Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Afrontando sentimientos en el E3 (Rubelangel) por PinketDiana

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Parte 1: Rememorando la cuestión.

 

 

Rubén.

 

 

Estaba muy nervioso, y eso era decir poco. Estaba muy jodidamente nervioso y es que Mangel y yo habíamos estado bastante distantes durante este tiempo reciente, pero es que todo eso tenía un motivo. Un motivo muy profundo y bastante sentimental y personal como para que alguien lo supiese, aparte de nosotros dos claramente.

 

Pero decidí que en ese viaje a L.A llegaría la hora de sincerarnos completamente el uno con el otro, de ser completamente sinceros y arriesgarnos a lo que el destino nos pusiera en nuestro camino, pero solo si él quería.

 

Suspiré pesadamente y me tumbé en la cama, era realmente tarde, pero como ya iba siendo costumbre en mi, no podía dormirme, y solo podía darle vueltas a un tema: Mangel y el beso.

 

 

Flasback.

 

Estabas en tu silla, la cuál era muy cómoda, jugando en el ordenador, como siempre, mientras grababas algo para subirlo a tu canal.

 

-Joder, me han matado- Susurraste algo enfadado, y es que de nuevo habías vuelto a perder.

 

Te sacudiste el pelo y pasaste tu mano por tu frente, como gesto desesperado. Pero, es que joder, llevabas como algo más de una hora intentando superar esa parte de la nueva exención del Outlas -juego al que estabas totalmente picado, cabe decir- pero no la conseguías pasar de ninguna de las maneras, aunque al menos ya te habías acostumbrado a los putos sustos.

 

Sonó el timbre, sacándote de la concentración que tenías en el juego y fuiste a abrir.

 

-¿Quién es?- Preguntaste algo extrañado ya que no esperabas a nadie.

 

-El médico de Ust- “Mangel”- pensaste feliz, aunque algo extrañado... últimamente algo había cambiado en tu relación con él, todo desde que empezó a salir con 'esa'.

 

-Ja ja, pues no se de que hablas, Ust últimamente está bien- Reíste mientras habrías la puerta.

 

-Nunca se sabe, que ehe tío está mu' loco, pero que no se entere- Te guiñó un ojo, haciéndote sonrojar.

 

“¿Qué mierda...?- Pensaste algo confuso.

 

-Neh, y ahora hablando en serio- Gruñiste, pero no pudiste ocultar la sonrisa que estaba por asomar de tus labios.- ¿A qué has venido, Mangel?- Eso no había sonado borde, pero se te había hecho muy raro decirlo, ya que él siempre venía sin ningún motivo, solo por el placer de visitarte, pero eso era antes... ahora...

 

Suspiraste y volviste tu atención a él.

 

-Pueh na, pa' visitarte...- Te sonrió dulcemente, pero sabías que detrás de aquella sonrisa se ocultaba dolor, al igual que detrás de la tuya se ocultaban celos. Si, celos. Celos de ella, y eso te causaba terror.

 

-Mangel, ¿qué te pasa?- Preguntaste sin rodeos, y es que no merecían la pena, por lo menos no ahora.

 

-Nada, de vehdah.- Mentía cual bellaco, y lo sabías.

 

-No me mientas, Mangel. Que prácticamente te he parido y te conozco como nadie, y lo sabes- Lo miraste acusadoramente, pero eso solo sirvió para que la tristeza en sus pupilas aumentara.

 

“Mangel no....”- Tenías un sutil y diminuto nudo en la garganta, pero era suficiente para que tus pensamientos no pudieran fluir libremente.

 

-Yo...- Te miró serio, y un escalofrío te recorrió ante aquella situación.

 

Sabías que tu relación con él había cambiado, había cambiado desde que lo habías visto besándose con aquella muchacha morena, con mechas rosas, algo bajita, mientras se abrazaban en aquella discoteca, al igual que algo había despertado en ti ese mismo momento: Unos celos que jamás pensaste.

 

Y a partir de ahí te pusiste a pensar en todo. En cada momento vivido al lado de Mangel, mientras en tu mente se aglomeraban millones de preguntas a las cuáles no encontrabas respuesta. Pero solo tenías una cosa segura: Estabas celoso, celoso de que tu mejor amigo se estuviese besando a aquella tía.

 

Tras aceptar eso decidiste que tenías que alejarte de Mangel -aunque te doliese- hasta que pudieses poner tu mente en orden.

 

-Ehtuve saliendo con una tía- Te soltó de pronto, arrastrándote bruscamente fuera de tus pensamientos, y una punzada te golpeó en el pecho- Y me siento la peor perhona del mundo- Le miraste interrogativamente. ¿Él mala persona?... Aquí eras tú el que te habías alejado...

 

-No eres mala persona, Mangel- Sonreíste con dulzura.

 

-Si, la ehtuve usando pa' olvidarme de alguien- Tus ojos se abrieron de la sorpresa.- Alguien que nunca debió guhtarme- Suspiró pesadamente, y ahí estaba de nuevo esa espinita en el pecho, mientras Mangel repasaba esas palabras, y se clavaban en tu mente y en tu corazón. Te dolían, y es que duele mucho que la persona que te gusta dice que estaba usando a una persona, para olvidar a otra -y ninguna de esa eres tú-.

Y si, aunque te causaba un jodido terror, cuando te paraste a pensarlo detenidamente, te diste cuenta de algo claro: Mangel te gustaba, te gustaba como nadie.

 

Pero también supiste que estabas aterrado con respecto a esto, por lo que decidiste alejarte aún más; y ahora él venía con esto...

 

-Mangel... ¿Tú has usado a una persona?- Las palabras salían sin pensar de ti.- ¿Y quién es ella...?- Ya que te dolía, preferías saber quién era.

 

-Si, porque ehtaba desehperao.- Suspiró y te miró fijamente a los ojos, y por un segundo te perdiste en aquella mirada negra, algo vidriosa, mientras mordía su labio nerviosamente.- Tú.- Contestó dejándote atónito.

 

-¿Y-yo?- Repetiste como tonto.- ¿Y-yo t-te...?. ¿QUÉ?.- Y lo que menos querías ocurrió: Mangel había estallado en lágrimas silenciosas a tu lado, y tú como subnormal no podías hacer nada, ya que estabas aterrado de confesarle que tu también sentías eso -o quizás más- por él.

 

-Lo siento, Rubiuh, no se como pasó, pero solo se que lo siento aquí- Y se tocó el pecho, mientras su mirada volvía a oscurecerse.

 

-Mangel... tú... yo...- Las palabras no salían, no fluían.

 

“Mierda, soy un puto cobarde”- Te reprochaste al ver como él se alejaba lentamente hacía la puerta, y salía de tú piso, cerrándola tras él.

 

-Joder, no- Te llevaste las manos a la cabeza y te sentiste la peor persona del mundo.

 

Mangel te gustaba, lo sabías, y te lo recordabas cada vez que lo veías, pero te alejaste de él, como primer impulso -bastante cobarde- y ahora, él viene diciéndote que le gustabas -o algo parecido- y tú, te callas como gilipollas.

 

-¡¡Joder!!- Gritaste frustrado.

 

Al cabo de unos minutos, cuando estabas algo más tranquilo -no mucho-, te vibró el móvil.

 

 

“Rubius, siento todo eso. Solo espero que olvides lo que dije, y decirte que lo del E3 sigue en píe. Espero que esto no afecte a nuestra amistad”.

 

 

Sentiste ese mensaje super frío, y te hizo sentir aún peor, si es que eso era posible. Él por lo menos había sido valiente de afrontar todo eso y venirte a decírtelo a la cara, no como tú, que solo habías huido.

 

“Soy una repulsiva persona”- Soltaste una risa irónica y llena de rabia y pena.

 

-Debo cambiar eso, en el E3 lo aclararé todo- Te dijiste a ti mismo, dispuesto a sincerarte contigo mismo y con Mangel, quién se lo merecía. Te gustaba Mangel -o quizás algo más- y tú a él. ¿A qué le tenías miedo?.

 

“Lo intentaré, Mangel. Lo intentaré por ti”.

 

 

 

Fin Flasback.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).