Narra Marron
Siempre supe que mi madre no me quería ni un poco, pero eso dejo de importarme cuando cumplí 14 años, a esa edad entendí que solo pudiera contar con el amor puro y sincero de mi padre… Pero ahora que desdichadamente el falleció mi vida dio un giro de 360° porque una semana después de que mi progenitor murió mi despiadada madre me mando a un colegio para señoritas que se encuentras en Tokio… Estoy muy lejos de mi hogar, del amor de mi vida y de todo lo que formaba parte de mi antigua vida ahora debo vivir con el despreció de mi madre y con el dolor de la muerte de mi padre. Que vida tan desdichada me toco.
Camino por los pasillos del colegio, lo hago con timidez por que todo es nuevo para mí, no conozco a nadie y sigo muy deprimida como para poder fingir una sonrisa siquiera, tengo tantas ganas de llorar por kami pero me contengo, debo ser fuerte.
Al llegar a mi habitación observo cómo hay una desconocida está sentada en el borde de su cama, la cual está cerca de la mía, la observe con sorpresa y vi como ella miraba una foto, al notar mi presencia, ladeo su cabeza y sus ojos negros se clavaron en mí. — ¿Tu eres Marron Jimson? —Me pregunto ella a la vez que se encaminaba hacia mí.
—Sí. —Respondí y ella me dio un cálido y rápido beso en la mejilla. —Es un gusto conocerte, yo me llamo Son Pan y seré tu compañera de cuarto. —Me informo gentilmente, quise sonreír pero la tristeza era superior a mí.
—Hola. —Dije fríamente y me encamine hacia mi cama.
Me miro por un momento y luego se dirigió abrir la puerta ya que había golpeando. —Te estuve buscando por todos lados. —Dijo una chica de ojos color cielo como los míos y de cabellera color azul.
—Bra, ella es Marron. —Dijo Pan y la de cabellos celestes frunció el seño al verme. —Marron, ella es Bra una amiga. —Me dijo mi compañera de cuarto.
—Es un gusto conocerte, Bra. —Exclame desde mi cama pero sin embargo la ojiazul no dejaba de verme de manera extraña, como le molestara mi presencia, me incomode ante el silencio.
—Marron, yo estaré en el cuarto de mi amiga, cualquier cosa que necesites no dudes en buscarme por favor, la habitación de Bra es la 21. —Apenas la pelinegra termino de hablar la peli-azul de la llevo casi arrastras del brazo para mi sorpresa.
Me tire sobre la cama y deje que el sueño me venciera pero no lograba dormirme como pretendía, no lograba pensar en nada así que decidí ducharme.
Observe como el agua caía de la regadera a toda prisa, el agua caliente corría y entonces me empecé a quitar la ropa, todas mis prendas cayeron al suelo y me metí a la ducha, cerré los ojos y deje que mi cuerpo de mojara por completo.
Al terminar de bañarme me coloque mi piyama de color rosa claro, me peine mis cabellos rubios y observe como mi piel se veía pálida frente al espejo, no quise maquilarme y en vez de irme a dormir fui al cuarto de Bra para ver si Pan se encontraba ahí para platicar un poco, estaba muy aburrida.
Al llegar al cuarto 21, me dispuse a golpear la puerta para ser atendida pero esta estaba media abierta así que eche un ojo para ver si ese era el cuarto de la peli-azul o no pero mis ojos se abrieron de par en par, y mu boca se abrió ante semejante sorpresa.
Observe atónita como la chica de ojos azules, mantenía los ojos cerrados y a la vez gemía una y otra vez. — ¡Ahh…Pan! —La que hasta el momento era mi compañera de mi cuarto apretaba con fuerza una de los senos de Bra, por debajo de la blusa de la peli-azul mientras que a la vez Bra tenía sus piernas abiertas y Pan le practicaba sexo oral y al parecer lo hacía muy bien ya que la ojiceleste posaba sus manos sobre la cabeza de Pan y la sumergía mas hacía abajo. — ¡Me voy a correr, Pan! —Los pezones de Bra estaba erguidos, eran voluminosos y Pan los apretaba con fuerza. — ¡Ya no aguanto más!—Grito la peli-azul, empecé a sentir como mi intimidad se humedecía ante los gritos de gozo de Bra y al ver como Pan le estaba dando placer… ¡¿Qué clase de compañera de cuarto me toco?!
Pan levanto la cabeza y beso a Bra apasionadamente, pude ver como sus lenguas jugaban en la boca de la otra, por más que quisiera no podía dejar de mirar lo que hacían y me estremecí al ver como Pan se llevaba uno de los pechos de la peli-azul a la boca y lo succionaba con desesperación y luego lamía en forma de círculos sus pezones… Qué escena tan caliente… ¡Pero que estoy diciendo por Kami! Cómo quisiera que ella me hiciera lo mismo…Me sonroje ante tan pensamiento.