- Veras, Reita tiene a Ruki, y Kai hablo de alguien especial.
Afirme mientras trabaja en seco.
- ¿tú tienes a alguien? – pregunto mientras ponía su mano en mi rodilla haciendo estragos en mi corazón y en mis pensamientos, negué y luego afirme.
- Es complicado.
- Tengo toda la noche. – dijo dirigiendo su cuerpo para quedar más cerca de mí.
- Veras, es persona, era mi vida entera, pero la vida nos separó, supongo que fui mala persona y no le di la importancia que merecía.
- ¿Aun la amas? – pregunto curioso ladeando su cara como solía hacerlo para volverme loco, arremetí contra sus labios tomando posesión de sus mejillas , un beso bendito anhelado, su lengua jugaba con la mía haciendo que riera tontamente, él fue esta vez quien se separó por primera vez en la historia de nuestros besos, me miro un segundo y luego borro toda expresión de su cara se levantó de prisa y camino a su habitación cerrándola de un golpe, no había mucho que decir, tampoco que aclarar, pero eso había sido muy extraño me fui a mi casa manteniendo esa imagen y esa sensación que habían dejado sus besos en mi ..
Había dejado que mis teléfono se fuera a buzón unas 3 veces, nadie dejaba mensaje así que lo considere no importante, había acomodado mi cuerpo para seguir en mi siesta matutina, pero el 4 llamando dejo un mensaje que me dejo sentado en la cama, rápido me dirigí al teléfono sobre la mesa al otro extremo de la habitación, marque el número y espere que se abriera.
- ¿Esther que sucede?
- Eso pregunto yo, Shima no ha querido salir de la habitación, dice que no se siente bien, pero lo conozco me miente, dime que paso por favor.
- Esther, por aquí no, voy para allá.
- Te espero.
De un salto llegue a la ducha, tome las llaves y me dirigí a casa de ellos, al llegar la puerta estaba abierta Esther sentada en el sofá con las manos en la cara, puse mi mano en su espalda, miro rápidamente y luego me abrazo.
- ¿Todo bien?
Se separó y negó.
- Salió, dijo que iba al parque, pero lo vi un nervioso, su voz temblaba, ¿crees que haya recordado algo?
- No lo sé, la verdad lo dudo, soy lo último en sus recuerdos.
- ¿Qué paso anoche?
- Luego que todos se fueron el me pregunto su tenia a alguien en mi vida, y le respondí que lo había perdido, luego por impulso lo bese, sé que fue lo más estúpido que pude haber hecho , pero lo siento no podía resistirme
- Oh, oh entiendo.- Las expresiones de Esther eran realmente auténticas, muy sorprendida y muy confundida, quizás ella sabía lo nuestro pero quizás no se acostumbraba al hecho , una vez vi que ella estaba en sintonía conmigo, pude preguntar.
- ¿a qué parque ha ido, al de aquí atrás?
- Supongo, era su favorito ¿no? , al parecer sabes más tú de él que yo.
- No te preocupes linda, sabes que eso no es verdad. Regreso en un momento.
- Aoi – dijo Esther antes de dar marcha a mi búsqueda.
- Solo tráelo con bien.
Afirme y marcha rápidamente al parque, al llegar estaba desierto solo unas 3 parejas caminaban por él, recordé que alguna vez había hablado de un puente al que casi nadie iba y le gustaba la vista de ahí, sin dudarlo allí me dirigí, él estaba sentado en el borde con la mirada perdida, me cerque con cuidado y me senté a su lado mirado contrario a donde él estaba.
- Tu hermana me ha llamado, valla susto que le has dado.
Dije sonreído pero él me ignoro por completo, me preguntaba si había notado mi presencia junto a él, mire al piso luego de algunos segundos fallidos, suspire derrotado, su mano estaba sobre la mía.
- No fue mi intensión, solo quise salir un rato- sonreía como siempre, pero parecía única aquella sonrisa, igual correspondí.
- Sobre lo de anoche.
- No importa, fue un impulso- dijo mirando nuevamente al frente.
- No, no lo fue, sé que no debo decirte, y lo mejor es que me recuerdes, por favor soy yo Aoi, dime que soy aunque oscuro y vago un recuerdo en tu mente, dímelo por favor.
Las lágrimas se acumulaban en mis ojos, mientras mis manos estaban apoyadas en sus hombros, el negaba mientras derramaba una lagrima que termino muriendo en su chaqueta.
- Lo siento, pero sí puedo decirte que anoche que me besaste, sentí algo, no sabría decir que fue con exactitud, pero sentí algo aquí.
Llevo su mano a su corazón, desde mi vista vi que Esther se acercaba con una chica la cual no era conocida por mi zafe su mano de la mía y gire mi cuerpo a ellas, el giro y sonrió.
- Oh jamás hubiera imaginado verte aquí
- Escuche que habías tenido un accidente, jamás me hubiera perdonado si no te visitaba.
Ambos se dieron un abrazo luego de separarse un poco sus miradas se encontraron con un magnetismo mágico que me hacía mantenerse en esa posición, Esther se acercó a mí.
- Olvide decirte cuando llegaste.
- ¿Qué? – pregunte con una ira recién adquirida de aquello.
- Ella es la antigua novia de Shima.
Esther se separó un poco y se unió a una conversación recién dejándome en un limbo de palabras no asimiladas, y haciendo que mi cabeza intentara explotar en busca de algún recuerdo de ella, alguna mención, algún hecho que la incluyera pero todo resulto imposible.
Shima tomo su mano y ambos caminaron hacia la salida del parque ignorando por completo nuestras presencia, gire hacia estar quien estaba con la mirada baja.
- ¿algo más que hallas olvidado decirme? – dije entre dientes, Esther negó .
- Lo siento mucho, lo olvide.
- No te preocupes, creo entender todo – iba caminando a la salida del otro extremo , Esther me alcanzo.
- También dejaste las llaves de tu coche en la sala – dijo –
Estire la mano para que ella las diera, negó.
Lo siento soy torpe, las he dejado en la mesa, vamos te acompaño.