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A song for you (Layhan/Baekyeol) por adnaquiel

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Notas del capitulo:

se pasan con la cantidad e reviews -.- se la volaron 

Mi vida fue perfecta hasta los doce años.

Como una de las familias más prestigiosas del estado en el que vivía me consideraba afortunado, mis padres me amaban y dedicaban parte de su tiempo a estar conmigo o cuidando a mi pequeña hermana, digo parte de su tiempo ya que mi padre era un abogado bastante requerido por los clientes y mi madre una inmunóloga que viajaba bastante pero eso no les impidió formar una hermosa familia. De lunes a viernes cada uno se encargaba de las tareas asignadas en el hogar y de ir a clases extra en mi caso, de sábado  a lunes por la mañana nos dedicábamos a la familia no importaba qué circunstancia se nos presentara ya que era mil veces más valioso compartir tu vida con las personas más importantes de tu vida.

Todo cambió una mañana cuando bajé para esperar el autobús escolar, iba adormilado bajando las escaleras de roble mientras acomodaba mi corbata pensando si debería llevar algún balón para el receso escolar, todos esos pensamientos se interrumpieron cuando escuché sollozos provenientes de la cocina que me hicieron ir hasta allá con mayor cautela encontrando a toda la servidumbre hecha un desastre, gente iba y venía por todos lados, los nuevos tenían el horror tatuado en el rostro y los empleados más confiables se limpiaban algunas lágrimas alarmándome

-¡MALITA SEA YA LES DIJE QUE BUSQUEN EN CASA DE SUS HERMANAS!

-señor, una disculpa pero hemos buscado en todas las casas que ella frecuentaba. Es como si se la hubiese tragado la tierra

-la tierra… ¡MI ESPOSA LLEVA MÁS DE DOCE HORAS DESAPARECIDA Y TÚ SÓLO PIENSAS EN ESTUPIDECES!

-¿papá?- mi voz temblorosa delataba el nudo que mi pecho había formado al recibir tal noticia creando un enorme silencio en la habitación- papá ¿dónde está mi mamá?

-hijo…- mi padre tenía el traje desprolijo y el rostro lleno de rabia, aunque tratara de tranquilizar sus nervios era más que evidente lo rápido que su mundo se estaba derrumbando- hijo… ven vamos a dormir a tu hermana

Al parecer no era el único al que habían alterado todas las personas de la planta baja, mi hermana comenzaba a llorar obligando a mi padre a levantarse, se apoyó en toda la mesada tratando de recuperar la calma que le caracterizaba pero le era imposible. Reunió fuerzas para tomarme por el hombro y guiarme hacia el cuarto de la pequeña donde entré de inmediato cargándola para tranquilizarla un poco y con eso a mí mismo. El único que no pudo tranquilizarse fue mi padre al ver una carta en la cuna, escrita con la letra de mi madre. Esperé con toda la paciencia que mi educación permitía y cuando terminó de leer la carta intenté abordarlo con calmadas preguntas pero él sólo salió lentamente del dormitorio de Sun para encerrarse en el suyo, solo hasta ese momento supe que algo malo, algo realmente preocupante iba a cambiar nuestras vidas.

Pasaron días, incluso semanas sin que supiéramos algo de mi padre, la servidumbre se encargaba de alimentarme y de cuidar a mi hermana. Había incluso un personal designado para llevar alimentos a mi padre en determinadas horas pero sus intentos eran en vano ya que las mismas bandejas regresaban intactas. Las semanas que pasaron aprendí a usar todos los encantos que me heredó mi madre haciéndome amigo de la hija de unos empleados del lugar, teníamos casi la misma edad y era bien sabido que ella me miraba con insistencia cada que podía así que comencé a platicar con ella sacando a relucir todas mis habilidades para al fin descubrir lo que pasaba

-señor Kim no debería andar solo por los jardines

-claro que no estoy solo- tendí mi mano hacia ella mientras seguía columpiándome- te tengo a ti

-sabe que puede contar conmigo cada que quiera…y para lo que quiera

-entonces- la tomé de la cintura para sentarla en mi regazo, en verdad nunca me llamó la atención ninguna niña pero tenía que saber lo que todos los empleados decían de mi madre así que coloqué sus cabellos tras su oreja para susurrarle al oído- vas a ser buena niña y vas a decirme qué está pasando en mi casa

-no…no debería señor… no debería

-si lo haces- un brazo rodeó su cintura con una delicadeza nada similar a la angustia que sentía conforme el tiempo pasaba- prometo que te voy a recompensar

-su madre huyó de casa con otra persona y no volverá jamás…-teniendo lo que necesitaba y lleno de furia me levanté del columpio tirando accidentalmente a la empleada, aún con la noticia en mi mente corrí hacia la habitación de mi padre ganándome varias maldiciones y reclamos por parte de la pequeña que dejé ilusionada

Llegando hasta el dormitorio casi derribaba la puerta con sonoros golpes tratando de buscar contacto con mi padre, me sentía desesperado, sólo, triste… mi madre…la mujer perfecta con otra persona que no era su familia…mi madre dejando a sus hijos por otra persona…

-JUNMYEON NO QUIERO HABLAR CON NADIE ¡ELLA ME LASTIMÓ!- escuché su voz quebrada, al igual que yo, mi padre estaba llorando

-¡MALDITA SEA DEBISTE HABERME CONTADO PAPÁ! ¡ELLA TAMBIÉN ME LASTIMÓ A MÍ! ¡Y A DIFERENCIA TUYA LLEVO SEMANAS PREGUNTANDOME SI ESTÁ BIEN! ¡TAMBIÉN ME ENGAÑÓ A MI!

-me despidieron…

-¿qué?

-me despidieron- abrió la puerta por primera vez, se le veía más delgado y aparentaba no haberse bañado en mucho tiempo, su barba había alcanzado un tono más poblado y los enormes círculos bajo sus ojos hablaban de lo mal que se encontraba- ese mismo día mi socio se encargó de hundirme…le debo millones a la firma de abogados

-¿qué…qué significa eso papá?

-¡QUE ESTAMOS QUEBRADOS MALDITA SEA! ¡NO TENEMOS NADA MÁS QUE LA CASA DE JEONGU!

-no…no tú me estás mintiendo… tú eres muy buen abogado, ¡sal de esto ahora mismo! ¡Toma nuevos clientes y empieza de nuevo!

-no… no yo quedé desprestigiado… acepta tu realidad hijo, no tienes ni madre ni dinero

 

Cuando tu vida cambia a los doce años es bastante difícil salir del hueco en el que te metiste, buscas llenar esos vacíos con otras cosas pero muchas veces eliges los caminos menos adecuados. Me llevó dos años adaptarme a la vida de Jeongu, no era una vida mala y el pueblo era bastante cálido. Las personas recibieron bastante bien a mi familia y también me dieron un trabajo de medio tiempo, no era mucho realmente, ayudaba a la señora Park con su casa o a veces jugaba con su nieto ya que le costaba mucho hacer amistades, no eran las cosas más difíciles del mundo y me pagaban un sueldo bastante decente con el que podía cuidar de mi hermana y ahora de mi padre…él por su parte llevaba dos años de haber cambiado totalmente, cuando no lo veía sentado en la sala estaba en algún bar del pueblo peleando con las personas. Mi hermana fue más afortunada que yo y en cuanto notaron lo hermosa y bien educada que era, una familia se ofreció a cuidarla por tiempo indefinido para que no se quedara con mi padre y para que yo pudiera vivir lo  más tranquilo posible, aunque con una ruptura familiar repentina en plena adolescencia no creo que eso fuera posible… como dije antes, necesitaba algún tipo de distracción que me hiciera olvidar lo odiosa que se había tornado mi vida y lo único que pude encontrar fue un grupo de personas que me regalaban una sonrisa bastante amable junto con una lata de cerveza. A mi edad y con mi educación previa eso estaba más que satanizado pero ¡vamos! Tenía catorce años y según ellos era la edad indicada para comenzar a tomar riesgos. Al principio fueron algunas latas en casa de alguno de ellos, luego de eso comenzaron las fiestas y con eso las primeras probadas de cualquier cosa que me dieran, como nuevo miembro del grupo no podía negarme y por ende terminaba siendo el payaso en las primeras veces, además ahí descubrí porqué jamás me llamaron la atención las mujeres ya que muchas veces comenzaba bailando con hombres que me parecían bastante atractivos y al final de la noche tenía que ir con el mejor equilibrio posible a casa de la señora Park para convencer a su nieto que me dejara entrar en su cuarto a robar maquillaje. El tipo solamente se asomaba por la ventana con su pijama de naves espaciales y su death note por si alguien quería hacerle daño

-¡ya te dije que dejes de estar en esas fiestas pero nunca entiendes! ¡Esas cosas no son para nosotros Suho!

-cállate y déjame entrar. Quiero tomar algo refrescante y quiero un baño y cantar ¿qué canciones tienes?

-¡para ti ninguna hasta que dejes de hacer esas cosas! ¡Y guarda silencio porque abuela está dormida!

-ambos sabemos que eso no es cierto Chan- tomé una flor del jardín trasero extendiéndola hacia el niño aterrorizado- tu abuela se va los fines de semana al bingo… ¿alguna vez has jugado bingo? Gritan ¡BINGO!

-¡ya guarda silencio!...de acuerdo… ¿qué te pasó en el cuello? Otra vez necesitas maquillaje ¿verdad?

-sólo en lo que se borran…oye Parki… si tú me dejas subir yo te enseño cómo es que se hacen estos moretones… te va a gustar lo prometo

Así pasaban mis fines de semana, cada vez aumentaban más de tono, cada vez más alcohol. Más agresividad, más sentimiento de vacío…. Lo único que aprendía era a cuidarme solo y a no confiar en las personas. En esas fiestas también aprendí a hacer bebidas con el único objetivo de dejar inconscientes a las personas y como todo lo que he aprendido en esta vida, lo aprendí a las malas una tarde en la que mis amigos decidieron jugarme una broma dándome a probar las White ninfa. Al siguiente día me encontraba tan mal que no supe cómo es que había llegado al lago principal del pueblo, sólo supe que había dos señoras observándome mientras criticaban mi modo de pasar la vida y mi ropa rasgada debido a… lo que sea que pasó la noche anterior. Harto por no verle fin a sus comentarios comencé a ladrar logrando asustarlas, me sentía tan perdido en esos momentos que sólo atiné a ir hacia una de las orillas que rodeaban el lago. No tenía idea de qué tan profundo era ese lugar pero la idea de lanzarme para terminar con mi vida de una vez por todas comenzó a verse bastante apetecible al ver mi desprolijo reflejo en el agua

-hola Suho…tú te llamas Suho desde que viniste aquí…oye Suho- miré con más detenimiento mi reflejo al recordar los hechos del día anterior, las lágrimas que salían de mis ojos distorsionaban la imagen formada en el lago- ¿por qué te dejaste hacer todo eso anoche Suho? Esos hombres ni siquiera te querían ¿Sabías que tu papá tampoco te quiere? Ayer en la mañana se fue de casa porque tú eres la viva imagen de tu madre. ¡TE ODIO MALDITA SEA!

Y en un intento de golpear mi reflejo trastabillé ganándome un golpe frio y mojado por haber caído al agua. Interrumpí mis cursos de natación y no era muy afecto a ese lugar por lo que comencé a ver más lejos la superficie mientras mis pulmones se llenaban de frío. Pensando que tal vez desaparecer era la mejor opción para todo mundo dejé de mover el cuerpo  rindiéndome a esperar mi final pero unos brazos me impidieron seguir hundiéndome rodeando toda mi cintura y sacándome a la superficie. No recuerdo si necesité apoyo o ventilación, ni siquiera recuerdo el tiempo que tardé en recuperar la consciencia, sólo sé que todo se detuvo cuando un animado joven de cabello castaño y ojos miel me miró alegremente esperando a que dejara de toser. A su lado había una señora delgada bastante parecida a él que me miraba angustiada y junto a ella un señor que al igual que yo, se encontraba mojado y envuelto en una toalla

-¿estás bien?- el joven me miró con calma y un atisbo de curiosidad extendiéndome una toalla seca- vimos cómo gritabas y luego te lanzaste al agua

-me hubieran…dejado…- además del enorme nudo en la garganta luchaba por hablar con la garganta irritada gracias a la enorme cantidad de agua que tragué. Ellos sólo rieron y la señora me abrazó tratando de darme un poco de calor

-jamás dejaríamos a un joven tan bello en un aprieto como ese ¿cómo te llamas?

-Jun…soy Suho- la calidez que esa familia me estaba brindando me hacía apreciar un calor en el pecho que ya tenía tiempo de no sentir. Pude observarles mejor y se veían como personas amables, tenían bastante clase y además irradiaban una alegría y amabilidad que me hicieron sentir apenado, me giré para observar mi ropa desaliñada, los pantalones rasgados más ceñidos y lo que quedaba de una remera que dejaba descubierta mi marcada piel, supuse que el eyeliner ya había corrido por toda mi cara y no creo que hubiera ropa interior de por medio- perdón por las molestias tengo que irme

-de eso nada Suho- el amable señor se levantó tendiendo una caliente bebida hacia mí- no sé qué planes tengas pero me gustaría que nos acompañaras a pescar. Yixing no es muy bueno con los hilos y ya se cortó la mano ¿quieres tomar su lugar?

Entonces ese hermoso joven se llamaba Yixing. Nada se comparaba con el increíble  atardecer que estaba viendo en sus ojos… había inocencia en su mirada, pero no era una como la del tonto pelirrojo, no… esta era una que ya conocía la vida pero prefería verla a su modo… no estaba acostumbrado a ver ese tipo de personas en el pueblo, tenía años que no me brindaban esa calidez y ansiaba aferrarme a alguien con alguna pizca de sensatez. No dudé ni un minuto, no dudé en iniciar tranquilas conversaciones con él. La tranquilidad que me transmitía y el modo en el que jamás quiso juzgarme me hicieron sentir como en casa…como jamás creí volver a sentirme.

Esa misma tarde el “viejo Zhang” me sacó toda la información necesaria, le conté toda la historia a él y a su esposa mientras Yixing dibujaba en un pequeño cuaderno tranquilamente, ellos supieron todo con lujo de detalles e incluso les dije todas las cosas que había aprendido con mis nuevos amigos. La señora estaba horrorizada, lo sabía. Ella no concebía que alguien de la edad de su hijo hubiese tenido que salir poco a poco teniendo que acostumbrarse a una nueva vida con su hermana y su padre a cuestas, al señor lo que más le indignaba era el abandono de mi padre debido al enorme parecido que me cargaba con mi madre y a Yixing lo que más le indignó fue que no lanzara piedras con él… su inocencia me estaba matando.

-hijo- semanas después la madre de Yixing platicaba conmigo en el mismo parque- te he visto más nervioso ¿pasa algo?

-bueno…- halé el borde de la remera que  llevaba ese día, un regalo del señor Zhang- tiene  días que estoy cuidando más a mi hermana y… bueno… ya no he salido con mis “amigos” y ya quieren buscarme. Dicen que les hace falta una cara inocente que distraiga al dueño de las fiestas mientras ellos roban alcohol

-¿te han presionado?- la señora tomó amablemente mi hombro con la mayor comprensión posible

-¡no! Bueno…digo… me han…dicho que ya están averiguando dónde vivo y la verdad no me gustaría que supieran de mi hermana… ya sabe… ellos no son tan buenas personas

-bueno, puede que resolvamos eso. ¿Recuerdas que una amiga iba a mudarse frente a nuestra casa?- ante mi asentimiento ella prosiguió- ella es una muy buena persona y es pianista. Ella y su esposo quieren adoptar porque se sienten un poco solos

-muchas gracias pero… sabes lo mucho que hablan en ese pueblo y yo no quiero estar en boca de todos, suficiente tengo con lo que se habla de mí como para ponerles la palabra “adopción” en la boca

-sí pero… ¿recuerdas tu secreto conmigo?- le pedí, no, le supliqué que no dijera nada de mi madre. No quería que se enteraran de lo abandonado que estaba así que siempre inventaba sus mil viajes y congresos internacionales donde ella era una reconocida mujer de negocios- podemos hacer que en parte todos los cuentos sean reales. Ni siquiera Yixing sabría que no hay parentesco, piénsalo querido, puede ser un mejor futuro para tu hermana

La madre de Lay siempre me hacía pensar dos veces mis decisiones. Y así fue como terminé siendo  adoptado por una estilizada pianista recién llegada de América. Su casa, perdón, nuestra casa era hermosa y gigante, al igual que todas esas casas tenía un bellísimo estilo inglés con un patio frontal lleno de un vibrante color verde donde mi hermana podía jugar y yo podía…

-¿por qué siempre estás pegado a esa ventana amor?

-¡¿eh!? ¡No! Mamá…no- de nuevo capturado viendo a Yixing mi vecino mientras él practicaba en la cocina y su madre moría e risa por algún comentario tonto de su parte. La ventaja de esas casas es que prácticamente todo podía verse y yo aprovechaba para convertirme en el paparazzi personal de Yixing- es que…

-si quieres aprender a cocinar con la señora Zhang sólo tienes que pedirle permiso. Además, no le he agradecido por el ángel que me envió. Déjame ir por un pastel que guardé en la nevera y vamos con ellos

Y así, para mis catorce años pude vivir una adolescencia un tanto normal. Del instituto llegaba a hacer mis deberes, cuidaba un poco a mi hermana y salía a jugar con Yixing. Carreras, futbol, americano, guerras de almohadas en su cama, videojuegos… y en todas las oportunidades que tenía me acercaba a él para lograr tener el más mínimo contacto. En futbol juntaba más personas para quedar en el equipo de Lay (así se hacía llamar) y cada que anotábamos corría a abrazarlo para festejar como en el fut profesional, en el americano me iba al equipo contrario para poder derribarlo en el pasto y quedarme ahí sobre él haciéndole cosquillas mientras él intentaba zafarse con risas, con esa inocencia característica que no lo hacía notar mis intenciones…mis intenciones… ni yo las sabía, según yo, coquetear era lo que hacía en las fiestas  donde restregaba mi cuerpo a los demás hombres mientras les jadeaba palabras no aptas para un joven de mi edad, pero él… yo sólo quería cariño de su parte, no lo obligaría es claro pero siempre me sentía bien con esa inocencia que él demostraba.

-quédate a dormir- le dije sin pensarlo. Ese día era mi cumpleaños y después de cortar el pastel y desenvolver los regalos decidí que era hora de hacerme uno propio- comer azúcar me da pesadillas

-no lo sé- pensó por unos segundos su respuesta- tal vez mojes la cama y luego tendré que limpiar tus pañales y los de Sun

-¡no seas tonto!- aunque me fascinaba su buen sentido del humor esa noche no me estaba sirviendo de nada, tenía que restar importancia al asunto para que él aceptara- vamos. Tengo una nueva tienda de campaña, usémosla en el jardín trasero

-¡me convenciste! Voy por mi libro de historias ¡comienza a armarla!

Y así se formó una de las noches más especiales en mi vida. Dos adolescentes, uno más que enamorado del otro, comiendo lo que quedaba del pastel de fresa mientras mirábamos las estrellas que esa noche se lucían preciosas, o tal vez cuando estás con esa persona todo es el doble de hermoso. Estuvimos recordando “los viejos tiempos” bajo el firmamento, hablábamos de los rumores que se decían de cada vecino, de nuestras experiencias en la escuela, películas, caricaturas, videojuegos… mi vida

-Suho- así me había llamado desde que lo conocí- eres una excelente persona. No dejes que ni tu padre ni los errores de tu madre ni tus supuestos amigos te hagan cambiar de parecer. Tienes que prometerme que vas a seguir así, con bien, nos costó bastante sacarte del hoyo en el que estabas hundido… y no queremos que vuelvas a él ¿de acuerdo?

-no te costó nada- susurré acomodando todo el peso en un costado para ver esa hermosa calma en sus ojos- tú me ayudaste como no tienes idea, tú me diste algo así como esperanza en la humanidad. Prácticamente haría lo que fuera porque tú seas feliz

-¡yah! No digas cosas así…bueno de todos modos, si es verdad entonces prométeme que jamás harás nada que me lastime o preocupe, y eso incluye no volver a tu vida pasada

-lo prometo. Pero tú promete que siempre estarás ahí conmigo

-lo prometo- nos miramos unos minutos a los ojos que para mí fueron segundos, Lay comenzaba a caer preso del sueño hasta que recordó algo con mucha alegría- ¡oye! Mañana la abuela viene de visita permanente

-¿visita permanente?

-¡sí! Vivirá con nosotros… ¿a ti te alegra escuchar eso?

-¡claro que sí, esa mujer es divina! No creo  que haya alguien en la faz de este universo a quien no le caiga bien tu abuela

-a mis papás no…- ante mi expresión de duda Lay continuó- cuando mi abuela dijo ayer que vendría a vivir aquí para apoyar en todo mis papás comenzaron a llorar ¿crees que sea algo malo?

-no creo… sólo hay que esperar a la comida de mañana para averiguar qué pasa. Oye

-mmhm

-prométeme que nunca vas a cambiar pase lo que pase ¿de acuerdo?

-de acuerdo

No iba a decirle mis sospechas ¿o sí? Un niño tan inocente como él no se había dado cuenta, no tenía forma de investigar en su escuela o ni siquiera lo había notado. El viejo Zhang no sólo era un apodo al azar, el señor aparentaba más edad de la que tenía, siempre tomando mil medicamentos y siempre sacando a Lay a jugar conmigo mientras él tenía citas con el inodoro. Su cabello se partía en trizas y sus cambios de humor eran bien cubiertos por su esposa, la ambulancia llegó dos veces pero Lay era mandado desde antes a casa de una tía y yo era obligado a callar. Supuse que en la comida del día siguiente todos sabríamos la noticia y supuse bien ya que esa agradable cena familiar se convirtió en un cautivador mar de lágrimas cuando el viejo Zhang dijo que había recaído, que esta vez el cáncer estaba en todo el pulmón y que la lucha fue dura pero pudo vivir buen tiempo con su hermoso hijo. La razón por la que no quería seguir ocultando la enfermedad era porque las terapias se harían el doble de pesadas e incapacitantes y necesitaba una red de apoyo por nuestra parte para hacer sentir bien a su hijo y a su esposa. Esa noche supe que quería estar con Lay en todo momento y no lo dejaría caer ni una sola vez

Afortunadamente el viejo Zhang nos duró dos años bastante bien, a veces pensábamos que no amanecería pero luego era un milagro verlo preparar sus cosas para llevarnos a pescar. Esos días Lay y yo cumplíamos los 17 y aún no sabíamos qué hacer con nuestra vida, mi madre había ido a una de sus giras y se llevó a mi hermana con ella, mi padre fue a Seúl para visitar a una prima y yo estaba al cuidado de los Zhang haciendo compañía infinita a mi pianista de miradas calmadas, y digo eso porque de un día para otro decidió aprender todo lo posible por parte de su padre. Además de esos cambios, nuestro cuerpo ya comenzaba a tomar forma de jóvenes y Lay había adquirido musculatura gracias a los constantes cuidados que su padre requería, sus facciones, aunque finas, le hacían ver más masculino y su estilo pasó de ser un niño inocente a un joven con problemas. Yo por mi parte era un menudo niño, pude haber pasado fácilmente a las zona de juegos gracias a mi pequeña estatura pero mi mente era otra, mi mente se volvía cada vez más loca con Lay, cada vez que le miraba salir de la ducha sin nada más que una toalla en su cintura, cuando dormía, cuando reía, cuando se abrazaba de mí para llorar… cada vez le deseaba más

-oye Lay, me invitaron a una fiesta del instituto ¿vienes?

-no lo sé, ya son las seis y tengo sueño

-anda vamos, te prometo que si está aburrida entramos, tomamos un trago y salimos del lugar

Y no nos dimos cuenta que esa era la primera fiesta en la que estábamos juntos, yo agradecía esos años en los que mis “amigos” me enseñaron a ver las intenciones de la gente, me enseñaron a tomar y a no confiar en cualquier cosa que me daban. Gracias a eso sobrevivimos la mitad de la noche divertidos entre juegos y bailes con  el antiguo tonto pelirrojo que cuidaba y su nuevo amigo moreno y bastante tímido. Para cuando ellos se fueron hacia sus respectivas casas tuve que ir al baño, según mis cálculos no tardaba dos minutos pero no conté ni la fila ni el tiempo que cada quien tomaba pero la urgencia era la urgencia. Me arrepentí de haber dejado sólo a Lay con nada más que su inocencia ya que después de haberlo perdido lo encontré en una barra tomando algunas bebidas que una mujerzuela rubia le daba animándolo a seguir, enojado corrí hasta él para llevármelo del lugar no sin antes dedicarle una mirada reprobatoria a la rubia depravada que ya buscaba otra presa.

-iremos a mi casa, tus padres no pueden verte de este modo- caminamos varias cuadras en altas horas de la madrugada entre tambaleos y canciones que Lay quería cantar, otras veces se paraba a llorar y berrear por la enfermedad de su padre pero a los cinco minutos se reía por algún recuerdo que tuvimos junto a él

-¡no! Quiero que mi papá sepa que estoy bien…llévame a casa

-estamos en casa- no iba a discutir con un ebrio aunque se tratara de Lay- vamos a la cama

No me di cuenta de la enorme oportunidad que me había creado hasta que le vi en mi cama, medio acostado con un pie en el suelo y quejándose por la luz que daba en sus ojos. El forcejeo que habíamos traído en el trayecto le había desabrochado algunos botones y sus jadeos aumentaban el ritmo de su pecho, no dudé ni un segundo lanzándome a la cama encima de él para besar cada parte de su piel descubierta, él sólo reía ante el contacto logrando desesperarme un poco, comencé de nuevo quitando la ropa que llevaba y tirándola  junto a la mía en algún rincón de la habitación pero el efecto era el mismo, risas y más risas por parte de mi amigo

-¿qué haces Suho?

-no me digas que no sabes

-te quiero…

Sus palabras me descolocaron tanto que detuve todos los besos esparcidos por su cuerpo para levantar mi cabeza encarándolo, aún me encontraba apresando sus caderas con mis piernas mientras mis ojos pedían mil explicaciones que él se estaba tardando en dar

-¿qué diji…?

-te quiero Suho… gracias por estar ahí siempre

Esas palabras fueron suficientes para hacerme ver lo que estuve a punto de hacer, él aún era inocente, sólo había madurado a fuerza y con prisas por su problema familiar… pero él seguía siendo el pequeño Lay que amaba estar columpiándose en el jardín luego de haber jugado como loco…y yo… estuve a punto de hacer algo a esa persona que me miraba con una sonrisa y los ojos cada vez más pesados envolviéndose en un profundo e inmediato sueño.  Hasta este día él no sabe que casi me dejo llevar por mis impulsos

Días después pasó lo más temido. La enfermedad del viejo Zhang había consumido sus últimas reservas de energía dejándolo postrado en cama. Como ya todos sabíamos lo poco que le quedaba comenzamos a despedirnos de él a petición suya, primero sus hermanos, luego sus amigos, gente del lugar, todos pasaban con el miedo en el rostro y salían con una enorme sonrisa y un nuevo modo de vivir. Eso era algo que siempre admiré del señor, tenía un modo increíblemente fácil para enseñarle a las personas el camino por el cual tendrían que pasar hasta llegar a una nueva meta y con eso les daba esperanza, ese tipo de talento lo heredó a su hijo el cual había estado en todo momento cerca de él, yo por mi parte llevaba horas sin verlo más que en las fotos que rondaban por toda la casa, fotos de nosotros en varios paseos y navidades o cumpleaños sonriendo con esa alegría tan característica que salía de nosotros al jugar, esa alegría que me aterraba ver por los suelos

-es tu turno Suho

-sí…

 me levanté del suelo de madera que adornaba el hermoso y largo pasillo para seguir a un cansado Lay, llegué y divisé el enorme ventanal blanco que me dejaba ver el jardín donde Lay y yo solíamos jugar, lleno de recuerdos apenas noté un quejido girándome para ver al viejo Zhang calmado con una mano aferrada a la de Lay. No dudé en tomar asiento a lado contrario donde su mano me recibió con el mismo cariño que le tenía al contrario

-ustedes dos… ¿ya decidieron qué estudiar?

-¡piano!- Lay cambió ese cansancio por decisión- voy a ser pianista

-música…- no era ignorado mi gusto a la música desde pequeño, quería dedicarme a eso y ahora que Lay se había decidido tenía que respaldarlo

-bueno, bueno- después de una corta risa nos miró con bastante tranquilidad- entonces… prométanme algo y así voy a estar más tranquilo

-sí- dijimos al unísono

-hijo… promete que vas a ser mejor cada día, te vas a superar a ti mismo… vas a ser mejor que ayer

-lo…prometo- a Lay le costaba tanto hablar ya que el nudo en su garganta se estaba deshaciendo en lágrimas- voy a ser el mejor pianista

Eso último fue un leve susurro que sólo yo que estaba tan al pendiente de su respiración pude oírlo, y sinceramente me arrepiento de no haberlo corregido ya que su papá no le pidió que fuera el mejor pianista, le pidió que se convirtiera en mejor persona día con día… pero como dije antes, dejamos que se hagan promesas mal entendidas a nuestra conveniencia

-y tú pequeño vándalo… tú promete que jamás vas a dejar solo a mi Yixing, sabes que hay muchas personas malas y también sabes qué es la soledad… por favor cuídalo…. Y nunca lo lastimes

-sí señor… le prometo que va a cumplir todos sus sueños… voy a hacerlo feliz

-tú promete lo mismo Lay…

-sí papá, lo prometo

Y fuimos su última visita, su última risa, su última promesa. Esa misma tarde el señor Zhang dejó de respirar

 

Para sacar su dolor muchos beben, otros evadimos responsabilidades y nos metemos en problemas, otros lloran y se enojan con el mundo… y luego está Lay que desde el día siguiente me obligó a meter solicitud para la academia de la cual egresó mi madre. Teníamos un año para practicar y presentar audiciones en la sede principal ya que al parecer había más sedes en otros lugares del mundo pero esas ya eran para profesionales dedicados a comer y respirar música. Durante ese año no tuve mucho tiempo para practicar mis instrumentos ya que me dedicaba a estar todos los días con Lay, no lo dejaba ni a sol ni a sombra y trataba de arreglar todos los aspectos de su vida para que él sólo se enfocara en practicar diario de sol a sol, ¡vamos! Incluso conseguía sus tareas para el día siguiente y así no tendría que preocuparse ni por terminar la preparatoria ¡y todo gracias a mí!, pero lo malo de dedicarte a la persona que amas es pensar que esa persona va a recompensarte con algo a cambio, además cometemos la estupidez de pensar que esa persona jamás se va a fijar en alguien más sólo porque tú no lo haces y cuando pasa lo contrario la realidad te pega con un balde de agua helada como el día en el que accidentalmente entré a su habitación cuando él se cambiaba de ropa y me quedé un rato mirándolo

-Suho, no es necesario que me vigiles mientras me cambio. No voy a hacer nada lo prometo

-¿eh? ¡Ah! Perdón es que… pensé que tenías una herida pero es la luz que me confundió ¿a dónde vas? Faltan días para las audiciones

-quiero ir a relajarme un rato, ya sabes, despejar la mente

-perfecto, déjame cambiar de ropa y vamos a donde quieras

-¡no! Suho esto es complicado pero bueno…yo tengo digámoslo algo así como una cita y quiero… relajarme ¿entiendes?

-una cita- sentí mi ceño fruncirse y mi sonrisa desvanecerse- he hecho mil cosas por ti, quiero que salgas bien en las audiciones más difíciles de Corea y me lo pagas con una cita

-Ey tranquilo amigo- colocó sus manos a modo de defensa- yo sólo quiero divertirme un rato, relájate además no te he visto ensayar tanto, mejor aprovecha que no te distraigo

-¡¿y está buena?! ¿Es una zorra? ¿Así te diviertes más no? ¿Qué viste en ella?

-¡cielos Suho tranquilízate!- lo vi dudar unos segundos antes de lanzarme la noticia- no es ella…es…él

-¡Yixing! ¿Qué…?

-¡lo siento! ¡Perdóname si defraudé tu amistad pero desde hace tiempo que no me llaman la atención las mujeres! Además no tienes nada qué temer, es el chico que vive a dos casas. Quiero conocerlo más

-no es verdad…- frustrado me tomé de los cabellos caminando hasta él y lancé toda mi ira en forma de puño contra la pared logrando sobresaltarlo- ¡no es verdad yo pensé todo este tiempo que te gustaban las mujeres y ahora me doy cuenta que no y que te gusta ese idiota! ¿Qué viste en él? ¡Soy igual de bueno que él y he hecho más cosas por ti que todas las personas de este lugar y me lo pagas con esto!

-te… ¿gusto?

-¡SÍ DESDE LA PRIMERA MALDITA VEZ QUE TE VÍ!

-vaya…yo…- mi frustración debía ser contagiosa porque ahora él era quien no dejaba de andar por todo el cuarto con la mente hecha añicos, al parecer no me veía como yo a él- Suho te adoro pero no así…digo… ¡maldita sea porqué tenía que ser yo!

-¡porque tú me rescataste ese día! Me ayudaste a combatir mi pasado como no tienes idea y…- lo tomé desesperado de las manos obligándolo a mirarme a los ojos- sabes que eres todo lo que tengo para ser feliz… mira, yo le prometí a tu papá hacerte feliz no importa qué ¿y si me dejas intentarlo? Créeme que no te vas a arrepentir

-no…no Suho- con la delicadeza tan característica de él me soltó las manos tomando su celular con la mirada perdida- entonces ¿todos estos años lo hacías porque te gustaba? Suho pero eres como mi familia y…

-¡no! No, tú estás equivocado yo lo hacía porque te amo Yixing yo te…

-¡Suho basta! Por favor…basta yo no puedo estar contigo de ese modo… perdóname Suho en serio no puedo

Y esa noche se largó a una cita dejándome caer sólo, destrozando todas mis pequeñas ilusiones y dejándome ver la realidad que no estaba viendo…Lay sólo me quería para estar con él en las situaciones malas, jamás me vio como alguien con quien pasar el resto de su vida, o tal vez sí, en una habitación de huéspedes saliendo sólo para alegrarle el día cuando se harte de su esposo… estaba rendido con él, tan rendido que mi mente no estuvo al cien el día de las audiciones. Decidí ir por mi cuenta y no ver a Lay hasta restregarle en la cara que yo había pasado las pruebas y él no porque si algo me caracterizaba eran los altos puntajes en todas las pruebas teóricas que presentaba así que la práctica no importaba tanto…

O eso pensaba hasta el fin de semana en el que sólo Lay fue aceptado y pedido de inmediato por la directora ya que según ella había visto algo especial en Lay y solicitaba atentamente la presencia de su futuro mejor alumno. Para mi gusto lo estaban elevando demasiado

-Suho- escuché a mis espaldas mientras preparaba una ensalada de frutas para la última reunión familiar antes de que Lay se largara a su futuro- tiene tiempo que no te veía

-sí, dile a tu mamá que ya casi tengo la ensalada

-Suho…- su voz se escuchaba quebrada, dolida, arrepentida- sabes que eres mi familia

-Lay no…- no podía, no tenía corazón para enojarme con él después de todo lo que habíamos pasado juntos yo… yo lo amaba y no debía enojarme porque él me quería como hermano- no te preocupes, estudia tranquilo que yo te voy a alcanzar

No dije nada más, sólo sentí sus manos en mis hombros pidiéndome que volteara para encararlo, él estaba derramando algunas lágrimas y me abrazaba con fuerza como si aferrándose a mí pudiera volver al pasado. No había remedios para la memoria, simplemente teníamos que afrontarlo, cerrar los ojos y hundirnos en lo que quedaba de ese abrazo

-te voy a estar esperando ¿sí?

-sí. Anda, ve a preparar tu maleta mientras yo llevo algunas cosas

La comida corrió tranquila, sin nada de problemas, todo eran risas y fotografías que compartíamos, mi madre nos deleitó con algunas canciones y luego mi hermana sacó todo su nuevo repertorio de canciones que había aprendido en las películas de Barbie. Todo estaba excelente hasta que llegó la noche y sin avisar a nadie fui con un libro de fotografías a la habitación de Yixing. Hoy me arrepiento de no haber avisado a nadie porque en cuanto entré a la casa lo encontré en medio de una apasionada despedida con el vecino y sé que no debía molestarme pero en ese momento sólo quería ser yo el que se retorcía entre las manos de Lay, el que recibía los delicados besos en el cuello y el que gritara su nombre. Pero no era yo

Aquí es cuando comienza todo el lío y toda la frialdad con la que nos llegamos a tratar. Preso del pánico al no saber cómo reaccionar ante la nueva etapa de Lay corrí lo más que pude, corrí tanto que al cansarme observé que ya no estaba en el vecindario donde nos habíamos criado, de hecho ni siquiera estaba cerca de otros vecindarios conocidos. Solamente pude reconocer una vieja casa maltrecha donde se escuchaban risas mezcladas con peleas, miré mis bolsillos observando que había guardado un poco de dinero y decidí entrar como alguien que jamás se había ido del lugar

-miren quien se aparece. Le das un White ninfa y ya no quiere saber de nosotros

-traje... traje dinero. ¿Quieren que vayamos por unos tragos?

-no nos gusta juntarnos con los riquillos del pueblo. Siempre se sienten más que nosotros… pero- claro, el dinero siempre hacía a la gente pensar dos veces- eres nuestro amigo y sin nosotros no hubieras sobrevivido… bienvenido de nuevo Suho

Triste por la pérdida de Lay, por su rechazo, por un nuevo cambio en nuestras vidas y por el impacto de encontrarlo así me dediqué a tomar todo lo que me extendían, me dediqué a recordad los viejos tiempos entre dos hombres que se dedicaban a marcarme como si fuera de su propiedad, me dediqué a romper promesas porque estaba harto de portarme como alguien que no era para impresionar a alguien que no me tenía en sus planes. Y así pasé toda la noche y mitad de la mañana hasta que pude levantarme y dirigirme a rastras hacia mi casa donde mi madre esperaba en la entrada preocupada por mí, igual no le duró mucho la preocupación cuando vio que había vuelto a lo de antes

-¿¡por qué!? Tú eres un buen niño no tienes necesidad de… ¡JunMyeon! ¡Te estoy hablando!

No pude recibir los regaños de mi madre ya que frente a un hermoso auto negro con el logo de la academia se encontraba la mitad del vecindario despidiéndose emotivamente de un joven que cargaba sus maletas ayudado de su madre y abuela. Ahí estaba, se iba tranquilo y feliz sin haberse despedido de mí… y ahí me arrepentí por enésima vez de no estar sobrio porque mi mente de ebrio comenzó a idear planes para derribarlo en seguida

-¡bravo todo mundo aplauda al maldito bastardo que se va a hacer su futuro!- me costaba trabajo caminar pero más me costaba hablar con coherencia- ¿todos creen que es bueno? ¡No! No se dejen engañar, aquí el único con modales era el viejo moribundo ¡su hijo es un maldito canalla!

-Suho…-Lay fue hacia mí tratando de tranquilizarme como siempre, pero esta vez no se saldría con la suya- ¿dónde estabas?  Nos tenías muy preocupados

-estaba tratando de olvidar lo que hicimos anoche

Ante mis palabras todo el público que escuchaba atento hasta la más mínima respiración lanzó un alarido de sorpresa, de por sí en ese lugar el gusto por los hombres era mal visto, su reacción fue peor cuando entendieron la mitad de mis mentiras

-Suho no sé de qué hablas

-¿no sabes? ¡Recuerda Lay! ¿No recuerdas? ¡Vine a tu casa a dejar el álbum de fotos y empezaste a tocarme de un modo muy extraño mientras decías que no había nadie en casa! ¡Y me hiciste esto!- satisfecho con toda la mentira me levanté la remera para que todo mundo viera las marcas de la noche anterior- ¿o acaso miento?

-hijo ¿qué está pasando?- obviamente la madre de Lay confiaba en su hijo pero también en mí- hijo… ¿pasó algo malo?

-¡no mamá! Él jamás vino a la casa anoche

Ya era muy tarde, el público comenzaba a discutir el tema. La mitad decía que Lay sería incapaz de hacerle daño a alguien y la otra mitad decía que yo era una persona muy vulnerable y que los borrachos siempre dicen la verdad. Entre la discusión y la defensa Lay ya se había ganado muchas miradas reprobatorias que lo dejaron helado en su lugar, su madre tuvo que ir hacia donde estábamos y le pidió que subiera al auto de la academia sin mirar atrás mientras ella tranquilizaba la pequeña revuelta que se estaba haciendo. El auto arrancó y se dio la vuelta para salir del lugar mientras Lay terminaba de cerrar la ventanilla con vidrios polarizados

-me obligaste a hacerlo… me acabas de matar de nuevo Lay. Suerte en tu nueva vida

Y lo dejé ir con lágrimas recorriendo su rostro. Hoy me arrepiento porque él sigue pensando que fue su culpa, que él no debió rechazarme y así obligarse a amarme, piensa que él rompió la promesa hecha a su padre, la de no lastimar ni dejar al otro… y no lo dice pero yo lo conozco tan bien que estoy seguro de que piensa diario en las dos promesas que le hizo al viejo, de esas dos se recrimina por haber roto una y luego se enfoca en la otra que está mal entendida. De nuevo me arrepiento por haber dejado crecer todos los malentendidos en su cabeza

Debido a cambios en el trabajo de mi madre nos mudamos de nuevo, esta vez tendría una casa en América. Claro que me afectaba dejar toda mi vida pero no me fui tan mal ya que la madre y la abuela de Yixing decidieron perdonarme cuando yo mismo di la cara y confesé a los demás que me había confundido de persona, algunos lo creyeron, otros ya lo sabían y sólo dos personas dudaron de Lay, para ese momento Lay estaba de maravilla progresando en la escuela, había tenido una pequeña crisis existencial pero a fin de cuentas siguió en su carrera participando junto al tonto pelirrojo en un  grupo élite que representaría lo mejor de la academia año con año, todo esto lo sabíamos por la abuela de Lay que constantemente hablaba con mi madre contándole todo lo que había pasado en nuestra ausencia de dos años, dos años en los que me dediqué a manejar el idioma a la perfección. Todo se estaba estabilizando hasta que desafortunadamente mi padre engaño a mi madre causándonos un enorme dolor y ruptura familiar, eso era más que obvio, debí notarlo debido a la poca relación que teníamos con él pero muchas veces preferimos la ignorancia y vivir felices un rato más.

Dolida por el reciente divorcio, mi madre nos obligó a regresar a Corea en lo que ella conseguía un trabajo con mayor remuneración para mantener la casa. Claro que el cambio esta vez no fue tan malo ya que la madre de Lay siempre estuvo apoyando a la mía en todo momento pero a mí… era difícil apoyar a un joven sin idea de su futuro, con un segundo divorcio a cuestas, con un tercer abandono en la vida y con una sensación opresiva en el pecho cada que recordaba lo mal que había terminado con el único hombre que le daba alegría a su vida así que sin más volví a lo de antes, fiestas, “amigos”, alcohol y alguna que otra cosa ilegal que me hacía olvidar el año en el que estaba viviendo. Pasé unas semanas sin ir a casa más que por dinero y comida a hurtadillas, a veces funcionaba, otras veces Sun me retenía para que Yoon me gritara pensando que con eso iba a dejar de divertirme

-¡ESTÁS MALGASTANDO TU VIDA!

-¡ENTIENDE QUE NO QUIERO REGRESAR!

-¡LE ESTÁS DANDO MUY MAL EJEMPLO A TU HERMANA!

-SÍ, tienes razón- me giré a Sun que levantó la vista de su celular por un momento- ¿quieres un buen ejemplo? Haz todo lo contrario a lo que hicieron nuestros papás ¡los tres! No abandones a tus hijos como mi mamá, no te tires a las drogas como papá, no engañes a tu marido como el otro papá Y sobre todo no adoptes si no puedes con una basura como….

No terminé la frase cuando una sonora bofetada me hizo girar la cara por inercia, me toqué la mejilla sin poder creer que mi madrastra me había golpeado, ignorando las lágrimas que empapaban su rostro subí las escaleras bastante enojado con la vida para recuperar algo de dinero que había gastado la noche pasada. Tardé un poco en cambiarme de ropa y mandar unos mensajes, de hecho, tardé lo necesario para no poder salir ya que una señora bastante esbelta con mirada de pocos amigos hablaba en la sala con mi madre. En cuanto puse un pie en el recibidor ambas me interceptaron y sentaron en un sillón individua como si estuvieran a punto de interrogarme

-te presento a Jian, ella es mi mejor amiga. Es directora de la academia en la que está Yixing

-mucho gusto ¿puedo irme?

-el gusto es mío. No puedes irte, Yoon me comenta que no tienes intenciones de hacer algo productivo con tu vida

-Yoon no miente- ella era una perra… y con esa gélida mirada quería sacar algo mío- ¿y eso a usted qué le importa?

-nada realmente. Lo único que me importa es ver feliz a mi amiga, vengo a ofrecerte empleo en mi academia como chef. Dicen que tienes muy buena escuela

-sí la tengo pero le repito que eso a usted no le importa

-¡junmyeon!

-no te preocupes Yoon, mi hijo es igual de maleducado

-entonces ofrézcale el trabajo a su hijo

-él ya está estudiando. Hoy es su primer día en arquitectura

-como su padre- mi madre habló para romper el tenso aire que se estaba formando, pero solamente lo hizo más palpable en el ambiente- perdón…

-no te preocupes-como si pudiera evitar el tema con alguna acción, se levantó de inmediato tomando su bolso y colocándose sus lentes de sol para caminar a paso rápido seguida por nosotros- tengo que irme a una reunión, vuelvo por ti en unas semanas quieras o no

Y así fue, cuando menos lo esperaba habían pasado varias semanas. Mis amigos estaban de vacaciones en el jurídico y yo opté por irme a descansar todos los días a mi cama como el buen holgazán que era, me levanté adormilado con algo de sed bajando hacia la cocina y tomando del envase que se encontraba en la heladera, el silencio sepulcral que se formó me hizo casi escupir jugo al verla de nuevo con una mirada decidida, pero a la vez preocupada. Ahí también estaba la familia de Lay observándome paciente junto con mi madre quien me indicó que tomara asiento en ese incómodo sillón. Ante la nueva amenaza tuve que usar mi mejor defensa, el sarcasmo

-bienvenida Jian ¿quieres jugo?

-no. Quiero que vengas conmigo

-otra vez con eso- tomé una larga bocanada de jugo mirándola fijamente, retándola a que se retirara mientras mi brazo limpiaba los restos en mis labios- no vas a conseguir que…

-ya sé que no, por eso quiero que vayas como alumno. Hay un plan que ofrece un año de preparación para las audiciones, estudias, te envuelves en el ambiente y al año haces las audiciones como todos los aspirantes. Si las pasas eres alumno oficial

-mmm suena muy interesante ¿y qué motivo tengo para encerrarme un año a estudiar?

-número uno porque tu madre prácticamente me vendió su alma para dejarte entrar en el programa, número dos porque si te quedas un día más vas a tener unas lindas vacaciones en jurídico y número tres porque Lay necesita un amigo

Lay necesitaba un amigo, Lay necesitaba de mí… él me quería de vuelta ¡él quería estar junto a mí! Todos esos pensamientos sirvieron de resorte a mi trasero para llevarme de inmediato hacia el auto que esperaba por mí, entre preparativos de ropa y despedidas rápidas me vestí con lo primero que encontré bastante emocionado por la nueva vida que iba  a emprender, me imaginaba tomando las clases con Lay, la hora del almuerzo ¿cocinaría para él? O me llevaría a los restaurants de la zona, tal vez el tonto pelirrojo ya no sea tan tonto y ahora seamos el trío de perfectos amigos. A ver, si uno tocaba la guitarra y otro el piano yo qué sería

-Suho, toma asiento. Voy a ser breve, quiero  que separes a mi hijo de su novio

-… ¿perdón?

-las mejores clases de baile, canto y piano para ti, los horarios que gustes y el dormitorio más amplio. ¿Qué te pido a cambio? Hazle creer a mi hijo que mantienes una relación con Zhang Yixing y sepáralos

-pero… ¿por qué quiere hacerlo?

- Yixing ha bajado su rendimiento desde hace unos meses además de la reciente pelea que tuvo, he investigado y esos dos mantienen una relación… en otras palabras no quiero que mi hijo se interponga en su carrera

-no lo sé directora, esto es muy delicado…

-una nueva oportunidad para remediar lo que le hiciste a Yixing ¿o me vas a pagar las clases extra que le dimos para que no bajara su rendimiento mientras lloraba por ti? Piénsalo, sólo te pido que uses tus talentos para dejar a esos dos bastante mal

-entonces… ¿tú originalmente no me querías aquí?

-mira- suspiró pesadamente como si esa pregunta fuera la más cansada de responder y luego sacó unos papeles que revelaban mis evaluaciones de hace dos años comenzando a señalar con una pluma los aspectos a resaltar- aquí medimos tu desempeño, en este punto saliste bastante bien, la teoría es excelente ya que fuiste de los destacados. Pero tu audición para piano fue insuficiente, si miras aquí te faltó sólo un punto para ingresar como alumno, igual la oportunidad de ser becado te la iba a dar porque eres un buen caso al que puedo sacarle jugo. Tengo entendido que prometiste cuidar a Zhang y Luhan es una amenaza para su desarrollo ¿te gustaría ver a tu amigo fracasando?

-no…

-piénsalo en lo que vamos a instalarte a tu dormitorio. Por cierto, ya no tengo dormitorios disponibles ¿te importa compartir habitación con tu amigo?

Claro que no me importaba, al contrario me emocionaba ver que prácticamente ya habían remodelado la habitación de Lay para que nos alojara a los dos. Estaba tan nervioso escuchando todas las indicaciones que la directora me estaba diciendo que no noté cuando Lay entró furioso a su dormitorio preguntando por el piano que se había llevado como único recuerdo de su padre, lo único que noté fue a un joven más joven que yo mirándome con bastante curiosidad mientras hablaba con Jian, no pude poner atención a toda la conversación ya que frente a mí estaba la persona que le daba significado a mi vida con dos años de cambios que le habían hecho aún más hermoso a la vista, eso o mis ojos desacostumbrados a admirarle volvieron a recibir el impacto de sus ojos miel tan fríos ante mí pero tan magníficos… y luego conocí al maldito que era su novio, el que lo ocultaba, el que disponía de su tiempo como si no importara lo demás… el que no veía por los sueños de Lay. Desde ese mismo instante acepté hacerme pasar por un primo de Luhan y me aseguré de arrancarlo de nuestras vidas, me basaría en todas las personas que me fueran útiles y destrozaría a las que fueran necesarias para que Lay pudiera cumplir su promesa.

Porque sí, la promesa que Lay hizo era ser el mejor pianista y esa promesa es la indicada.

Notas finales:
  1. 1.       “¿Podré merecerte?” (Elvin)- Kevin es una persona responsable pero torpe, Ellison es un tonto bastante audaz

Mi nombre es Kevin. Soy el menor de dos hermanos pero el más responsable ya que Luhan es un completo desastre. Mi vida se centra en llenar de orgullo a mi familia, tratar de ayudar al bruto a sacar su preparatoria y otros pasatiempos… mi vida era bastante controlada y centrada hasta que metieron a mi hermano en mi grupo especial, ese no era el problema. La cosa es que desde la primera vez que vi al mejor amigo de Luhan digamos que tengo una enorme fascinación por él, de hecho siempre que Luhan falta a clases voy en su lugar sólo para sentarme a lado de Ellison y oler su perfume como el maldito maniaco ñoño que soy… él es demasiado para mí, estoy feliz porque él estará en varias clases conmigo pero también me siento mal cuando él entra al salón pasando de mí para juntarse con el idiota de mi hermano… aunque puede que eso último cambie

-¿Tienes un lápiz? Creo que perdí el mío

-yo…- no podía hablar por los nervios, lo poco que sabía de coqueteo era por Baekhyun y él siempre decía “sorpréndelos”- acabo de recibir mi diploma por el concurso de deletreo ¿quieres verlo?

-… ¿viene con un lápiz?

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me pusieron en temporada de examenes y este sí es el cap que más me ha costado a pesar de estar planeado, pero me gustaron los resultados :) disfruten! y el proximo cap ya sabrán quién va a estar que saca chispas por la cabeza porque ya se supo quién quería separarlo de su pianista :3 

POR CIERTO! hice una pagina de face donde publicaré las actualizaciones y pueden subir el contenido que gusten! se llama adnaquiel! las espero para que le den me gusta.

ya respondí amablemente a las hermosas que se esforzaron en dejarme un review mil gracias ustedes me hacen seguir con esto y considerar más proyectos ;) 


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