- Estoy perdido en tus labios, tus ojos, y cada vez me cuenta más disimular frente a los demás, lo que siento aquí.
Llevo su mano al pecho, las lágrimas estaban por salir.
- Aoi yo también estoy perdido y por mí no hay problema con los chicos, si lo que más quiero es que ellos también sepan.
Su expresión había cambiado totalmente, soltó mis manos y volvió a girar a la ventana.
- Ese es un paso muy grande Takashima.
- ¿Takashima? Nunca me dices así.
Por un momento si la expresión de su cara reflejada en la ventana, negó levemente.
- Entiendo.
Gire decepcionado con mis sentimientos en el suelo y una pena llevándome en brazos, el alcohol aún estaba en mi cabeza, abrí la puerta lentamente y luego la cerré , quería que el dijera mi nombre con amor, quería que él me siguiera hasta afuera y dijera, ‘’Espera yo también lo quiero’ pero en vez de eso solo conseguí silencio de su parte , el pasillo del hotel estaba vacío como mi corazón, llegue a la barra y pedí un trago, luego dos y luego muchas vasillos estaban amontonados al lado de mis ojos, hay agua pero pensándolo mejor eran mis lágrimas, Aoi había jugado un juego perfecto, y yo había caído en el siendo el trofeo, la cara de Reita estaba frente a mi sonriendo me levante de golpe cayendo en el piso de espalda, su risa me hizo pestañear un par de veces más antes de quedar consiente que era el quien realmente estaba hay .
- Hey, pensé que estabas durmiendo.
- Ya vez que no.
Dije sentándome en el piso agarrando mi cabeza fuerte, Reita se agacho frente a mí y me dio la mano
- Te ayudo.
Me dio fuerzas para levantarme pago en el bar y me ayudo a caminar hasta la habitación, frente a la puerta dude en abrir, quizás Aoi aún estaba ahí, o quizás no, como saberlo sin ningún estímulo en mi nada para girar la perilla, Reita abrió dejando ver la habitación oscura y sin ningún ruido, ni siquiera una respiración, camine como pude hasta la cama y me tire boca abajo, cerré los ojos y que el día de hoy permaneciera en mis recuerdos.
- Shima, despierta es tarde.
Reita estaba ¿en mis sueños? ¿Realidad? ¿Que era? Intente abrir mis ojos pero el brillante del sol en mis ojos hacían querer meter la cabeza debajo de la cama busque con mi mano la almohada y la puse sobre mi cabeza.
- Lárgate.
Grite.
- Takashima.
Era la voz de Aoi rápidamente me levante quedando sentado en la cama él estaba vertido completamente de negro y con los brazos cruzados mire a mi lado Reita estaba sin camisa y el pantalón abierto aun acostado a mi lado, mire a mí y solo tenía un pantalón flojo de piyama, la puerta se abrió Kai y Ruki entraban secreteándose, al vernos Ruki alzo una ceja.
- Siempre pensé que terminarías con Aoi pero jamás con Reita, eres una perra Takashima.
Ruki soltó una de sus particulares risa macabras, Kai lo acompaño.
- No es así – refuto Reita levantándose.- Ayer, fueron un par de copas de más –
Afirme lentamente porque la cabeza sentía podría estallar en cualquier instante, Aoi negó y empezó a aplaudir.
- Sí que sabes cómo haces tus cosas, dan vergüenza.- tomo mi camisa que estaba junto a su pierna en una de las sillas y la tiro, la tome.
- Aoi no es, es decir, no pasa nada ayer, ¿cierto Reita?
Reita negó confuso, el tampoco estaba seguro, pero no tenía recuerdos claros, la actitud de Aoi me confundía, era el quien no quería nada conmigo.
- En una hora nos vamos, ni una palabra de esto al Staff.
Kai y Ruki salieron de la habitación Aoi seguía apoyado en la pared, esta vez con la mirada en el piso, se giró para irse salte sobre la cama y tome su brazo.
- Aoi espera.
Miro despectivamente mi mano sobre su brazo, luego subió más arriba mire también tenía un golpe que dolía al verlo, negó nuevamente.
- ¿Cuánto tiempo me engañaste con Reita?
- Jamás lo hice Aoi te lo juro.
- No es lo que veo – zafo su brazo de mi mano dejando con la mano en el aire y muchas dudas y más dolor de amor que el del día anterior, camine a la cama con unas cuantas lagrimas haciendo borrosa mi visión, caí en el suelo desatento todas las lágrimas que había en mi dando rienda suelta al dolor, queriendo morir ene l instante, los brazos de Reita me dieron consuelo.
- Lo siento, es mi culpa- decía pacifico, negué.
- No Reita, no es tu culpa es la mía por enamorarme de él.
- Se cuanto lo amas.
- ¿Qué? – lo mire el afirmo y sonrió, señalo al escritorio.
- Quizás no lo recuerdes, estabas muy tomado ayer, cuando llegamos dijiste que no te importaba mantenerlo oculto solo por estar con él, pero luego dijiste que no, al final escribiste una carta, la leí cuando te dormiste, algunas coas no las entendí como la mayonesa de Kai sobre tu sofá, pero bueno, esas cosas suceden.
Ambos reímos, no recordaba nada, me ayudo a levantar y fui a la nota, las lágrimas caían mientras reía insensatamente, tenía razón, deje la carta en su lugar lo mire.
- Entonces no pasó nada anoche.
- Como crees Kou, nada, absolutamente, tu corazón tiene dueño, aunque es un idiota, y el mío también.
Gire a verlo mejor, recordé que me había dicho para hablar, antes de acercarme más a en la puerta se abrió, Kai asomo su cabeza.
- En 20 minutos los quiero abajo.
Kai se fue dejándonos perdido en las risas, Reita se fue a su habitación mientras yo me duchaba, el agua que iba recorriendo mi cuerpo era un recuerdo de las manos de Aoi cuando él decía quererme, porque alguna vez lo hizo, y eso permanecía en mi memoria.