Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Cherry Love [Taekey] por AquaDreams

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

TAEKEY PA LAS RUDAS COMO VOS!!

Notas del capitulo:

Ey, taaanto tiempo~ 

 

Lo siento, estoy algo enferma e.e'. Lo que como me cae mal, por lo qus debo cuidar mi alimentación para no devolver todo. Me recetaron vitaminas por lo que creo que pronto mejorare para seguir el Taekey que tengo ahí.  No se que pensaba cuando escribía esto pero de a salio p... así que jiji todo se creo a medida que dejaba fluir mi mente. 

Sentir el olor a café por la mañana le alegraba demasiado el día, porque sabía por quién era preparada esa deliciosa bebida. Sonrió entre sueños  mientras estira sus músculos y gime ante tan rico placer de sentir como estos se destensaban por completo y le dejaban el cuerpo completo sumamente relajado.

Las aves cantaban fuera de su ventana, y no es que su vida fuese digna de película de Hollywood, sino que él la veía de esa forma perfecta por tan solo tener a ese alguien con él.

Se pone sus pantuflas color marfil y baja lentamente los escalones alfombrados hasta planta baja. Sin lugar a dudas, la cocina, era su lugar favorito luego de la habitación si se trataba de compartirlo con esa cabellera obscura y con perfume delicioso.

El rubio, Kibum, de acerca lentamente a ese joven alto que preparaba el desayuno para ambos, y sin poder resistirse,  lo abraza por la espalda, rodeándolo por el pecho con sus finos brazos,  y hunde su nariz en la cálida espalda, cubierta por una fina camiseta,  para olfatear todo ese aroma que realmente amaba.

— Bummie. — Dice mientras se ríe levemente y acaricia las manos del contrario que se unían en su abdomen,  acariciándolo un poco por sobre la camisa. — ¿Cómo haz amanecido? — Pregunta con voz dulce, con tanta parsimonia. Podían decirle loco pero Taemin amaba usar una voz fina al referirse a Kibum porque creía que iba a romperse de forma inmediata,  porque a pesar de ser el mayor, Key, como muchos le decían,  era alguien débil, y él era alguien demasiado sobre protector con su rubio pálido.

— Feliz, gracias a vos, y lo sabes. — Taemin siente la sonrisa de Kibum pegarse en su espalda e inevitablemente se le contagia la sonrisa y le imita. — Haces todas mis mañana perfectas, amor.

Y Taemin realmente no sabe cómo reaccionar porque se le hace un nudo en la garganta cuando escucha esas palabras tan dulces salir de los labios de Kibum en ese momento.

— Y tu iluminas las mías,  Bum.

— Te amo... — Susurra y el agarre al pecho de Taemin es más fuerte,  volviendo a hundir su rostro en la espalda ajena solo que esta vez no hay sonrisa ni besos en ellas, sino un infernal silencio que ambos saben cómo superar.

— Yo también. Te amo tanto pero tanto que llega a doler. Es un dolor magnífico de sentir si es por ti,  cariño.

— Sos un tonto. — Sus labios forman un pequeño mohín, pero no de tristeza,  de completa felicidad por tener a un tonto que sabe que decir en el momento justo y sin que él tuviera que exigirle por una respuesta más allá de un 'Yo también', porque Taemin lo conocía más de lo que él pensaba y eso, muy en el fondo, lo hacía enormemente feliz, y en el exterior lo dejaba flotando de una forma anormal, pero feliz.

— Pero soy tu tonto. — Murmura libremente mientras secaba sus manos con un trapo que había cerca de él. — Hice el café más delicioso que jamás vas a probar en tu vida. — Kibum se desprende casi por obligación, porque ama la cálida espalda de Taemin, y también porque deben desayunar. Se sientan en los taburetes y dejan el desayuno en el desayunador de mármol.

Sus miradas se cruzan y se dan sonrisas llenas de amor que para ambos valen más que mil palabras,  o al menos en ese momento, que el silencio lo decía todo, al igual que sus pequeñas muecas.

— Harás que me vuelva adicto a tu café,  Tae. — Dice tomando la taza que Taemin le había regalado para su cumpleaños,  sopla el humo y bebe un largo trago de su café con leche. — Necesito saber cuál es tu secreto. — Hace un puchero y le mira directamente a los ojos, porque Taemin amaba eso y él lo sabía más que nadie.

— Café,  leche, azúcar... — Enumera la lista con sus dedos.  — ¿Y quieres saber el ingrediente secreto?

— ¡Si, dime! — Deja la taza en el apoyador y le mira expectante.

— Mucho, pero realmente mucho — Hace una mueca exagerada — Amor...

Y Kibum desea desaparecer porque siente sus mejillas arder, y no porque sea un tonto y se sonroje con todo, sino que la forma con la que Taemin decía eso le provocaba un arremolinamiento de sentimientos.

Taemin sonríe satisfecho al ver las mejillas de Kibum rojas como una cereza, y le daban grandes ganas de morderle un cachete para saber si eran dulces como una verdadera cereza.

— No me veas — Se queja Kibum con voz infantil mientras tapaba su rostro con las mangas de su pijama,  que era largo porque estaban en otoño,  casi invierno.

— ¿Porque? Si eres hermoso... demasiado.

— Porque me da pena que lo hagas. — Su voz apenas se oye, y Taemin solo ríe. — No te burles de mí,  Tae malo...

— Ya, lo siento. Pero me haces amarte cada segundo más y te odio por eso, por hacerme dependiente de ti,  de verme obligado a amarte cada segundo un poco más.

— Si es así vete. — Su voz sonaba como la de un niño encaprichado por algo, sabe que Kibum es débil y solo oye lo que quiere oír solo para hacer un berrinchito de los suyos.

— ¿En verdad quieres que me vaya? — Enarca una ceja mientras acomoda el rubio cabello del contrario, mientras sonríe el ver que este todavía no descubría su cara, tapándola con sus manitas blancas. El rubio asiente. — Está bien, su tu insistes... — Canturrea mientras deja su taza vacía en el lavavajillas y se va al primer piso y toma su morral. Sonríe para sí mismo porque muchas veces había ocurrido esa misma escena y Kibum reaccionaba como la primera vez.

Entra tímido a la habitación, con su rostro mirando al suelo y musita algo inentendible, como lo haría un niño regañado y debe pedir perdón obligada mente.

Pero esta vez no hay murmuros ni palabras, que según Taemin, eran en otro idioma, sino que está el rubio en el marco de la puerta mirando fijamente su espalda.

Taemin mira el reloj que hay en la mesa de luz y ve que son las siete y media, pronto entraba a clases. Parece que Kibum está más mañoso que otras veces y solo ríe, no puede hacer más que eso, porque quiere enseñarle a Kibum que pasaría si en verdad  el tomara lo que le dice tan a lo literal y se iría de su lado.

Kim lo sigue con la mirada, apenado por lo dicho pero sus palabras no salen, porque tiene miedo de empeorar todo.

El menor se voltea y cuelga de su morral en su hombro mientras le sonríe a Kibum. Baja las escaleras y siente los pasos apresurados de los pies desnudos de Kibum detrás de él y cuando está por cruzar la puerta siente las manos de Kibum en su brazo.

— ¿Te vas a ir?

Taemin se voltea de forma casi instantánea y le palmea la cabeza.

— Tengo clases — Murmura. 

— ¿Vendrás a por mí?

— Claro, cariño. 

— ¿No estás enfadado?

— ¿Porque debería de estarlo? Te amo, y no me enojé. Solo juego contigo Kibum, no me iría de verdad. — Deja un casto beso en los acorazonados labios de Bum.

— Vuelve a casa sano y salvo. — Kibum siempre oye eso en los dramas y lo siente lindo, mientras acomoda el cuello de la camisa de Taemin.

— Claro que sí.  — Estaba por irse pero Kibum le detiene,  otra vez.

— ¿A qué hora llegaras?

— Cuando la aguja pequeña esté en el dos y la pequeña en el doce, ¿Bien?

— Bien — Y una enorme sonrisa de felicidad sale de sus labios dejando ir a Taemin a sus clases. 

Taemin conoce a Kibum. Taemin sabe que Kibum ama las palabras dulces, el café,  los helados y las galletas de almendra. Taemin también sabe que Kibum se vuelve tímido cuando le mira a los ojos y le dice cosas desde el corazón,  que sus mejillas se vuelven apetitosas cuando se enrojeces, que es un mañoso,  berrinchudo y caprichoso.  Sabe que dice cosas sin sentido, que tiene un gran orgullo pero más allá de todo eso sabe del leve, por no decir bastante, retraso madurativo que Kibum sufría,  pero eso no le impidió amarlo.

Muchos le dicen cruel de jugarle bromas pesadas al rubio como lo hizo esa mañana pero quiere enseñarle a Kibum cuando es necesario callar palabras indeseadas,  porque en ese momento bromeaban y se amaban pero... ¿Qué pasaría si en ese momento no estaban bromeando y discutían por algo? ¿Qué pasaría si él de verdad se iba? (Qué bien sabía era imposible, pero nunca digas nunca)

El chico en pijamas está sentado en el sofá de flores de estilo vintage mientras mira el reloj. Estuvo mucho tiempo ahí,  demasiado según él,  y aún no se movía ninguna manecilla y se estaba poniendo desesperado. 

Taemin corre de salón a otro rogando que las horas pasarán rápidamente porque quería saber si Kibum estaba bien, si Kibum necesitaba algo o simplemente si Kibum estaba ahí,  porque odiaba esa sensación de pensar que Kibum podría salir por la puerta de la casa e irse,  quien sabe a dónde porque el rubio no conocía muy bien como orientarse, pero era su terror, el más grande.

Y Kibum cambia de posición en el sofá sin despegar sus felinos ojos del reloj y de sus manitas. ¿Porque Taemin no llegaba?

Y antes de que su mente generara más pesadillas el timbre que avisa que el fin de clases había iniciado,  por ese día,  le devuelve el alma  al cuerpo. Sale del instituto corriendo, y como su suerte es de las mejores choca con toda su clase y algunos de grados diferentes.  Para cuando llega a la estación del bus nota que llegaba justo el que debía tomar. 

— Taemin oppa...

Voltea y ve a la peli castaña sonriéndole amistosa mente con unos libros en manos.

— ¿Que pasa Mara?

— Se olvidó esto en su banco. Oppa es un despistado.

— Ah, gracias,  Mara.

— Oppa, ¿Porque vas tan a prisa?

— Lo siento, no tengo tiempo de hablar ahora. — Y sube al bus dejando a la chica con una mueca de confusión y con su mano, la cual se encargaba de saludarlo, en el aire.

La aguja chica estaba en el dos y la grande en el seis ¿Porque Taemin no estaba ahí? ¿Y si se había ido como dijo en la mañana? Él no podía soportar eso, no quería pensar pero su mente era tan malévola que inventaba películas donde Taemin se iba y lo dejaba solo, completamente solo.

Mira la mesa del comedor viendo como el humo del café que había intentado preparar,  para darle la bienvenida a Taemin, se iba disipando en el aire.

“— Cuando la aguja pequeña esté en el dos y la pequeña en el doce, ¿Bien?

— Bien”

Subió corriendo las escaleras y se tiró a la cama. No podía controlar sus sollozos, en verdad sentía pésimo,  como si su corazón se estuviera quebrando de a pedazos. Seguramente Taemin se había ido y solo le engaño.  Se sentía solo y triste,  muy triste. Miró el reloj en la habitación, y las manecillas parecían locas de tanto moverse.

La puerta de la casa es abierta de forma lenta y una cabellera negra se hace ver. Tira su morral en el sofá. Camina por la casa viendo dos tazas de café seguramente frío en la mesa. Sube lentamente los escalones y entra en la habitación.

Y lo ve hecho un ovillo en la cama, sollozando como niño pequeño.

— ¿Bummie? — Se sienta a su lado y le acaricia la espalda. — Campeón,  estoy aquí.  Mi amor ¿Porque lloras?

— T-taeeeee — Solloza en largo mientras se pegaba como sanguijuela a Taemin.  — T-taeeeee 

— Hola, mi amor. —  Dice dulcemente,  acariciando la sedosa y brillosa cabellera.

— Miiiiiiinnnnn~ —  Vuelve a llorar, pero esta vez deteniendo su llanto de a poco.

— Ey, ya está.  Está todo bien.  — Susurra mientras abraza a Kibum, y este se esconde en su pecho. —  ¿Me escuchas? —  Kibum asiente —  ¿Que pasa Cariño?  ¿Porque lloras?

— Y-yo... creí que te.... ¡Que me ibas a dejar! —  y sus ojos vuelven a llenarse de lágrimas.  Se pega al cuello de Taemin, abrazándolo de forma ruda.

Taemin ríe.

— Nunca me voy a ir, Kibum.

— ¿¡Nunca!? —  Le mira con los ojos hinchados y rojizos.

— No, nunca. Nunca te voy a dejar porque te amo.

— ¿Porque no llegaste cuando dijiste?  — Se limpia las lágrimas y le mira a los ojos.

—  Porque soy tonto y tomé un bus equivocado.

Kibum se ríe burlonamente.

— Pero mi tonto.

Y ya no hacen falta más palabras porque con una caricia y un roce en los labios se decían todo, y más  de lo que se quería decir. Taemin une sus frentes y se vuelven a mirar a los ojos.

Porque más allá de todo, de sus problemas y de los de Kibum, se amaban como locos. 

Tanto que dolía, pero vaya que amaban ese dolor.

Y con una sonrisa, se dijeron todo...

"Te amo..." 

 

Notas finales:

Me pasé tanto tiempo sin publicar nada nuevo. Tengo un fic que será Taekey, no diré anda, no se si lo publicaré pero de todos modos...

 

Ey, taekey volví a por ti!!!

 

 

Recuerden dejar rw porque otras couples me llevan por el mal camino u.u

 

 

Ahora shippeo el jackbam! Awikala o dioos amoo a jackson !! Ah, weno byeee si dejan su rw las amaré por siempre y sino pues ahí les jalo las patas.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).