Adiós y Gracias
Ya en la noche, no se encontraron hasta la boda cuando Baekhyun caminó justo detrás de Yixing. Sus miradas se mezclaron con intensidad como si la boda fuese para ellos dos y no para los verdaderos anfitriones. Disfrutaron un momento con sus amigos, hubo risas a cualquier hora de la noche. Lo más gracioso del asunto fue que Baekhyun se había esmerado en que su traje color hueso, fuera el mejor de la fiesta, sin embargo al final de ésta terminó por verse desalineado y sucio. Lay había ensuciado su traje minutos antes de la boda y sin nada que hacer tuvo que ayudarlo dándole el suyo.
La comedia no paró ahí; Chanyeol era una persona insistente, y casi siempre conseguía lo que quería.
-Sigue bebiendo así y no sabrás qué te pegó – Le susurró a Byun quien ya llevaba tres vasos de Whisky.
-Pero no quieres que pare ¿cierto? –Las insinuaciones ente ellos también eran algo normal en su nueva relación. Chanyeol dejó ver sus blancos dientes y negó con la cabeza, levantándose de su asiento y dándole la mano a Byun quien no pudo comprender el gesto.
-¿No quieres bailar?
-Pensé que nos odiábamos –recalcó la última palabra. Ambos rieron.
-Y mucho, pero casi todos nuestros colegas están borrachos, crees qué se darán cuenta.
El pelinegro no dudo un segundo más y tomó la mano del rubio. Le gustaba su manera de ser: espontánea, eran esas veces que no se tenía que preguntar el por qué de sus acciones, solo lo hacía y ya.
Se encaminaron hasta la pista de baile agarrados de la mano; por suerte, la mayoría de los invitados estaban muy entretenidos en su mesa, otros pocos, se reían de la nada, tal vez por el alcohol.
Se pararon en una esquina de la pista y comenzaron a bailar una melodía lenta; era tan suave que se podía sentir la paz, como si nadie estuviera ahí.
-Odio estos trajes –interrumpió el gigante, haciendo referencia a los trajes del siglo 19 que todos llevaban puestos.
-Entonces… ¿Por qué no te lo quitas?-La mirada del pelinegro se encendió.
En vez de recibir respuesta, el rubio le guiñó un ojo.
Decidieron bailar un poco más, pero se vieron interrumpidos por murmullos que hacían los invitados. Al principio creyeron que se trataban de ellos, pero cuando se dieron cuenta de que Jongin yacía mojado en la fuente de la entrada, decidieron escapar aprovechando la oportunidad.
-Es el momento, corre –Chanyeol lo jaló del brazo y ambos desaparecieron de ahí.
Encontraron una habitación vacía, y no dudaron en tomarla. Ambos comenzaron a besarse con desesperación sabiendo que no estaban seguros ahí y que en cualquier momento una persona podía entrar.
Mientras se besaban, los ojos de Chanyeol se desviaron hasta una botella que estaba en una mesa.
-Ya que te gusta el Whisky, ¿por qué no jugamos un poco? –le dedicó una sonrisa pícara.
El rubio se separó y fue por la botella, agarró a Baekhyun por el brazo y lo sentó sobre él. El pelinegro quería decir algo, pero Chanyeol no lo permitió callándolo con un beso.
El gigante siguió con su juego y empezó a desvestir lentamente a Byun. Cuando le hubo quitado su camisa, se deleito visualmente con lo que tenía enfrente. Abrió la botella y roció un poco sobre el cuello del Bacón, provocando que temblara.
-¿Qué es-- -Se calló en el instante que la lengua de su “novio” recorría su piel. Hecho esto, él rubio prosiguió a verter un poco más sobre los pezones y el abdomen, para deslizar su lengua de igual forma, saboreándolo.
Por otro lado, Baekhyun sentía que su piel ardía, no sólo por el hecho de que estaba siendo bañado el alcohol, también era porque los roces de la lengua del contrarío, lo ponían demasiado excitado, tanto como para noquearlo.
-Es mi turno –dijo jadeando. Tomó la botella de Whisky y sorbió un poco. Hizo lo mismo que Chanyeol había hecho con él, comprobando que el rubio también disfrutará. Justó después de terminar con el abdomen comenzaron otra escena de besos apasionados.
-Ahora me toca –dijo el gigante mientras sonreía lascivamente.
Rápidamente tomo dos tragos seguidos de la botella y le quitó los pantalones, junto con los bóxers a Baekhyun. Introdujo el miembro en su boca. Baekhyun cerró los ojos deleitándose con el aliento y la legua de Chanyeol, que lo quemaban. Estuvo tan cerca de correrse en ese momento, pero Chanyeol no lo permitió, y antes de que Byun pudiera reprochar el rubio lo penetró sin una preparación; fue incómodo al principio, pero la brutalidad de los movimientos del gigante le daba ritmo al asunto, terminándose de correr en un tiempo record, como nunca antes había pasado. Era algo nuevo y fresco que tenía que llegar a su vida: la experimentación de sus capacidades a la hora de tener relaciones. Así también llegaría el tiempo de que su relación fuera cambiando de jerarquía.
-Baekhyun –le llamó. El pelinegro volteó sus ojos brillantes hacia él -¿Qué piensas hacer en el futuro?
Su pregunta desconcertó un poco al pelinegro pero no tardo en responder –Mi sueño siempre ha sido viajar y…
Chanyeol lo interrumpió –Y, ¿Estoy incluido en ese sueño? – Baekhyun abrió los ojos como platos al escuchar esto. Nunca había pensado en un futuro con alguien más antes de conocer a Chanyeol, pero ahora no se podía imaginar uno sin él.
Asintió tímidamente con la cabeza, mientras el rubio lo envolvía con sus brazos. Se quedaron un momento así, mareándose por el olor a alcohol impregnado en su piel y ropa. El celular de Chanyeol sonó y el gigante abrió su móvil.
-Es de Suho. Hay que volver, si no, nos perderemos la despedida –dijo Chanyeol y ambos se vistieron.
Salieron de la habitación directo hacía la habitación principal donde se estaba desarrollando la fiesta.
Antes de entrar al estrepitoso cuarto, Chanyeol acorraló a Baekhyun contra la pared.
-¿Qué haces? –Baekhyun frunció el ceño.
-Quiero que vengas conmigo –Sonrió triste.
-¿A dónde? – la pregunta lo desconcertó.
-Lejos, donde no existamos como “asesinos”, solamente como Chanyeol y Baekhyun.
El pelinegro espero un rato, tratando de asimilar lo que había escuchado. Eso era algo así como una propuesta. Una propuesta para olvidar todo lo malo y seguir adelante con una nueva vida.
-Chanyeol, yo no lo-- -lo interrumpió.
-No me conteste ahora, piénsalo – sonrió nostálgico –En verdad, quiero que estés conmigo “Bacon” –suavizó su tono de voz y se incorporó a la fiesta.
Durante toda la noche, no tocaron ese tema. Hablaron muy poco y se tuvieron que retirar antes que todos debido a que olían a Whiskey.
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Habían pasado tres días desde la boda. Baekhyun estaba recostado en su cuarto oyendo la lluvia caer. En unos meses el invierno llegaría y la necesidad de alguien a su lado se hacía presente. No es como si estuviera solo, tenía a sus amigos, Kai y Kyungsoo, a su hermano, a sus compañeros de entrenamiento pero, si se quedaba, no tendría a Chanyeol. A parte era riesgoso escaparse sólo así, ellos habían firmado un pacto con la empresa y consistía en no salir de ahí, a menos que murieras. Si se escapaban su padre se enojaría con él.
En ese momento su celular sonó.
Casi tiró su celular cuando vio que quien lo llamaba era su padre. Una persona con la que sólo había intercambiado algunas palabras desde que lo había conocido.
Por suerte su progenitor fue el primero en hablar.
-Byun, ven inmediatamente a mi oficina.
Hizo lo que le pidió y fue directamente hasta la oficina de Kyungsoo –temporalmente- donde suponía que lo esperaría su padre.
Entró inseguro.
Su mirada se cruzó con la de las tres personas que lo veían ¿Enojadas? ¿Preocupadas?
Al lado de su padre estaba Kyungsoo y Kai, mientras que en el sofá estaba ¿Chanyeol? ¿Qué hacía ahí?
-¿Qué está pasando? –preguntó decidido, a pesar de la confusión que sentía.
-Está tarde, llegó un auto a recoger a dos inquilinos de aquí –hablo Kai –Los nombres de ellos son: Park Chanyeol y Byun Baekhyun.
-Su destino era el aeropuerto –interrumpió su padre -¿Cuándo se supone que nos ibas a decir que te ibas? No recuerdo darte permiso –la cólera de su padre explotó.
-Pero yo-- -quiso defenderse. Aunque ni siquiera sabía que el rubio había tomado tal decisión, esa no era su culpa.
-Esto se termina en este momento –sentencio su padre. Todos en la sala lo miraron sorprendidos por la frialdad y firmeza de sus palabras -. Chanyeol está muerto para esta compañía. Él se puede ir de aquí, pero si tú lo haces ten por seguro que jamás podrás hablar con tu hermano. Si llegas a cruzar esa puerta, no tendrás a nadie que te proteja.
Baekhyun bajo un momento su cabeza pensando, para luego centrarse en Chanyeol que lo veía con dolor impregnado en sus ojos.
-Está bien –le tembló la voz. Los espectadores esperaron su respuesta –Me quedaré aquí.
El rubio asintió con la cabeza, tomó las cosas que estaban al lado de él. Al pasar junto a Baekhyun le tomó por el hombro y le susurró.
-Te quiero y Gracias.
Luego abrió la puerta y salió de ahí. En el preciso instante en que se cerró la puerta, un mar de lágrimas comenzó a brotar de sus ojos. Sentía como su corazón se estrujaba hasta quedar diminuto, hasta secarse por completo. Sollozó por unos minutos más.
Kai se acercó para abrazarlo pero Byun lo alejó.
-Puedes ir a tu cuarto a descansar –le ordenó su padre.
Antes de que pudiera responder, los pies de Baekhyun se movieron a toda prisa hasta la salida del club. Utilizó toda su condición física y corrió como nunca lo había hecho. Llegó hasta el club llenó de huéspedes esperando por su auto. Y sin impórtale el tipo de delito del que pudieran acusarlo en ese momento, robó el auto de una señora a la cual le quitó las llaves.
Encendió el motor a toda prisa y aceleró hasta más no poder. Estaba lloviendo y era de noche, pero no le importo, siguió el camino a toda prisa, hacia el aeropuerto.
Algo apareció de la nada en la carretera, algo que no pudo ver ni evitar. Su visión se hizo borrosa y un agudo dolor recorrió su cuerpo, sacudiéndolo incontables veces. Cuando por fin se detuvo, un pensamiento que había tenido en el pasado, le cruzó por la cabeza.
“No soportaría perder a alguien más, prefería morir que vivir sin Chanyeol”