Adiós Y Gracias
Ambos, Suho y Yixing estaban de regreso a Corea por la repentina llamada. Estaba nervioso desde la última vez que Kyungsoo lo contactó, involucrando a su hermano en una oración no muy buena.
Después de bajar del avión su celular sonó y contestó, de nuevo, sin ver la pantalla de su móvil.
-Joonmyun…-la voz de su padre le provocó un escalofrío en todo su cuerpo. Hubo un silencio incómodo. Sabía que si su padre le hablaba era para dar malas noticias.
-¿Qué paso?
Con tres palabras, su mundo se vino abajo: -Hubo un accidente.
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Su expresión era seria, estaba apretando los labios tan fuerte que podía haberse lastimado con tan sólo involucrar sus dientes en ellos. Jongin sabía que Kyungsoo estaba furioso por su comportamiento, pero el que había hecho el ridículo había sido él no el pelinegro.
-No te enojes –le suplicó con un Mohín.
Soo cruzó su pierna y sus brazos mientras cambiaba su mirada hacia otro lado. El moreno seguía rogándole para que no estuviera enojado.
Muy en el fondo Kyungsoo estaba muriéndose por deshacerse en carcajadas en la cara de su novio, pero debía guardar la compostura como el nuevo presidente temporal que era.
Inspeccionó la habitación llena de personas disfrutando, en busca de algo que hacer cuando notó a una persona que no conocía. Era tonto pensar que podía ser sospechoso, ya que no conocía a todas las personas ahí, pero su sexto sentido le decía que había algo mal.
-Ahora vengo –Se disculpó dejando a Kai con la palabra en la boca.
El ex cocinero persiguió discretamente a la persona que había visto. Sin duda no era nadie del grupo Luxury ni de la SM.
Se escondió detrás de una pared y trato de escuchar. Hablaban tan bajo y rápido que no podía escuchar lo que decían.
-Madame Byun –oyó decir. Su pulso se acelero pensando lo peor ¿Y si ella seguía viva? ¡Eso era imposible! Todos vieron el entierro, pensó.
A continuación esas personas volvieron a hablar:
-Él la mató - ¿Quién? Su curiosidad se destapó. Estaba seguro había oído que Madame Byun murió en el hospital porque ya no pudo resistir no porque la hubieran asesinado.
Volvió a poner su esfuerzo en escuchar un poco más.
-Byun Baekhyu--
Los hombres se detuvieron en ese instante, al momento de oír la puerta abrirse.
-¡Kyung! –lo llamó su novio. Estaba en Shock ¿Baekhyun había sido capaz de hacer eso? Bueno estaba claro que era un “asesino” pero nunca creyó que sería piadoso con la mujer que lo deshizo en segundos. Sabía que la condición de Madame Byun no era buena, incluso sus subordinados habían decidido dejarla vivir artificialmente hasta que por un milagro despertara. Sin duda prolongar su vida era un castigo muy doloroso para ella y que con justa razón se merecía.
Jongin lo encontró recargado en la pared de la entrada, justo detrás de los lavamanos. La piel blanca y brillosa de su novio estaba incluso más pálida que la de un muerto.
-Soo, ¿qué paso? –Kyungsoo aún seguía ensimismado -¡Soo! –volvió a llamarlo.
Kyungsoo le tapó la boca bruscamente y se apresuró a entrar al baño. No había nadie. Debió suponerlo, ellos se habían ido.
-¿Qué pasa? –Kai le volvió a hablar.
-Vamos a otro lugar –Trago saliva y lo obligó a ir con él, a toda prisa.
Ya afuera de todo el bullicio y de miradas curiosas, Kyungsoo le contó todo con calma a Jongin.
-¡Podrías estar en peligro! – Se escandalizó su novio. Soo negó con la cabeza.
-Yo no, pero Baekhyun sí –Kai frunció el ceño- Si lo que dicen es cierto, van a cobrar venganza, muy independientemente de quién es él. Ella era una pieza muy importante de su juego de ajedrez.
-Entonces ¿qué hacemos? Deberíamos hablar con él y… -el pelinegro lo interrumpió.
-Tengo una mejor idea –contestó.
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Sus cuerpos estaban envueltos con los brazos del contrario; ahora dormían juntos como osos todos los días. Había pasado casi una semana desde que se habían confesado lo que sentían. A ambos les costó mucho trabajo dejarse llevar. Por un lado, Baekhyun no estaba acostumbrado a decir palabras lindas, pero una vez se acostumbro, las decía con mucha naturalidad. Para Chanyeol, en cambio, fue más fácil, no le gustaba ser tan débil por alguien, pero Baekhyun le así ser más relajado. Por supuesto no sólo se decían palabras, también compartían caricias… cuando estaban solos. Nadie sabía que habían formalizado su relación, al punto de llegar a ser tan cursis el uno con el otro.
Algo que le preocupaba a Baekhyun era el trabajo que desempeñaba. Estaban completamente enamorados, pero podían llegar épocas peligrosas en el que uno de los dos podría resultar herido. “No soportaría, perder a alguien más, prefería morir que vivir sin Chanyeol”. Sabía que eso era egoísta, pero por mucha ayuda que tuviera de otras personas, ya estaba aferrado con uñas y dientes a su novio. “Novio” era un nuevo concepto para él, había tenido únicamente uno en su vida, Sehun, pero lo veía pocas veces y nunca lo llegó a extrañar como lo hacía con el gigante.
Ambos se despertaron para comenzar con sus actividades laborales que afortunadamente acabarían temprano; tenían una boda a la que asistir.
Antes de salir de la habitación, se dieron un beso, con el que quedo claro que no querían ir y preferían quedarse un rato más…
Ese día no trabajarían juntos; Baekhyun iría a ayudar a Lay con su vestuario, y Chanyeol tendría que atender el bar sin él.
-Ponte sexy Yeol. Quiero verte muy guapo, pero no mejor que mi hermano –le volvió a dar un beso en los labios.
-Y ponte irresistible, pero no mejor que Lay –Le regresó el comentario. El pelinegro frunció el ceño y le mando una mirada desafiante.
-Recuerda que saliendo de aquí, te odio más que a nadie.
-Sí claro, me odias tanto que me gritas tan fuerte por las noches cuando… - Baekhyun lo calló, propiciándole un fuerte golpe en el hombro. Chanyeol se descojonó en su cara.
-Sabes a lo que me refiero –Abrió el seguro de la puerta, pero antes de salir, palmeó con fuerza el trasero del Byun –. Nos vemos en la noche.
Y ambos salieron de ahí.