
“Ah. Él es el amigo de un amigo mío. Lo conocí una vez y, por muy estúpido que suene, no pude parar de pensar en él. Ni siquiera dijo mucho pero yo sólo… sí.” La cara de Kris está enrojecida y Jongdae lo encuentra verdaderamente lindo, considerando que el chico es bastante intimidando cuándo no dice nada.
“¿Está él aquí?”, pregunta Jongdae, sintiéndose ligeramente decepcionado cuando Kris niega con la cabeza.
“No, él es muy atlético y normalmente se levanta súper temprano para poder coger el tren. Es muy cool, él es un maldito ninja.”
Jongdae bufa.
“Lo siento. ¿Has dicho ninja?”
Kris ríe.
“Wushu. Un tipo de artes marciales. ¡Él es realmente bueno!”
Jongdae sonríe a la vez que escucha cómo Kris habla de su flechazo, Tao. Ellos pierden cómo una hora ahí y varias de las bebidas asesina-hígados son tragadas.
No hace falta decir nada, Jongdae ya estaba bastante destrozado antes de media noche.
“Me ofrezco como voluntario para llevarlo a casa, Minseok”, dice Kris, sorprendentemente no tan borracho, sólo ligeramente inestable. “Es su culpa. Por lo general, lo es.”
Luhan asiente.
“Estoy de acuerdo con el alto, rubio y borracho”, él dice, mirando a Jongdae cautelosamente. “Si vomita en mi sofá, voy a dejarte ir en una búsqueda del tesoro para encontrar las diversas piezas de su cuerpo, Minseok.”
“No seas malo, Luhan.” Minseok suspira.
Luhan le lanza una mirada.
“No habrá sexo por un mes.”
“Ouch. Eso es un golpe bajo, Lu.” Minseok pone mala cara.
“Quieeeerooo ver a Hunnie.” Jongdae deja salir unos cuantos insultos. “¿Dónde estaaaaaa mi Seeeehoooniiii?
Él cae medio-consciente encima de Minseok. Mira al mayor.
“Tú no eres Sehunnie. Tu eres el cara-bollo.”
Minseok rueda los ojos y saca su teléfono móvil, desplazando su dedo por la lista de contactos hasta que ve el nombre que quiere y pulsa el botón de llamar.
“Minseok, si has marcado mi número con tu culo porque has vuelto a olvidar sacar el móvil del bolsillo trasero mientras tienes sexo con Luhan, te juro-“
“Calma tus tetas, mejillas de bebé”, dice él, echándole una mirada de súplica a un indiferente Luhan y a un medio dormido Kris mientras él se esfuerza por mantener a Jongdae levantado.
“¿Qué quieres?” Sehun suspira.
“Bueno, Jongdae está un poco bebido, más allá de la creencia, y se niega a ir a ninguna parte a menos que sea con su Sehunnie. ¿Me ayudas?”, rogó Minseok.
Sehun suspira otra vez.
“De acuerdo. ¿Dónde estáis, chicos? Voy a ir a llevármelo.”
“Eres tan precioso, Sehunnie.” Minseok arrulló al teléfono, recibiendo un firme ‘vete a la mierda’. “Estamos con Luhan. Recuerdas como llegar, ¿verdad?”
Sehun lo recuerda, y Minseok casi llora de alivio cuándo, veinte minutos después de la llamada telefónica, Sehun aparece caminando hacía el aún lleno apartamento.
“¿Dónde está él?”, pregunta Sehun, cansado.
“Baño”, dice Minseok. “Creo que ha ido para vomitar o para mear, pero él aún no ha vuelto y casi estoy preocupado. Pero no realmente.”
“Chicos, vosotros sois prácticamente gente terrible.” Sehun concluye antes de dirigirse al cuarto de baño.
“¿Hyung?”, pregunta, antes de golpear la puerta.
Silencio.
“Si estás desmayado en una posición comprometedora o embarazosa, habrá imágenes tomadas y enviadas”, dice alto antes de girar el pomo de la puerta. Estaba abierta.
“¿Hyung?” Se asoma.
Y rueda los ojos.
Jongdae estaba desplomado sobre los armarios, sin ropa o nada que valiera la pena de tomar una foto.
“Bueno, esto es decepcionante”, murmura Sehun antes de ir hacia Jongdae para intentar levantarlo.
“Sehunnie”, lloriquea Jongdae. “Para.”
“Vamos, hyung”, dice Sehun suavemente, ayudando al mayor a mantenerse de pie. “Tenemos que ir a la cama.”
“Sehunnie, ¿sigues enfadado conmigo?”, masculla Jongdae.
“No estaba enfadado”, murmura. “Sólo molesto.”
Jongdae guarda silencio mientras se tambalean por el camino de regreso al apartamento de Jongdae, que, afortunadamente, sólo está a menos de diez minutos caminando desde el de Luhan.
“Por fin.” Sehun suspira de alivio a la vez que consigue llegar dando tumbos a la habitación de Jongdae, intentando llegar a la cama antes de que colapse.
Sehun coge el bote de la basura del baño y lo deja cerca de la cama, yendo hacia la cocina y cogiendo una botella de agua de la nevera y colocándola en la mesita de noche, al lado de una aspirina.
“Sehunnie, ¿te estás haciendo cargo de mi? Eres demasiado lindo. Se supone que tendría que ser yo quien cuidara de ti”, murmura Jongdae. Él no se arrastra con la misma torpeza que antes y Sehun toma eso como una buena señal a la vez que se sienta en el borde de la cama de Jongdae.
“Si, si. Demasiado lindo. Buing buing hijo de puta”, se burla Sehun. “Tienes suerte de que te quiera.”
“Sehun, tú no me quieres.” Jongdae suspira mientras se acurruca a su lado, acariciando la muñeca de Sehun. “No de la manera en la que yo te quiero.”
Sehun tiembla. Se humedece los labios nerviosamente.
“Tú tienes a Kris. No deberías decir estas cosas, hyung”, murmura.
“Kris es agradable. A él le gusta el ninja. Es alto. Me gusta Kris”, dice Jongdae adormilado. Sus párpados aletean intentando mantenerse despierto, y Sehun no puede dejar de notar cómo se curvan sensualmente contra su mejilla.
Sehun no puede realmente explicar el dolor en su pecho cuando escucha a Jongdae decir que le gusta Kris. Por supuesto, él ha tenido ese revoloteo raro cada vez que ha estado demasiado tiempo tan cerca de Jongdae, y, vale, quizás él está un poco (mucho) celoso de Kris-- él es alto, un chico amable y a parte le gusta el ninja (¿qué?).
Eso no significa nada.
¿Verdad?
Jongdae se sienta de repente, alarmando a Sehun y sacándolo de sus profundos pensamientos.
“Agua”, dice el mayor firmemente. Le cuesta un par de intentos, pero él se las arregla para agarrar la botella lo suficiente estable para beber unos pocos tragos de ella antes de dejarla otra vez en su sitio.
Jongdae remueve el pelo de Sehun, sacandole al más joven una gran sonrisa.
“Sehunnie”, suspira, inclinándose más cerca. “Han sido 7 años, 4 meses y 63.9 días.”
Sehun siente escalofríos cuándo Jongdae acerca su nariz a su cuello, con sus labios rozando la piel suave, cálida.
“¿Desde qué?”, tartamudea Sehun cuando los labios de Jongdae hacen su camino hacia arriba, por encima de la línea de su mandíbula, soplando cálidamente con su aliento, enviando un hormigueo por la espalda de Sehun.
“Desde que me enamoré de ti.” Jongdae toma aire antes de que su boca encuentre el camino hacia la de Sehun.