Y eso fue básicamente lo que te hice. Sé que estuvo mal pensar que hacía el bien a alguien cuando lo único que hice fue hundirlo más. No espero que me entiendas, ya que a simple vista mi historia parece algo común y lleno de justificaciones para todo lo que hice pero yo sé que las promesas tienen que cumplirse así como se pidieron y a Lay no le pidieron ser el mejor pianista, le pidieron que fuera mejor persona y déjame decirte que a tu lado lo logró ya que solo una mejor persona sacrifica hasta su felicidad con tal de ver a su pareja resolviendo problemas del pasado. Si por lay fuera hubieras arreglado hasta los problemas con tu padre pero eso sí que le fue inalcanzable.
Otra cosa que quiero aclarar por si no lo estabas notando, es que la mejor persona que es Lay no se permite hablar mal de una dama aunque esta dama le haya amenazado con quitarle su carrera, no, el no dejó de hablar por miedo, dejó de hablar porque eras feliz. Y también dejó de hablar y reclamar cada que Kai se te acercaba para conquistarte puesto que el mismo Lay pidió que nadie se apartara de tu lado mientras olvidabas y odiabas a ese “pianista estúpido”
Hablando de “pianista estúpido” te tengo un último regalo pero éste es para Baek, cuando me dijiste que Baek era como tu hermano me puse en tu lugar y si alguien hubiera lastimado a mi hermana del modo en el que lastimaron a Baek hubiera buscado por todos los rincones a algún culpable. Adivina quién le dijo al padre de Baek todo lo que tu amigo hacía en la academia, así es…tu madre por sugerencia mía fue y dijo todo porque Baek comenzó a sospechar de mí. No te preocupes yo me encargo de decirle
Y si te estás preguntando qué es lo que quiero con esto, no quiero nada más que ser como Lay. Vivir con la felicidad de saber que esa persona está bien y si él va a estar bien y va a ser mejor persona junto a ti entonces tengo que hacerme a un lado no sin antes dar mi golpe final. Quiero que entiendas algo en esta historia y es que tu madre oculta varias cosas que ya debes saber y aunque te duela Luhan, entiende que la vida sigue y que tienes que agradecer por todo lo que tienes y no por lo que no tienes.
Yo sé que quieres soltar esta carta e ir corriendo hacia la dirección pero espera un momento, en el sobre te dejo todos los recibos y cheques que tu madre me dio por mi excelente trabajo, también hay conversaciones donde ella me indica los lugares en los que estaban Lay y tú para que fuera a interrumpirlos. Quiero que tomes todo eso y vayas a las 3:00 a la dirección, antes ella va a hablar con Lay seguramente para amenazarlo por todos los cortejos que te hizo hoy, por favor dile que los ignore ninguna amenaza es cierta. Te veo a esa hora para acorralarla y así obligarla a dejarte estar con Lay
Prométeme cuidarlo y jamás lastimarlo, y prométeme que vas a ayudarlo a ser mejor persona
Besos, tu “primo” Suho
-Lu… ¿estás bien?
-…tú ¿estás bien?
-no lo sé
-ni yo
El desayuno había sido dejado a medias, el sol entraba por los cristales iluminando un poco el oscuro y tenso entorno que se había formado. Después de revisar todos los papeles estuvimos petrificados, sentados cada quien en un lado del sillón con la vista fija en la ciudad ya despierta desde hace horas. El teléfono sonaba, el dormitorio era un desastre, había cosas que aún no eran desempacadas pero nada de eso podía ocupar nuestra mente ya que sólo pensábamos en lo que habíamos leído. Claro que me dio coraje leer varias cosas de la historia, casi quería matarlo cuando leí que todo fue un plan, casi quería abrazarlo por todos los abandonos que soportó, casi quería golpearlo en la cara por haber elegido métodos tan inútiles para olvidar su vida y obviamente casi quería besarlo por haberme dicho lo que esa señora, a la cual no quería decirle madre, estaba haciendo para poner más difícil la situación.
-por qué… Lay ¿por qué no me dijiste?
-porque Suho dice que soy una mejor persona- soltó una forzada risa tratando de calmar nuestros nervios pero al ver que no funcionó solamente suspiró levantándose para ir hacia su piano y tocar una tecla con tristeza, encorvado giró hasta encontrar mi mirada mientras meditaba sus próximas palabras- ella me estaba ofreciendo tener una mejor relación contigo y una beca para seguir siendo el mejor… perdón
-no Lay es que- me tiré del cabello hacia atrás en señal de frustración- pudimos haber evitado todo esto, pudiste habérmelo dicho desde el principio y fingíamos mejor o ¡yo qué sé!
-Luhan, ella ya sabía de nosotros y me amenazaba cada que me acercaba a ti ¿cómo crees que íbamos a fingirlo?
-no lo sé no sé ni qué hacer ¿Kai sabía de esto? ¿Tú sabías de Suho?
-no, Jongin y yo acordamos ayudarnos para que tu estuvieras bien pero no tenía ni idea de que Suho… ¡por dios no tenía ni idea que Yoon no era su madre! ¡Y no tenía ni puta idea de lo que él se estaba guardando! ¡Maldita sea todo era un plan y me engañó y…!
Su frase no pudo ser terminada, todo lo que había descubierto en la carta se estaba juntando en su mente y salió a forma de golpes repetidos en las teclas del piano que crearon horribles sonidos, pero lo más horrible fue verle derrumbándose, con los dientes apretados y lágrimas recorriendo su rostro mientras sonoros sollozos iban saliendo poco a poco hasta terminar con las fuerzas de sus piernas y derribarlo en el suelo donde se hizo un ovillo abrazado a una de las patas del piano como si estuviese abrazando la memoria de su padre, si había un tema que lo ponía serio era ese. Dolido por la escena que estaba presenciando me acerqué lentamente para verlo justo como Suho lo había descrito, una persona inocente que se cubría bajo un poco de alegría. Me hinqué a su altura pasando un brazo por sus hombros para atraerlo hacia mí, no me costó trabajo ya que él de inmediato se abrazó a mi cintura para terminar de sollozar todo lo que no había sacado en varios años
-ya pasó, tranquilo
-es que… yo le pro…prometí que… que sería el mejor y y él no él no quería e eeeso, querí quería que fuera me jor persona y yo… no pu no pude cumplirle por porque me de diqué a cosas que no quería y…- siguió tratando de deshacer el nudo en su garganta a base de llantos, lo entendía, estaba decepcionado por tratar de cumplir una promesa que a fin de cuentas entendió mal y ahora sentía que todos los reconocimientos no eran suficientes para honrar la memoria de su padre- y luego Suho no me dijo que él también estaba rompiendo las otras promesas y… y yo siento que…. Que defraudé a mi papá
-no, no amor no digas eso. Mira, él siempre quiso al mejor hijo y yo sé que es feliz porque mira, ayudaste y acompañaste a Suho cuando él lo necesitó, me ayudaste a llenar los espacios que tenía de soledad cuando te conocí, ayudaste a Channie a salir de la depresión cuando Kyungsoo lo dejó, lo ayudaste a conquistar a Baek y lo ayudaste a salir de nuevo cuando Baek lo dejó además guardaste el anillo porque sabes lo que significa para ellos, además de todo eso renunciaste a mi porque querías que mi mamá me hiciera algo de caso y perdonaste a Jongin por cosas que hizo en el pasado… y aunque Jian se pasara de maldita jamás dijiste nada porque sabías lo que me iba a doler cuando me enterara que todo su arrepentimiento y ganas de estar conmigo eran pura farsa… y aparte siempre estuviste ahí cuidándome y aguantando todo lo que Baek o yo llegáramos a pensar de ti… ¿y crees que no eres mejor persona? Además de eso eres un orgullo para esta academia. Lay estabas cumpliendo tu promesa sin notarlo
-tú… ¿tú crees?- Lay se había ido por completo para dejarme ver su pasado, un niño hecho ovillo contra mi pecho que me miraba con cierta desesperación rogándome por una respuesta que lo tranquilizara, claro que esa respuesta era totalmente cierta. Él siempre estuvo ahí para todas las personas que lo necesitaran. El simplemente era perfecto- no mientas…
-claro que no miento. Lay eres la mejor persona que he conocido y Suho lo dice en la carta unas treinta mil veces. Tranquilo, cumpliste todo
-tú me haces ser mejor persona- ya no lloraba pero aún hipaba levemente, ya no estaba aferrado al piano pero su rostro aún parecía temeroso aunque una leve sonrisa convencida de mi respuesta se había asomado- ¿y ahora qué hacemos?
-lo que Suho dice….- y como si estuviera esperando una entrada, el celular de Lay comenzó a sonar con insistencia, él lo tomó observando el nombre de mi madre en la pantalla y mirándome con duda en el rostro- ponlo en altavoz. Quiero saber cómo es que te habla
-¿seguro? Lu no quiero lastimarte
-tú no me lastimaste. Fue ella, por favor, necesito más coraje para enfrentarla
-de acuerdo- perdimos la llamada pero no nos preocupó ya que Jian nunca deja de insistir así que a los dos segundos estábamos volviendo a escuchar el timbre del celular, antes de contestar Lay me tomó de la barbilla para que lo mirara- aunque estés enojado no se te ocurra hablar
-¿se puede saber qué haces? Llevo muchas veces marcándote
Ese tono era el real… ahí estaba su verdadero tono, no ese falso modo dulce en el que me hablaba
-estoy escribiendo una canción y no quiero que me molesten
-por fin estás haciendo algo productivo. ¿Estás resfriado?
-no, estoy concentrado
-no importa. Escucha no tengo mucho tiempo toda mi tarde está ocupada pero quiero hacerme un espacio para verte… tengo que hablarte de unas cosas que has estado pidiendo desde que entraste así que ven a eso de las dos y espera a que llegue
-¿en serio? ¿Sólo para eso? ¿No vas a castigarme o algo?
-no te preocupes. Tengo mejores planes para ti
Y cortó la llamada… dejándonos petrificados en nuestros lugares, ella nunca cometía el mismo error dos veces y Lay había dejado de sentir miedo a sus amenazas. Ella estaba a punto de hacer algo más y nosotros no sabíamos qué era, teníamos miedo de volver a romper todo lo que habíamos reconstruido y aunque tuviéramos varias pruebas a nuestro favor sentíamos que ella tenía algo más fuerte. Aún en el suelo sentí como el tenso ambiente me aplastaba como si fuera un yunque sobre mis hombros que incrementaba cada vez más su peso paralizándome por la impotencia de no saber qué iba a pasar y haciéndome sentir más pequeño e incapaz a lado de mi madre.
Lay notó mi situación regresando al suelo donde toda su tranquilidad volvía a apoderarse de su cuerpo para hacerme sentir protegido aunque él también se estuviera cagando de miedo y lo pude notar por la expresión de incertidumbre tatuada en su rostro. Sé que estaba pensando y sintiendo lo mismo que yo así que aún hecho un ovillo levanté mis brazos para rodearle el cuello mientras él rodeaba mi cintura, traté de tranquilizarme para no empeorar las cosas y traté de no adelantarme a los hechos pero con tu madre administrando el futuro de tu novio y en cierto modo teniendo tu felicidad en sus manos era bastante difícil
-no te preocupes. Ya sabemos todo y podemos hacer algo para detenerla, Suho es muy hábil, solamente tenemos que mantenernos firmes. No importa qué amenazas diga yo te voy a proteger
-¿y si quiere romper tu contrato?
-que lo rompa. Ya trabajaré como pianista en algún restaurante, lo importante es que no te saque de la escuela
-ya trabajaré de mesero en el mismo restaurante
Soltó una leve risa llena de ternura al notar que yo estaba igual de dispuesto a pelear por lo que quería, no iba a dejar que de nuevo mi madre se interpusiera entre nosotros, al contrario estaba dispuesto a tratar de negociar cualquier condición que ella quisiera imponerme y si no ya lo haría por las malas, algo tuve que heredar de ella porque soy su hijo ¿no?
-tienes que terminar lo que empezaste a estudiar. Eres un excelente arquitecto
-aún no me recibo
-pero eres muy bueno, y un talento reconoce a otro talento
-tú tienes que terminar la carrera de pianista. Tienes que ser el mejor porque ese es tu lugar, aquí es donde perteneces y nadie, ni siquiera mi madre va a impedirlo… y si tengo que usar todos los recursos necesarios para que te quedes voy a hacerlo
-gracias… Lu, sabes que no quiero ponerme pesimista pero ¿y si al final cuando los dos seamos exitosos no tenemos tiempo para el otro? ¿Si al final te dejo solo cuando te prometí llenar los vacíos que tenías? ¿Si rompo esa promesa y te defraudo qué va a pasar?
-ella te dijo eso ¿verdad?
-algo así…
-Lay… llevas años cumpliendo promesas falsas a tu papá ¿y todavía piensas que me vas a defraudar? Antes rompes tu piano por accidente
-vaya… tienes razón
-¡claro! Yo siempre tengo la razón
-te amo señor strudel
-te amo pianista estúpido
Y así esperamos un rato hasta que fue momento de enfrentarnos, Lay se dio un baño y se cambió la ropa que había traído consigo la tarde anterior, yo ordené un poco el dormitorio logrando calmar la adrenalina que iba corriendo por mis venas y sólo hasta ese momento recordé que Baek también estaba viviendo en ese piso pero ya que no me había marcado supuse que aún no terminaba de reconciliarse.
Lay terminó de arreglarse mirándome a través del espejo que se encontraba en una de las paredes, le devolví el gesto con una sonrisa tratando de darle un poco de fuerzas a lo que él hizo un ademán con la mano que me indicaba ir hacia su lugar. Dejé de inmediato todo lo que estaba haciendo para ir y envolverlo en un fuerte abrazo que él correspondió con sus manos aferrándose a mi espalda para luego juntar nuestros labios en un lento beso, uno sin prisa haciéndonos notar la falta que nos hizo en toda la mañana. Mis manos fueron inconscientes a su cabello enredando cada hebra entre mis dedos mientras sentía cómo sus manos recorrían la línea que iba desde mi espalda hasta mi cadera, sus dedos recorrían ese camino con suavidad hasta entrelazarse a la altura de mi cintura, mi lengua pidió entrar al encuentro de la suya donde fue bien recibida con un jadeo de gusto que duró unos segundos ya que se obligó a separarnos no sin antes llevarse un mordisco en el labio inferior
-más lento…-juntó nuestras frentes como si de ese modo pudiera regular nuestra respiración- no tenemos tiempo para “eso”
-perdón… es que necesitaba sentirte
Lanzó una sonrisa ladina divertido por mis comentarios, ahora yo era quien relajaba el ambiente
-me encanta que quieras sentirme pero en este momento no es buena idea, tengo que tener los cinco sentidos despiertos
Con un último beso en mi frente se alejó caminando hacia la puerta, una vez ahí soltó una honda respiración indicando que estaba listo para resolver esta situación de una vez por todas. Estando afuera nos tomamos de la mano para caminar hacia el ascensor lenta y relajadamente, había varios alumnos que nos miraban con curiosidad pero nosotros estábamos más concentrados observando lo bien que encajaban nuestros dedos, es como si estuviéramos hechos a la altura perfecta para caminar de la mano sin ninguna incomodidad. Esperamos el ascensor mientras nos dedicábamos tiernas e inocentes miradas que se decían muchas cosas, cosas que solo las personas que conocen nuestra historia podrían adivinar. Por fin las puertas se abrieron y mi pianista entró picando el botón y sonriéndome como la primera vez que lo vi, y él sabía que esa sonrisa había sido la primera que me regaló. Decidí revivir un poco más el momento mientras esperábamos a que las puertas se cerraran
-comí strudel… me gustan de manzana
-a mí me gustan más los de piña
Y las puertas del elevador se iban cerrando poco a poco como si también estuvieran disfrutando del momento que se estaba recordando, dejándome apreciar esa sonrisa que me dejaba admirar los hoyuelos de sus mejillas, dejándome apreciar esa postura relajada y esas manos tan delicadas que se despedían de mi esperando volver a entrelazarse con las mías en unos minutos. Por fin las puertas terminaron de cerrarse reflejándome en ellas e indicando, como si de un reloj se tratase, que tenía unos minutos para arreglarme, preparar evidencia y mentalizarme para pelear por nuestra felicidad.
Suho POV
-¿hermano?
-mmhhm- volví a despertar con la voz de Sun hablándome, la noche anterior justo cuando estaba terminando de reunir las cosas que Minho me había llevado esa noche ella despertó alegrándome inmensamente- ¿qué pasó? ¿Quieres más agua?
-no, gracias sólo quería saber quién es el que está dormido en el suelo
-¿en el suelo?- me levanté del sillón rodeando la camilla para encontrarme con Minho acostado sobre su abrigo y durmiendo plácidamente- ¡Min! ¿Qué…? Me hubiera pedido el sillón
-hermano, él es muy guapo ¿quién es?
-yo… bueno- cómo decirle a mi hermana menor que ese era el hombre que me había acogido en su dormitorio cuando todos me echaron, que me ofreció todas las comodidades como si yo hubiera sido un gran conocido, el que escuchó mi historia pero no me juzgó, y que tampoco me juzgó cuando me sacó de una gran pelea con mi primo, el que se la pasaba mandando mensajes para saber si yo estaba bien… el que llegó al hospital apenas se enteró de mi hermana y el que me ayudó a reunir toda la evidencia además de unas mantas extra para mí y para ella, ahora el que estaba dormido en el piso para dejarme dormir más cómodo… ¿qué le decía? La repuesta era simple- él es mi futuro esposo
-¡¿qué!? ¡¿De dónde lo conoces?! ¡¿Ya se besaron?! ¡¿Viven juntos?!
-es alumno ya casi graduado en canto, ya nos besamos y cuando termine se irá con nosotros a casa
-te refieres a… ¿casa? ¿Nuestra casa?
-sí pero no te emociones, conseguiré empleo y una casa cerca a la nuestra para vivir por el lugar. Ahora si me disculpas tengo que resolver un asunto pendiente, despiértalo y dile que duerma en el sillón, si ves que se queda muy dormido no hagas mucho ruido pero despiértalo a las tres porque tiene un compromiso importante, él es importante. En fin, te quiero. Regreso más tarde
Luhan POV
Al principio, antes de conocerlo, me daba miedo abrir esa puerta…
Como si de algún modo abrirla causara un coraje tan enorme en mi madre que por fin terminaría odiándome, o inconscientemente tenía miedo de ser ignorado una vez más. Ella siempre encontraba el modo de hacerme sentir como una sobra en su vida, esa sobra que llegó un día para arruinar la mitad de sus planes. Antes me daba tanto miedo dejar de seguir alguna regla, rebelarme ante algún castigo injusto, actuar de modo inapropiado ante alguna situación…hacerme cargo de mi vida… casi hasta encontré comodidad en no hacerla enojar para evitar de algún modo que me volviera a recordar lo mal que le hace verme. Tiempo atrás hubiera esperado a que terminara sus trabajos y abriera la puerta de la dirección pero ese día, harto de vivir bajo su sombra y con alguien que amaba de por medio decidí convertir todos los temores e inseguridades en coraje y transformé ese coraje en un enorme impulso que me ayudó a abrir la puerta justo a la hora indicada por Suho que ya me esperaba en ese lugar acorralando con la verdad a mi madre, por un momento quise retroceder pero sólo con ver la misma decisión en Lay avancé varios pasos quedando a su lado y entrelazando nuestras manos como si de algún modo pudiéramos apresar entre ellas el miedo para no dejarlo escapar en ningún momento
-¿qué haces aquí? ¿Por…qué…?- además de no esperar mi visita su sorpresa aumentó al vernos así, juntos, felices. Su cara se deformó en confusión y su elegante pose fue desvaneciéndose- ¿qué escuchaste?
-nada… pero lo sé todo
-¿todo?
El temblor en su voz era cada vez más notable y sus nervios se desplomaron cuando Suho me tomó por el hombro en señal de apoyo, en ese momento tuvo que sentarse para asimilar lo que pasaba mientras Suho hablaba
-así es Jian, como ya te dije antes tu plan fue descubierto ¿pensaste que sólo Lay sabía? Te dije que no te metieras conmigo
-¡eres un hijo de puta! ¡Me las vas a pagar…!
-¡sí Jian lo soy!- Suho levantó la voz al tono de mi madre logrando interrumpirla- ¿Por qué quieres matarme? Mejor comienza a explicarle a tu hijo por qué no quieres verlo con nadie de la academia ¿o le digo yo? Eso no lo sabe
-¡no te atrevas cabrón!- de pronto se levantó de su silla caminando agresivamente hacia nosotros, por inercia llevé a Lay y Suho a mis espaldas tratando de interponerme pero ella se dirigió hacia mí colocando ambas manos en mis hombros con una mirada nueva, una llena de súplica- Luhannie, hijo. Por favor no escuches nada de él ¡él intentó separarte de Lay!
-ya lo sé… y eso no me importa- intenté alejar sus manos de mí, apenas noté que apretaba mis dientes con rabia y mis lágrimas luchaban por contenerse para no mostrar debilidad, las hojas con toda la evidencia fueron a caer en su escritorio y mis palabras salieron de una vez para deshacer el nudo de mi garganta- lo que me duele es que me mentiste. Yo en verdad pensé que te habías arrepentido por haberme tratado así, pensé que eras diferente, que sólo me habías tratado mal porque no quería hacerme cargo de este lugar… en verdad pensé que te sentías orgullosa de todos mis logros y de los eventos que saqué por ti ¡pero me di cuenta que todo era parte de un maldito trato! ¿Sabes cómo me siento mamá? ¡No tienes idea de lo horrible que se siente enterarme que mi propia madre hizo mil cosas para mantenerme alejado de los demás! ¡Y que una de esas cosas fuera tratarme como si en verdad me quisiera! ¡Como si eso fuera un sacrificio necesario para que tus malditos planes salgan bien!
-Luhan no… no por favor no era de ese modo… hijo tu no comprendes lo que…
-¡CLARO QUE LO COMPRENDO! Tú lo único que quieres es terminar con la carrera de Lay para que se arrepienta de haberme querido ¡y eso harás con cualquiera que se acerque a mí porque solo quieres verme dedicado a este maldito lugar para terminar como tú!
-no…- se alejó hacia su escritorio con la mirada más que perdida, estaba buscando entre sus cajones desesperadamente dedicándonos esporádicas miradas, Lay me abrazaba intentando tranquilizarme y Suho sólo se cruzaba de brazos tal vez pensando que estábamos ganando- no quiero terminar con la vida de nadie… no tienes idea de lo que soy capaz por ti Luhan…no tienes ni puta idea
Dicho esto fue hacia uno de sus estantes tomando varias carpetas, al encontrar una sonrió victoriosa y aunque el temblor de sus manos no la abandonaba abrió una carpeta lanzándola contra el suelo al encontrar un gran sobre plateado que de inmediato me entregó, dudé en tomarla pero ella seguía insistiendo con gesticulaciones y esa misma sonrisa amablemente bizarra
-toma hijo…es para tu novio… para que veas que no lo quiero detener. Te la doy a ti para que sepas qué es, ábrela ¿Lay, te puedo decir Lay? ¿Te importa si Luhan la abre?
Nos miramos dudosos por unos minutos, estábamos bastante confundidos con la actitud de Jian ¿era yo o ella estaba en medio de un colapso mental? Ya había abierto una carta esa tarde y no quería volver a tener otra mala sorpresa así que contemplé por varios segundos el sobre que me era entregado, emanaba demasiada elegancia y aún no estaba abierto. Giré de nuevo hacia Lay para entregárselo pero Suho me lo arrebató impaciente al no observar respuesta del más alto y masculló entre dientes algunas cosas que no logramos entender. Le tomó un momento abrir el sobre sacando una enorme carta impresa en papel dorado y yo en ese momento supe que nuestras vidas cambiarían de nuevo
-no puede ser… Lay
-no me jodas… Lay
-¿qué es eso? ¿Por qué dicen eso?- Lay tuvo que sacudirme el brazo para que reaccionara y casi empuja a Suho para que saliera del mismo trance pero, es que no podíamos creerlo- Jian ¿qué es eso?
-te lo dije por celular, algo que estabas pidiendo desde que entraste. ¿No era tu sueño ir a mi sede europea? Ahí está la solicitud para que vayas y estudies un master en piano. Felicidades, nadie lo conseguía desde hace veinte años
-yo…no entiendo…- la cara de Lay era una mezcla de sorpresa, confusión, horror e incredulidad, me miraba dudando, preguntando si esto era un sueño o una pesadilla, su mirada iba de mi hacia Suho quien le extendió la carta para que él la pudiera leer, una vez terminando de recorrer rápidamente los párrafos se dirigió hacia Jian quien ya se encontraba frente a nosotros y dejó el papel con mucho cuidado sobre el enorme escritorio- gracias pero no lo quiero
Más tardó en terminar su frase que en obtener una bofetada en su rostro, Jian al escuchar su negativa se indignó a tal modo que no nos dio tiempo a reaccionar hasta que la cara de Lay se giró por inercia. Por el coraje terminé separándolos y dando varios empujones a mi madre para que se alejara con su nuevo arranque de ira, Suho me ayudó tomando a Lay por la cintura para alejarlo al otro rincón de la habitación mientras yo intentaba calmar a mi madre sentándola en la silla más cercana que teníamos y pidiéndole que se tranquilizara, me enojaba que hubiera tratado a Lay de ese modo pero también comprendía que esas cartas no eran nada fáciles de conseguir, ni siquiera para ella que era la dueña de todas las sedes. Si los directores de Europa elegían a un alumno era porque realmente habían visto gran potencial en él pero para llegar a esa decisión tenían que hacer varios procedimientos bastante engorrosos
-creo que no tienes ni idea de todo lo que esto significa ¿verdad?- Suho del otro lado de la oficina le hablaba de frente a un enormemente confundido pianista con la finalidad de convencerlo y tal vez calmar la tensión en el lugar- esas malditas cartas no se las dan a cualquiera ¡ni a ella! Antes tiene que hacer mil méritos, tienen que recomendarte mil personas, tienes que cumplir ciertas cantidades de conciertos y obviamente excelentes calificaciones. Si esta cabrona llega a mandar un caso para que los directores de Europa lo estudien obviamente ellos vienen hacia ella y la interrogan como si fueran policías para saber todas las razones que esta arpía tiene para mandar a un alumno, después de eso ellos vienen periódicamente y de incógnito para observar y evaluar ¿notaste algunos alumnos extra en tus clases? Pues no eran alumnos ¿sabes que es lo peor de eso? Que la directora de todas las sedes tiene que financiar los gastos, o sea prácticamente esta infeliz les invitaba el viaje a Corea para que vinieran a juzgarte ¿y qué es lo más importante de estas cosas, lo que a ti debe importarte? Que si te aceptan no importa si te faltan seis años para graduarte de la carrera, te los puedes saltar para dedicarte por completo al master absorbiendo los conocimientos más selectos y secretos de la música para graduarte en unos años e ir de gira tras gira tras gira promoviendo lo que Jian puede hacer con los mejores… ¿ya entiendes por qué te golpeó esta bruja? En serio Lay esa cosa sólo la han recibido unos pocos, entre ellos mi mami y el papá de Luhan
-mi… ¿papá?
-creo que ya entendió el punto. Suho creo que deberías callarte para que Lay decida qué hacer- Jian me miró con una sonrisa victoriosa, ese día sus emociones eran una montaña rusa- te dije que no quería sacarlo de la carrera ¿no es lo que querían? Yo no lo he frenado, en cambio gasté todo mi tiempo y dinero para que se lo llevaran
Sí, ella se había esforzado demás en pedir esa carta para Lay pero ese esfuerzo no era para promover sus logros, no, ese esfuerzo era para sacarlo de la jugada ¿cuál era la mejor opción? Darle algo que no podía rechazar, algo que lo mantendría años ocupado y lejos de mí, algo que después sería toda su vida sin espacio para otra persona y mucho menos si esa persona era yo que tenía la obligación de seguir administrando el lugar… pero… yo había sido el más beneficiado desde que Lay me conoció. Yo no me había esforzado la primera vez que lo vi, no fui yo el que pidió perdón por las conductas de esa noche, fue él quien me llenaba de detalles y compañías todo el tiempo, fue él quien ayudó a hacer más grande mi grupo de amistad, él me ayudó a ocultar una relación para evitarme problemas…fue él quien me dejó para que yo fuera feliz… fue él quien lloraba mientras yo me desahogaba con alguien más… fue él quien perdió conciertos como castigo por defenderme y fue él quien hizo de todo para verme feliz… ¿y yo qué hacía? ¿Llorar pidiéndole más y más? ¿Actuar como el niño celoso y problemático? ¿Qué había sacrificado yo por él?… ¿Qué sentido tenía vivir en la comodidad? Si no tenía alguien por quien morir
Quería ser como él, quería ser mejor persona… pensar por primera vez en alguien que no fuera yo. Hacer de todo con tal de verle feliz, iba a defenderlo de todos y pasar sobre todo y si eso significaba pasar por encima de mí…
Tenía que hacerlo
-¿sigues pensando Yixing? A esta altura todos mis alumnos saben de tu carta ¿vas a poder vivir seis años con todo lo que te dirán? Miren ahí va el tonto que dejó su lugar en Europa. ¿Y crees que los profesores querrán enseñarle algo al imbécil que no quiso las mejores clases? Además ¿Por qué estás tan seguro que mañana mi hijo no se va a meter con Kai o con alguien más? Deberías pensarlo porque…
-¡YA BASTA! Deja de decir estupideces- logré alzar la voz a un tono más autoritario para que todos dejaran de pensar en lo suyo y me dirigí hacia mi pianista favorito mirándolo con fascinación por enésima vez en la vida… Suho tenía razón, esa mirada estaba llena de inocencia- Lay va a aceptar tu oferta…él lo hará
Las personas presentes en la oficina lanzaron un ahogado suspiro cuando respondí de ese modo, Lay interrogaba mil cosas con su mirada y aun no lograba articular palabra alguna, mi madre se volvió a levantar cuando escuchó una respuesta no esperada y Suho comenzó a hacerse de palabras con Jian al notar que ella se dirigía hacia nosotros. Mientras aproveché para acariciar la mejilla de Lay quien se inclinó más hacia mi mano para sentir mejor mi piel cerrando los ojos y apenas pudiendo suspirar con una audible pregunta acompañada de una lágrima a lo largo de su rostro
-¿por qué?
-porque lo mereces, porque has sacrificado muchas cosas por mi felicidad y es hora de que yo lo haga por ti, porque este es tu futuro y allá es donde debes estar. Es una oportunidad única y como tal debes aprovecharla
-pero yo quiero quedarme a tu lado
-yo también Lay, pero no puedo cortar tus alas sólo porque yo no tengo
-no digas eso…-sus ojos se abrieron dejándome ver una mirada suplicante, llena de lágrimas formadas para salir pero siendo retenidas con grandes esfuerzos- ¿qué pasó con lo de ser meseros o pianistas en una cafetería?
Negué con la cabeza, una leve sonrisa enternecida por sus palabras se asomó de mi rostro, sus manos estaban tomando mi cara con bastante delicadeza pero aun así temblaban desesperadas por el miedo que compartíamos. Tomé valor parándome de puntillas para regalarle un tierno beso en su roja nariz tratando de tranquilizarlo con ese gesto
-vas a estar bien. Ya nadie podrá lastimarnos, vas a ser el mejor
-no quiero ser el mejor si no te tengo a mi lado, por favor no nos hagas esto. No me importa renunciar a mis sueños
-y yo no quiero que estés a mi lado si no eres del todo feliz, no me importa renunciar a mi felicidad si cumples tus sueños. También quiero ser una mejor persona ¿y qué clase de amor tendría hacia ti si te quito ese sueño? Lo de Europa fue de las primeras cosas que me dijiste cuando te conocí
-pero… es que no quiero dejarte solo ¿qué pasa si me dejas de querer?
-Lay te amo y sé que jamás voy a dejar de hacerlo, por favor no dejes pasar esto… te estás frenando por mí y eso no voy a permitirlo
-no íbamos a dejarla ganar Lu, por favor déjame quedarme aquí. Ya encontraré otro modo de ir allá contigo. Si me amas no debes dejarme
-no te voy a dejar Lay, entiende que te amo y que sólo tú puedes crear mil emociones en mí. No quiero a nadie más que a ti y no quiero dejarla ganar, por eso le voy a demostrar que podemos estar bien y aunque pasen los años tú y yo vamos a seguir amándonos como la primera vez que nos vimos ¿recuerdas?
-esa primera noche que nos vimos…fui un estúpido, eres la mejor persona del mundo
-claro que fuiste un estúpido. Mi pianista estúpido
-gracias-las lágrimas que habíamos luchado por contener salían de nosotros, lentamente, como si no quisieran interrumpir el momento- gracias Lu, te amo
Cortamos la distancia con un beso, reposé mis manos sobre las suyas que seguían tomándome del mismo modo. Fue un beso corto y rápido ya que unas fuertes manos me tomaron con agresividad separándome de él, pude notar que otras manos también se habían colocado sobre él para tomarlo de los brazos de una manera poco delicada. Pero claro, así es como todo el personal de seguridad trata a las personas. Estaba tan enfrascado en nosotros que jamás noté cuando Baekhyun, Chanyeol y Jongin entraron a la dirección con sobres bastante parecidos al que Suho me había dado, tampoco noté cuando comenzaron a reclamarle a mi madre ni cuando ella pidió a seguridad sacarnos del lugar. Entraron dos sujetos para inmovilizar a Chanyeol, otro cargaba a Baek que se deshacía en patadas y malas palabras y el último tenía a Jongin sujetado del cuello. Yo por mi parte trataba de escabullirme para no ser llevado del lugar porque sabía que en cuanto cruzara la puerta no volvería a verlo.
Estando cerca de la puerta me tiré al suelo logrando zafarme y corrí hacia él que ya había empujado al guardia encargado de cuidarlo, en medio camino nos tomamos en un fuerte abrazo para no ser apartados y me lancé por última vez a sus labios con cierta agresividad siendo bien recibido, comenzaba a sentir la angustia de no poder volverlo a ver, mi pecho se estaba quebrando, mis músculos estaban perdiendo fuerza y mi alma se estaba yendo muy lejos, la poca fuerza fue usada para aferrarme más a su cuerpo, para tratar de dejar mi cuerpo y unir mi alma con la suya en ese momento. Pero todo era inútil, los guardias por órdenes de mi madre comenzaron a separarnos aunque nosotros lucháramos por estar juntos aunque fueran cinco minutos más, no quería dejarlo, no podía vivir sin él, sin respirar su aire, sin oler su esencia, sin sentir que él estaba ahí en algún lugar… No podía sin él, no quería dejarlo y quería aferrarme con todas mis fuerzas a él. Teníamos miedo, demasiado miedo por lo que iba a venir, por lo que no íbamos a vivir juntos… me estaba matando lentamente cada centímetro que me alejaran de él, cuando nuestras fuerzas y llantos no pudieron contra la fuerza de seguridad terminamos rompiendo el abrazo tomándonos de las manos con un último esfuerzo, él acercó como pudo sus labios hacia mis manos regalándoles un beso y ellas le respondieron con una caricia
-Lu te amo, recuerda que te amo por favor no lo olvides
-no lo voy a hacer, te amo, Lay te voy a esperar, te amo
Aplicaron más fuerza, tanta que me lastimaron la mano al arrancarla de Lay, pero me lastimó mucho más sentir que ya no podría volver a tocarlo, intenté de nuevo correr hacia él pero ya se habían adelantado a cargarme por la cintura para dejarme sin ventaja, él también intentó hacer algo para alcanzarme pero lo tiraron al suelo inmovilizándolo y logrando que la cordura se me fuera del cuerpo en forma de débiles sollozos
-¡LUHAN EN ESTE MOMENTO VAMOS A CASA! ¡Llévenlo al auto!
-¡Lay! ¡Suéltenlo! ¡No por favor! ¡Mamá nooooo! ¡LAY!
Por más que grité y me aferré a cada mueble que encontraba, por más que mis amigos intentaban moverse para que pudiéramos estar juntos, por más que estiraba mis manos hacia las suyas no pude tenerlo de nuevo conmigo
-Lu… ¡NO SE LO LLEVEN! ¡NOOOOOO! ¡NOOOOOOOOOOOO!