El castigo
Después de la plática conmovedora con su nuevo aliado, Kyungsoo tuvo que poner todo su esfuerzo mental y emocional para dirigirse a su habitación. Como ya era tarde y estaba cansado por los acontecimientos de todo el día, tenía que descansar, muy a pesar de que el moreno estuviera ahí. Abrió lentamente la puerta, como para hacer pasar más rápido el tiempo. Una oscuridad pesaba sobre el cuarto, era por eso, que no se había percatado de la presencia de Jongin, quien se encontraba sentado al filo de la cama.
-Do…-susurró el moreno; haciendo que el cocinero se sobresaltará.
-Jon…Kai -. Sabía que si decía su nombre completo, el moreno empezaría a sospechar que algo le pasaba -. Estoy muy cansado, quiero dormir -. Se alejó de su “Novio” y se empezó a poner el pijama.
-Lo siento.
-¿Qué sientes?
-No tienes que fingir que no lo sabes. Al principio, no sabía la razón por la que no habías sido capaz de mandarnos la señal, ya que, tú eres muy cuidadoso. Solo después de ver tu cara en la reunión, supe que habías escuchado la conversación entre Chanyeol y yo.
-¿Y? Soy tu enamorado, creí escuchar que solo yo estaba loco por ti.
-Soo… -.Puso una cara de perrito lastimero.
Kai le rogó a Kyungsoo que lo escuchara, mientras lo seguía por todas partes de la pequeña habitación. El pelinegro tomó su lado de la cama y se hundió en la almohada. El moreno, hizo todo lo posible por cambiarse rápido y posicionarse al lado de su amado.
-Necesitamos tiempo -Farfulló el guía turístico.
-Te entiendo, pero no quiero pasar un día sin ti.
-Kai, es enserio. Quiero que estemos alejados el tiempo suficiente, para que podamos ver cómo nos sentimos sin la presencia del otro. Suho me mandará lejos como castigo; hagámoslo durante ese tiempo y si nos sentimos completos y normales, es porque en realidad lo nuestro, es un capricho.
-Pero, yo te quiero.
-Yo hago más que eso. Solo acepta esto: Sal con el rubio idiota por ese tiempo, y si no sientes lo mismo que yo; está bien, creo que entendería.
-No lo quiero a él.- Se pegó mas a Soo, envolviéndolo con sus brazos.
-Te besó y no lo separaste completamente. Es por eso, que necesitas poner en orden tus sentimientos Jongin –lo regañó.
-¿Y tú? No quiero lastimarte.
-Solo promete que no pasará de besos –lo fulminó con la mirada.
-Lo prometo. –le dio un beso en la frente.
-Gracias. Si no fuera el caso y nos equivocamos, me alegra haberte encontrado en mi camino, Kim Jongin -. Éste último, lo apretó con más fuerza hacia él. Soo lo miró y posicionó su mirada en los labios carnosos de su Kai -. Déjame limpiar tus labios-. Se acerco hasta su amado, y quedaron frente a frente. Se miraron un largo rato. Las miradas estaban llenas de sentimiento, llenas de dolor y tristeza, e incluso de gratitud.
Kai acortó la distancia y comenzaron a besarse lentamente. El tiempo pasaba y ellos seguían intercambiado besos que nunca llegaron a cambiar por sus lenguas. Después de un rato, ambos estaban adormilados, pararon su intercambio de saliva y se abrazaron fuertemente. Pasarían esa noche juntos, uno al lado de otro, debido a que, los siguientes días, no estarían como ahora.
Y en un abrir y cerrar de ojos, cayeron en un profundó sueño.
_____________________________________________________________________________________________
La mañana siguiente vino demasiado rápido. Al parecer, Chanyeol, no había podido dormir casi nada. Unas manchas negras, adornaban sus ojos. Francamente, se parecía al modelo que promocionaba artículos deportivos, con sus artes marciales, en el canal de la SM. El rubio no sabía la razón de su insomnio, pero solo recordaba el dolor que le habían proporcionaba el rozón de la bala, en su hombro izquierdo.
Cuando llegó a la oficina de Joonmyun alias Suho y hermano de su amigo sexual; todos ya estaban ahí, discutiendo algo con su Sunbae Do.
Se sentó al lado de un castaño, que parecía muy divertido con la escena de discusión que tenía enfrente de sus ojos. Siguió con la vista, la mirada de que parecía ser el secretario de Kyungsoo. Sus ojos se abrieron cuando descubrió que le estaba mirando el trasero a Jongin… No, no era al moreno. Eso era mucho peor. Le estaba viendo la retaguardia a su pelirrojo. Bueno, no era suyo, pero compartía cuarto y a veces cama con él.
Sin darse cuenta, Chanyeol también posicionó su mirada en esas nalgas. Solo de pensar en lo que podía hacer con ellas, se le hizo un nudo en la boca.
<<Me tengo que controlar >> Dijo como un mantra, dentro de su cabeza. Sabía muy bien que si tenía ese tipo de pensamientos en un lugar público, la gente notaría que su paquete se salía de los pantalones. Y huir era difícil. Apenas y se podía caminar de lo incómodo que era.
-Bonita vista cierto -le sorprendió el castaño.
-Para nada -. Chanyeol trato de forzar su risa -. ¿De qué están hablando? -le señaló al grupo que tenía enfrente.
-De la suspensión de Kyungsoo.
-¿Por qué?
-Por lo visto no lo sabes, pero él te disparó en el brazo. No fue tu atacante, sino, alguien que estaba atrás de ti -. Al rubio se le nubló la visión. Nunca se le había pasado por la mente que el pelinegro fuera así de agresivo.
-Está decidido, solo será una semana –se oyó la voz del vicepresidente, por toda la habitación.
Tanto Kai como Soo, se veían; estaban más relajados por saber que solo serían siete días de su separación. En ese tiempo tendrían que decidir qué hacer con su relación.
-Me parece muy bien –aceptó Kyungsoo, quien ahora se encontraba más relajado.
Más atrás de ellos, Baekhyun, estaba indeciso si debía confesar que era su error, pero aún tenía que tener en cuanta algo: Debía seguir ahí para el rubio. Estaba enfadado con él, sabía que significaba esa “furia”, pero no quería admitirlo. Más sin embargo, siempre había algo que lo hacía extrañarlo en todo momento.
En ese momento volteó, para encontrarse con la mirada del susodicho. Cuando sus miradas se encontraron, fue como si se hubieran conectado. El ambiente, se cargo de una especie de energía relajante y, de pronto, las voces de los otros, se esfumaron.
Fue Suho, al final, quien interrumpió su conexión.
-Chanyeol… Chanyeol – repitió.
-Sí, jefe -. El rubio volvió a la realidad y se paró del sillón, no sin antes, poner una mueca de dolor.
En ese momento, Baekhyun, se sintió culpable. Si hubiera controlado sus emociones negativas, no le hubiera disparado a Chanyeol, por sentirse sumamente enojado y confundido. Necesitaba una manera de descargar su ira, y una de ellas, fue darle un rasguño pequeño.
-Necesito saber si tu casa aún sigue en renta.
-Nunca la rente, me pertenece por lo que, nadie la ha ocupado todavía –.El vicepresidente suspiró aliviado.
-Muy bien, me haré cargo de ocuparlo por una semana. Chen – llamó al castaño, quién se encontraba mirado furtivamente al pelirrojo. Después de que escuchara su nombre, volteó calmadamente -. Necesito que lleves a Do Kyungsoo a la casa de Chanyeol. Él residirá ahí por una semana. Al termino de ésta, podrás volver, por lo mientras; tendrás que trabajar desde ahí. Donghae, tu Sunbae, te mandará el trabajo que tienes que hacer –El pelinegro asintió -. Todos pueden retirarse. Sus actividades siguen igual.
Todos se despidieron formalmente y Jongdae se posicionó atrás del cocinero, quién llevaba una maleta de ropa. Al parecer, se había preparado bastante bien para su castigo. Mientras Jongin salía por la puerta, se despidieron con las miradas y entrecerraron los ojos, como mandándose un gesto de cariño.
El cocinero fue conducido por el castaño hacía el auto y poco a poco se fue alejado del club. Sabía que solo sería una semana, pero todo indicaba, que se sentiría como una eternidad.
___________________________________________________________________________________________
Todo le dolía y mucho más su brazo. El rubio camino hacía su cuarto. Aún necesitaba reposo. Cuando entró al cuarto, un exquisito aroma a lavanda se asomaba por el cuarto de baño. Solo después de eso, se dio cuenta de que Baekhyun estaba preparando la tina de baño. Si hubiera tenido más fuerza, se hubiera hecho a la tarea de embestirlo en ese momento, pero en su estado era un poco agotador.
Se recostó en su cama y sintió un calor abrazador. Vio como el pelirrojo lo cubrió con una manta fresca. Antes de que el asesino se pudiera alejar más, lo atrajo al borde de la cama.
Byun se quedó sentado en la cama, mientras sentía como el rubio lo abrazaba por atrás.
-Gracias –Le susurró Chanyeol.
-¿Te…duele? –Baekhyun le señaló la herida.
-No, solo fue un rasguño por suerte –se pego más a su víctima.
Con suma delicadeza, el pelirrojo logró conseguir una caja de primeros auxilios –Se te va a infectar la herida, si no se cura -le señalo el hombro.
-Tienes razón –El rubio sonrió divertido. En vez de levantarse un poco la manga para que Byun pudriera limpiar la herida; decidió quitarse toda la playera, dejando ver su cuerpo escultural y unos brazos fuertes.
Baekhyun se volteó, para poder empezar su trabajo de “enfermera”. Trato de no mirar el abdomen del rubio, pero era inevitable. Ese cuerpo lo hacía ponerse raro y caliente. Aplicó un poco de alcohol sobre la herida del rubio, para después taparla con un vendaje.
-También me duele acá –le reprochó con un mohín el rubio, dirigiendo la mano de Byun hacía uno de sus pectorales. Hizo que la mano del pelirrojo vagara por todo su torso (tocando cada centímetro de su piel) para luego posicionarla en su hombro. Chanyeol se acercó más a la cara de su maestro, dejando que sus respiraciones chocarán un poco alteradas. Sus labios se acercaban lentamente mientras el tiempo pasaba. Un mechón de cabello rubio, caía sensualmente por la frente de Chanyeol, lo que hizo que el pelirrojo cerrará el espacio que se había creado entre ellos. Sus carnosos labios se movían despacio y a la vez, rápido.
Las piernas de ambos luchaban por quedar enredadas, mientras sus manos se buscaban con mucha necesidad. El beso se hizo más fogoso y el calor empezó a inundar sus cuerpos. Como su rutina necesaria de preparación; Chanyeol comenzó a besar el cuello del pelirrojo, dejando sus tan apreciadas marcas de posesión. Baekhyun estaba igual de desesperado, sus dedos recorrían el botón del pantalón del rubio, para al fin, desabrocharlo y bajar el cierre del pantalón. Con suma delicadeza, Chanyeol, comenzó a desabotonar cada uno de los botones de la camisa de Baekhyun, mientras que en cada botón, dejaba un beso en la piel que quedaba descubierta.
Su mundo estaba comenzando a formarse, cuando alguien llamó a la puerta. Baekhyun quiso retirarse, emitiendo un gemido ante la tarea del rubio, quien no lo dejaba que se separase. Pero los llamados a la puerta seguían causando molestia.
-Chanyeol… ¿Estás ahí? – La voz de Kai hizo que los dos pararan en seco. No sabían por qué, pero no querían que nadie se enterara de su relación.
Sus cuerpos se vieron alejados y enfriados por el susto propiciado. Baekhyun tomó una toalla del estante para meterse corriendo al baño, del que estaba seguro de que no saldría.
Por el otro lado, Chanyeol se apresuró a ponerse una playera nueva y a acomodarse el cabello. Con una toalla se secó el sudor que se había logrado de la fogosa situación. Una vez listo, abrió la puerta.
-Hola, Kai –le saludó, esbozando una sonrisa –Pasa.
-¿No está “Bacon”…Baekhyun? –se corrigió. Había sacado a relucir el apodo de su amigo.
-¿”Bacon”?
-Es el apodo que tengo para él. Es una larga historia –recordó algunos fragmentos de su amistad con el ahora pelirrojo -. ¿Podemos hablar?
-Claro que sí.
Kai le hizo un ademán para que lo siguiera fuera de la habitación, para luego guiarlo a las escaleras de emergencia, que no eran muy concurridas, pues solo ellos y el vicepresidente podían usarlas con frecuencia. El moreno dejo caer su peso sobre la pared y se cruzo de brazos.
-Tienes una semana.
-¿Una semana para qué? –preguntó confundido, el rubio.
-Para conquistarme. He roto con Kyungsoo temporalmente. Eso fue para aclarar nuestros sentimientos. Si en una semana no puedes tener mi atención, te pediré que me dejes de acosar –habló de corrido. Por una parte, Jongin se sentía liberado. Por fin, le había dicho a Chanyeol quién era Soo para él.
-No te preocupes, no desaprovecharé la oportunidad.
-¿Sabías de nosotros? –preguntó un moreno intrigado.
Chanyeol asintió –Era fácil saberlo y más por cómo se veían… Siento haberte besado, sabiendo eso, pero en la guerra y el amor, todo se vale.
Jongin no supo que responder. Chanyeol se acercó al moreno y lo atrajo a sus brazos. –Daré lo mejor de mí. Aunque creía que tenía ventaja, no será fácil -. Esto último no lo decía precisamente por Kyungsoo, porque para él, Baekhyun se estaba volviendo un problema con el que quería cargar.
Ese abrazo fue neutro, pues ninguno de los dos sintió algo. Era muy extraño y no se sentía como cuando abrazaban a sus enamorados.