En los ultimos día España llegaba a casa de lo peor, lleno de heridas, agotado y sin ganas de hacer nada mas que irse a la cama, todo gracias a las batallas que tenia con Turquia, el cual era un hueso duro de roer, provocando tambien que nuestro querido jefe tuviera que pelear desde que salia hasta que se ponia el sol, claro que siempre que estaba frente a su protegido sonreia y hacia como si todo estuviera bien, pero cada vez le costaba mas, y romano lograba darse cuenta, aunque el tambien le siguiera el juego.
Ese día en especial, España estaba mucho mas deprimido, no solo por la batalla o el cansancio, si no tambien por que sus ingresos no estaban en su mejor momento, que va, estaba en bancarrota, su superior no dejaba de reprenderlo: "debiste de darle al niño" le repetia una y otra vez, el desde un principio supo que no era buena idea, no le convenia, pero al ver al pequeño ahí, pidiendo su ayuda antes que la de cualquier otro, inmediatamente se fue a comprar "fuerza" y "valentia" a una tienda inexsistente, aunque ahora le estaba llegando la factura... y con intereses.
En una de las habitaciones de la gigantesca casa se encontraba chibi-romano, el cual se suponia ya debia estar dormido desde hace 2 horas, lo cual no pudo hacer debiado a que España no habia llegado o al menos no habia pasado a darle las "buenas noches" o aunque sea un misero "hola" y sin eso automaticamente le daba insomnio, por que por supuesto que no estaba preocupado por el, para nada, solo era una extraña enfermedad, igual que la de las ardillas que mojaban su cama (EL mojaba la cama).
Antes de que acabara desparramandose en el piso para poder descansar los ojos, escucho como alguien arrastraba los pies por el pasillo,espero un momento y despues entreabrio la puerta para ver a España dirigirse a su habitacion.
-me rindo, no puedo mas- solto apoyandose en la pared, romano abrio los ojos como platos ¿escucho bien? el que siempre tenia una sonrisa en la cara, el auto proclamado jefe ¿se estaba rindiendo?
Sabia que era su culpa, por el peleaba hasta el ocaso, por el estaba en bancarrota, pero no entendia por que, aun cuando lo mas facil era dejarlo a su suerte, el luchaba por quedarse a su lado ¿y como se lo agradecia? siendo un estorbo, asi que salio de su habitación y con pasos decididos se acerco al mayor (aunque con cada paso su confianza desaparecia)
-OYE! bastardo idiota!- lo llamo amablemente, el español volteo con una no muy buena cara que hizo que romano se sintiera mal, respiro hondo y recordo las palabras que el mayor simpre usaba con el en los peores momentos
-fu-fu-fusososososo- pronuncio como pudo haciendo un movimiento con la manos para que funcionara, completamente rojo de la verguenza.
Fueron necesarios unos instantes para que el español lo procesara bien, se dibujo una sonrisa en su rostro mientras trataba de evitar que una lagrima escapara de sus ojos
-ho... romano- atrapo al menor entre sus brazos y lo apreto tan fuerte que parecia que se le iba a salir el relleno (o los organos)
-s-sueltame idiota! me estas asfixiando!- al ver que el otro ni caso le hacia simplemente se dejo querer, al parecer el echizo salio DEMASIADO bien.
Esa noche durmieron juntos.
Y España juro, que no importaba contra quien o contra que. El protegeria a la persona que mas amaba, incluso si eso le costaba la vida.