.- ¿Estás bien? – Le preguntó mientras dejó el mantel en la mesa.
.- Uhum…-Asintió y murmuró al mismo tiempo que subía su mirada hasta el rostro del menor, solamente para agradecerle con una tímida sonrisa, que resultó más una torcida, no era muy bueno agradeciendo y sonriendo por este tipo de situaciones, nunca tuvo alguna herida profunda antes, pero eso ya cambió hasta ahora. SeHun no le dijo nada, asintió una vez con su cabeza soltando lentamente su mano, sintiendo ese frío en su palma de inmediato, quedándose con las ganas de sentirlo otra vez.
Se quedaron así unos segundos hasta que se escuchó una tos.
Kai estaba en frente de ellos mirándolos como si no pasara nada, SeHun lo miró con seriedad, como la que siempre tenía para no aparentar que su corazón estaba latiendo a más no poder. ¿Desde hace cuánto tiempo estaba ahí? Esa era una gran incógnita hasta que JongIn se acercó a su novio y lo besó, llevando sus antebrazos a su cuello. Y él, como su novio, lo abrazó por su figurada cintura y lo acercó más a él.
LuHan por alguna razón, sintió un revoltijo incómodo en su estómago y fijó su mirada a otro lado, pero sus piernas no respondían, lo que no fue una gran idea ya que el beso no era para nada inocente, y el sonido de su saliva intercambiándose no era lo que el pelirrojo quería escuchar precisamente, fue uno de los cuantos momentos incómodos que haya experimentado en su vida.
JongIn detuvo el beso con SeHun y le sonrió como si nada, de todos modos, no había visto mucho… de lo que ellos sabían.
.- Lamento haberme demorado, Tao tenía una crisis de llanto porque Kris no está y lo de la beca se alargó un poco, ¿me extrañaste?-Le contestó a SeHun uniendo sus narices y poniéndose demasiado meloso debido a su aguda voz, que le haría gracia a LuHan, ya que casi nunca lo escuchaba así. Pero, en este caso, solo rodó los ojos y miró su mano lastimada, ¿es que no se dio cuenta de lo lastimada que estaba? Pero claro, solo tienes ojos para… su novio, SeHun.
Kai finalmente se dio la vuelta y sus ojos se dirigieron a su mano, abriendo los ojos exageradamente y tomándola con cuidado.
“Genial, ahora se dio cuenta” Pensó el de rostro de ciervo.
.- ¡LuHan! ¿Qué te ocurrió?- Le preguntó más bien con un grito que resonó en la cocina, y que hizo que LuHan saltara.
.- Bueno… se me cayó una taza y me lastimé cuando recogí los pedazos…-Dijo con voz encogida y separando su mano de las de su primo y fue por la escoba, para poder relajarse a la escena que presenció, lo que no le hacía muy bien a su mente y concentración en esos momentos.
Barrió lo que podía aunque JongIn y SeHun le dijeran que se detuvieran, no hizo caso y limpió el lugar como si nada hubiera pasado, pero las voces se escuchaban muy lejos ya que la imagen de su beso, y de los brazos de SeHun abrazando a su primo, era lo único que veía cuando observaba a la pareja ante sus ojos, algo que no era bueno, era horrible.
No se sentía bien, y lo único que quería era desaparecer.
Al terminar de todo y al final salir de la cocina para sentarse en su habitación jugando con Golden en el piso, con el perrito rodando por el piso y jugando con su hueso de peluche que rechinaba cuando lo mordía. LuHan se entretenía mirándolo jugar solo, aunque sí, su sonrisa desaparecía a veces cuando recordaba lo anterior. No era algo de otro mundo, sin embargo el interior de LuHan se encogió hasta que se quedó pensando en un punto de la habitación.
“¿No será que estoy… celoso?”
Esa fue su pregunta retórica. Había leído y leído novelas y textos en Internet y en papel sobre las relaciones y todo lo relacionado con eso, describiendo cada parte y cada sentimiento que LuHan sentía en esos momentos. Los celos eran una parte del afecto de una persona en especial, teniendo un no buen síntoma cuando… esa persona es… te sientes “extraño” cada vez que la ves y todo lo demás.
Rascó su cabeza y arrugó su nariz al no tener una conclusión concreta o que estuviera satisfecho, no sabía la razón por la que estaba así, y pensar solo le hacía tener jaqueca y no quería, así que dejó a Golden jugar con sus juguetes y se recostó en su cama, descansando de su dolor y tal vez de su incógnita cabeza.
Por otro lado, JongIn y SeHun estaba en la habitación del primero, besándose y viendo televisión como una pareja de casados, JongIn solo tenía los pantalones puestos al igual que SeHun, el moreno estaba en su pecho, rozando su abdomen con lentitud y como un perezoso. En cambio, el chico de cabello castaño tenía un lío en su cabeza, mientras distraído acaricia sus cabellos, pensaba con desdén y no tenía una buena respuesta.
Ese toque, sus manos, su rostro enrojecido… no podía negar que el primo de su novio era lindo, pero su novio lo era más, o eso quería hacerse mentalizar. Aparte, conocerlo más podría ser, quizás era solo apariencia que lo hacía sentir de esa forma, ya que tampoco pudo ver más allá de…
“Sus… lindos ojos”.
Sacudió su cabeza al imaginarle sonriéndole y sonrojándose… debido al brusco movimiento, JongIn se levantó y lo miró con sus ojos rasgados y sus gruesos labios, como si fuera un lindo perrito confundido y una parte de su cabello alborotado.
.- Mh… ¿Pasó algo?
Sus pensamientos se fueron alejando cuando vio la tierna faceta de JongIn semi dormido, le quitaba toda la sensualidad y salía su niño interior. Tomó a JongIn de la nuca y le besó sus labios con suavidad. Quizás eran solo suposiciones, quizás solo fueron cosas de su mente con su primo, el chico que se lastimó su mano por equivocación tal vez. No lo sabía aún, solo probando los labios de JongIn le parecían una vitamina para los pensamientos.
Pero esta vez… los labios de JongIn eran solo un bulto en los suyos. Su corazón no dio ese vuelco de antes, no lo tomó de los hombros ni lo mantuvo bajo de él… fue solo un beso. Un suave beso que no iba más allá de la tranquilidad.
Y no fue el único que sintió eso… JongIn sintió algo parecido, y no le hizo muy feliz.
Se separaron y siguieron como si nada… algo que jamás les había pasado.
Los pensamientos brotaban en la cabeza del castaño, y la confusión y una sensación extraña comenzó a surgir, que no se pudo concentrar en la película, y solo observaba a personas haciendo cosas violentas y una pareja besándose antes de los créditos en su pantalla LED.
Los problemas se avecinaban, y les tenía terror a los problemas, por el hecho de perderlo, porque comenzaba a enamorarse de él, y no quería alejarse por nada del mundo.
Pero no sabía si iba a tener las agallas de enfrentar a su ser querido, y a su novio.
Una pelea de muchas, que se avecinaban a su corazón, o mejor dicho, a sus corazones.