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Cherry Love [Taekey] por AquaDreams

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Notas del capitulo:

He, pude conectarme por el cyber ^^ 

Este capítulo es para Nanaa y Pau que querían continuación de este Oneshot. 

Realmente improvise a ultimo momento asi que espero que no haya quedado feo u.u

Que más da kkk

Esto cuenta como tu regalo pau*u* acá ya es 1O

— Kibum, déjame ir a preparar el desayuno — Dice Taemin entre risitas al ver como Kibum se enredaba en su cuerpo, tomándolo preso entre sus brazos y piernas.

— ¿Por qué?

— Pues... porque debemos de ir a comer algo, cariño— Le acaricia las hebras doradas, sedosas y un aroma tan peculiar de Kibum.

— ¿Por qué? — Ya usaba tono de voz dulce, siempre jugaba con Taemin los fines de semana solo porque quería estar un poco más en la cama y sentir más de su calorcito ya que hacía un poco de fresco.

— Porque si no nos alimentamos vamos a enfermarnos ¿Acaso quieres enfermarte, mi amor?

— Nooo~ —Alargó su voz en un mohín, estirando sus labios, a lo que su voz sonó como un pequeño balbuceo de un infante. — Porque no se siente agradable... — Fija su mirada a Taemin y le sonríe — Pero... ¿Vos me cuidarías si me enfermó?

— Claro que si cariño,  te mimaría y besaría hasta que te pusieras sano y feliz.

En ese momento Kibum empieza a toser, Taemin sonríe de lado. Si, su rubiecito amaba su atención.

— Tae... creo que me siento mal ¿Me curas? — Hace un puchero y sube la mirada, encontrándose nuevamente con la de Taemin.

— Si me sueltas podré curarte,  cariño.  — Kibum se suelta de a poco porque no quería que Taemin escapara de su lado. — Veamos, ¿Dónde se siente raro, mi vida?

— Aquí — Señala su mejilla, la cual se vio invadida por un rosa  casi magenta al contraste de su blanquecina piel. Taemin se acerca lentamente hasta Kibum y posa sus labios produciendo un pequeño pero dulce chasquido.

— ¿Te sientes mejor? — Susurra mirándole a los ojos.

— Un poquitito — gráfica la forma con su dedo pulgar e índice.

— Bien, ¿Dónde más te duele?

— Acá — Ahora señala su barbilla. Lugar donde Kibum señalaba,  lugar donde Taemin posaba sus labios.  Así siguió un recorrido de:

Barbilla, mandíbula, cuello, clavícula,  frente, pómulos,  manos, estómago y por último sus labios. Pero Taemin no se conformó con un simple chasquido sino que profundizó el beso, o lo posible para no asustar a Kibum.

Cuando se separan ambos se sonríen. Taemin se dedica a acariciar el suave rostro de Kibum mientras este entre cerraba los ojos.

Pero cualquier rastro de tranquilidad se esfuma cuando Kibum abre los ojos de repente. Taemin pensó: ¿Hice algo mal?

Aunque Kibum solo sonrió y dijo: Me gustan tus labios.  Y los acarició devolviéndole el alma al cuerpo a Lee. (Y no era una exageración.  A veces Kibum se enojaba de la nada y empezaba a decir cosas sin darse cuenta, pero sin quitarles lo hiriente y filoso a ellas)

— ¿Ahora vamos a desayunar?

— Siii ~ — Sonríe y salta de la cama para correr hasta la planta baja. Taemin le siguió. — Quiero... quiero panqueques, oppa. ~ — Daba pequeños saltos efusivos y se acercaba a la cocina.

— Lo que tú quieras. — Taemin le sonrió.  Tomó todo lo necesario para la masa y luego los cocinó.  — ¿Qué quieres untarle?

— Mm... ¡Leche condensada!  — Susurra mientras va hacia la nevera — Aquí está.  

Luego de que ambos desayunaran y se sintieran satisfechos siguieron platicando hasta que el timbre de la casa les interrumpió.

— ¿Vendrá algún amigo tuyo, amor? — Preguntó Taemin ya que usualmente algún amigo siempre le visitaba cuando era un fin de semana, siempre era Baekhyun, quien tenía un leve problema de concentración y contención (generalmente divaga en sus pensamientos y si está enojado no puede contener su furia, golpeando y rompiendo todo) o sino Kyungsoo el cual había nacido sin ambas piernas, era muy tímido pero luego se volvía dulce y amigable.

— No... Ambos tenían revisión.

Taemin estaba desconcertado mientras se acercaba hasta la entrada de la casa. Abrió y se encontró con una pelinegra que le sonreía.

— ¿Sulgi? — Frunce las cejas mientras se pregunta qué hacía allí su compañera.

— Oppa, ¿Haz olvidado que tenemos un proyecto para la próxima clase? — la chica hace un puchero.

— No, no olvide solo... creí que vendrías por la tarde. — Sostiene la puerta contra su costado.

— Tengo que hacer en la tarde. ¿Acaso llegué en un mal momento?

— No, no... Vamos pasa. — cuando la pelinegra entra se encuentra con unos afelinados ojos avellana.

— Oppa... ¿él es su novio? — Sonríe y se acerca a Kibum — Hola, mi nombre es Sulgi soy compañera de su novio. Un gusto conocerte. Taemin me ha hablado maravillas de ti. 

Pero Kibum rodó de ojos y volteo su rostro para irse a la cocina.

— Siento esto...

—  No te preocupes. Es tímido ¿verdad?

— Sí.

(En realidad no, simplemente es un celoso empedernido y te ve como su competencia.)

Pensó.  Aunque no quería asustarla.

— Bueno, vamos al comedor que hay más espacio para hacer la maqueta.

— De acuerdo.

¿Porque Taemin tenía que estar con esa chica? Kibum la fulminaba con la mirada mientras ella le sonreía a Taemin cuando este decía algo, cosa que Kibum no escuchaba, él también quería reírse de las bromas de SU novio.

— Niña tonta — Arruga su nariz y frunce el ceño, su boca forma un puchero. Estaba enojado muy enojado.  Él también quería estar ahí y hablar... o lo que sea pero quería estar al lado de Taemin abrazándolo.

(Como cuando habían despertado.  Tan juntos)

Camina hasta el comedor con una mueca incómoda.

— Bummie. — Pero ese Bummie no estaba lleno de dulzura como siempre que lo pronunciaba. Sino que este era completamente incómodo,  Taemin sabía que Kibum no iba a estar tranquilo si la chica seguía allí.

— Quiero quedarme con ustedes — se sienta a un lado de Taemin.

— Oppa... — Dice la chica — ¿Le gusta los números? — La chica dice mientras hacía unas rectas con la regla.

Kibum no respondió y recostó su pecho en la mesa, mirando a Taemin, aunque este seguía ensimismado en su trabajo para la clase.

— Eres muy tímido... — La chica susurra mientras no despegaba la morada de su libro.

— MEH — Murmura y voltea su rostro para ver a la chica. Y ahora que le prestaba atención ella era muy bonita: cabello negro,  piel morenita, ojos grandes y expresivos, labios color salmón y unas mejillas regordetas.

La chica ríe y sigue con lo suyo.

— Iré por bebidas — Taemin va a la cocina y sirve dos vasos de gaseosa y uno de jugo de naranja.  Vuelve al comedor y reparte los vasos.

— No quiero jugo—  Frunce su ceño mientras corre el vaso   —Quiero chocolatada, Taeeeeee~ — Canturrea mientras mueve levemente el hombro.

— Estoy haciendo tarea, bum. Espérate o ve a hacerte un poco.

— Noo~ házmelo tú — La hora del berrinche había llegado antes por la sorpresiva visita.

— Kibum, quédate quieto. — Le murmura ya que cuando Kibum se zamarreaba hacia que se moviera la mesa siendo imposible hacer una recta perfecta.

— Taeee~ — Y a medida que subía el volumen de su voz se movía más, gracias a esto su vaso de jugo volcó haciendo que el contenido se esparciera por toda la mesa (viéndose arruinado los apuntes)

— ¡Rayos, Kibum! — Grita tomándole del brazo. Y por el acto repentino el vaso de Sulgi también cae, pero este no lo hace en la mesa sino en el ropaje blanco de la chica. — ¡Mira lo que causas por tus berrinches de niño mimado! — Dice enojado — Incluso hiciste que Sulgi se mojará.

— Oppa no importa... esto tiene solución.

— Lo siento... — Susurra tímido mirando sus dedos. Realmente Taemin nunca se enojaba con él pero cuando lo hacía Kibum siempre se arrepentía por ser así pero... aunque quisiera no podía controlarse.

— ¿Crees que con un lo siento podrás arreglar los apuntes y la ropa de Sulgi?  

— Perdón.

— Vamos, está bien. — Susurra la chica incómoda. 

— No, no está bien. Kibum eres un maleducado, primero no saludas y no respondes a lo que ella te pregunta y ahora nos jodes el trabajo. 

Kibum se para de la silla y sale corriendo por el corredor,  no sin antes gritarle: ¡Te odio!

— Oppa, ¿Porque le gritaaas? — Dice la pelinegra

— Se porta mal ¿Cómo quieres que le haga saber qué hace mal sino me escucha?

— Está bien pero no le grites le has hecho llorar. Él solo necesitaba de tu atención.  Oppa, por favor no se enoje con él.  Me iré a casa y transcribiré los apuntes, puedes terminar tu parte solo. No quiero que su novio se sienta incómodo por mi culpa.

La chica hace una reverencia y sale de la casa.

— Rayos... — Susurra Taemin y palmea su pierna levemente para luego subir al primer piso. Camina lentamente hasta llegar al cuarto que comparte con Kibum y abre la puerta sorprendiéndose al verla tal cual la habían dejado cuando se levantaron. — ¿Kibum? ¿Estas escondido? — Sale del cuarto y baja los peldaños rápidamente. Había visto que Kibum corrió por el corredor y quizás estaba en el cuarto de aseo de la planta baja, o como Kibum le decía, su fuerte. — Bummie, ¿Dónde estás? — Entra al baño pero estaba vacío. Ya estaba asustado. ¿Dónde estaba Kibum? ¿Acaso había escapado? Tal vez de verdad le odiaba y por eso quería huir.

Taemin lleva su mano al puente de su nariz. ¿Y si estaba perdido? Él no iba a perdonárselo jamás si a Kibum le pasaba algo… ¡Ni lo sueñes!

Toma su móvil por si algún conocido se encuentra con el rubio.

 

Sale de su casa corriendo, ignorando que algunos vecinos que le saludaban. Iba a disculparse luego, cuando no estuviera con ese enorme nudo en el pecho.

Pero entonces la tarde llegó. El sol estaba ocultándose mientras el aún no encontraba a su Kibum. Tal vez, y solo tal vez, Kibum había vuelto a la casa, se había asustado de los desconocidos y supo cómo regresar, después de todo Kibum era alguien inteligente.

Volvió a la casa con el corazón en la boca. 

Subió nuevamente los peldaños alfombrados y abre lentamente la puerta, pero la escena no mejora, sino que sigue tal cual antes. Estaba asustado y no logro retener sus lágrimas, que paseaban deliberadamente por sus mejillas. ¿Acaso había sido tan malo con Kibum? ¿Por qué tuvo que actuar de esa manera con Kibum? Había sido la primera vez que le levantaba la voz de esa forma, la primera porque sabía que Kibum era un muchacho muy delicado. Quería golpearse con lo que fuese.

Se sentó en la cama y cubrió su rostro con sus manos, apenado de sí mismo.

Su mirada se deslizó por todo el cuarto y notó algo extraño, demasiado. La puerta del armario, dónde guardaba las cosas de Kibum, por no decir juegos de video y peluches. Solo deseo con todo su corazón que lo que estaba pensando fuese realidad.

Se paró del colchón y caminó  hasta la puerta de madera recubierta por pintura blanca. La puerta estaba trabada por un peluche de pingüino, que al parecer había caído de alguno de los estantes. Abrió la puerta y se le devolvió el alma al cuerpo, encontrándose con un dulce Kibum enroscado entre sus brazos y piernas, abrazando a un peluche de ballena.

Sonrió alegremente al darse cuenta que Kibum no había escapado, y tampoco se había perdido, él estaba seguro y dormido en el armario.

Lo tomó entre sus brazos, acunándolo entre sus brazos. Sin dudas su rubio era sumamente frágil y delicado, también muy liviano que parecía peso pluma entre sus brazos.

Lo posó sobre el colchón y  los enredones mezclados y con perfume de ambos.

Siempre había soñado con poseer en alma y cuerpo a Kibum pero… eso no era justo ¿Verdad? Y tampoco le importaba con tan solo tenerlo a su lado, abrazándolo hasta el último de sus días.

Y una lágrima rodó desde su lagrimal hasta hacerse invisible en la línea de su mandíbula, pero no estaba triste sino que estaba sumamente feliz por saber que Kibum no le odiaba, y que se quedaría con él para siempre. ¿Verdad?

— ¿T-tae? — El rubio despierta al sentir algunas de las lágrimas de Taemin caer en su rostro.

— Bummie… — Dice en un susurro, sorbiendo su nariz. Tomando la blanca mano entre las suyas y besándola repetidamente.

— Tae… ¿Por qué lloras? ¿Te sientes mal? ¿Hice algo malo? — Se sienta y toma el rostro de Taemin entre los sus manos.

— N-no… es que… soy muy feliz, Bummie… — Sonríe. — Soy muy feliz contigo y pensar… pensar que te habías ido fue lo peor.

— Y-yo lo siento… Taemin, no quise asustarte… perdóname.

— No hay nada que perdonar, solo tú a mí, perdón por gritarte… eres muy dulce y yo… yo te grite. ¡Lo siento!

— Está bien, no importa, porque te amo, tae…— Murmura y  deja un casto beso en los labios del pelinegro.

— Yo también te amo, mi bebé — Sonríe.

— ¿Mucho, mucho?

— Si, mucho... mucho…

— ¿Hasta dónde?

— Hasta el infinito y más allá, y de regreso. — Planta unos sonoros besos en los gruesos labios de su Bummie.

— ¿Tanto como para hacer un bebé? — Abre sus ojos enormemente, haciéndole ojitos.

— Si, tanto como para hacer un bebé — Ríe llevando una mano a su boca. Sin dudas Kibum no sabía lo que implicaba eso.

— ¡Entonces hazme un bebé, Tae! — Se lanza a los brazos del otro. Taemin le miró sorprendido, sin dudas estaba sorprendido por como actuó su bum.

— Tu… tú no sabes cómo va esto, Kibum… no lo haré, te hare daño y… solo vamos a quedarnos así.

— ¡Baekhyun me dijo como! — Rio enormemente— Y no tengo miedo…

 

 

 

 

Pero Taemin, aunque quiso hacer su mayor esfuerzo, no pudo más que darle una enorme tanda de besos, lo suficiente como para hacerle pensar a Kibum que con eso tendrían un bebé… luego cuando descubriera que no era cierto, le daría un perrito…

Porque un niño sería una enorme responsabilidad, y con Kibum sería el cuádruple de responsabilidad.  

Notas finales:

Besos, si les gustó dejen su rw. 

-Sigo sin ser capaz de entrar a internet en mi casa, me di una escapada solo por ustedes.-

 


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