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Noviazgo fallido por Natsuki Uzumaki

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Notas del capitulo:

Hola.

Ahora si, puntual, el sábado. El cap está bastante corto, pero el próximo lo compensará. No es que me haya faltado inspiración, pero si entraba en detalles para alargarlo aparte de que sería pesado y aburrido, terminaría del mismo modo y no tendría sentido.

Nos leemos abajo.

°oO°~ Cap. 4.- Adiós, amor mío ~°Oo°

 

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Había pasado una semana desde que Gaara había marcado distancia con Sai. La técnica del pelinegro de darle su espacio al bermejo para lo que él creía, era un problema personal, realmente no estaba saliendo bien; Gaara había dejado de hablarle en definitiva no solo en la escuela inclusive lo ignoraba en redes sociales con la tonta excusa de haberse molestado por un comentario que él había hecho respecto a Matsuri.

 

Era lunes 26 de Noviembre, Sai había cumplido años el día anterior y Gaara no había podido dejar de pensar en ello. Ese día tuvo tantas ganas de publicarle muchas cosas en su muro en Facebook, pero lamentablemente se abstuvo y se limitó a no encender el computador en todo ese día.

 

El clima comenzaba a ser un poco fresco; Gaara llevaba una sudadera color negro con capucha. Eran alrededor de las siete de la mañana, y aunque su horario marcaba la primera hora clase de su grupo a las ocho cuarenta, él siempre llegaba temprano, porque Shikamaru, el esposo de su hermana Temari, solía ir al trabajo a las seis treinta de la mañana y Gaara no desaprovechaba que la preparatoria se encontraba camino a su trabajo. Como cualquier lunes, Gaara caminó hasta la biblioteca y se acomodó lejos de los otros chicos que se encontraban dentro; sacó un cuaderno y comenzó a dibujar para pasar el rato.

 

Cerca de las siete cuarenta, alguien se acercó a la mesa donde se encontraba; un extraño escalofrío recorrió la espalda de chico de ojos claros, haciendo que levantara el rostro por inercia y observó a Sai, el pelinegro estaba dejando su mochila sobre una silla y de pronto se quedó rígido, y giró el rostro de manera brusca a donde se encontraba él. Tuvieron un largo contacto visual sin una palabra de por medio, hasta que el chico de piel nívea habló.

 

—Buenos días —susurró, apretando en su mano derecha la correa de la mochila. Tragó saliva con dificultad mientras observaba el rostro indiferente del chico frente a él.

 

Gaara no pronunció palabra alguna. Bajó la mirada con impotencia al no poder dejar salir una simple frase. Inclinó la cabeza hacía al frente, dejando que el cabello cubriera parte de su rostro, y sin poder soportarlo más se puso de pie encarando el joven frente a él. Sai lo observó y agachó la mirada «de seguro va a marcharse», pensó desviando el rostro hacía otro lado de la pequeña sala. Sin previo aviso Gaara se abalanzó sobre él y lo abrazó. Sai se tardó un poco el entender lo que sucedía pero correspondió el abrazo, aferrando fuertemente a ese extraño chico de cabellera rojo fuego; que se había decidido a ignorarlo las semanas anteriores y que incluso le había dejado dicho que era alguien molesto y que no lo quería cerca.

 

—Feliz cumpleaños —atinó a decir, el pelirrojo, mientras cerraba los ojos y apretaba los labios, intentando no soltar algún sollozo o lágrima. «Esto es una mera formalidad» pensó, tratando de justificar el hecho de ese repentino abrazo.

 

Fue un abrazó donde se juntaron tantos sentimientos, uno en donde invadía a ambos con un calor tan profundo que llenaba sus corazones. Pero para Gaara, ese era un abrazo de despedida, uno en el que le decía, gracias por todo pero no quiero lastimarme estando contigo; no quiero sentir la desesperación de tenerte y a la vez no; no quiero sentir que inundas mis pensamientos haciéndome perder la cordura, por un amor que simplemente tendrá que ahogarse en lo profundo de mi ser; «Sai, por todo lo que hasta ahora hemos compartido… gracias, pero esto es un adiós» pensó Gaara comenzando a apartarse lentamente. El bermejo se volvió a acomodar en su silla, volviendo a hacer lo que hacía como si lo de recién no hubiese ocurrido.

 

 

 

Eran las 9 de la mañana y el maestro no se dignaba a aparecer. Gaara, cansado de esperar, como el resto de sus compañeros, frente a la puerta del laboratorio de química. Caminó hasta una de las jardineras que se encontraban frente al salón, y se sentó. Sacó los auriculares que traía en la bolsa derecha del pantalón y los conectó a su mp3 mientras observaba al resto de los chicos de pie frente a la puerta , algunos recargados en la pared y otros, sentados en el suelo conversando. Comenzó a subir el volumen de la canción, mientras se disponía a ignorar a todos, pero, de nuevo esa extraña sensación lo invadió y observó a Sai sentarse a un lado suyo.

 

—¿Qué quieres? —sus palabras salieron de manera tan áspera, que incluso a él mismo llegaron a dolerle.

—G-Gaara… ¿Por qué ya no quieres hablarme? —su voz titubeó un poco pero el bermejo seguía con los auriculares puestos así que pasó desapercibido para él, sin embargo el resto de la pregunta la había escuchado claramente. Apretó los labios impidiendo que de ellos saliera cualquier tontería o una disculpa. Sai agachó la cabeza, decepcionado, dejando un silencio por si Gaara le contestaba, aun así los labios del pelirrojo no pronunciaron palabra alguna—. Está bien, si no quieres hablar, yo… lo entiendo.

 

Sai se marchó, dejando a Gaara sólo. Él, hizo uso de todo su autocontrol, para no levantarse y seguirlo; para no derramar ni una sola lágrima. Tragar saliva le costaba se sobremanera, sentía como si el aire que entraba a sus pulmones no fuese suficiente, como si con cada bocanada se ahogara. Un indescriptible vacío se apoderó de él, mientras una lágrima solitaria descendía hasta desaparecer en su mejilla. «Lo siento mucho, Sai. Pero esto es lo mejor», pensó pasando su antebrazo limpiando los restos de esa gotita de agua salada que había muerto en su mejilla.

 

 

 

 

 

Gaara y Sai se comportaban como completos extraños, había ocasiones en las que Sai se encontraba cerca hablando con Sasuke o Suigetsu y le saludaba por cortesía pero hasta ahí, quizá lo miraba en varias ocasiones pero el pelirrojo tomaba eso como la incredulidad de Sai para aceptar que ya no deseaba tenerlo cerca. Toda esa situación era un trago amargo y difícil de digerir.

 

Ya eran principios de diciembre, y Gaara había asistido solo por la última calificación de ese semestre. Entró al salón, encontrando solo a una chica dentro, ella estaba en la última banca de la primera fila y tenía un libro en sus manos. Era poco común, por no decir impropio del chico, acercarse a alguien pero por extraño que resultara se caminó a donde ella.

 

—Hola —dijo, ocupando la banca que se encontraba frente a ella.

—Ah, hola. Gaara ¿cierto? —preguntó con una sonrisa, cerrando el libro que tenía en manos.

—Sí. Yo… Lamento interrumpir tu lectura  —Gaara no sabía que decirle. Ese tipo de “interacción humana” era muy poco frecuente porque le resultaba tremendamente complicado acercarse a las personas e iniciar una conversación, quizá se podría decir que esa era una de las razones por las cuales tenía pocos amigos, y los amigos que llegaba a hacer era por iniciativa de ellos al ser ellos quienes se acercaran primero con él.

—Qué va. No le tomes importancia —le contestó dejando salir una pequeña risa—. Para serte sincera, me estaba comenzando a quedar dormida, por lo aburrido que está todo.

—¿Aun no llega nadie?

—Pues el grupo de locas con las que me junto aun no llega.

—Tu cabello es muy lindo.

—¿Enserio lo crees? —preguntó, tomando un mechón entre sus dedos observándolo como si tuviese algo raro en él.

—Sí, es bastante lindo ¿te importaría si lo toco?

—Adelante, date gusto —le respondió con una gran, mientras acomodaba mejor sus gafas.

—Oh, tienes un cabello muy sedoso y con un color muy lindo —dijo con impresión el chico mientras peinaba con sus dedos un mechón.

—Tu cabello también es hermoso y mi color de cabello es similar al tuyo solo que más opaco. Sinceramente no entiendo que rayos le vez de lindo, a mí no agrada del todo, es rebelde. Basta con tan solo mirar el lado izquierdo, las capas se levantan, hasta parece que no me he peinado.

—Pues es muy lindo —dijo antes de soltar ese mechón y ocupar el lugar frente a ella—. Oye, lamento lo tonta se escuchará mi pregunta pero ¿Cómo te llamas?

—Karin Uzumaki.

—¿Uzumaki? ¿Tú y Naruto son algo?

—Es mi primo, ¿Lo conoces?

—Sí, estuvimos en la misma secundaria.

—Que pequeño es el mundo, aunque mi primo sabe muy bien como darse a conocer.

—Lo sé.

 

Ambos continuaban hablando sin percatarse de que poco a poco algunos de sus compañeros iban llegando. Fue hasta que las amigas de Karin llegaron, y captaron su atención, que ambos dejaron de platicar. Sai recién había llegado al salón y al ver a Gaara caminó hacía la otra parte del aula. El pelirrojo no podía soportar ver a Sai evitándolo, aunque después de todo eso era lo que él había propiciado. Dejó salir un suspiro y abandonó el salón, solo mientras la profesora llegaba. Fuera del salón se encontraba Sasuke, así que Gaara se acercó a hablar con él. Después de un rato se les unió Suigetsu.

 

 

 

Por extrañas situaciones, al final de día Gaara había terminado caminando hacía la parada del autobús con Sai. Habían comenzado a hablar un poco, mientras caminaban de manera lenta hacía la esquina en la que antes se despedían.

 

—¿En verdad te caigo tan mal como para ya no volverme a hablar? —preguntó el moreno a escasos metros de llegar.

—Sí —respondió son simpleza el bermejo, evitando verlo directamente a los ojos.

—¿Entonces ya no me consideras tu amigo?

—Quizás sí, quizás no.

—Vaya eso suena complicado.

—Como sea. Bueno, adiós —dijo el pelirrojo mientras se recargaba en una barda.

—Adiós —exclamó el moreno, con una sonrisa llena de tristeza, mientras seguía su camino.

 

 

 

En la noche Gaara encendió el ordenador para revisar lo que fuese que hubiera en Facebook. Al abrir los mensajes esto fue lo encontró:

 

Sai Shimura. Enviado hace una hora.

Hola. Sólo quería agradecerte por los buenos momentos. Fuiste un gran amigo y respeto tu decisión. La verdad no entiendo la razón del por qué ya no quieres hablarme. No sé qué he hecho mal. Lamento mucho si llegué a ser una presencia asfixiante para ti, pero creí que estaba bien porque somos amigos. Enserio, lamento mucho si te ofendí de algún modo y no me di cuenta.

Sabes, no me importa si ya no quieres que esté a tu lado o si no deseas que te hable. Siempre que me necesites estaré ahí para ti, porque te quiero. Cuídate, y hasta pronto =)

 

Solo la luz de la pantalla de su ordenador iluminaba su rostro, en sus ojos había varias lágrimas acumuladas en sus parpados pero, no podía dejar de leer ese texto. Era doloroso y cruelmente cierto; su estupidez y sinceridad había alcanzado una magnitud tan grande y lastimaba profundamente su corazón. Sai, era sin lugar a dudas el idiota más grande que pudo haber conocido; un grandísimo tonto al haberle mandado ese mensaje, un muchachito de cara bonita que lo había conquistado en más de una manera. Pero su corazón dolía, las punzadas que fuertemente lo atosigaban eran torturadoras y más el saber que ese mensaje se lo enviaba por una razón; porque Sai se preocupaba por él como amigo «solo como amigo».

 

No quería que la presencia de Sai lo siguiera a todos lados, tenía que alejarse de él en todos los aspectos, así que entro a su perfil y lo borró de su lista de amigos. Miraba todos los mensajes, todas aquellas conversaciones de horas y ese último mensaje. Antes de poder dar clic a la opción borrar, las lágrimas comenzaban a brotar de nuevo. No podía dejar ir esos recuerdos, esas conversaciones eran demasiado importantes para él, ya que marcaban el inicio de una amistad y lo que para él era, un amor que no sería correspondido. Se permitió el conservarlas; salió de su cuenta y apagó el ordenador. «Lamento que todo esto haya tenido que ser de esta manera, Sai. Adiós, amor mío» pensó entrando en su cama aun con varias lágrimas inundado sus ojos.

Notas finales:

Bueno, he ahí el cap. de esta semana.

La verdad la conversación de Gaara y Karin parecerá muy fuera de lugar, pero más adelante eso tendrá un poco de peso sobre la historia. Como diría el fiel Chapulín Colorado: "Que no panda el cunico, tengo todo friamente calculado" (?) xD

De nuevo una disculpa por lo breve que fui en este cap. Pero tenía que cortarlo ahí o las iba a aburrir.

Bueno, hasta el próximo sábado. Sin más que escribir ~Natsuki~


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