El auto partió, al igual que el silencio.
LuHan se acomodó en el asiento trasero junto con su cachorrito, en una de las ventanas para al menos tener algo de diversión observar los cielos nublados y las gotas que caían en esta, empañando la vista pero aun así se veía más entretenido que ver a dos personas completamente melosas en frente de él. JongIn y SeHun estaban en su respectivo asiento. El primero estaba en el del co-piloto y SeHun en el volante.
JongIn se mantenía con su sonrisa a pesar de lo que estaba pensando hace un par de días. Quería pensar que eran cosas suyas y porque no quería pensar en cosas de más que harían una verdadera tormenta a su interior. SeHun ha sido una persona muy especial para él, confiado en que estarían a unos días de cumplir un mes desde que están juntos, eso le ponía muy contento, aunque no era para cosas impresionantes.
En cambio SeHun… tenía la suerte de que estaba al volante, así no estaría pensando en cosas indebidas que no eran las mismas que JongIn.
Mirando desde el espejo retrovisor para cuidar los lados traseros del auto, mantenía a ratos la mirada hacia el rostro de LuHan. Estaba concentrado, con los ojos cansados, preguntándose a sí mismo qué le estaba pasando. Pero a ratos, pensaba que no tenía para qué estar en esas condiciones, no debería importarle, claro que no…
Solo debía seguir conduciendo, para así no tener más líos.
JongIn le indicaba las direcciones correctas para llegar a la casa de KyungSoo, uno de los amigos de LuHan, que era el cuidador de Golden por el día, ya que estudiaba por las noches, debido a que no alcanzó a un horario diurno. Una pena para LuHan, porque era un gran amigo y quería que estuviera en sus clases, para no sentirse tan solo ya que estudiaban lo mismo, pero en diferentes horarios.
Llegando ya a la humilde casa de Do KyungSoo, LuHan y Kai salieron primero, admirando la casa de un piso en medio de un condominio estable, que era uno de los más conservadores de la ciudad, pero que eran muy bellas después de todo.
SeHun iba a sacarse el cinturón y acompañar el dúo de tríos pero JongIn con una ligera sonrisa tocó sus manos para que detuviera sus acciones y besó sus labios con rapidez. SeHun creyó que no lo iban a dejar a ir a la posada del amigo de LuHan.
.- Espera aquí y cuida el auto, ¿sí? Regresaremos enseguida.
SeHun solo gruñó y sacó su celular para al menos jugar al “Candy Crush” un juego que aún no puede pasar las etapas con tranquilidad, se entretendría un rato.
.- Ve, creo que no de que aquí no me moveré.- Dijo con los labios fruncidos. JongIn solo rio y cerró la puerta, mientras que LuHan se paraba en la alfombra en frente de la puerta de KyungSoo. Kai se adelantó y esperó a su lado, el pelirrojo ya había tocado la puerta.
No duró más de 30 segundos la espera hasta que un chico de mediana estatura (pequeña estatura para los dos primos altos) de cabello marrón y ojos grandes, que podrían atraparte si fueran necesario. Con una piel nívea y sin ningún defecto que sea de espinillas o puntos negros. Vestía de pantalones casuales y una camiseta blanca, mirando hacia ambos que estaban en su puerta, pero más al de cabello rubios, por cosas que se explicarán después.
.- ¡Soo! – LuHan tomó a Golden y lo abrazó junto con el cachorrito, KyungSoo solo rió y tomó la patita del perrito.
.- Golden bonito~.-Le canturreó acariciando su pata y recibió un ladrido de respuesta.- Te extrañé mucho, perrito. ¿Listo para jugar hoy?
JongIn sonrió a gusto mientras observaba a Soo acariciar con tanta ternura y sonreírle al perrito de su primo. Sus ojos reflejaban felicidad y su sonrisa en forma de corazón hacía de él un bonito retrato. Él y KyungSoo no eran tan cercanos, aunque la diferencia de edades era solo de un año, no se encontraban como si fueran los mejores amigos, solo tenían de enlace a LuHan de modo que a veces se veían en ocasiones con LuHan, de ahí en más, es todo en blanco.
Sin embargo, lo poco que ve de KyungSoo, era suficiente para darse cuenta de que era un gran chico, sin pensamientos crueles ni ningún resentimiento. Y no podía negar que sus sonrisas que le dedicaba le parecían algo importante, como si fueran hechas para él, pero son cosas de la mente retorcida de Kai, con su vanidad a flor de piel obviamente iba a pensar así.
Él es alguien bonito, nadie podía sacarle eso de su cabeza.
“¿Bonito? Más bien… perfecto.”
Maldijo su subconsciente que de nuevo estaba con sus jugadas en su cabeza, no quería pensar eso. No debía. No ahora. No. No. Y mil veces no. La situación empeoró más aún cuando la sonrisa de KyungSoo vino a Kai, mirándolo a los ojos y haciéndole una venia de respeto.
El pequeño era todo un caso, nadie le hace esa venia de respeto o palabras educadas más que el mismo KyungSoo. No era algo para impresionarse según sus amigos, pero era un detalle que no podía dejar atrás.
.- Buenos días, JongIn.-Le dijo el de ojos grandes al de piel canela. Kai se quedó congelado por unos segundos y no podía hablar bien, como si su lengua se olvidara de su acción de hablar, por lo que balbuceó.
.- B-Bunos… Banos… Das…-Fue lo que salió de su boca. LuHan y KyungSoo encarnaron una ceja a la extraña acción de Kai, por lo que revolvió su cabeza y pudo hablar normal.- Buenos días!-Prácticamente le gritó y asustó hasta a Golden y LuHan sostenía sus labios para no reír, se veía completamente ridículo con los ojos grandes de Kai y sonar tan desesperado y gritón con el pequeño KyungSoo.
.- Bueno…-LuHan se tranquilizó y comenzó a hablar.- KyungSoo, vengo a dejarte a Golden como siempre. Oh, y también, ¿puedo quedarme unos momentos? Necesito conversar contigo sobre algo.
KyungSoo inclinó la cabeza hacia un lado frunciendo el ceño y sus labios, LuHan asintió y JongIn miró hacia atrás, donde estaba SeHun con su juego aún en el teléfono y sonrió a medias, luego su sonrisa desapareció cuando se volteó y miró a KyungSoo.
.- Entonces, nos veremos en la universidad, Lu.-Le dijo golpeando su hombro y dirigirse a Kyung con una venia y una sonrisa.- Que tengas un buen día, Soo. Nos vemos.- No dijo nada más y se dio la vuelta hasta el auto, mientras que LuHan entró a la casa de su amigo como si nada y KyungSoo no dejó de mirar el camino de JongIn hasta que entró al auto y vio que se inclinó a acercarse al volante, pero ya sabía quién era, así que bajó su mirada sin decir nada y cerró la puerta de su casa.
Kai corrió hasta el auto y SeHun seguía en el juego, aunque era la última vida y quería pasarla. De haberlo logrado, JongIn se abrochó el cinturón, y espero a su novio para que arrancara el auto. El de cabello castaño bloqueó la pantalla de su celular y lo dejó en su guantera. Arrancó el auto en menos de cinco minutos y se dirigió a la universidad sin decir nada. JongIn tampoco se refirió a eso ya que quedó mirando la casa de KyungSoo hasta que la perdió de vista, pensando secretamente en su sonrisa y enmarcar sus labios en su mente. Luego de unos segundos, JongIn sonrió de igual manera, pero su novio no se daba cuenta. Así siguió el camino hasta llegar a la universidad.
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Ya con KyungSoo y LuHan adentro, Golden comenzó a rodar por el piso y jugar con las zapatillas de KyungSoo, LuHan se quedó parado a la parte de atrás observando el rostro del más pequeño. Con una ligera sonrisa se acercó a un metro de distancia hasta KyungSoo, que tenía la mirada en el piso, con la boca entreabierta, y también con una mano en su mejilla, para deleitar el calor de sus mejillas que apareció cuando LuHan lo miraba.
.- Lo hiciste muy bien, Soo. No te desmayaste como la otra vez.- Le comentó riendo tapando su boca y D.O con vergüenza le golpeó levemente el hombro.
.- Yah, esa vez me faltaba el aire, eso es todo…-Le replicó sentándose en el sofá, escondiendo su rostro en sus manos y miró el piso, pensativo.- Bueno… ver a JongIn me quita el aliento en un segundo.-Le respondió con toda la seriedad del mundo, pero era nada más que la verdad.
.- Sí, supongo…-Apoyó sus antebrazos en la marquesa del sofá color vino, admirando la pequeña espalda de su amigo.- ¿Estás bien?
Esa pregunta rebotó en los tímpanos de D.O, que no podía responder con facilidad en esos momentos. KyungSoo está perdidamente enamorado de JongIn desde hace más de un año, escondiendo sus sentimientos por el “cobarde” que era, por el simple hecho de ponerse tan nervioso, que sus piernas tiritaban cada vez que estaba cerca. Un sentimiento que creció con lo poco que conversa, pero más con lo mucho que le observaba. Su sonrisa perfecta, su cabello rubio perfecto en su cabeza, sus movimientos, lo amaba todo. Pero el hecho de pensar que no iba a ser suficiente para él y como toda una chica quinceañera, se hunde en sus mismos pensamientos, pensando que no iba a corresponderle de ninguna manera.
Alguien más se le adelantó, y no podía ser nadie más perfecto que el guapo de SeHun y su personalidad que encantaba hasta los auxiliares de la universidad. Ataques de celos que le daban cada vez que los veía por la calle, odiando al tipo que estaba con la persona que amaba. Pero, al fin y al cabo, no podría decirle nada ofensivo, porque no era así, y si debía ver la sonrisa de JongIn en frente de SeHun, lidiaría con eso ya que era la felicidad que le deseaba a pesar de todo.
Es un amor que le dolía tener, pero ni siquiera haciéndose un trasplante podría deshacerle de ese hermoso sentimiento.
Y LuHan comenzaba a comprender el dolor de KyungSoo, con una simple punzada que aparece con esa pareja, pero no podía decir algo alentador como las otras veces. Estaba con él, estaba de acuerdo, ya no era algo pasable o pasajero, al parecer era mucho más grave de lo que pensaba.
Miraron a Golden y desearon ser un perrito que no piensa en estos tipos de cosas, sería un gran alivio ser uno en esos momentos. Pero luego se les pasó cuando comenzó a morder las almohadas que estaban en el suelo, y la tristeza se fue en el momento en que persiguieron a Golden por toda la casa, desayunar tranquilos, y abrirle la puerta a XiuMin que había llegado a hacerles compañía.
Habían pasado unos minutos en que LuHan y XiuMin se despidieron del perrito y de Soo, para caminar hasta la universidad, en un nuevo día de incógnitas en sus cabezas, y sin saber qué sucederá si esa punzada en el estómago continuará e incrementará, o será un simple problema digestivo, LuHan deseaba con todo su corazón que sea lo segundo, porque no sabía cómo lidiaría si era lo que estaba pensando.