LuHan esperaba a XiuMin que estaba en plena práctica de fútbol, aunque Chen estaba en las gradas alentándolo con canciones, igual lo estaba esperando para comer algo después como lo hacían después de cada práctica, o quizás Chen se lo lleve en un abrir y cerrar de ojos. En cambio él, tenía en las manos una manzana a medio comer y sus partituras con la canción que estaba preparando por la evaluación parcial, al menos disfruta de su día y trata de memorizar la letra y buscar su ritmo.
No estaba completamente concentrado, solo veía líneas con letras… con mucho sentido para él y no era bueno.
“No puede ser que de la noche a la mañana me deje de querer por verte a ti.”
“He hecho mucho para que se fije en mí… trabajar en mi baile, disminuir mis días de fiesta, ¡hasta he tenido presentaciones con él de materias que ni siquiera tenía para acercarme a él, LuHan!”
Esas palabras junto al rostro de Kai en su mente no le dejaban concentrarse, porque en el fondo… su primo tenía razón. Aunque le hubiese gustado ver a Kai haciendo todo eso, su tono de voz que se cortaba a ratos, dejaba salir la verdad en aquellas palabras. JongIn se había esforzado por tener a SeHun a su lado, la verdad es que sí era injusto. Estaba siendo un intruso en su relación, del mismo modo que SeHun está tratando de poner todo en su lugar y seguir con su vida, tampoco es que ha mencionado algo sobre sus sentimientos y eso a LuHan le desesperaba.
Tal vez él se esté esforzando de tener el corazón de LuHan de la manera más normal que puede: ser amigos, ver si son compatibles y mirar más adelante, como lo hacen siempre.
O quizás ya dejó de tener algo por él y sigue con su vida junto a Kai y el ciervo solo pierde su tiempo.
O también…
.- ¡ARGH, LUHAN, DEJA DE PENSAR EN ESTO, CONCÉNTRATE! – LuHan sacó una hoja de un cuaderno que tenía en su bolso, lo hizo una bolita y lo tiró lejos en el césped, hasta que cayó a los pies de uno de sus amigos. El chico tomó al bolita y se dirigió a LuHan que aún leía su canción y dejaba notas a los lados de la hoja. El ciervo alzó su rostro y sin decir nada se hizo a un lado para que él se sentara.
.- Entonces… le dijiste que me preocupé por él.-KyungSoo comenzó a usar su voz grave sin mirarle, LuHan asintió aunque sabía que no él no le miraba.- Parece que el golpe en el ojo no te sirvió de nada.
.- Me he golpeado con cosas peores. Una zapatilla no es nada, no tienes tanta fuerza, débil Do.- Los dos se rieron, aunque sabía que KyungSoo no alcanzó a golpearle (y rezó mucho esa noche agradeciéndolo).
KyungSoo cambió por unos días su horario para practicar con Ryewook debido a la evaluación, conversó con LuHan sobre los cuidados del perrito y juntos hicieron un plan para Golden. Quedó en casa, como un bebé junto a su corral con comida y agua para el día. El horario era bastante flexible por las prácticas, así que estaría bien todo.
.- Soo, ¿alguna vez lo invitaste a salir? – Preguntó LuHan ya mirándole con curiosidad. KyunSoo bajó la mirada y comenzó a jugar con el césped extrayendo el pasto con sus dedos, como si pudiese excavar su respuesta.-
.- Bueno…– Su garganta se secó cuando recordó aquella vez que JongIn durmió en su casa después de la fiesta. Haciendo memoria, su invitación…- Creo que lo hice… en mi mente. Cuando se iba me había acercado a él para hacerlo… pero no pude. Me quedé en blanco. En vez de invitarlo a salir, solo le dije qué camino tomar, aunque él ya lo sabía.
.- Entonces no funcionó.
.- Nop.
.- ¿Y… no has querido esforzarte por JongIn, a pesar de que esté… con SeHun?
.- Me he imaginado tantas veces intentándolo LuHan, pero al verlo tan feliz con él…-soltó una ligera risa al recordar la de JongIn.- incluso bailando con él, o haciéndolo todo con SeHun que solo quiero su felicidad, y quizás sea junto a él, sino no podría perdonarme el hecho que esté triste por culpa suya.
LuHan sintió que no debió preguntar eso, su rostro se arrugó y su cuerpo sintió un golpe en su interior. Miró la cancha con Xiumin y Chen conversando de lo más bien. Desde hacía mucho que no veía a su mejor amigo tan feliz, con alguien como Chen, jamás se aburrirá. ¿Por qué no podía ser así como lo está él? ¿Debía luchar de más contra su propio familiar por el corazón de aquel chico? No sabía qué estaba haciendo, esa es la verdad. Pero no podía echarse hacia atrás, SeHun ha sido alguien bastante peculiar en su vida, no podía dejarlo así como así.
Las esperanzas de D.O con Kai eran casi nulas, pero encontraba que estaba siendo bastante bondadoso al querer la felicidad del moreno primero que su corazón, no era la idea arrebatar su felicidad para que esté con él, podría tomar sus palabras y rebobinarlas cada vez… pero le resultaba imposible. Quería a SeHun a su lado, mantenía su esperanza.
Luego de un rato conversando y aconsejándose respecto a la evaluación, se despidieron ya que D.O divisó a Ryewook y debían ensayar, LuHan se levantó del césped y también se despidió de Xiumin a la distancia, se iba a la sala de ensayos (unas de las millones salas de la universidad) para estudiar con más tranquilidad.
El ciervo iba pateando una piedra que estaba en frente de él mientras iba caminando hasta la oficina donde se ven los registros donde las salas estén desocupadas. Pero un brazo le impidió el paso e incluso le hizo doblar hasta llegar a un salón con la boca tapada por una huesuda mano. Al entrar el desconocido prendió la luz y LuHan dio un largo suspiro.
.- ¡SeHun! – Golpeó al nombrado en el hombro, él solo rió.- ¡Me asustaste!
.- Lo siento, lo siento. Es que quería mostrarte algo. Además, tu rostro fue tan adorable, lo eres cuando te asustas, hahaha.-Se fue alejando hasta el centro de la sala, las sillas estaban apiladas en una esquina, botes de pintura abiertas y varios periódicos. SeHun fue a buscar una silla y la colocó en un sitio de la sala, luego se acercó a él tomándolo por los hombros y llevándole a esta para que se siente.
.- ¿Qué estás haciendo?
.- Quiero mostrarte lo que llevo con YiXing.-Dijo trotando hasta su teléfono con los parlantes que tenía cada salón. LuHan esperó a que la música comience.- Pero como YiXing no está, tendré que mostrarte mi parte.
.- Uhm… está bien~.-Fue lo único que dijo LuHan antes de que la música comenzara a tocar, de la manera más hermosa.-
Un ligero piano se hizo escuchar en las cuatro paredes y captaron la atención de LuHan. SeHun cerró los ojos unos momentos y se sentó en el piso flotante y luego comenzó con su rutina. La canción tenía un ritmo lento, y era de aquellas canciones que le llamaban mucho la atención del ciervo, mucho más cuando un SeHun concentrado y haciendo movimientos limpios de baile se aparece ante sus ojos.
Inconscientemente sonrió a cada paso que daba, aunque SeHun no le miraba ya que miraba su cuerpo y su rostro en el espejo, a ratos miraba al ciervo con una sincera sonrisa, de aquellas sonrisas cuando muestra sus colmillos y sus ojos también hacían lo mismo. Aquella era de felicidad eterna, cuando está bailando y cuando está con una persona especial. Ni siquiera con JongIn en sus prácticas anteriores eran así.
LuHan creía que SeHun tenía alas invisibles, porque parecía que volaba con cada paso que daba. Cuando cerraba los ojos, creía que sentía solo entonces bailaba con más fiereza y también con mucha delicadeza. Es una de las pasiones que LuHan estaba tan impresionado al ver a SeHun así, aunque solo fuesen 1 minuto y algo.
Cuando terminó de bailar el ciervo le aplaudió con fuerza tanto que se levantó a felicitarle, SeHun hizo una reverencia y luego se acercó a él.
.- ¿Estuvo bien?
.- ¡Bien es muy poco! Lo hiciste muy bien, te irá excelente en la evaluación.-Le dijo con una cálida sonrisa, SeHun asintió y bajó su mirada. Sintió sus mejillas enrojecer, pensando que era la calor.- Eres... eres un gran bailarín.
.- No tanto como los demás.-Dijo rascando su nuca con una sonrisa torcida. LuHan negó con una ligera sonrisa.-
.- SeHun, eres mucho mejor que todos. Estoy seguro de eso.
.- Bueno, gracias…-Dijo con sus mejillas un poco más enrojecidas, las palabras de LuHan hicieron estremecer su cuerpo, aun si no dijese nada estaría igual.-
Pero claro que sí, la sonrisa de LuHan era así, tenía esos efectos en él. Su sonrisa no le hacía sentir cansado, era como si fuese su razón (en ese momento) para bailar sin parar. Si lo hacía sonreír de esa manera, bailaría hasta que sus pies sangren.
LuHan fue por su toalla que estaba al lado de su bolso para entregárselo, pero al momento que fue por él, SeHun le siguió de vuelta y no se dio de la poca distancia que había entre los dos. Chocando sus narices, LuHan apretaba la toalla con muchísima fuerza y su corazón sentía que se iría por la boca de LuHan y se iría corriendo y rodaría por todo el campus. SeHun solo miraba sus ojos que brillaban con la luz del salón, ese brillo le hipnotizó por completo. Porque LuHan, era simplemente hermoso.
No podían dejar de mirarse.
Ni siquiera pestañeaban.
Tampoco iban a volver atrás.
LuHan dobló a lo largo de la toalla y la colocó alrededor de su cuello, aun así sin alejarse ni dejar de mirar esos ojos que estaban cansados pero que a la vez se veían hermosos. Una gran maniobra para admirar aquellos ojos castaño que le robaban el aliento cada vez que lo veía. Para el ciervo, aún sin delineado eran increíblemente tiernos, lo hizo sonreír un poco antes de sentir unos labios en los ajenos y un cuerpo casi sobre él, más unas manos en su rostro, cálidas y fuertes.
LuHan maldecía en su sub-consciente por no estar siendo un mal chico y golpear a SeHun. Decir garabatos, golpearle con la toalla, e irse lejos. Lejos de la universidad o del planeta, vaya que quería.
Pero no.
Sus pies no le hacían caso.
Tampoco su corazón.
Pero SeHun no era una persona paciente, no soportó más la espera y dejar de pensar en esos labios y besó a LuHan tomando sus mejillas para que no se escapase, no quería que se fuera. No quería que se asustara… no quería que pensara mal de él, aunque ya lo estaba arruinando.
Los besos de LuHan eran como si estuviese comiendo algún tipo de pastelillo. Dulce, con labios esponjosos y… más dulce, le daban ganas de besarle más y no separarse. LuHan pasó sus antebrazos alrededor de su cuello y sólo se dejó abrazar ya por SeHun. Sus manos ahora pasaban alrededor de su cintura y quedaron allí un gran tiempo, disfrutando de aquel beso que tanto esperaban.
Se sentían en un profundo sueño, sentían los fuegos artificiales, los corazones latiendo a mil por hora, la satisfacción de sentir los labios del otro, y quizás algo de lujuria, pero no les importaba, querían sentirse, lo necesitaban después de tantos problemas en sus cabezas, con los mismos dilemas.
El beso era, sin dudas, el mejor remedio para sus problemas. Solo necesitaban estar juntos y ya estaban curados de todo mal.
Ambos lo esperaban.
Porque ambos se querían.
Pero una tercera persona no sabía en lo absoluto de este secreto.
Un espectador más en la vida de SeHun y LuHan, que no terminarán en buenos términos. Ahora, uno de ellos saldrá lastimado. ¿Quién será?