Todos estaban en la fila acompañando a su amigo Chen, quien era el siguiente después de otro estudiante que ya estaba dando su evaluación en ese momento. El chico gracioso y reciente novio de Xiumin miraba el piso, miraba el techo, cerraba los ojos, rezaba, suspiraba, vocalizaba, pero su corazón seguía como si hubiera corrido una maratón. Los demás podían sentir la tensión en la larga fila que estaba en ambos lados del auditorio, mientras que otros que ya lo habían hecho reían satisfechos y se lamentaban por haber hecho algo mejor.
Xiumin podía sentir la presión que Chen tenía al darlo. Según lo que le había contado, Chen estaba becado debido a que su familia era de muy bajos recursos. Luego de tres trabajos como cantante en un bar, mesero y niñero ha podido sustentar a su pequeña familia que constaba de una hermana menor y su madre. Ambas, eran su orgullo. Xiumin creyó que se lo merecía todo, y ahora estaba junto a él, apoyándolo. El hámster jamás había pensado que podía enamorarse de tal manera de conocer la vida de alguien más que la de Luhan, pero aquí estaba, apoyando con todo su corazón a alguien que se ha convertido en una prioridad en su vida.
El estudiante salió tan pálido como el color de la pared, como si hubiese visto a un fantasma y se fue hacia un grupo de chicos, suponiendo que eran sus amigos. El chico, en unos segundos, se desmayó desplomándose en uno de ellos. Todos quedaron estupefactos… en especial Chen, que comenzaba a dar vueltas hacia atrás.
.- ¡Bien! ¡Perfecto! ¡Avísenme cómo les va! – Gritó ya estando en la mitad del pasillo, hasta que sintió unas pisadas fuertes como la de un gigante acercándose a él.- ¡AH, NO, CHANYEOL, DETENTE!
.- ¡VEN ACÁ, COBARDE! ¡NO TE VAS A ESCAPAR!
.- ¡MINSEOK, AYÚDAME, UN GIGANTE ME PERSIGUE!
.- Pero… ¡KIM JONGDAE, VEN AQUÍ EN ESTE MISMO INSTANTE!
Las pisadas del “gigante” y de Chen cesaron al mismo tiempo. No era bueno escuchar a Minseok con ese tono ni con ese volumen de voz que parecían dagas en las grandes orejas del par. Llegaron al mismo lugar del principio y Chen solamente suspiró tocando su corazón. Minseok se acercó a él a robar un rápido beso en sus labios aprovechando de que el más alto tenía los ojos cerrados.
.- Eres un gran artista, jamás lo olvides. Te estaremos esperando aquí, y más te vale tener una de esas sonrisas de siempre, ¿entendido?
.- Ah… ¡sí, mi capitán Minseok! – Dijo con esa sonrisa que tanto amaba Minseok en esos momentos. Eso, lo dejaba completamente tranquilo. Colocó su mochila en su hombro en cuanto lo llamaron, y no se supo de él hasta que su cuerpo desapareció tras cerrar la puerta, teniendo un profundo silencio en ellos.-
.- Suerte, Chen…- Susurró Minseok al ver la puerta. Luhan colocó su brazo alrededor de los hombros de su mejor amigo, haciéndole saber que estaba junto a él, y que todos estaban con su novio.-
Unos minutos después, Nickhun, “el enemigo” de Sehun había salido a contestar una llamada. Chicas suspiraron por su “belleza”, chicos lo miraban de pies a cabeza con un gesto de envidia y desagrado (aunque uno que otro cayó en el encanto de la presencia del tailandés), a fin de cuentas, era una estrella. Mientras contestaba la llamada rápidamente, dio una rápida mirada a Luhan. Era una brillante sonrisa, los ojos fijados completamente en él, ¡ni siquiera tenía el descaro de fingir que miraba a alguien o al menos disimular! Sehun estaba por romper él mismo la manzana que estaba comiendo en ese momento. Él no era estúpido, sabía que lo estaba mirando. Y no podía dejar que tuviera ese tipo de mirada en la persona que quería.
No, no en Luhan.
Nickhun cortó la llamada y volvió al auditorio en un abrir y cerrar de ojos. Luhan quedó completamente petrificado por el actuar de él y de Sehun. ¿Había hecho algo malo para merecer algo así? Era la primera experiencia amorosa que tenía, y estaba pensando en la ridiculez en quitarse el corazón como Davy Jones en ese momento.
.- Oigan, ¿ese no era Nickhun? Vaya, es bastante atractivo en persona.- Dijo Tao mirando bastante sorprendido a la puerta, aunque mirando hacia el otro lado había un cara-de-Grinch- queriendo matarlo.- No me mires así, Kris.
.- Mh.
.- Mi punto es… ¿qué estaría haciendo aquí siendo una gran estrella? ¿Se habrá graduado aquí?
.- No había escuchado de él desde hace mucho. Es una gran curiosidad, pero… me inquieta algo más…- Soltó Baekhyun mientras abría un paquete de sus galletitas que había guardado.
.- ¿Qué cosa? – Preguntó ChanYeol robando una galleta.
.- ¿Por qué miraba tanto hacia acá? ¿Alguien lo conoce? – El grupo de amigos se quedó callado hasta que Sehun botó la manzana al suelo y se fue casi echando humo por sus orejas, aunque hablando seriamente, no estaba muy feliz con aquel gesto. Luhan sintió un sentimiento de culpa del tamaño de un barco, y era bastante extraño debido a que pensaba que no había hecho nada más que… ¿existir?
Kai se paró del pasto y fue hacia Luhan, ya que el segundo se sentía (y se veía) completamente fuera de lugar y confuso.
.- ¿Por qué no vas tras él? Te toca en tres días… me inquieta un poco que esté así, Lu.- Le dijo con una voz suave colocando una mano en su espalda, para reconfortarlo. Luhan lo miró por unos momentos. Su primo le sonrió, eso fue lo único que hizo para coger sus cosas e irse sin decir nada. No entendía muy buen qué estaba pasando, pero JongIn de todos modos se preocupaba por su círculo de amigos y su primo, ese era su aporte para tener una buena atmósfera. Volvió con KyungSoo a hablar y esperar a que Chen saliera.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Sehun conducía con una tranquilidad tan sorprendente que Luhan estaba comenzando a dudar de la manera en que él se enoja, ¿no va a romper todo? ¿Va a gritar cuando lleguen a su casa? ¿Qué ocurrirá en ese caso? No podía decir nada en ese momento, más que mirar a las casas casi todas iguales, señales de que estaban cerca de la casa de Sehun.
Salieron del auto en silencio, el dueño le abrió la puerta a Luhan y este entró primero a la acogedora casa de la que fue acogido cuando Golden se había perdido. Y el mismo momento en que la estrella que era juez en la actividad estaba pendiente de sus movimientos.
El silencio lo estaba matando.
.- SeHun, escucha, yo…
.- Perdóname.
Solo eso había dicho mientras caminaba hacia él y abrazarlo tan fuerte como si lo fueses a perder, como si se fuese a esfumar o desaparecer. LuHan sintió el abrazo en su corazón, en sus piernas, en sus brazos, los cuales temblaron al presentir el calor ajeno en su cuerpo.- No quise comportarme así en el campus, yo… aish, es que ese tipo me irrita, te miraba como si…
.- Ya, Sehun… por favor…-Apoyó su mentón en su hombro derecho, sus manos paseaban por su espalda, tratando de consolarlo, calmarlo… hacerle ver que todo estaría bien. Lo separó un poco más para verle su rostro y sonreírle.- En serio tus celos son muy lindos, nunca habían estado tan pendiente de mí… pero olvidémonos de eso, y disfrutemos este tiempo juntos, ¿sí?
Sehun enarcó una ceja lentamente, mientras tomaba ambas manos y lo hacía retroceder hasta el sofá.
.- ¿Desde cuándo eres así, Lu?
.- ¿A… así cómo?
.- A pesar de todo, me sigues sonriendo casi como cuando nos hablamos por primera vez. Esa hermosa sonrisa, como la de un bebé.-Dibujó sus labios con su dedo índice, Luhan se separó con una risa.
.- ¿Pero qué dices? ¡No soy un bebé!
.- Claro que no, solo tienes el rostro de uno.- Tomó ambas mejillas antes de besarlo nuevamente. Esta vez algo más lento e íntimo, ya que LuHan colocó sus manos en la pequeña y bien formada cintura de SeHun. Su cuerpo estaba tibio, un contraste bastante atrayente con las frías manos de LuHan. Parecía como si cuerpo se recuperaba de un frío invernal en sus falanges, las cuales tocaban su piel con miedo, y nerviosismo. SeHun se dio cuenta de lo puro que era LuHan, jamás había tocado el cuerpo de otra persona ni tampoco besar con esa seguridad que él mismo tenía. Era muy especial, le hizo sentirse mucho más afortunado de tenerlo a su lado.
Separó sus labios para juntar sus frentes por unos momentos para respirar y admirarse el uno al otro. Eran un par de tortolitos que si bien sabían el proceso de tener un romance (Sehun por experiencia y LuHan por los libros) ni siquiera querían moverse de donde estaban. Pero, el de cabello castaño tomó sus manos para que se levantara y fuesen a la habitación en silencio.
Ya estando en la cama de SeHun, LuHan sentía como si estuviese una cama de rosas con su perfume. La mayoría de las veces sentía el perfume de Kai cada noche en la que salía que debía colocar un poco de desodorante ambiental cuando se iba, pero esta vez, quería que ese aroma tan característico de SeHun quedase en sus fosas nasales por toda la vida. Y que tampoco se aleje de su lado, puesto que estaban acostados, mirándose el uno al otro, en silencio.
.- ¿Sabes que me gustas mucho, verdad? – Preguntó SeHun de la nada. LuHan lentamente asintió sin pestañear.- Me he dado cuenta de que la mayoría de las veces en que te miro, no me dices nada. ¿Ocurre algo?
“¿Qué debería hacer…?”
.- No… no ocurre nada.-Dice bajando su mirada un poco nervioso. LuHan no era ciego, no necesitaba de lentes, no era ningún idiota… SeHun era la persona más hermosa que había visto en su vida, ¿se lo hará saber con su actitud? Al parecer no se daba cuenta de eso. Suspiró y lo miró una vez, sin pestañeos ni titubeos.- ¿Quieres saber qué es lo que me ocurre, SeHun?
.- Pues… eso estoy esperando… ¡Oye! – LuHan se colocó encima sin decir ni una palabra, se apoyaba casi en sus hombros y lo miraba con una pequeña sonrisa en sus labios acompañados con un tono rosa en sus mejillas, lo que le hacían ver más adorable, aunque no quería serlo.- ¿LuHan?
.- Yo… yo c-creo… AISH, ESTOY ENAMORADO DE TI. Me haces sentir extraño, pero nada malo dentro de mí. Me siento dependiente pero al mismo independiente. No puedo mirarte bien porque me pones nervioso cada vez que te acercas, además de que no sonríes tanto pero cuando lo haces, me pones idiota. ¡ME HE GOLPEADO MUCHAS VECES EN MI CASA POR TU CULPA, ESTÚPIDO! Así que… sí, puedo ser un tonto, pero un tonto que sabe muy bien de sus sentimientos. Te amo, y eso es todo lo que importa. ¿Estás… estás de acuerdo?
Eso fue lo único que dijo LuHan con su cordura natural y con su tono de voz masculino aunque fuese un pequeño ciervo indefenso, porque SeHun lo derrumbó quedándose bajo su cuerpo, totalmente acorralado.
Él, aún debía trabajar en sus maneras de expresar amor a la gente, aunque sea a LuHan.
Aunque lo siguiente, era el amor más real y e impuro que LuHan había experimentado en su vida.
SeHun besó a LuHan casi hambriento por juntar sus labios nuevamente, aunque solo habían pasado minutos de ello, parecía como si no hubiese tocado a su pareja por años. Tomó sus manos con sus largos dedos dejándolos extendidos mientras no se separaba de él. Así, dejó los brazos extendidos de LuHan y con sus propias manos tocó bajo la camiseta delgada que usaba LuHan en esos momentos, él no se opuso en sus toques, así que SeHun tuvo la oportunidad de quitar esa prenda en un abrir y cerrar de ojos.
LuHan estaba fuera de sí, porque el maldito sabía cómo mover sus labios a la par con los propios para causar una especie de droga que ya estaba en todo su cuerpo. Más cuando los de SeHun pasaron por su cuello y casi a sus pezones. Eran suaves, como dos bolitas de algodón húmedos. Una sensación de calor estaba casi ahogándolo, tanto que no podía pronunciar ni una palabra.
SeHun tenía el control total de su cuerpo, pero tampoco quería sobrepasarse a menos que él lo acepte. Sin embargo, al ver que no reaccionaba y observaba cada uno de sus movimientos, decidió quitar sus pantalones mediante sus huesudas falanges y besos alrededor de su pelvis y piernas. A lo que terminó con su ropa, LuHan se levantó a juntar sus labios nuevamente, de una manera más intensa de la que había creído. Él mismo ayudó a SeHun a quitar la ropa restante y quedar en las mismas condiciones.
Al fin podían convertirse en uno, sentirse. Las letras que leía LuHan que describían ese momento íntimo, podía sentirlos a medida que recordaba las sensaciones, los susurros, los gemidos… estaba haciendo una especie de biblioteca en su mente solamente de SeHun, a quien iba a entregarse completamente.
SeHun mordía y lamía su cuello, detrás de su oreja derecha, sus jadeos enloquecían a LuHan que solamente podía arrugar las sábanas, porque su voz penetraba hasta en su mismo corazón, ¿podía creer que aquel chico que le hacía sentir todas las sensaciones existentes en su cuerpo estaba a su lado, quizás, como algo más que un amigo? Ahora comenzaba a creerlo.
Y sabía algo perfectamente.
Jamás dejaría ir a SeHun. Jamás.
La extensa mano de SeHun bajaba hasta su ropa interior la cual en un segundo desapareció y así tuvo su miembro en su poder, masturbándole lenta y dolorosamente para LuHan, que colocaba su mano encima de la ajena para “detener” los movimientos, pero solo conseguía que aumentara y que le gustase al mismo tiempo… para el de cabello castaño, estaba siendo un verdadero paraíso el tenerlo así, en sus brazos, en su casa, en su corazón. LuHan de verdad era una joya que nadie había tocado, que nadie había sido capaz de conocerlo un poco más a pesar de todo. Estaba completamente feliz de tenerle cerca, así de cerca… así que no quería esperar más para uno de sus momentos favoritos.
Después de “jugar” con la intimidad de LuHan, SeHun bajó hasta el blanquecino y suave trasero donde lograba ejercer una presión en su cuerpo para hacer entrar uno de sus dedos de una vez. Tranquilizaba a LuHan mediante besos y susurros suaves de “todo va a salir bien”, tomaba su mano con la propia que estaba libre. Una muestra de romanticismo no le hacía mal, SeHun estaba siendo lo mejor que podía para que LuHan esté cómodo.
.- A-Agh… A-Ah… S-SeHun…
.- ¿LuHan…?
.- M-Más…
.- No quiero… lastimarte…-Dice entre medio de los besos y mordidas que le daba a los labios ajenos. LuHan sonríe y lo detiene tomándole de sus mejillas.-
.- No lo harás... por favor…
Y así, es como SeHun pasó de una sonrisa que denota ternura y amabilidad… a una despiadada y lujuriosa, como de esos actores que matan a una persona con solo una perfecta sonrisa, unos ojos relucientes y un simple "Hola". Agregando que estaba con los ojos delineados, colocaba a LuHan nervioso en un segundo, pero al mismo tiempo estaba siendo persuadido para dar el siguiente paso en esos momentos.
No tenía idea de lo que iba a pasar.
En la noche de su vida.