Su rostro estaba lleno de sangre, su cuerpo carecía de vida, y sus ojos cerrados, desperté con esa imagen en mente, no podía dejar de culparme por aquello, quite el sudor de mi frente y me levante de la cama, camine al baño y eche agua fría en mi rostro
*Flashback*
Ambos sentados frente a frente para escucharnos, su voz temblorosa diciendo, lo siento, mis ojos inundados de lágrimas, y el sonido de la lluvia acompañando mi dolor, Salí corriendo a la calle para ahogar mis penas con el agua, su nombre en su voz me hizo detener, camino a mi algunos pasos, y entonces ese auto apareció de la nada llevándose su cuerpo por delante, dejándolo mal herido y casi carente de vida, corrí a él levando con suavidad y llamándolo.
- No me dejes por favor – susurre levente, mientras la lluvia se llevaba su sangre mezclada con el agua, mi ropa tenía su sangre, al llegar al hospital fue llevado al quirófano, todos llegaron incluso Emily quien lloraba desesperada, ella al igual que yo profesábamos un amor por ese ser que ahora se debatía entre la vida y la muerte.
Las imágenes intermitentes carentes de voces, el medico salió con su ropa azul y manchas de sangre, hablaba pacifico con Kai quien mantenía cordura en la situación, lo que diría, cambiaria nuestras vida.
- Posiblemente no recuerde nada de su vida.
Suspire hondamente y nuevamente aquí en el baño frente al espejo.
La mañana había sido extraña, ese vacío emocional que sientes dentro luego de una dolorosa separación ahogaba mis pensamientos, quicas había dado mi palabra de alejarme de él, pero jamás prometí dejarlo de amar, de una rápida ducha fui hasta el armario, allí donde reposaba su chaqueta, la tome entre mis manos y la tire a la cama, el móvil dio sonido desplazando el silencio de mi habitación seguido de unos golpes en la puerta, me puse una camiseta y una sudadera que fue lo que se cruzó por mi vista y abrí la puerta Ruki llegaba.
- ¿Preparado?
- Supongo – dije mientras él se sentaba en el sofá y yo volvía a mi habitación a buscar la ropa correcta, quicas nadie podía entenderme porque nadie sabía que llevaba 5 meses renunciando al amor, haciendo el ciego incluso había apagado mi voz, Salí de la habitación, Ruki se levantó y camino detrás de mí, me detuvo poniendo su mano en mi hombro.
- ¿estarás bien?
- Han pasado 5 mese, puedo verlo por un par de horas.
Ruki camino riendo, ambos íbamos en el ascensor cuando una llamada que no me interesaba sonó.
- ¿Bueno? ¿Enfermo dices? – dio una rápida vista a mí y luego a las puertas del ascensor – daré aviso a los chicos a ver qué opinan, llamare después.- corto la llamada y rio corto – Aoi está enfermo, y no podrá ir a la compañía – hizo una pausa para dejarme hablar pero me negué.
- Llamemos a Kai para ver qué opina – nuevamente guarde silencio, luego de la llamada acordamos ir a su departamento, Ruki llamo pero esta vez quien contesto fue el, no había problema, allí estábamos, camino a su casa, una casa que fue testigo de nuestro amor en el olvido, un amor fugaz pero candente en todo sentido, un amor que solo mantendré yo mantendré vivo.
El camino se hizo largo cuando los pensamientos se amotinaban por salir en forma de lágrimas, el auto se detuvo y ambos salimos, en el ascensor estaba Kai y Reita apoyados en la pared a nuestra espera.
- ¿Listo?- pregunto Kai afirme, y subimos, al llegar, la puerta estaba abierta, un olor a caldo de fideos se sentía fuerte, era su favorito, Emily los recibió con alegría, pero cuando llego mi turno solo extendió su mano y sonrió, aunque había sido algo voluntario, ella no podía negar que fue a mí a quien el eligió para pasar sus noches, y yo ahora debía negar mi pasado para aceptar su tiempo, ambos juntos.
- ¿Dónde está? – pregunte mirando al pasillo que da a su habitación, la mire fugazmente y afirmo, camine a él viendo su cuerpo en la cama.
- ¿puedo pasar? – pregunte apenas mostrando mi cara, el afirmo en silencio, fui hasta una silla que había cerca de él.
- ¿cómo te sientes? – susurre casi para mí.
- Bien supongo, Emily está haciendo algo de sopa de Fideos.
- Como los que te gustan – continúe nuevamente, quizás él no lo sabía pero muchas veces intente aprender esa receta, simplemente para él, llenando mis brazos y dedos de quemaduras que luego ocultaba con dolor y frustración, el sonrió corto , y luego perdí mi mirada al piso recordando la vez que lo intente y que salió a decir verdad muy mal y solo por no hacerme sentir mal la tomo toda alegando que habían quedo deliciosas, mis ojos se empañaron de lágrimas Ruki entro en ese instante y aproveche para que de manera muy sutil las limpiara, Kai quien se percató negó levemente me ubique en otro lado y seguimos con la reunión dejando mirada fugaces a sus ojos, palabras solo las necesarias, amándolo en silencio, al término todos fuimos a la sala.
- ¿Te quedaras con el esta noche? – pregunto Kai a Emily quien miraba perdida a la ventana que dejaba ver la hermosa ciudad iluminada.
- Supongo no puedo dejarlo solo – dijo frustrada.
- Yo…. También quiero quedarme – dije dudando de su aprobación, solo afirmo y dio la espalda, acompañe a los chicos a la puerta, antes de irse Kai dejo su mano en mi hombro.
- Jamás había visto a alguien tan valiente como tú – que pases buenas noches amigo – se marchó dejando mi alma en el piso, tan pronto cerré la puerta y gire a la sala, Emily se levantó de la silla del mini bar y cruzo sus brazos, su actitud podía entenderla, pero ella debía hacerlo también, todo mal que le aconteciera a Aoi era mi problema, aunque a ella le costara.